"Hacia la construcción del futuro de la Humanidad", es una reflexión altamente necesaria, desde la óptica del desarrollo inclusivo, sostenible y sustentable.
Se requiere por tanto, una visión prospectiva, holística y resiliente.
Cordialmente, PATRICIO OPORTUS ROMERO
1. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DEL FUTURO DE LA HUMANIDAD1
Imaginar qué nos deparará el futuro, ha sido un sueño de larga data que el ser humano ha
manifestado de múltiples maneras en el transcurso del tiempo.
El conocimiento generado por los hombres y las mujeres en estas últimas dos décadas, supera con
creces todo lo producido en la historia de la humanidad.
Formularse diversas interrogantes, en temáticas tan disímiles tales como el funcionamiento de las
cosas, las tecnologías disruptivas, los principios que rigen las ciencias, la planificación urbana, la
exploración espacial, el descubrimiento de nuevos materiales; y ciertamente, responder a
preguntas vinculadas al genoma humano, las enfermedades raras e incurables, son sólo algunos
ejemplos, de un viaje al mañana.
La construcción de futuros, deben necesariamente estar basadas en leyes científicas y disponer de
evidencias de diversa naturaleza (eventos, tendencias y propósitos); precisamente con el norte de
identificar los futuros posibles, probables y deseables. La gran utilidad de esta materia, radica en la
capacidad de proporcionar a los tomadores de decisiones, información confiable; insumos
relevantes para el diseño y posterior implementación de políticas públicas, como es el caso del
sector gubernamental, la identificación de las oportunidades en el mercado o la consolidación de
encadenamientos productivos en determinadas zonas geográficas para el sector privado, la
construcción de centros de investigación concebidos para generar y transferir conocimientos a la
academia, al mundo privado y el sector público; objetivo central y eje articulador e impulsor de la
investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i); con la finalidad de dar un gran salto
tecnológico, en términos de facilitar la creación de nuevos productos y el diseño de modelos y
sistemas; que propicien elevar los actuales niveles de productividad, competitividad y de
desarrollo, principalmente de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES); y su
respectiva inserción en el concierto internacional.
Desatacados profesionales de centros científicos y laboratorios de investigación, están trabajando
a gran escala, para contribuir con la humanidad, prevenir y si es posible, revertir los devastadores
efectos nocivos a la naturaleza y por ende, al hombre; ante los nefastos impactos que está
provocando el cambio climático y por qué no afirmarlo, “la intervención del ser humano”;
reflejada en la desalinización del agua de mar, el derretimiento prematuro de los hielos polares, el
avance sin control de la desertificación, el incremento del efecto invernadero, la destrucción
gradual y sistemática de la capa de ozono, la no preservación de la biodiversidad, la degradación
de los suelos producto de la erosión, la destrucción de la selva, la contaminación de los océanos,
entre otras tantas cuestiones de interés mundial; obliga y motiva a tomar conciencia y a su vez,
dejar de permanecer impávidos frente a fenómenos, como los anteriormente citados; cuyos
resultados están siendo monitoreados y evaluados con cierta regularidad.
1
PATRICIO A. OPORTUS ROMERO, Ingeniero Civil de Minas, MBA Marketing, Diplomado en Gerencia Social.
Ex Subsecretario de Estado, Docente, Investigador, Consultor Senior Internacional, E-mail: poportus@vtr.net
2. La responsabilidad en estas actuaciones, no sólo deben ser asumidas por los gobiernos del orbe,
sino también por los(as) empresarios(as) y los(as) ciudadanos(as), es decir, tiene connotación
mundial.
