1. El derecho a la procreación
Autor: Paulo Arieu
«« Por favor, por el bien del país usa un método anticonceptivo »».
Cartel promocionando la planificación familiar o política de control de la población en los
suburbios de Nanchang (Dean Jiujiang Xian), provincia de Jiangxi. El control de la población y
la política de hijo único en las zonas urbanas, es una de las políticas nacionales básicas de la
República Popular China que pretende evitar la superpoblación.
I - Política de hijo único en China
La política de un hijo por pareja o política de hijo único, es una medida de control de la
población establecida en zonas urbanas de China en 1979 con el objeto de establecer un radical
control de la natalidad que redujera el crecimiento de la población excesivo o superpoblación.
China es el país más poblado del mundo, alberga la quinta parte de la población mundial.
El gobierno chino introdujo la política en 1978 para aliviar los problemas sociales y ambientales
de China. La política es polémica tanto dentro como fuera de China debido a las cuestiones que
plantea; debido a la manera en la cual se ha aplicado (para algunas personas agresiva), y debido a
2. preocupaciones por consecuencias económicas y sociales negativas. No obstante, exámenes
reciente emprendidos por el centro de investigación del banco de China, demostraron que cerca
del 75% de la población, apoya la política.
La política se hace cumplir a nivel provincial a través de multas que se imponen en la renta o
pago de la familia y de otros factores. Sin embargo, todavía hay muchos ciudadanos que
continúan teniendo más de un niño, a pesar de esta política.
En febrero de 2008 el oficial del gobierno chino, Wu Jianmin, dijo que la política del un-niño
sería reconsiderada. En noviembre de 2013, en el Tercer Pleno del 18 Comité Central del Partido
Comunista Chino (PCCh), se tomó la decisión de permitir tener dos hijos a las parejas en las
cuales el padre o la madre no tengan hermanos. Esta medida supone un cambio en la
controvertida política del hijo único.
Antecedentes del Movimiento Antinatalista en Occidente:
A lo largo de la historia, diversos personajes han previsto desgracia debidas al “impacto
terrorífico” de un supuesto exceso de población sobre la tierra. Entre ellos Thomas Robert
Malthus, Paul Ehrlich y P. Paddock.
Autores y su pensamiento
a) Thomas Robert Malthus, economista inglés que en 1798 escribió el “Un ensayo sobre el
principio de la población”, obra en la que abordaba el incipiente desequilibrio entre “incremento
natural de la población y de los alimentos”, fue el primero en enunciar estas teorías. En la
3. práctica, según Malthus, mientras que la producción de alimentos aumenta en progresión
aritmética (1, 2, 3, 4...), la población crece en progresión geométrica (2, 4, 8, 16...), de modo que
“la época en que el número de los hombres es mayor que el de los medios de subsistencia, ya ha
llegado desde hace tiempo”.
La historia ha desmentido esta teoría puesto que, desde entonces, la población ha crecido por lo
menos seis veces, mientras que la producción y el consumo de alimentos han aumentado mucho
más rápidamente y la calidad de vida de finales del s. XVIII no es, en absoluto, comparable con
la actual. De todos modos, el pensamiento de Malthus sigue ejerciendo gran influencia en
muchos ámbitos.
b) En 1968, el entomólogo (ni siquiera demógrafo) Paul Ehrlich, publicó su libro “La bomba de
la población”, donde profetizaba que
“la batalla para alimentar a toda la humanidad se acabó. En la década de los 70, nos
enfrentaremos a hambrunas, y cientos de millones de habitantes morirán a causa del hambre a
pesar de cualquier programa que se ponga en marcha ahora”.
Dos años después, señaló que
“65 millones de americanos y otros 4.000 millones de personas morirán de hambre en la Gran
Mortandad que ocurrirá entre 1980 y 1989”.
c) En el mismo año, y P. Paddock escribían “Famine-1975!” (¡Hambruna 1975!), previendo para
ese año un terrible cataclismo que habría acabado con gran parte de la población, en particular de
la India. La carencia a que se referían estos autores no sólo afectaba a los alimentos, sino
4. también a otro tipo de productos vitales para la sociedad: los minerales, combustibles fósiles,
lugares para depositar los desechos, etc.
Una vez más, las previsiones se revelaron falsas. Como ilustró ingeniosamente la revista “The
Economist” (“A populous planet”, 3.9.94), antes de la Conferencia de El Cairo sobre Población
y Desarrollo,
“al mantenerse la disponibilidad de alimentos, (los neomalthusianos) empezaron a preguntarse si
las inversiones permitirían garantizar el trabajo a las nuevas generaciones. Cuando el trabajo
apareció, comenzaron a inquietarse porque la disponibilidad de capital aumentaría demasiado
lentamente para mantener el crecimiento del nivel de vida, Cuando éste siguió creciendo,
previeron el agotamiento de las reservas naturales. Y dado que éstas continúan produciéndose,
afirman que el crecimiento de la población dañará el medio ambiente. Ésta es la situación en que
más o menos se encuentra hoy el debate”.
En efecto, como se verá, la escuela neomalthusiana encaja perfectamente con la ideología
ecologista que se inició en los años 60 y que ha derivado en el concepto de “desarrollo
sostenible”.
III. Primeras Conferencias Internacionales
a) Justo después de la Segunda Guerra Mundial se empezó a hablar de cumbres mundiales sobre
la población, cuando Julian Sorell Huxley ocupó la dirección de la UNESCO (Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia). Huxley era uno de los ideólogos
del movimiento eugenésico, y entre 1946 y 1948, se esforzó en introducir en la agenda
internacional “políticas específicas para la población”, proponiendo un Congreso Mundial. Ese
5. primer congreso, cuyos participantes eran expertos mundiales y no representantes de los
gobiernos, tuvo lugar en Roma en 1954.
b) Le siguió otro en Belgrado, en 1965.
c) En 1969, cuando la “cuestión demográfica” se había introducido con fuerza en las Naciones
Unidas, el Secretario General U. Thant, creó el FNUAP (Fondo de Naciones Unidas para las
actividades en materia de población), que convocó en Bucarest la Primera Conferencia
Internacional sobre Población, con representantes de los gobiernos (1974). Fue en Bucarest
donde los gobiernos llegaron a un acuerdo sobre políticas de planificación familiar, concepto que
sería confirmado y reforzado en la siguiente Conferencia, México 1984.
d) La siguiente, El Cairo 1994, acabaría consolidando la visión cada vez más extendida en la
ONU y sus organismos, que muestra la presunta “superpoblación” como el enemigo que la
comunidad internacional debe combatir.
e) Otras conferencias posteriores (Río’92, sobre Medio Ambiente, Estambul’94, sobre
asentamientos humanos, y Beijing’95, sobre la mujer) han ido apoyando esta línea, cada una
confirmando el contenido de las anteriores y dándole, por tanto, carácter de “soft law” o Derecho
originado por la “práctica o costumbre internacional”. La propia Secretaria General del FNUAP,
Nafis Sadik, en su discurso de conclusión de la Conferencia de El Cairo, afirmó que
“el Programa de Acción que ha sido aprobado, tiene la capacidad de cambiar el mundo”.
6. Ya desde el inicio, se plantearon objetivos claros de control de la natalidad. Las mismas palabras
del Jefe de la Delegación de EEUU, el entonces Subsecretario del Departamento de Estado de la
Administración Clinton, Timothy Wirth, no dejan lugar a dudas:
“Los EEUU han venido a El Cairo por tres razones: alcanzar un acuerdo global sobre las
estrategias de fondo para la planificación familiar; aumentar los fondos y los programas de
planificación familiar, y constituir una red de estructuras que garanticen la actuación de las
políticas de planificación”.
En la Conferencia no se afrontaron los diversos factores que afectan a la relación entre población
y desarrollo. Tanto el Programa de Acción aprobado como documento final, como el debate de la
asamblea se centraron en el “control de la población del Tercer Mundo”. Se describía “el
crecimiento sin precedentes de la población” como un peligro para la supervivencia de las
futuras generaciones, el mantenimiento de los recursos y la preservación del medio ambiente.
Sobra notar que cuando se habla de “población excesiva” se refiere, exclusivamente, a la de los
países en vías de desarrollo, ya que los países industrializados sufren, más bien, el problema
contrario: una bajísima tasa de natalidad. No es casualidad que el único compromiso económico
concreto previsto por el Plan de Acción, se refiera precisamente a las políticas demográficas
orientadas al control de la población en los países del Tercer Mundo, objetivo que une a
fundaciones occidentales, agencias de ayuda al desarrollo, instituciones multilaterales y
“ministros para la población” de los países destinatarios.
