1. Antigüedad Las primeras mujeres filósofas de las que se tiene noticia estuvieron vinculadas a la escuela
pitagórica (siglo VI ac). Sus ideas, sin embargo, fueron atribuidas a su fundador, Pitágoras.[cita
requerida] Poco después aparecen algunas mujeres relacionadas indirectamente con la filosofía, como
Aspasia de Mileto, protectora de Protágoras y promotora del pensamiento y la cultura en la Grecia de
Pericles. También hubo mujeres filósofas en las escuelas epicúrea y estoica, tanto en Grecia como en
Roma. Diotima de Mantinea, filósofa y sacerdotisa griega enseñó filosofía a Sócrates. En la escuela
cínica destaca Hiparquía de Tracia (siglo IV ac). Hacia el final del período helenístico despunta Hipatia
de Alejandría, la mujer científica y filósofa más importante de la antigüedad. Estudió las obras de
Platón y Aristóteles, pero se dedicó sobre todo a la astronomía y la matemática.
Edad Media Durante este período, las mujeres estaban de hecho excluidas del mundo de la cultura y
marginadas de la vida social. En esta época las mujeres laicas no contaban, en general, con la suficiente
instrucción. Por el contrario, sí hubo mujeres cultas en los conventos y monasterios: bibliotecarias,
escribanas y enseñantes, que escribieron obras sobres sus experiencias místicas, así como algunos
tratados científicos. En esta línea destaca Hildegarda de Bingen (1098-1179), que dejó escritos de
astronomía, botánica y medicina, así como libros proféticos, basados en sus visiones.
Renacimiento Durante el Renacimiento, la filosofía continuó en manos masculinas, aunque algunos
pensadores ya reconocían la influencia de las mujeres en el terreno de la cultura. En este sentido, se
elaboraron elencos de mujeres célebres, con el fin de completar la trayectoria del pensamiento humano
desde la antigüedad. Progresivamente se fueron debilitando las condiciones que impedían el acceso de
las mujeres a la cultura y aumentó el número de mujeres que escribían poesía y se interesaban por la
ciencia, la política y la música, fundamentalmente entre la clase noble. Así por ejemplo, Galileo
mantuvo correspondencia con la duquesa de Toscana, Cristina de Lorena, a propósito de sus
descubrimientos en astronomía y la defensa de las tesis copernicanas.
En el ámbito religioso y, concretamente, entre los reformadores católicos, destaca Teresa de Jesús
(1515-1582), fundadora de monasterios y escritora. Su aguda percepción del dolor existencial humano
se plasma en obras como Las moradas (1577), donde propone un camino interior de redención que
conduce a la beatitud. La obra de Teresa de Jesús ejerció una enorme influencia sobre la teología de su
época y posteriores, en particular sobre la teología mística, al subrayar el aspecto psicológico y emotivo
de la experiencia religiosa.
Barroco Madame de Sévigné (1626-1696). Isabel de Bohemia y del Palatinado (1618-1680). Lady
Conway (1631-1679). Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695).
Ilustración Catharine Trotter (1679 - 1749). Madame de Châtelet (1706-1749). Olympe de Gouges
(1749-1793). Mary Wollstonecraft (1759-1797). Madame de Staël (1766-1817).
La mujer y los movimientos sociales del XIX Flora Tristán (1803-1844). Eleanor Marx (1855-1898).
La mujer y la filosofía en el siglo XX Rosa Luxemburg (1871-1919). Emma Goldman (1869-1940).
María Montessori (1870-1952). Hedwig Conrad-Martius (1888-1966). Edith Stein (1891-1942).
Simone de Beauvoir (1908-1986). Simone Weil (1909-1943). Hannah Arendt (1906-1975). Ayn Rand
(1905-1982). María Zambrano (1904-1991). Elizabeth Anscombe (1919-2001).(1945). Chantal Delsol
(1947). Sarah Kofman (1934–1994). Judith Butler (1956)