Soñar y aspirar en términos de lograr un mundo mejor, implica ser parte de la solución e instalar el
debate en la sociedad, con altura de miras, tendientes a propiciar la generación de ideas creativas,
constructivas y que promuevan en el marco de nuestras responsabilidades del quehacer diario y
deberes ciudadanos(as), instancias para generar puntos de quiebre e inducir cambios sostenidos y
graduales en una primera etapa, hacia la conjugación de trasformaciones mayores, -según
corresponda-; que se traduzcan en instalar procesos, proyectos y programas; así como también, la
promulgación de marcos regulatorios y jurídicos, conducentes en revertir, mitigar o eliminar
situaciones de potencial de entropía -por ejemplo, el cambio climático, los conflictos bélicos, la
contaminación de los océanos, etc.-; con la clara visión prospectiva (construcción de futuros),
holística (sistémica) y resiliente (superar lo adverso, estoicismo); otorgando el derecho a las
generaciones venideras, de disfrutar en plenitud su entorno con satisfacción y felicidad.
La invitación es inclusiva, para animar momentos de reflexión y análisis profundo, sobre las
cuestiones que se abordarán próximamente, cuyos ejes centrales son:
a) Las tendencias globales, b) La salud del futuro, c) La minería del futuro, d) Las ciudades
inteligentes, e) La sociedad del futuro y f) El nuevo estado (rupturista).
Figura A: Hacia la construcción del futuro de la humanidad, ejes centrales
Hacia la
Construcción
del Futuro de
la Humanidad
Tendencias
Globales
La Salud
del Futuro
La Minería
del Futuro
Las Ciudades
Inteligentes
La
Sociedad
del Futuro
El Nuevo
Estado
Rupturista
3. 1. TENDENCIAS GLOBALES
Existe suficiente evidencia, para asegurar que en los últimos treinta años, la humanidad ha
experimentado un notorio aumento de la clase media, presencia de una nueva demografía, un
incremento sostenido de la urbanización, un notable desbalance entre la producción y consumo
de agua, energía y alimentos, una notoria difusión global del poder (multipolaridad), el nuevo rol y
liderazgo de la mujer en la sociedad y el desarrollo exponencial de las tecnologías (nanotecnología,
robótica, biotecnología, etc.), llegándose a hablar frecuentemente de tecno economía y tecno
sociedad.
La sociedad actual, es más rica (términos comparativos, treinta años atrás) y evidentemente está
más envejecida. El fenómeno de la de la globalización, ha impactado nuestra propia realidad;
caracterizada por la nueva economía.
La generación de conocimientos, la digitalización, la virtualización (deslocalización), la integración
en redes, la convergencia, la inmediatez y la innovación, representan un sello distintivo de
nuestros tiempos. De manera paradójica, es posible constatar que se ha acentuado el consumismo
y el individualismo en nuestra sociedad2
.
Los avances científicos y tecnológicos, no han cesado y las tecnologías de la información y las
comunicaciones (TIC), tienen mucho que decir y argumentar en la antesala de una verdadera
irrupción de grandes transformaciones, que ni siquiera hemos imaginado.
El inédito escenario laboral, caracterizado por el teletrabajo, la flexibilidad laboral, la
polifuncionalidad, las nuevas actividades laborales que se crearán, implicarán el nacimiento de
innovadoras carreras de formación superior, en sus grados profesionales y técnicas. En definitiva,
existirán nuevos perfiles de competencias, para asumir los novedosos retos del futuro.
La revolución del cambio, en sus diversas dimensiones, sean éstas: tecnológica -la más elocuente-,
ambiental, económica, social, política, demográfica, religiosa, gobernabilidad y democracia
seguirán en ascenso; donde la sociedad, -con mayor frecuencia e intensidad- estará ávida de
conocimientos y recursos humanos, tecnológicos y físicos.
Por otra parte, la baja en la natalidad, la alta esperanza de vida al nacer, los fenómenos
migratorios y la creciente urbanización de las ciudades; plantean serios desafíos, a la salud pública,
privada y a los servicios sociales, que se requerirán en las urbes del mañana.