Veinte años es el tiempo previsto por el Programa de Acción para “rediseñar el mundo”. Un
período que verá crecer de manera considerable los recursos destinados por la ONU al control de
7. la población de los países menos desarrollados (de 1.700 a 2.050 millones de dólares, entre los
años 2000 y 2015), sumados a los de los gobiernos de los países desarrollados, del Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Ingentes recursos que se dedicarán a la
investigación de nuevos productos anticonceptivos y abortivos por las multinacionales químico-
farmacéuticas, y que sostendrán a las ONGs dedicadas a actividades antinatalistas. Por otra parte,
la tesis, repetida en El Cairo hasta la saciedad, de que “para promover el desarrollo se debe
controlar la población”, supeditará toda ayuda al desarrollo de los países más pobres, al requisito
del control de su población.
En consecuencia, la intervención de los organismos internacionales y los Estados en la esfera
más íntima de la persona (su capacidad procreativa y su vida sexual), está causando una
revolución en las relaciones entre Estados, entre el Estado y la persona e, incluso, entre las
personas.
La Conferencia de El Cairo es el punto de partida de un movimiento que pretende “transformar
el mundo”. Y cuenta con tales medios de difusión que ya ha llegado a modificar los valores e
ideas personales: en nuestra sociedad, ya se da por descontado que “somos demasiados” en la
tierra, que la población del Tercer Mundo se muere de hambre porque tiene demasiados hijos, y
que para alcanzar “calidad de vida” y “realización personal”, el tamaño de la familia debe ser
reducido.
Los Argumentos Antinatalistas y sus Respuestas
Tres son los argumentos más utilizados por quienes abogan por las políticas antinatalistas.
El exceso de población sobre la tierra
8. La contaminación del medio ambiente
La insuficiencia o escasez de recursos alimentarios, fuentes de energía y reservas
naturales
Se trata de unos argumentos que, si bien cuentan con datos ciertos, son falsos en su raíz y
conclusiones, y esconden, más bien, intereses ideológicos, políticos y económicos, que se verán
más adelante (apdo. 3).
Respuestas a los argumentos:
a) El exceso de población sobre la tierra:
El primer argumento que esgrimen los antinatalistas es el fantasma del crecimiento imparable. Es
una realidad que entre 1825 y 1925 (revolución industrial en Occidente), la población mundial se
duplicó, pasando de 1.000 a 2.000 millones de habitantes. Durante los años siguientes, hasta la
década de los ’80, la población aumentó más del doble, con una tasa de crecimiento
insólitamente alta. En estas estadísticas se basan los demógrafos para afirmar que, de no
implementar políticas serias de contención de la natalidad, estamos destinados a una tragedia
universal. Esta visión catastrofista se refleja en el discurso del entonces Vicepresidente de los
EEUU, Al Gore, en la Conferencia de El Cairo, según el cual, “el peligro del crecimiento
demográfico es comparable al de la proliferación nuclear”.
Sin embargo, este alarmismo carece de base real que lo justifique. Hoy no se está viviendo un
período de explosión demográfica, sino de transición o cambio. La población mundial tiende a
estabilizarse, con perspectivas de decrecimiento muy cercanas.
9. Según el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen (“La mentira demográfica”), el tercer mundo
está pasando por los mismos cambios demográficos por los que pasaron Europa y Norteamérica
durante la Revolución Industrial. Es decir, se experimenta un aumento rápido de la población por
un período largo, pero transitorio. La diferencia está en que el resto del mundo está
prácticamente alcanzando el ritmo de “crecimiento cero”.
Por otra parte, ni el manejo de las estadísticas ni los cálculos de las reservas mundiales son
exactos, ni la demografía aporta conclusiones ciertas. La capacidad anticipadora de los
demógrafos es bastante escasa. Lo demuestran los datos presentados a continuación. Como se ha
visto antes, Paul Ehrlich advirtió que en los años 70, cientos de millones de personas morirán de
hambre. Llegada esa fecha, retrasó a la década de los 80 tales augurios, que afectarían a 65
millones de americanos. El tiempo ha demostrado que ninguna de estas catástrofes se ha
producido en tales términos.
En los años 60 se calculó que Nigeria alcanzaría en los 90, 156 millones de habitantes. En la
actualidad, tiene 119. Brasil, en tanto, alcanzaría 210 millones de habitantes. La realidad habla
de 153 millones.
En la actualidad pueblan el mundo cerca de 6.000 millones de personas. Se dan varias hipótesis
de crecimiento de la población mundial hasta el año 2150. La hipótesis más elevada es entregada
por el servicio del FNUAP (Informe sobre la Población Mundial 1992): 12.000 millones de
habitantes. La hipótesis intermedia se sitúa en 10.000 millones. La baja, entre 7.000 y 9.000
millones.
10. Es importante recalcar que la tasa real de crecimiento de la población mundial está registrando,
desde hace 30 años, una sensible baja, debido al llamado “invierno demográfico” y a la difusión
de las políticas anticonceptivas y abortistas (cada año se producen 50 millones de abortos
quirúrgicos y 140 millones causados por los principales anticonceptivos de efecto abortivo).
V. Tendencias Demográficas Actuales
a) Descenso de las tasas de fecundidad
En 1997, la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la
ONU, reunida para estudiar la caída de la fecundidad y sus causas, reconoció que de 185 países
del mundo, 51 no lograban reemplazar a sus generaciones. Más aún, en 13 de ellos, el número
anual de defunciones superaba al de nacimientos.
En 2001, la misma División de la ONU y el Census Bureau de EEUU coincidían en reconocer
los siguientes datos:
De 1950 a 2000, el nivel mundial de fertilidad descendió en más del 40% (equivalente a
dos nacimientos menos por mujer).
La fertilidad por debajo de la tasa de reposición ha alcanzado ya a 83 países del mundo,
que representan el 44% de la población mundial (2.700 millones de personas), y no se
limita a los países más desarrollados (también están países del Caribe –Barbados, Cuba y
Guadalupe-, africanos –Túnez-, orientales –Líbano- y asiáticos –Sri Lanka, Hong Kong,
Singapur, Corea, Tailandia y Taiwán, sin contar la más baja del mundo, China-).
11. Nueve de los 15 países en desarrollo más poblados registran niveles de fertilidad
inferiores a los que caracterizaron a los EEUU en 1965, y durante los últimos 25 años, en
ocho de ellos esos niveles se redujeron a la mitad.
Aunque los países del África Subsahariana y Oriente Medio siguen siendo los de
fertilidad más elevada (900 millones de habitantes en el 2000, 1/7 de la población
mundial), el descenso sigue siendo significativo (en Kenia, se redujo el equivalente a 4
hijos menos por mujer, en sólo 20 años).
En consecuencia, países que representan la mitad de la población, registran hoy un “incremento
cero”, y parte de ese porcentaje está sufriendo una grave disminución de su población. Y en
cuanto a las causas de este drástico descenso de la fertilidad en el mundo, no existen razones
claras: afecta a países tan diversos, que no se podría identificar elementos socioeconómicos o
políticos comunes. A menudo, en los informes de la ONU se identifican la pobreza y el
analfabetismo (especialmente el femenino) como causantes de altas tasas de fertilidad. Sin
embargo, estas características no han impedido que Bangladesh redujera a la mitad su tasa de
fecundidad en sólo 25 años.
Del mismo modo, se suelen ver las actitudes tradicionales y los valores religiosos como un
obstáculo para la transición de altas a bajas tasas de fertilidad. Sin embargo, en Irán, un país
sometido a un estricto régimen islámico, descendieron en 2/3 y están en el límite del reemplazo
generacional.
Por último, esta drástica caída de la fertilidad se suele atribuir a la difusión cada vez mayor de
programas de planificación familiar, auspiciados por Organismos Internacionales, ONGs y
12. Gobiernos. Pero países como Brasil no han adoptado nunca un programa de este tipo, y sin
embargo la fertilidad ha caído en un 50% durante los últimos 25 años.
b) Previsiones de crecimiento de la población
Curiosamente, las previsiones de crecimiento emitidas por la ONU en los últimos diez años, han
ido sufriendo variaciones importantes, lo que indica que las cifras manejadas no son
suficientemente fiables.
En el Informe “Estado de la Población Mundial” de 1992, la FNUAP estimaba el crecimiento
anual en 97 millones de personas.
En 1994, el Borrador del Programa de Acción preparado para la Conferencia de El Cairo, tan
sólo dos años más tarde, ya corregía la estimación para los siguientes 20 años, reduciéndola a 90
millones de personas.
Al final de dicha Conferencia, el Programa de Acción aprobado reduce la cifra a 86 millones. Así
pues, en sólo dos años, la cifra de población mundial estimada para el 2015 se cambió de 7.500 a
7.320 millones (una diferencia de 180 millones de personas no es en absoluto despreciable). La
misma ONU reconoció en el documento “Perspectivas de la población mundial” de 1994, que la
explosión demográfica pertenece al pasado.
