1. UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
PEDAGOGÍA EN CIENCIAS EXPERIMENTALES QUÍMICA Y BIOLOGÍA
Paulina Torres
Segundo “B”
3. Las bacterias están presentes en casi todas partes y pueden
sobrevivir a casi todo, incluso nuestro cuerpo desde que nace es
cohabitado por millones de ellas sin que nos demos cuenta.
Si bien algunas son responsables de causar enfermedades, la
mayoría nos proveen muchos beneficios cuando están en perfecto
equilibrio
Fermentan los residuos de nuestra dieta
Transforman la energía
Producen ácidos grasos
Protegen de las bacterias que nos enferman
Estimulan las defensas o forman barreras
4. La importancia de las bacterias en nuestro planeta es
esencial para que este siga teniendo vida.
Colaboran con la biodegradación de los residuos, son
vitales para fertilizar la tierra e incluso para combatir
ciertas plagas.
Podemos concluir entonces que su acción benéfica o
perjudicial dependerá del estado de equilibrio o
desequilibrio del medio en el que se desenvuelven todos
los organismos, incluso nosotros.
5. Su utilización es esencial para producir alimentos como los
productos lácteos.
La penicilina no se hubiera descubierto si las bacterias no
hubieran estado presentes en la investigación.
6. Alimentos como diferentes tipos de salsas, vinagres, vinos, y
muchos productos industriales, no existirían de no ser por
las bacterias y su aplicación en tan diferentes campos.
Utilizados en productos químicos, para la limpieza de
vertidos de petróleo en el mar, eliminación de residuos
tóxicos o, incluso, para reciclado de basura.
7. Las bacterias están presentes desde mucho antes que
cualquier otra vida habitara el planeta y seguirán
estando en él sin en algún momento el ser humano,
desapareciera de la tierra.
No es concebible la existencia sin ellas y, al mismo
tiempo, aunque conocemos mucho de ellas, es mucho
más lo que desconocemos que lo que podemos llegar
a saber.
8. El aumento de la resistencia a los antibióticos está provocando infecciones no
tratables que pueden afectar a cualquier persona, de cualquier edad, en cualquier
país.
Son las bacterias en sí, no la persona o el animal, las que se vuelven resistentes a los
antibióticos.
Sin una acción urgente, nos dirigimos hacia un futuro en el que todavía tenemos que
matar.