Además de los desafiantes desafíos que deberán asumir y liderar los líderes mundiales, se prevé
que el planeta y por ende, la humanidad, estará sometida a potenciales peligros; sino se interviene
con rigor y rigurosidad, se agudizarán los efectos del cambio climático, los sistemas de gobernanza
inmóviles, las crecientes desigualdades en sus diversas manifestaciones, las debilidades del
sistema multilateral, el riesgo económico y ralentización del crecimiento económico, etc.
Se ha podido constatar con mucha certeza, la incapacidad de los gobiernos del orbe en términos
de “anticipar eventos portadores de futuros”, muchos de ellos impulsores de crisis de alto impacto
y connotación social, tales como, daños provocados por la naturaleza, ejemplo reciente, es posible
citarlo en relación al terremoto (no previsible) que afectó gravemente a la ciudad de Katmandú,
Nepal (2015), la crisis financiera originada en los Estados Unidos (2008), y un sinnúmero de
2
Patricio Oportus Romero, “Tendencias Globales, Prospectiva e Innovación: Propuesta de un Modelo de
Desarrollo para los países de la Región”, Universidad de Sonora, México, 2015.
4. situaciones que han golpeado reiteradamente a la humanidad, gatilladas en la mayoría de los
casos, por las fuerzas devastadoras de la naturaleza, el desequilibrio económico financiero, la
radicalización de las ideologías políticas, religiosas, etc., y lo que aún es más preocupante, la
notoria escasez de recursos estratégicos, tales como el suelo cultivable, el agua potable, los
alimentos necesarios en calidad, cantidad y a precios razonables, además de considerar la matriz
de recursos energéticos, entre otras tantas necesidades humanas3
.
Las problemáticas globales del siglo XXI, deben ser abordadas por los jefes de estado y altos
directivos de organismos internacionales, proporcionado señales y lineamientos claros, para
avanzar con éxito frente al cambio climático, el crimen organizado, el tráfico de personas, órganos
humanos, drogas y armas, el lavado de dinero proveniente de las operaciones ilícitas, la
proliferación de armas de destrucción masiva, todas ellas representan, sin lugar a dudas, un
peligro para la estabilidad y el orden global.
Lo mencionado precedentemente, tiene solución y ciertamente requiere de esfuerzos y
compromisos por parte de los líderes mundiales; siendo imperativo, tener una visión holística,
resiliente y prospectiva, para instalar y crear un SISTEMA GLOBAL DE INTELIGENCIA HUMANA,
llave maestra para avanzar decididamente hacia un desarrollo sostenible y sustentable, la apuesta
siempre desafiante en la innovación, el impulso equilibrado entre la producción y el consumo de
bienes y servicios de mejor calidad, además de dinamizar el progreso vertiginoso de las ciencias y
las tecnologías (CyT); favoreciendo la generación de nuevos productos, servicios, herramientas y
sistemas que contribuyan al logro de la prosperidad mundial.
2. LA SALUD DEL FUTURO
La salud humana en el planeta tierra, no está ajena a experimentar cambios radicales, los cuales
serán ineludibles desde toda perspectiva. En definitiva el mundo será mejor, pues menos personas
morirán como resultado de las pandemias y diversas enfermedades hasta hoy incurables, dejarán
de serlo. El desarrollo de la medicina, avanza inexorablemente, siendo necesario el apoyo de
diversas ciencias del conocimiento.
Imágenes: En lo referente a las técnicas de imágenes, la combinación (hibrida) de sistemas PET
(tomografía por emisión de positrones) y TC (tomografía computarizada), han permitido a la
medicina y la radiología nuclear ser más precisos en los diagnósticos, de igual manera el PET-RM
(resonancia magnética), experimentará revolucionarias mejoras; traduciéndose en la aplicación de
tratamientos más efectivos para el paciente.
Neurociencias: La neurociencia, es una disciplina que incorpora muchas ciencias que estudian la
estructura y organización funcional del sistema nervioso, particularmente el cerebro. Lo
extraordinario de esto, es el descubrimiento y avances de la neurociencia y otras disciplinas afines
a las conductas humanas, en vinculación con ciencias de la salud, la educación y sociales. El
conocimiento existente e inexplorado del cerebro, abre ventanas insospechadas al desarrollo
científico y tecnológico.