Seis años después, el Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2000, la cifra del
crecimiento anual queda reducida a 75 millones de personas, lo que dejaría en cerca de 7.100
millones las estimaciones de población mundial para el 2015 (una diferencia de 400 millones de
personas con respecto a la estimación de 1992). Y las previsiones del Census Bureau de EEUU
13. para 2025 se refieren a una población mundial de 7.800 millones, un 30% superior a la de
nuestros días. En ese mismo año, la tasa de crecimiento anual estará por debajo del 0,8%, un
ritmo mucho más lento que el 1,3% previsto actualmente, y todavía más que el 2% que llegó a
estimarse a finales de los 60. En conclusión, en el 2025 nacerán menos niños en todo el mundo
que en cualquier año de las cuatro décadas anteriores. Pero el aspecto más preocupante es que el
crecimiento de ese año se concentrará en zonas geográficas muy concretas: África subsahariana,
países del Norte de África y Oriente Medio. La población de ese continente será superior a la
suma de todos los países más desarrollados.
Por lo que se refiere a los países más desarrollados, el mismo Census Bureau estima para los
próximos 25 años un crecimiento natural de sólo 7 millones de personas al año, de modo que a
partir del 2017 las defunciones superarán a los nacimientos, algo que ya está empezando a
suceder en algunos países europeos, y sucedería en muchos más si no fuera por los nacimientos
que se producen en el seno de las familias inmigrantes. Para evitar un declive absoluto de la
población europea se necesitaría doblar el volumen de inmigración actual (del millón actual a 1,8
millones anuales), y para reforzar el grupo de edad de 15 a 64 años –la fuerza de trabajo-, debería
casi cuadruplicarse (alcanzando como mínimo los 3,6 millones de personas). Esas migraciones
transformarían radicalmente la sociedad europea occidental: en 2050, los descendientes de
extraeuropeos compondrían un cuarto de la población total.
Otro caso a analizar es Japón. Sus niveles actuales de inmigración son prácticamente cero. Para
mantener el volumen actual de población, debería aceptar una media de cerca de 350.000
entradas anuales en los próximos 50 años, y casi el doble para mantener la población en edad de
14. trabajar. De aplicarse esta segunda solución, en 2050 1/3 de la población total sería de origen
extranjero.
c) Envejecimiento de la población:
En 1950, el 32% de la población mundial vivía en los países desarrollados de occidente, junto
con Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. En la actualidad, ese porcentaje se reduce al 12%. Si
en 1900 Europa contaba con el 25% de la población mundial, en el 2050 tendrá solamente el 7%.
Europa es el continente donde el fenómeno de la despoblación y el envejecimiento se dan con
mayor dramatismo. Casos como España e Italia son preocupantes: las mujeres españolas tienen
un promedio de 1,07 hijos, cuando el mínimo para que se dé el reemplazo generacional es de 2,1.
La mayoría de los países del entorno europeo ya no se reemplazan. La tasa media europea es de
1,6 hijos por mujer, todavía menor en Europa del Este y ex bloque comunista, donde alcanza el
1,3.
Recientemente el Presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, advertía a los gobiernos
que en el 2005 cerca de 1/3 de la población del continente estará cobrando sus pensiones, que
cargarán excesivamente a los contribuyentes. A medida que la población llega a la edad de
jubilación, pasa a depender del seguro social y de un sistema de salud cada vez más extenso. Es
un problema que se complica precisamente porque, además de que la expectativa de vida crece
de modo continuado, disminuye a la vez el número de trabajadores jóvenes para sostenerlos.
Además, las leyes permiten la jubilación anticipada. En Italia un trabajador puede retirarse a los
50 años, a pesar de que la edad legal es, en general, de 65 años. Dado que la sanción por la
jubilación anticipada es de poca consideración, muchos optan por ella, de modo que la edad
15. promedio a la que se están retirando los trabajadores europeos es de 61 para los hombres y 58
para las mujeres. La única solución es la inmigración, con las consecuencias sociales y culturales
que empiezan a ser patentes en muchos países europeos. La eutanasia también empieza a
plantearse como una “solución” a la sobrecarga de los servicios sanitarios.
En definitiva, sólo en ciertas zonas del mundo la población se mantendrá en edades
relativamente jóvenes. En 2025, la edad promedio en África subsahariana será de 20 años (edad
que caracterizó a la humanidad desde el Neolítico hasta la revolución industrial). Por el
contrario, en los países más desarrollados hoy se sitúa en los 37, y en 25 años alcanzará los 43
(39 en EEUU gracias a la inmigración y una tasa un poco más alta de fertilidad). En Alemania
será 46, en Grecia y Bulgaria 47, y en Japón llegará a los 49 (más de 1/5 de la población superará
los 70 años de edad, y una de cada 6 personas tendrá 75 o más, superando el número de menores
de 15 años).
Otros Mitos sobre la “Superpoblación”
a) ¿Cabe más gente en nuestro planeta? La Tierra es un planeta, en cierto modo, deshabitado.
Paradójicamente, sólo el 0,8% de la superficie total del planeta, está habitado. Pero existe a
nuestro alrededor un proceso de urbanización tan rápido que nos da la sensación de ser
demasiados. Por el contrario, fuera de nuestras ciudades existe un mundo poco habitado. Basta
pensar que sólo el 3% del territorio de Estados Unidos está urbanizado. Y aunque en los
próximos dos siglos la población creciera al ritmo actual, la tierra continuaría bastante vacía, con
un porcentaje de zonas urbanas que no superaría en cualquier caso el 8% de la superficie
terrestre.
16. Es cierto que del total de la superficie terrestre (150 millones de Km2), sólo unos 90 millones
son habitables. Aún así, en el caso de que en el 2100 la población mundial alcanzara las
previsiones más altas (11.600 millones) y las áreas cultivadas se doblasen (algo que no es
necesario, a causa de los avances científicos aplicados a la agricultura), la densidad de población
sería de 184 personas por Km2. Una cifra inferior, por ejemplo, a la que tiene actualmente Italia
(191), un país no precisamente “sobrepoblado”.
b) ¿Es posible el desarrollo económico de los países altamente poblados? No está demostrada
una relación entre pobreza y densidad de población. Científicamente nunca ha sido demostrado
que exista una relación entre la densidad de población de un país y su nivel de riqueza y
desarrollo. Hay países poco poblados que son desarrollados, como Australia, y otros poco
poblados que son subdesarrollados, como es el caso de los países de África Central.
Inversamente, hay países muy poblados que son desarrollados, como Holanda, que tiene más de
400 personas por Km2, y países muy poblados y subdesarrollados como Bangladesh. De los 21
países más pobres del mundo, sólo 7 tienen una densidad superior a los 100 habitantes por Km2.
Por el contrario, entre los 21 países más ricos, 12 superan esa cifra y 5 de ellos (Japón, Holanda,
Bélgica, Singapur y Hong Kong) tienen una densidad mayor a la de la India. Las verdaderas
causas de la pobreza y el subdesarrollo hay que buscarlas en otros factores. Uno de ellos son las
decisiones políticas irresponsables. Ejemplo de ello fue la terrible hambruna que asoló a Etiopía
en los años 80. Su presidente, Menghistu fue advertido por expertos de la carestía que se
aproximaba. Y en lugar de adoptar medidas preventivas, invirtió el 46% del Producto Nacional
Bruto (cerca de 2,5 millones de dólares) en gastos militares. E incluso durante el tiempo en que
su pueblo moría de hambre, su gobierno estaba gastando 200 millones de dólares en la
celebración del décimo aniversario de la revolución marxista en su país.
17. En toda la región del África Subsahariana, se ha gastado en compra de armamento el doble que
en agricultura e industria. El resultado es que esta zona, teniendo una de las densidades de
población más bajas del mundo, se muere de hambre, mientras que Europa, con la densidad de
población más alta, tiene un superávit de alimentos en torno a los 30 millones de toneladas. En el
seno de los organismos internacionales se ha consolidado la visión de una relación determinante
entre población y desarrollo, y se dice a los países: "Controlen su población y van a
desarrollarse". Pero los países pobres lo que necesitan son infraestructuras, escuelas,
saneamiento de las aguas, hospitales, etc. Recursos que realmente favorezcan su desarrollo y no
un control de la población.
No se puede aprobar una política de desarrollo basada en una mentira científica; en una hipótesis
que nunca fue demostrada, es decir la ideología maltusiana.
c) El argumento de la contaminación del medio ambiente:
Es el argumento esgrimido por los ecologistas. Sin embargo, cuando se habla de ecología sería
oportuno referirse a ella como una “ecología integral”, que no se limite sólo a la conservación de
los reinos vegetal, mineral y animal, sino que incluya la del ser humano y su familia.
La escuela neo-malthusiana se ha fusionado perfectamente con la escuela ecologista surgida a
inicios de los 70, según la cual, el crecimiento de la población produce contaminación, erosión
del suelo, deforestación y extinción de las especies animales, amenazando así al equilibrio
ecológico del planeta. Ésta es la visión que reflejan continuamente entidades como WWF (World
Wildlife Fund), Club de Roma, World-Watch Institute o el Programa de Naciones Unidas para el
18. Medio Ambiente. Tal como expresan en sus informes públicos, el hombre es “el verdadero
enemigo del equilibrio medioambiental” (“The first global revolution” de 1991).