3
Patricio Oportus Romero, “Tendencias Globales, Prospectiva e Innovación en América Latina y El Caribe”,
Organización de las Naciones Unidas, 2014
5. La terapia genética: Curar enfermedades, evitar genes que podrían desarrollarlas. El desarrollo de
la ingeniería genética, es decir, la tecnología del control y transferencia del ADN de un organismo a
otro, posibilitará la corrección de defectos genéticos.
Nuevos desarrollos: En la genómica, epigenómica, exómica y metabolómica, brindarán una
adecuada explicación en relación a los factores que influyen en los estados de salud y de la
enfermedad, con el apoyo indiscutido de la bioinformática.
La industria farmacológica: La revolución de industria farmacológica, no tendrá precedentes en la
historia del hombre. Los resultados más significativos, serán observables y evidenciables en la
oncología. En un futuro próximo, no será necesario el autotrasplante de médula ósea para
pacientes con mieloma múltiple, es decir, cáncer que se forma debido a la presencia de células
plasmáticas malignas -éstas se localizan en la médula ósea y son un componente importante del
sistema inmunológico-.
La telemedicina: Las tecnologías de la información y comunicación, ayudan a la toma de decisiones
clínicas, conectando a los profesionales clínicos con alcance global. La asistencia de calidad, será
accesible a las personas, reduciendo notablemente tiempos de espera, costos operacionales y
mejorando la calidad de los diagnósticos.
Los biomateriales: La existencia de estudios avanzados demostrarían que los materiales bio-
compatibles se beneficiarán de la nanotecnología para una mejor integración y tolerancia,
incrementando la resistencia al deterioro y minimización de los riesgos de infección.
La Impresión 3D y 4D: Se logrará la impresión del instrumental quirúrgico, la confección de
prótesis perfectamente compatibles con la anatomía del paciente. Además, se imprimirán nuevos
tejidos y órganos, para su implante mediante la combinación de sistemas sintéticos y células
madre.
La inteligencia artificial: Existirán algoritmos cada vez más complejos, capaces de comprender el
lenguaje natural y con acceso a bases de datos; a su vez se identificarán nuevas asociaciones,
correlaciones y causalidades que hasta ahora no resultaban accesibles. Llegará la hora de hacer
factible estratificar riesgos en enfermedades de muy difícil diagnóstico.
3. LA MINERÍA DEL FUTURO
La minería del siglo XXI, se ve enfrentada a un conjunto de problemáticas, entre las que es posible
destacar: a) Una mayor profundización de los yacimientos, b) el tipo de macizo rocoso está
caracterizado -en la mayoría de los casos- por contener rocas más competentes, es decir, el
mineral es muy duro; lo que se traduce en un mayor consumo de los aceros de perforación y de
explosivos, c) la distancia desde los puntos de extracción a los botaderos y puertos es cada vez
más larga; debido a los diseños de las explotaciones dinámicas mineras; siendo una consecuencia
directa el incremento en los costos de transporte, d) se constata un aumento en la relación lastre
mineral en el tiempo, implicando con ello, una menor productividad; dando como resultante en
las cuatro situaciones anteriormente citadas, un incremento de los costos operaciones, además, e)
la volatilidad de los precios de los commodieties, f) la caída gradual y sostenida de las leyes de los
minerales, g) un agostamiento de recursos de la faz de la tierra (subsuelo continental) y h) las
6. relaciones laborales, experimentan un mayor grado de complejidad, situación no menor, loable de
destacar es i) la existencia de determinadas regulaciones en materia ambiental; configurando un
escenario difícil, en el cual se debe producir, competir e innovar en la industria minera, tanto en el
país de origen como en el concierto internacional.
Se vislumbra, el desarrollo de una minería que intensifica su accionar en el uso de las tecnologías,
ejemplo de ello es la robótica; usada en zonas de alto riesgo por explosión de rocas (rock burst), la
automatización de todos los procesos productivos en la cadena del valor, las manufacturas
avanzadas, el logro de una mayor eficiencia de uso del agua y la energía, la gestión del
conocimiento, las mejoras y optimizaciones de los niveles de productividad en los procesos, una
mayor conciencia y búsqueda constante de soluciones que sean amigables con el medio ambiente,
donde impere la responsabilidad social empresarial (RSE), los pasivos ambientales debidamente
tratados en cumplimiento de las normas internacionales y locales, la exploración y explotación de
recursos del fondo oceánico, la búsqueda de minerales en el universo, las relaciones con las
comunidades, son algunos de los aspectos centrales en los cuales la industria visiona, interviene y
construye futuros.
Competir con éxito en el mañana, implicará disponer de un capital humano altamente
competente (perfiles de especialización en el negocio minero) e incorporar nuevas tecnologías
para la minería a cielo abierto y subterránea, -en toda la cadena de valor-; siendo necesario el uso
intensivo de la robótica -equipos tele comandados a distancia-, mejoras sustantivas en el uso
eficiente del agua de mar -osmosis inversa- y la utilización intensiva de energías renovables,
manufacturas avanzadas, optimización de la lixiviación bacteriana en minerales de baja ley,
programas eficientes de proveedores para la minería, industria inteligente (símil de Smart Cities),
armónica relación minería y sustentabilidad, son algunas de las materias en las cuales se visualizan
grandes transformaciones; con el noble norte de agregar valor a la industria y satisfacer las
necesidades de los clientes, siendo socialmente responsables con la macro, mezo y micro entorno.
4. LAS CIUDADES INTELIGENTES
Las problemáticas actuales, que enfrentan la gran mayoría las ciudades intermedias y mayores del
mundo, principalmente de debe a una notoria carencia en materia de planificación urbana
(inadecuado usos del suelo), saturación vial, alta contaminación ambiental y acústica, inseguridad
ciudadana, deficiente uso de las energías, se proveen servicios deficientes y de mala calidad a la
ciudadanía.
En el futuro, las cosas serán diametralmente opuestas, esto quiere decir, que tendrá ciudades del
tipo inteligentes (smart city), que promoverán un desarrollo urbano basado en la sostenibilidad, es
decir, responder adecuadamente a los habitantes y las empresas en el territorio, en los aspectos
sociales, económicos, operativos y ambientales. Existirá un inteligente uso del suelo; cambio
radical del ordenamiento territorial, habrá mejoras en la conectividad intermodal; traduciéndose
en una reducción significativa de costos y tiempos de desplazamientos, la casa inteligente,
también denominada domótica, llegará para quedarse, el uso intensivo de las energías renovables,
la existencia de sistemas inteligentes de transporte (autos sin conductores), la instalación de
vertipuertos, la construcción de edificios inteligentes, las TIC ayudarán una enormidad en la
internet de las cosas, todos los servicios de la ciudad, informarán de manera inteligente existiendo
para ello una multiplicación de aplicaciones para celulares, tabletas y computadores.
7. Habrá más tiempo creativo y recreativo para compartir en familia, debido a una notoria
disminución horaria de las jornadas laborales.
El reciclaje, la producción limpia y los sellos verdes serán simplemente una constante del paisaje y
su entorno. Se recuperarán extensas áreas para el uso en actividades deportivas y las actividades
lúdicas, permitiendo tener sistemas de transporte vial y ferroviario subterráneo y/o aéreo; lo que
finalmente se traduce en eficiencia sistémica (uso del suelo, seguridad, medio ambiente, costos,
tiempos, accesos a recursos, etc.).
En síntesis, producir, consumir, descansar y disfrutar en las smart city, facilitará el logro de una
mejor calidad de vida a las personas, quienes dispondrán de mayor tiempo para informarse,
ejecutar sus actividades laborales, recreación y materializar sus sueños.