Ante ello, se plantea como objetivo un “desarrollo sostenible”, concepto clave en el argot de los
organismos internacionales, y que sustenta toda su acción política, económica y social. Se trata
de un nivel de desarrollo en el que los diversos factores que lo componen (educación, salud,
tecnología, infraestructuras, actividad económica, etc.) mantengan un equilibrio en el uso de los
recursos de modo que se garantice la calidad de vida de las futuras generaciones. El problema
sería definir el punto de equilibrio. Y precisamente quienes lo definen son los países más
desarrollados, que en su proceso de desarrollo esquilmaron sus propios recursos y parte de los de
sus colonias.
d) Las cifras: La Conferencia de Río de Janeiro de 1992 sobre Medio Ambiente, celebrada a los
20 años de la de Estocolmo, la primera en esta materia, consolidó la creencia general de que el
crecimiento de la población es insostenible para el ecosistema. Desde luego, es un hecho
innegable el deterioro que está sufriendo hoy el medio ambiente, y es un problema que debe ser
afrontado con urgencia. Pero es necesario ver su dimensión real y sus causas efectivas.
¿Es realmente el crecimiento de la población la causa de este deterioro? Basta observar, por
ejemplo, los elevadísimos niveles de contaminación de las repúblicas de la ex Unión Soviética,
de 10 a 100 veces superiores a los de Europa occidental, a pesar de ser países cercanos al
“crecimiento cero” de la población. El Profesor Commoner, de la Universidad Washington de
St. Louis y Director del Centro de Biología de los Sistemas Naturales, demostró en su estudio
“The environmental costs of economic growth” que el aumento de la contaminación no es
directamente proporcional a la población, sino al uso de tecnología contaminante. Los incentivos
19. a la investigación, la producción de “tecnología limpia” y el acceso de los países más pobres a
esta tecnología, son los verdaderos objetivos a perseguir. Está claro que la difusión masiva de
medios anticonceptivos entre la población no habría evitado tragedias como las de Chernobyl o
Bhopal.
Otra de las causas del deterioro ambiental es, sin duda, el estilo de vida de la población. Está
claro que, si en China cada ciudadano utilizase el coche para acudir a su trabajo, como sucede en
las grandes urbes de los países desarrollados, los efectos llegarían a ser dramáticos. Entonces, ¿es
la solución reducir el número de personas, para que todos puedan tener un coche? ¿No sería
mejor que todos los habitantes del planeta nos replanteáramos cómo estamos viviendo?
Sorprenden los datos aportados por Cascioli en “El complot demográfico” : un francés consume
155 veces más energía que un habitante de Mali, un canadiense 436 veces más que un etíope, y
los 57 millones de italianos, lo mismo que 2.000 millones de chinos. Así pues, ¿multiplicamos el
consumo de energía de los países en desarrollo hasta alcanzar el de los países avanzados, o bien
racionalizamos su uso en todo el planeta? Porque implica sacrificios y esfuerzos que no pueden
cargarse sobre las espaldas de una parte de la población mundial (que, además, coincide con la
mayoría).
e) Datos relativos a la deforestación de la tierra:
Lester Brown, del Worldwatch Institute, ha lanzado varias veces la señal de alarma sobre la
deforestación. Y las ONGs ecologistas lo proclaman sin cesar: cada año se talan 11 millones de
hectáreas de bosque en 76 países tropicales. Sin embargo, no se presenta un dato recogido por la
FAO: en estos mismos países, la superficie total del patrimonio forestal es de 2.000 millones de
hectáreas. Por lo tanto, el área talada anualmente representa el 0,6% del total.
20. Por otra parte, la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional, lanzó en 1989 la
alarma de que, de mantenerse el ritmo de deforestación actual, los árboles desaparecerán de la
tierra en el próximo siglo. Analizando los datos facilitados por el mismo Brown, sería preciso
que dicha deforestación se produjera al doble de la velocidad que él indica, y además, que no
crecieran nuevos árboles, una posibilidad francamente improbable. Es curioso cómo los países
más ricos, una vez constatados los efectos nocivos de su proceso de desarrollo sobre sus propios
bosques, imponen ahora restricciones a los países en crecimiento.
En general, los estudios ignoran la capacidad de expansión y recuperación de los bosques. En
algunas regiones del mundo, ésta puede alcanzar los 20 m3 de madera por hectárea, al año. En
los países tropicales, asciende a 50 m3. A pesar de ello, los gobiernos no pueden desentenderse
de una regulación responsable del uso de los bosques, y la reposición de los recursos obtenidos.
f) Datos relativos a las reservas de agua: Las reservas de agua en el planeta son enormes. El
mayor problema se presenta en las grandes concentraciones urbanas, sobre todo cuando las
lluvias son escasas. Sin embargo, el buen aprovechamiento del agua es un tema no resuelto. En
la Conferencia que el Banco Mundial organizó en 1997 para el estudio de las reservas hidráulicas
en el Norte y en la Zona oriental media de África, se concluyó que el agua malgastada llega al
40%.
En efecto, existe una falta de conciencia universal en el uso del agua y la impunidad con que se
contaminan algunas aguas, del mismo modo que se malgasta con verdadera frivolidad en su uso
doméstico. Es necesario diversificar a tiempo el tratamiento jurídico y económico del consumo,
según los destinos - doméstico, agrícola e industrial - y gravar los del uso de lujo. La necesaria
demanda prioritaria del agua potable - aseo personal, bebida y cocina - deberá ser satisfecha y
21. asegurada. Los usos domésticos de riego y del lavado pueden cubrirse con agua no filtrada ni
depurada.
En la actualidad se cuenta con medios técnicos que aumentan significativamente los suministros
de agua: el reciclado de agua usada (y la diversificación de sus empleos posteriores), los nuevos
sistemas de bombeo y regadío, la desalinización del agua de mar, el aprovechamiento integral
conectado de los ríos, etc.
En la conferencia citada se llegó a la siguiente conclusión: se puede lograr un aumento de un
50% del agua disponible para uso agrícola e industrial, de un 80% para destinos hospitalarios y
de un 90% en la oferta de agua potable, en esta región de África.
g) El argumento de la insuficiencia o escasezde recursos alimentarios, fuentes de energía y
reservas naturales: Este argumento, tan reiterado, trata de probar que las reservas son del todo
insuficientes para el aumento de la población. Sin embargo, no lo logra. Nadie duda que las
reservas son limitadas. Lo importante es ver si son suficientes. Los recursos naturales, en sentido
propio, son todos los que la tierra contiene y ofrece para la vida y usos del ser humano. Unos son
renovables: los que dependen de la luz y el calor del sol. Por ejemplo, el suelo y el clima no se
consumen. Pero otros no son renovables: por ejemplo, los minerales, ya sean metálicos (hierro,
aluminio, etc.) como no metálicos (combustibles fósiles). Todos son, de un modo u otro, fuente
de energía.
h) La historia prueba que los aumentos de población han llevado inevitablemente a un
aumento proporcional de los recursos para mantenerla: La humanidad siempre ha sabido
encontrar recursos nuevos para las nuevas necesidades que conlleva el crecimiento de la
22. población. Esto es, sin duda, por la existencia del fundamental recurso: el hombre. Como
administrador de la tierra, el hombre utiliza su inteligencia, voluntad y medios para adaptarse y
responder con eficacia a los cambios creados por los aumentos de la población.
Muchas de las llamadas crisis de producción han sido en realidad crisis de sobreproducción. En
varias ocasiones Estados Unidos, Canadá y Australia han tenido que promulgar leyes restrictivas
para obligar a sus agricultores a producir mucho menos de lo que eran capaces. Un fenómeno
que ha caracterizado la Política Agraria Común de la Unión Europea desde sus mismos inicios.
i) Es en sí gratuita la tesis de la radical insuficiencia de los recursos alimentarios para una
población creciente.
La realidad es que, tal como indica Colin Clark, que fue Director del Instituto de Economía de la
Universidad de Oxford,
“los recursos del mundo bastarán de sobra, a la luz de los nuevos conocimientos técnicos, para
satisfacer las necesidades alimentarias y materiales de la humanidad”.
Un informe de la FAO afirma que la producción mundial de alimentos entre 1950 y 1979
aumentó en un 30%, incremento que se dio, principalmente, en países en vías de desarrollo. Más
aún, la tasa anual de crecimiento de la producción mundial de alimentos está superando la tasa
anual de crecimiento de la población de esos países, salvo algunas excepciones. Amartya Sen ha
precisado que el aumento de los recursos en el Tercer Mundo está creciendo más rápidamente
que la población.
23. La misma FAO reconoció en un informe de 1994, que se puede alimentar a la actual población
del mundo con los recursos actuales, y, si los recursos se potenciaran al máximo, serían
suficientes para alimentar al doble de la población.