5. LA SOCIEDAD DEL FUTURO
En la actualidad, las problemáticas que enfrenta la sociedad actual, es posible identificar ejemplos
muy concretos, tales como: La existencia de pandemias, enfermedades desconocidas e incurables,
etc., el desequilibrio entre la producción y el consumo de recursos y alimentos, están siendo
cuestionadas por los organismos internacionales, desde la óptica del derroche y el mal uso, en
desmedro del medio ambiente, existe muy poca conciencia social, particularmente en cuestiones
relacionadas con la energía y el agua, predomina el uso del petróleo y se evidencia la escasez de
recursos hídricos en vastas zonas geográficas del planeta, la inseguridad urbana en muchas
ciudades intermedias y grandes, es literalmente deficitaria, la exclusión social, en gran medida
está siendo gatillada por falta de oportunidades de diversa naturaleza, la pobreza extrema,
observándose en muchas ciudades del mundo, la predominancia del hacinamiento y una mala
calidad de los servicios urbanos existentes.
Sin embargo, en el futuro se prevé cambios sustantivos, destacándose algunos casos concretos, en
los siguientes sectores:
Salud: Solución a las enfermedades catalogadas como catastróficas (alta resolutividad), logro de
una mayor longevidad, revolución de la industria farmacéutica, con la creación de nuevos
fármacos, procedimientos clínicos menos invasivos y conocimiento profundo del ADN, la
neurociencia, etc.
Transporte: Existirán los vehículos sin conductores, trenes de alta velocidad (levitación); lo que
trae como consecuencia una disminución notable en los tiempos de viaje; así como también los
accidentes de tránsito se reducirán drásticamente.
Medio ambiente: Todo verde, certificación, impuestos, producción y consumo amigable con el
entorno.
La energía y el agua, existirá una mayor producción y consumo de energías renovables, será
habitual el consumo de agua de mar -osmosis inversa o desalinización del agua para consumo
humano-, etc.
Tecnologías: Internet de las cosas, innovadoras redes de comunicación, diseño e impresión en 3D y
4D, nuevos materiales, nanotecnologías, biotecnología, robótica, exploración submarina y especial
aportarán "creativas áreas de desarrollo para la humanidad". Se habla de tecno economía, lo que
implicará contar con mucho talento; esto se traduce en personas con un innovador perfil de
competencias.
8. Cambio Conductual: se acentuará el individualismo, el consumismo y el uso de las TIC; sin
embargo habrá una mayor conciencia social, especialmente en materia medio ambiental.
Calidad de Vida: las tecnologías profundizaran el desarrollo de la sociedad, aumento de las
libertades, nuevos derechos y deberes, tendrán los ciudadanos, el acceso a bienes y servicios será
de mejor calidad, sumado a otros factores, contribuirán en el logro de una sociedad más feliz.
El trabajador, tendrá una jornada laboral más reducida que la actual, varias profesiones,
predominarán los servicios por doquier, el teletrabajo y la polifuncionalidad.
El ciudadano estará más empoderado, informado y consciente de sus derechos y obligaciones.
La educación superior, exigirá una exigente acreditación (niveles de pre y postgrado). No
necesariamente, la formación será en las casas de estudios superiores (universidades). Habrá
nuevas carreras, especialidades y sub especialidades, que se harán cargo de las novedosas
demandas societales.
6. EL NUEVO ESTADO
El servicio público actual, caracterizado en la mayoría de los casos -no en todas- por una alta
burocracia, el exceso de papeles, la enorme cantidad de controles, la escasa inteligencia en sus
procesos, la baja valoración por parte de la sociedad, el alto grado de politización de sus
funcionarios, con resultados mediocres en la entrega de productos y servicios, donde prima la
lentitud, la baja productividad, la ineficiencia e ineficacia en un número significativo de
reparticiones públicas, que duplican la información que procesan, la transparencia en muchos
casos es cuestionada, son situaciones no aisladas existentes e imperantes en varios países del
mundo.