La Asociación Alemana de Productores Agroquímicos ha realizado un concienzudo informe
sobre las reservas alimentarias de la tierra, basado en la determinación de las áreas cultivables.
Sus conclusiones son que existen 3.600 millones de hectáreas cultivables en nuestro planeta, de
las cuales, tan sólo 1.400 millones están siendo cultivadas en la actualidad. También la FAO
reconoció en 1980 que sólo el 40% de las tierras potencialmente agrícolas están cultivadas.
Ya en 1972, Colin Clark calculó que si se hubieran cultivado las tierras entonces disponibles con
las tecnologías más avanzadas del momento, se habría podido alimentar sin problemas a 35.000
millones de personas. Y según Roger Revelle, ex Director del Centro de Estudios sobre
Población de Harvard, los recursos agrícolas mundiales son capaces de proporcionar una dieta
diaria de 2.500 calorías para 40.000 millones de personas, usando menos de ¼ de la superficie
terrestre libre de hielos (frente a 1/9 que se emplea actualmente).
j) En cuanto a los recursos minerales, la naturaleza dispone de grandes yacimientos
minerales y de fuentes de energía que aún deben serexplotados, racionalmente, por el
hombre: Al igual que con el crecimiento de la población, los antinatalistas no han hecho, a lo
largo de la historia, cálculos muy precisos sobre las reservas mundiales. Las reservas de fosfatos
están calculadas en 43.000 millones de toneladas, lo que alcanza para mil años con el actual
ritmo de extracción. En cuanto al carbón, se estiman reservas de 80.000 millones de toneladas,
bastante más que los 5.000 millones que se estimaban en 1946. Estos solos bastarían para dos
milenios. Pasando al petróleo, las reservas de explotación se calculan entre 200.000 y 500.000
24. millones de toneladas. En 1946, se estimaban en 76.000 millones de toneladas. A este número se
le suman los 85 millones procedentes de las arenas de alquitrán y los 300.000 millones de las
pizarras bituminosas, la parte sólida de los sedimentos orgánicos que, sometida a ciertas
temperaturas y presión, permiten también obtener petróleo. Y además del petróleo y del gas
natural, están a disposición de la humanidad la energía solar (renovable, limpia, fiable e
inmensa), la eólica, la energía acumulada de los mares y la geotérmica procedente del interior de
la tierra, además de las inmensas posibilidades de la energía nuclear. Sólo el uranio (según se
calculó en la IV Conferencia Internacional sobre el uso pacífico de la energía atómica, en 1971)
cuyas reservas utilizables son del orden de 4 millones de toneladas, equivale, en reactores de
generación, a unos 6 billones de toneladas de carbón. Sea lo que sea de estas cifras, lo cierto es
que en el futuro próximo se utilizarán o desarrollarán otros combustibles y nuevas fuentes de
energía, lo que conllevará cambios en el estilo de vida y en los modos del consumo. Dos cosas
son ciertas: aumentará la demanda de energía, y cambiarán las fuentes que la produzcan. Pero
también se darán nuevos avances en la ciencia y el desarrollo tecnológico, para hacer frente con
éxito a las nuevas necesidades. Puede preverse, por tanto, que la principal fuente de energía será
el sol, que suministrará, entre otros usos, un enorme potencial de electricidad. Se incrementará el
uso de los metales geoquímicos más abundantes y las tecnologías de comunicación contribuirán
al nuevo estilo de vida. En suma, no faltará el depósito de la naturaleza, si se usa racionalmente.
Es el hombre y su ingenio lo que no puede faltar.
VII. EE.UU. y el control de natalidad gratuito
25. EE.UU. aprueba control de natalidad gratuito_283340 / ABC Color
El departamento de salud de Estados Unidos lanzó un plan para brindar a las mujeres servicios
de salud preventivos de manera gratuita, incluidos los de control de natalidad, bajo la reforma
sanitaria nacional. No obstante, las autoridades brindaron a las instituciones religiosas
flexibilidad, ya que existe una enmienda que les permite optar o no por brindar los servicios
contraceptivos en sus coberturas. Las guías, que el Departamento de Salud y Servicios Humanos
calificó de "históricas", adoptaron las recomendaciones que en julio realizó un grupo de
investigación asesor. El informe del Instituto de Medicina de Estados Unidos, solicitado por la
administración Obama, recomendó que todos los métodos de control de natalidad aprobados en
el país -incluida la "píldora del día después" que se toma poco después del coito para evitar un
embarazo- sean añadidos a la lista del Gobierno nacional de servicios de salud preventivos.
La recomendación enfrentó fuerte oposición de los grupos conservadores y religiosos, que
rechazan el uso del dinero público de los impuestos para cubrir el control de natalidad,
especialmente la controvertida "píldora del día después".
La adopción de las recomendaciones es un triunfo para organizaciones como el Congreso
Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y la entidad Planned Parenthood (Paternidad
26. Planificada). En cualquier política de sanidad, a los mujeres sólo se las ve desde al ángulo de la
procreación y la maternidad. Los programas que existen sólo prevén la atención prenatal, los
cuidados con motivo del parto y el posparto, la vigilancia posnatal y el seguimiento del
crecimiento del niño. A estas restricciones conceptuales se añade la crisis estructural del sistema
de sanidad.
a) Opiniones:
En Nicaragua en 1980, sólo el 28% de las mujeres emplearon anticonceptivos, y sabemos que
todavía es un porcentaje muy débil. Estudios muy recientes han demostrado que el 74% de las
mujeres no utilizan método alguno; por eso la causa principal de la mortalidad femenina es el
aborto clandestino en las ciudades y la hemorragia durante el parto en los campos (Ana María
Pizarro, Nicaragua. Audiencia Pública de América Latina).
La prostitución infantil a menudo está organizada y protegida; a sus adversarios se les amenaza
para imponerles el silencio. Estas colusiones incluyen las ventas sistemáticas de niños a
pedófilos. En lugar de perseguir a los criminales, hay funcionarios que han perseguido, acosado
y amenazado de muerte a aquellos que han defendido los derechos de los niños... Estos crímenes
nefandos contra los niños y la humanidad no son sólo un daño mortal para los niños filipinos;
son también el síntoma de un mal más grave aún: las estructuras económicas y sociales injustas
que han institucionalizado la pobreza en Filipinas. Una clase dirigente, compuesta de unas
cincuenta familias inmensamente ricas, es propietaria del 70% de la economía del país y controla
toda la vida política y el reparto de la riqueza nacional. La sanidad, la educación y los servicios
sociales no son más que una pequeña parte. (Alex C. Hermoso, Fundación Preda, Manila.
Audiencia Pública del Sudeste Asiático).
27. Algunos organismos internacionales que aportan ayuda sanitaria creen a veces que es suficiente
distribuir anticonceptivos generosamente. Pero la ayuda sanitaria no puede venir "de arriba". Lo
importante para algunas mujeres es tener un contacto verdadero con otras mujeres. El sistema
sanitario incluye otros sectores que ofrecen la prevención y la asistencia. Los servicios de
sanidad no tienen como única función bajar las tasas de fecundidad, porque la calidad de vida de
una población es una cuestión global. (Bárbara Klugman. Sesión Pública de África Austral).
En Indonesia, la tasa de natalidad ha caído del 2,4 en los años 80 al 1,7 de hoy..., Es un éxito.
Pero detrás de este éxito existe, confesada u oculta, una cierta presión que va desde las visitas a
domicilio por las mujeres de los funcionarios locales, o visitas de la policía o militares, hasta la
acusación de ser comunista o la amenaza de expulsión a otras islas lejos de Java (Wardah Hafidz,
Indonesia. Audiencia Pública del Sudeste de Asiático).
Los adolescentes se hacen más pronto activos sexualmente... En nuestra región el 55 de los
jóvenes varones y el 52% de las jóvenes han tenido relaciones sexuales y tienen una vida
sexualmente activa antes de terminar los estudios medios. Desdichadamente no podemos
distribuir preservativos en las escuelas. El problema con nuestros jóvenes no es sólo la
protección contra los embarazos. Consiste en inculcarles la responsabilidad sexual y en
protegerlos contra las enfermedades transmisibles sexualmente. (Nancy Hall y Franca Bertoncin,
Canadá. Sesión Pública de América del Norte).
b) Dimensiones individuales y sociales de la elección en materia de procreación
En una comunidad el clima que rodea el nacimiento y la procreación es el fruto de una evolución
histórica de la cultura local y de valores colectivos e individuales que se derivan de las
28. circunstancias propias de esa comunidad. En las civilizaciones clásicas, la procreación era un
deber natural para todos, hombres y mujeres, a fin de asegurar la continuidad del grupo. El
respeto a los antepasados que caracteriza a numerosas culturas, reforzaba esta obligación al
subrayar la deuda de cada generación con las precedentes. De hecho la continuación del linaje
era el pago de esta deuda.