El necesario tránsito de un estado basado en la burocracia, hacia un estado moderno -rupturista-,
es decir, como aquel que es capaz de romper paradigmas del pasado, irrumpir con modelos de
gestión del siglo XXI y enfrentar con decisión y energía los desafíos actuales y futuros, es decir, la
creación y consolidación de un nuevo estado4
, una auténtica manera de gobernar, innovar y
transitar hacia mayores estándares en el logro de la felicidad para con los(as) ciudadanos(as).
El nuevo estado, debe incorporar la inteligencia en la gestión institucional, respondiendo a la
ciudadanía según lo establece la constitución y el marco jurídico imperante en cada país, siendo
requisito indiscutido grados crecientes de eficiencia, eficacia, efectividad, calidad, productividad,
oportunidad y transparencia en cada una de las acciones institucionales, disponiendo para ello de
un alto nivel de procesos automatizados, con sistemas ínter operables, creador de valor público,
integrado a la sociedad de manera inclusiva, facilitador del emprendimiento y brindando
soluciones integrales en el más amplio sentido de la palabra. Para llevar a cabo estas y otras
materias, el tamaño del estado, debe ser el adecuado (ni numeroso ni reducido), con capital
humano idóneo, es decir, cuadros directivos, profesionales y técnicos seleccionados -condición
ideal- por el Servicio Civil (autónomo del Poder Ejecutivo y descentralizado, con presupuesto
propio), siendo los perfiles de competencias, claves en la selección del personal.
Se instala la antesala de un definitivo y anhelado “adiós a la burocracia”. Siendo éste (aparato
público), un gran impulsor de las TIC, la innovación (agenda y estrategia digital), en todos los
procesos de gestión, fiscalización y producción de bienes y servicios -según corresponda-
4
Patricio Oportus Romero, “Propuesta de un Modelo de Desarrollo para los países de ALyC”, Banco Mundial,
2013.
9. El nuevo estado, requiere ser un garante negociador; especialmente aquellas temáticas de
naturaleza diplomáticas con todas naciones y estados del mundo; facilitando la cultura, el
intercambio comercial, la inversión, el turismo, el crecimiento económico y el desarrollo humano.
El estado, ordena el territorio, basado en nuevas lógicas, donde impera el bien común y la visión
prospectiva del uso estratégico del recurso del suelo; creando nuevas modalidades en el pago de
los impuestos, siendo igualmente relevante la zonificación planificada del espacio territorial;
permitirá contribuir a una mejor calidad de vida de la población (uso inteligente del territorio).
El estado, potenciará la democracia, la gobernabilidad y las libertades de expresión; promoviendo
mecanismos e instrumentos de mayor transparencia en cada una de sus acciones a nivel nacional,
regional, provincial y local. Esta instancia, facilitará la labor participativa y fiscalizadora del
ciudadano, teniendo conciencia plena en el cómo, cuándo y dónde, se gastaron los impuestos que
él ha pagado (accountability).
El estado, se compromete y empodera con los objetivos del desarrollo del milenio (ODM),
establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (post 2015) y la búsqueda incansable de
soluciones al cambio climático, entre otros tantos dilemas a escala global.
El estado, debe imperativamente “establecer un gran pacto social”, buscando consensos y
representar las necesidades presentes y futuras de la sociedad (visión estratégica 2030 y más), re-
diseña su actual estructura funcional, elimina los servicios innecesarios, crea los falentes y
optimiza los rendimientos mediocres de las reparticiones de lento accionar, en términos de
calidad, eficiencia y transparencia.
El nuevo estado moderno, debe ser un garante de las claras reglas del juego: la trasparencia, la
ética, la política, el financiamiento de ésta y la existencia de un marco jurídico moderno;
permitiendo de esta manera, disminuir la corrupción e incluso eliminarla, reducir las malas
prácticas, los abusos de poder y todo aquello que cause entropía a la sociedad.