Como la filiación podía ser matrilineal o patrilineal (o en ocasiones ambas a la vez), podía haber
una divergencia de puntos de vista entre los hombres y las mujeres a propósito de esta
obligación. En una comunidad matrilineal, la mujer era la que establecía el lazo entre el pasado y
el futuro y el hombre sólo tenía un papel subsidiario. Pero en los grupos en los que reinaba la
filiación masculina, la responsabilidad de la procreación recaía sobre el hombre. Si la mujer no
tenía hijos o no los quería tener, el hombre tenía que tomar otra mujer. En estos grupos, la mujer
tenía deberes no respecto a su propia parentela, sino frente a la de su marido. La práctica de la
adopción (de un niño de la familia próxima) y del levirato (matrimonio con una cuñada viuda)
ofrecía soluciones alternativas a la esterilidad de uno u otro esposo.
La continuación de la descendencia aún era más importante cuando había una herencia por
medio: ganado, tierras, derechos y deberes feudales y religiosos, tradiciones y conocimientos
profesionales, etc. Cuando la tierra era de propiedad común, los hijos eran considerados como un
"bien colectivo", es decir, que la colectividad y no los padres, eran responsables de su educación
y bienestar. En algunas comunidades de este tipo que todavía existen, tiende a desarrollarse
lentamente la noción de hijo ilegítimo o huérfano.
El instinto de conservación del grupo influye en todos los campos, cualesquiera sean las
divergencias de puntos de vista entre hombres y mujeres. En algunas comunidades del sub-
29. continente indio existen clanes femeninos y clanes masculinos. Las hijas pertenecen al clan de la
madre y los hijos al del padre.
Es importante tener presente en la mente toda esta diversidad, porque la idea de libertad de
elección en la procreación está vinculada estrechamente a los derechos individuales; la
diversidad implica una obligación de reciprocidad, el respeto del hecho de que los derechos y las
decisiones de los demás respecto a la procreación, pueden ser diferentes los de cada uno. Las
instituciones sociales y los valores culturales, a pesar de que se han hecho menos estrictos,
ejercen todavía una gran influencia en las decisiones individuales. Sin embargo, consideramos
fundamental la autonomía del individuo en el seno de un contexto social dado y reconocemos
que la decisión apela inevitablemente a un equilibrio entre derechos y responsabilidades.
La preocupación que tenemos por las generaciones futuras está marcada por una cierta angustia a
propósito del mundo que les vamos a dejar en herencia. El individuo de hoy se encuentra en un
cruce de caminos entre el pasado y el futuro; tiene que "decidir" si tendrá hijos o no, cuántos y
cómo espaciarlos. Se ha discutido al infinito sobre el "valor económico" de los hijos, pero este
debate no hace justicia a la complejidad de un proceso de decisión que es diferente en los
hombres y las mujeres. En lo que les concierne, los hombres en la mayoría de las civilizaciones
tienen miedo a procrear. Pero las mujeres, por su parte, son percibidas y apreciadas en función de
su capacidad de dar la vida (capacidad genésica), incluso en sociedades que aprueban su
participación directa en la vida profesional y en la vida social.
La procreación no se puede concebir independientemente de una comprehensión de la
sexualidad. Todo individuo percibe su existencia en relación con las diversas dimensiones de su
yo. Una de ellas es la sexualidad: es una expresión de la personalidad y uno de los fundamentos
30. más significativos de las relaciones humanas, por el intercambio y la emoción que dan su
vitalidad al más concreto de los lazos sociales.
La obsesión sexual que caracteriza a la cultura de nuestra época (y que es alimentada
activamente por los medios de comunicación), influye sobre el momento en que se manifiesta la
sexualidad entre los jóvenes y la trivializa. La sexualidad de los jóvenes es también el reflejo del
lugar que ocupa el sexo en la sociedad. El mundo no puede ignorar los embarazos de
adolescentes ni los abusos sexuales de niños y adolescentes (incluso en el seno de la familia). El
comportamiento sexual de la juventud es el reflejo simultáneo de una "cultura", que es la suya, y
del ambiente creado por los adultos. El deseo de explorar la realidad en su totalidad y de ir tan
lejos como sea posible en la relación con el otro, son poderosos estimulantes que se pueden
encontrar reforzados ya sea por una inquietud que halla su fuerza en la educación o en el trabajo,
ya sea por la comercialización del sexo en la pornografía, ya por una prensa ávida de lo
sensacional o por el turismo sexual. La idea del "cada vez más", que reina sobre el consumo en
general, se ha extendido a la sexualidad.
Antes la familia era el medio de socialización inicial de un niño. En la mayor parte de las
culturas, por diferentes que hayan sido los papeles asignados a hombres y mujeres, la familia
preparaba a los hijos para llegar a ser adultos. En el marco familiar los jóvenes hacían la
experiencia de la división del trabajo doméstico y del papel asignado a cada sexo. Pero la
evolución de la sociedad ha ido transfiriendo cada vez más esta función de la familia al sistema
educativo, a los grupos de amigos y a las pandillas o, también, a los medios de comunicación
social. Esto ha influido en la forma en que numerosos niños contemplan la vida de familia, la
procreación y lo que espera la sociedad del individuo.
31. c) Sufrimiento, euforia, angustia y amor
Las mujeres pueden tener condiciones de vida muy diferentes... pero sus actitudes ante el
embarazo y el nacimiento de un hijo son notablemente parecidas: euforia intensa, espera con
ansiedad, temor o desánimo según las circunstancias, ante la posibilidad de estar embarazada;
clandestinidad desesperada, frecuentemente asociada a los embarazos fuera de matrimonio; una
vinculación al recién nacido --o rechazo a veces--; angustia ante la perspectiva de un nacimiento
prematuro o de mala salud del niño; y mezcla de amor y de sufrimiento cuando el nacimiento es
acogido con alegría por uno de los padres pero no por el otro. Sisela Bok, Estados Unidos.
Han desaparecido los antiguos tabúes y con ellos los ritos de iniciación con los que la mayor
parte de las culturas transmitían su sabiduría enseñando a los jóvenes a gobernar su sexualidad.
La actitud del que está hastiado de todo y del "yo lo sé todo" de hoy --que ha sustituido a la
*magia" de la iniciación-- disimulan las dudas y temores que obstaculizan el conocimiento de sí
mismo. Es necesario, sin duda, que la sociedad vuelva a pensar y reinventar valores y prácticas
que permitan a la juventud desarrollarse y madurar más armoniosamente que hoy.
La sexualidad está inserta en el misterio de la persona y forma por ello parte del vasto campo de
las libertades individuales. Sin un esfuerzo serio de educación aplicada a la sexualidad de los
niños y los adolescentes, el ser humano corre hoy peligro de llegar a la madurez sin haber
definido e interiorizado una actitud responsable en este aspecto. La Comisión estima que para la
sociedad es esencial la educación de la sexualidad que facilite una justa apreciación de los
límites de la libertad y de la responsabilidad individuales. A este respecto, los programas
educativos y los medios de comunicación tienen una responsabilidad especial en esta materia.
32. El concepto de libertad de elegir en materia de procreación está condicionado (y delimitado) por:
Las posibilidades que ofrece la sociedad;
Los valores que influyen sobre el conjunto de la personalidad;
La imagen de sí mismo que elabora el individuo;
La estima de sí mismo.
La autonomía que se ofrece al individuo, es decir, la libertad de decisión frente a la coerción,
debe estar contrapesada por la conciencia de las consecuencias sociales posibles de su propio
comportamiento ante los demás: ¿hay absoluta libertad de coacción? No es posible separar el
comportamiento sexual del contexto más amplio de las responsabilidades sociales de cada
individuo.
La Comisión ha hecho notar que la libertad de elegir implica anticipaciones construidas por la
sociedad. Ésta tiene una parte muy grande en la definición de la identidad de los individuos, del
papel que se espera de ellos en cuanto padres, madres, niños y adolescentes, ciudadanos,
trabajadores o artistas. El proceso según el cual una persona se hace autónoma y construye su
propia identidad en relación con múltiples identidades determina su capacidad de elegir más o
menos libremente entre una mezcla de roles a menudo contradictorios.
d) Derechos respecto a la procreación y derechos humanos
La noción de derechos en materia de procreación en realidad no es nueva. Estos derechos
proceden de un conjunto de libertades y garantías fundamentales reconocidas universalmente e
integradas en los "derechos sociales". De ellos hacen mención numerosas constituciones
nacionales refiriéndose especialmente a:
33. La protección de la familia, en especial gracias a la planificación de los nacimientos.
La fundación de una familia.
La educación y sostén de los hijos.
Una especial protección durante el parto y después del parto.
Paternidad y maternidad reconocidas como valor social eminente.
La salud.
La integridad de toda persona humana.
Aunque este concepto no haya aparecido hasta la década de los 80, la mayoría de sus elementos
constitutivos ya eran objeto de reconocimiento internacional. La "Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer" (1979) ha reconocido el
derecho de elegir "libre y responsablemente" el tamaño de la familia, el derecho a la información
y a los consejos relativos a la planificación de la familia, y el derecho a asistencia sanitaria
adecuada antes, durante y después del embarazo. El derecho a la salud que se cita en todos los
tratados internacionales de derechos sociales, encierra todos los demás derechos.
El Comité de la ONU sobre los derechos económicos, sociales y culturales (creado en 1987) ha
adoptado una posición según la cual "no hay vínculos de filiación directos entre los intereses del
individuo y los de la colectividad". Y regularmente se informa del nivel de "la mortalidad infantil
y de la asistencia sanitaria que se ofrece a las mujeres embarazadas"2, país por país.
Sin embargo, el concepto de derecho a la procreación parece nuevo. Reafirma todos los derechos
que en el contexto restringido del control del crecimiento de la población y, a causa de la actitud
adoptada con demasiada frecuencia por los médicos respecto a su pacientes (considerados como
súbditos, como casos o como números), tienden a perder importancia. Por eso la Comisión
34. propone que este derecho sea considerado oficialmente como uno de los derechos humanos
fundamentales.
Implica intrínsecamente la afirmación del derecho de las mujeres en todas las sociedades, a ser
tratadas como ciudadanas en completa igualdad con los hombres. Cuando se hayan reconocido
como derechos algunos valores, como la integridad del cuerpo de cada uno, el consentimiento
para cualquier intervención en el cuerpo o sobre él, con pleno conocimiento de causa, la
seguridad para todo lo que afecta a la maternidad, la libertad de decidir si se participa y cómo se
participa en la sucesión de las generaciones, todavía serán necesarios algunos esfuerzos más: "la
promoción de estos valores a la categoría de derechos del ser humano implica, como mínimo
absoluto, y sin importar las medidas que haya que tomar para llevarlos a la práctica, que no son
negociables".
La Comisión sugiere que la no negociabilidad de los "derechos reproductivos", en cuanto
derechos humanos esté en el mismo nivel que muchos principios fundamentales: la dignidad del
individuo, la equidad y no discriminación, la participación y la solidaridad.
El principio de la dignidad del individuo exige que se superen la noción de maternidad y las
cuestiones anejas a ella, para considerar todas las circunstancias susceptibles de afectar a las
funciones genésicas de la mujer a lo largo de su vida. La Comisión pide que se ponga fin de
manera urgente a ciertas prácticas que violan gravemente el derecho de las mujeres a la libertad
de elección en materia de procreación. Son, pues, violaciones del derecho de la persona los actos
siguientes:
35. El infanticidio de las niñas, la selección o la determinación del sexo, seguida --sin
justificación médica-- de un aborto voluntario;
La mutilación genital de las niñas pequeñas;
Las violencias sexuales --que con demasiada frecuencia permanecen impunes-- contra los
niños, las niñas y los adolescentes, y esto en casi todas las culturas;
El tráfico de muchachas jóvenes de familias pobres en busca de trabajo;
La promesa de empleo doméstico o "artístico" para muchachas jóvenes utilizada como
señuelo por las criminales redes mundiales de prostitución;
El matrimonio de niños y las relaciones sexuales forzadas o sugeridas con menores (que
todavía hoy algunas legislaciones no consideran como violación);
La falta de respeto por algunos consejeros de planificación familiar o por personal de
sanidad, de los derechos específicos de la mujer durante la menopausia y después de ella.
El principio de equidad y no discriminación exige que se corrija con prioridad la imposibilidad
de algunas mujeres (que viven en aldeas aisladas o pertenecientes a minorías marginales en las
ciudades) de acceder a los servicios ginecológicos.
El principio de participación se refiere a la movilización de fuerzas que puedan hacer realidad el
derecho de elección en materia de procreación. El problema presenta múltiples aspectos: todas
las mujeres, gracias a la educación y a la información que hayan recibido, deben estar en
condiciones de gestionar por sí mismas este derecho a lo largo de toda su vida, y de transmitir su
experiencia a los miembros de su familia, en su lugar de trabajo y en su comunidad.
Hay que enseñar a los hombres y a los muchachos el sentido y el valor de los derechos de las
mujeres en este terreno, derechos que, además deben ser reconocidos con las responsabilidades
36. que ello implica, por las comunidades, las sociedades y las diversas culturas del mundo. Los
Estados tienen la misión de respetar, proteger y favorecer el derecho de elección en materia de
procreación, igual que todos los demás derechos, y no deben hacerse cómplices de su violación.
La participación de las escuelas y universidades, de las asociaciones profesionales y los
sindicatos, de los grupos religiosos y culturales y de las diversas instancias de la sociedad civil,
será entonces la expresión del principio general de la solidaridad.
La Comisión afirma que el derecho de decisión en materia de procreación es a la vez el símbolo
y uno de los elementos intrínsecos de la calidad de vida. La Comisión aprueba la idea, expresada
en diversas ocasiones con motivo de conferencias recientes organizadas por las Naciones Unidas,
según la cual la salud genésica es un aspecto importante de la salud en general. Estima que a toda
referencia a una decisión en este campo debe responder la disponibilidad de servicios adecuados,
cuya eficacia está limitada seriamente en muchos países por falta de recursos. Dar prioridad
absoluta a la difusión cada vez más amplia sólo a los servicios que tocan a las cuestiones de
maternidad, podría llevar a desatender otros sectores importantes de la protección de la salud.
La elección del tamaño de una familia plantea un dilema, a causa del conflicto que existe entre
libertad y responsabilidad. Lo más frecuente es que los individuos decidan el tamaño de su
familia en función: 1) de sus deseos, y 2) de sus recursos presentes y futuros. Puede ocurrir que
lo que parece deseable para un individuo cree problemas para el conjunto de la sociedad. Aquí se
plantea un problema de responsabilidad: cuando toman sus decisiones, los padres deben tener en
cuenta también las consecuencias de sus decisiones para las futuras generaciones y para el medio
ambiente. Los gobiernos por su parte pueden facilitar la solución de eventuales conflictos
37. creando condiciones gracias a las cuales coincidan lo mejor posible las decisiones individuales
con los objetivos sociales y la protección del medio ambiente.
Dada la extraordinaria importancia de estas cuestiones para la población y para el desarrollo
sostenible, la Comisión estima que es deseable que un grupo de responsables internacionales
tome la iniciativa de elaborar una declaración sobre los derechos en materia de procreación. Esta
declaración debería afirmar el derecho a la elección libre y a los servicios primarios de salud en
la materia, asegurando la participación del individuo y la calidad de esos servicios. Fijaría las
normas de una nueva cultura que debería ser respetada por los responsables políticos nacionales
y el personal sanitario especializado --cuyos deberes se podrían enunciar en un código de buena
conducta. Los consejos y otras categorías de servicios deberán darse a partir de la adolescencia
hasta la vejez; siempre se requerirá un consentimiento lúcido antes de cualquier intervención y se
suprimirá cualquier práctica coercitiva.
e) La cuestión del aborto
Según la OMS uno de cada cuatro embarazos termina en aborto. Cada año se practican entre 26 y
31 millones de abortos en los países en los que están autorizados, en condiciones de seguridad
médica. Por otra parte, se realizan alrededor de 20 millones de abortos sin ninguna garantía de
seguridad (la mayoría en países en desarrollo) y uno de cada 250 termina en muerte. Los abortos
practicados en condiciones precarias puedan traer también complicaciones, inmediatas o en el
futuro, e incluso una esterilidad permanente. Con frecuencia las víctimas son adolescentes que
no han recibido educación sexual o no pueden o no saben utilizar los anticonceptivos.
38. En Chile, después de decidir el gobierno la gratuidad de la inserción de dispositivos
intrauterinos, las muertes a consecuencia de abortos precarios se redujeron a la mitad entre 1965
y 19765.
Rusia fue el primer país que legalizó y comercializó el aborto. La "cultura del aborto" fue
prohibida en 1936 y se hizo clandestina. Volvió a ser legal en 1995. Hoy, los abortos
médicamente seguros no sobrepasan el 30% y las muertes por aborto representan alrededor del
30% de la mortalidad materna. En la Rusia post-soviética es característica de los servicios de
sanidad una actitud negativa hacia las pacientes: la actitud de los ginecólogos frente a las
mujeres que abortan se añade al hecho de que en realidad, entre el 70 y el 80% de los abortos se
practican en condiciones de anestesia relativamente mediocres. (Andréi Popov, Rusia, Sesión
Pública del Este de Europa).
En Pakistán, la planificación familiar se considera extraña al Islam; además toda medida que
tome el Estado debe estar justificada en nombre del Islam. El programa de planificación familiar
se denomina programa de asistencia social. Algunas mujeres entre nosotras no tienen la
posibilidad de elegir la anticoncepción. (Hina Gilani, Pakistán, Sesión Pública del Sur de Asia)
Yo puedo ejercer un oficio gracias a la planificación familiar. Pero necesito una nota firmada por
mi marido para poder obtener en la clínica lo que necesito. Un día me presenté sin esa nota y
tuve que volver a mi casa para pedírsela. (Una madre de dos hijos, Mali, Sesión Pública del
Oeste de África)
En la historia y por encima de las diferencias culturales, las mujeres han recurrido al aborto
cuando su situación chocaba con las tradiciones de su sociedad. Cuando un embarazo prenupcial
39. o de una viuda podría acarrear la exclusión o la reprobación social, las familias (especialmente
las madres) persuadían o forzaban a las hijas a abortar.
La Comisión reprueba totalmente la utilización del aborto como instrumento de control del
Estado en el marco de la política de regulación de los nacimientos. El aborto no debe ser un
medio anticonceptivo ni servir para ejercer la elección del sexo de niño que va a nacer. Esas
prácticas van contra el objetivo buscado de hacer reconocer, como uno de los derechos a la salud
de la mujer, la práctica médicamente segura del aborto. La Comisión reprueba también una
"cultura del aborto" debida a la falta de información sobre los medios anticonceptivos o a una
política gubernamental indiferente a los derechos de las mujeres.
Durante una de las sesiones públicas de la Comisión se preguntó a un arzobispo asiático qué
medida preconizaría en caso de embarazo a causa de violación, el prelado respondió que lo que
su fe le prescribía "se limitaba a la procreación en el vínculo conyugal del matrimonio". Ante
esta difícil situación, creo que el niño, luego de nacer puede ser entregado en adopción. No me
parece que matar al niño recién concebido sea la solución mas adecuada.
Un fenómeno inquietante es el aumento del número de casos de incesto en muchas regiones del
mundo. Las víctimas son las más veces muchachas jóvenes que quieren interrumpir su embarazo
por un aborto. La Comisión estima que la sociedad civil, y en particular sus responsables en el
plano cultural o religioso, no pueden permanecer ciegos ante esta situación tan injusta; algunos
gobiernos ya se han preocupado por esta violación de todo lo que es humano y han dictado
disposiciones que protegen a las jóvenes en esas condiciones. La Comisión estima además que,
cuando se produce un debate parlamentario sobre el aborto, se deben tener en cuenta todos los
aspectos de la operación --especialmente los peligros que supone. Los dirigentes del mundo
40. religioso, cultural y social tienen una responsabilidad muy particular en la apreciación de los
argumentos que presentan en apoyo de las recomendaciones que hacen a los que toman las
decisiones políticas. La Comisión pide también que se despenalice el aborto, bajo reserva de
sanciones especiales en caso de abuso de ley, por ejemplo, cuando se trata del aborto decidido en
función del sexo del niño que va a nacer.
Sin embargo, las cuestiones éticas no pueden decidirse en base a argumentos emocionales, ni
tampoco por consenso. Lo que debe debatirse es la naturaleza del embrión en gestación. Ése es el
centro de esta cuestión. Si los más ardientes defensores de la libre elección de la mujer se
convencieran de que el feto es una persona humana viva, probablemente muchos de ellos
cambiarían su posición.
Pero, ¿cómo vamos a determinar la naturaleza del nonato? ¿Quién define el momento en que una
vida humana comienza a ser sagrada y digna de protección? Todos sabemos que cuando un
óvulo humano es fecundado por un espermatozoide humano, el fruto resultante es un ser
humano. El cambio de cosa a persona no ocurre en el momento del parto, ni en ninguna otra
etapa del embarazo, sino en el momento en que el óvulo es fecundado y comienza ese proceso de
desarrollo que, de hecho, no concluye en el nacimiento. Y las evidencias al respecto son muy
contundentes. En el momento de la concepción 46 genes se combinan, 23 de la madre y 23 del
padre, para el inicio del desarrollo de un individuo único. Después de 2 semanas se pueden
escuchar los latidos del corazón, que hace circular la sangre dentro del embrión; y no es la sangre
de la madre, sino la sangre que ha producido el bebé. Después de 6 semanas el embrión tienen
menos de 1 pulgada de largo, pero ya tiene un desarrollo considerable. Los dedos se han formado
en las manos. A los 43 días tiene ondas cerebrales detectables. A las 6 semanas y medio, el
41. embrión se está moviendo, aunque tales movimientos no pueden ser percibidos aun por la madre.
Al final de las 9 semanas el feto ha desarrollado unas huellas dactilares únicas. En este momento
el sexo del niño se puede distinguir. Los riñones también se han formado y están funcionando,
así como la vesícula biliar al final de la décima semana. Todos los órganos del cuerpo están
funcionando a finales de la doceava semana, y el niño ya puede llorar. Todo esto ocurre durante
los primeros 3 meses del embarazo.
VIII. Conclusión:
En conclusión, en vez de estar experimentando un fenómeno de sobrepoblación, la humanidad
está sufriendo actualmente una peligrosa implosión demográfica. La población mundial está
envejeciendo y disminuyendo a un ritmo acelerado, A medida que las tasas de fertilidad
disminuyen, el aborto, la anticoncepción y la longevidad aumentan, el mundo se encuentra en un
nuevo paradigma en que los ancianos superan a los jóvenes. Gary Becker, Premio Nobel de
Economía dijo que “El crecimiento de la población ha sido factor fundamental para el desarrollo
económico (...). El crecimiento poblacional es un factor importante del crecimiento de la
economía”
Frente a la tesis apriorística de la radical insuficiencia, se puede afirmar que la tierra puede
abastecer, sin deterioros ecológicos, a una población muy superior a la actual, a condición de que
se usen racionalmente los recursos naturales, se aporten los capitales necesarios para desarrollar
una tecnología cada vez más limpia, se fomente la investigación y el acceso de todos los países a
sus resultados, y los gobiernos de los países en desarrollo administren los recursos correcta y
honradamente.
42. El concepto de “recurso” no lo define la naturaleza, sino la tecnología humana, que convierte en
aprovechable un determinado componente de la naturaleza. De este modo, las energías
renovables, la ingeniería genética aplicada a animales y vegetales, o la fusión nuclear, abren un
horizonte esperanzador para el mantenimiento del hombre en la tierra. Con ello, cabe afirmar que
es el hombre mismo el recurso primero y fundamental, con su capacidad de adaptarse y
responder a las nuevas necesidades.
Como la misma FAO reconoció en 1994, se puede alimentar a la actual población del mundo con
los recursos actuales, y, si los recursos se potenciaran al máximo, serían suficientes para
alimentar al doble de la población.
“El hombre es el máximo recurso de todos los recursos naturales: no es sólo su gran usuario sino,
además, su gran descubridor y explotador. La historia confirma una y otra vez que el hombre,
ante las dificultades, suele reaccionar como ante un desafío, despertando y desarrollando al
máximo sus energías inventivas y su capacidad de trabajo. El hombre ha sabido encontrar, aún
en épocas de un desarrollo técnico muy inferior al nuestro, soluciones dignas a sus problemas.
Así se ha construido el progreso”. (Manuel Ferrer Regales, Prólogo de la edición española de El
aumento de la población, de Colin Clark, Madrid 1979).
Respecto al tema del aborto, uno de los argumentos que aducen los partidarios del aborto es que
la mujer tiene derecho sobre su cuerpo y, por lo tanto, sobre la continuación o término de su
embarazo. Pero este argumento se sostiene o cae dependiendo de lo que pensemos acerca de la
naturaleza del embrión. La vida humana es el bien jurídico supremo y trasciende al derecho de la
privacidad. Es erróneo pensar que, por el hecho de que se encuentre geográficamente en el
vientre de su madre, el feto sea parte esencial de su cuerpo como su riñón o su páncreas. Otros
43. argumentan que su ilegalidad obliga a muchas mujeres a abortar en circunstancias de alto riesgo,
poniendo en peligro sus vidas. Pero lo cierto es que el aborto siempre es arriesgado, tanto física
como sicológicamente, y mientras más personas aborten mayor será el riesgo. Y en lo que
respecta a los niños en gestación la mortalidad en caso de aborto siempre es de un cien por
ciento. Así que el problema ético sigue siendo el mismo: Los seres humanos que son privados de
su vida antes de nacer.
Por todos estos motivos, pienso que el control obligatorio de la natalidad en los Estados Unidos
debe ser considerado totalmente ilegal. Cada persona tiene el derecho de planificar
voluntariamente el número de hijos desea traer al mundo sin que el gobierno lo obligue a traer un
número específico de hijos. La política de hijo único de China es totalmente inhumana y por la
experiencia de China sabemos que ha traído sufrimientos y muertes de criaturas que han nacido
en violación a esta conflictiva ley política de ese país asiático.
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Bibliografía consultada
http://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica_de_hijo_%C3%BAnico
http://www.eurosur.org/futuro/fut71.htm
http://www.fluvium.org/textos/mujer/muj41.htm
http://www.abc.com.py/ciencia/eeuu-aprueba-control-de-natalidad-gratuito-290034.html
o http://www.todopensamientocautivo.com/2014/12/el-aborto-crimen-o-derecho/
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