1. Las fuentes
La mayoría de las fuentes con información musical de las que disponemos procedentes de una
época tan remota como la
Antigüedad (hablamos de unos
2500 años antes de Cristo) son
fuentes indirectas. Se denominan
así a los restos que nos informan
sobre las costumbres y la vida
musical que tenía determinada
cultura.
Por ejemplo, de una pintura mural
encontrada en el interior de las
pirámides en el que aparece
representada una agrupación
instrumental podemos extraer
información como qué tipo de
instrumentos se utilizaban para
interpretar música de conjuntos,
para quién y en qué ocasión la interpretaban, el número de cuerdas que tenían las arpas, la forma en
la que estaban construidas, la postura de la intérprete así como la causa de por qué tocaba sobre una
tarima.
Otro ejemplo de fuente indirecta la encontramos en los documentos escritos de la época. Por
ejemplo, la Biblia nos menciona en el Salmo 33 que las cítaras (instrumento de cuerdas pulsada), las
arpas y las liras se usaban para alabar a Yahvé (Dios).
Existen, lógicamente, muy pocas fuentes que nos hablen sobre la música en sí misma, es decir, que
nos indiquen qué notas se cantaban para determinado ritual o danza. Hoy en día sabemos que
culturas de las Civilizaciones Avanzadas de la Antigüedad como la griega o la egipcia crearon su
propia manera de anotar los sonidos mediante letras del alfabeto o mediante signos quironímicos
(1).
(1) La quironimia o quironomía es la utilización de movimientos manuales por parte del director, para significar lo s
elementos rítmicos de la obra musical y sus distintos matices, con el fin de lograr la más perfecta interpretación
2. Egipto y Mesopotamia
Desgraciadamente no se conoce ningún escrito musical que permita reconstruir la música del
Antiguo Egipto, pero todo hace suponer que la música tenía un papel importante en la vida del
egipcio, como nos demuestran las numerosas manifestaciones encontradas en las tumbas, tanto
decoraciones pictóricas como ofrendas fúnebres. Instrumentos:
a) Cordófonos:
Gran arpa de arco. Tenía de 6 a 8 cuerdas, un resonador ancho generalmente decorado con ojos de
dioses como amuletos y se apoyaba en el suelo para ser tocada, normalmente acompañando a otros
intérpretes.
b) Aerófonos:
Flauta vertical. Construida en bambú, con una longitud en torno a los 110 cm., de 4 a 6
orificios y con boquilla en bisel.
Chirimia doble. La constituían dos tubos de igual longitud, uno para cada mano, pero
estas se entrecruzaban.
Trompeta. Instrumento de uso funerario.
c) Membranófonos:
Timbales de mano
Tambores
d) Idiófonos:
Sistros o sonajeros de Isis, empleados en el culto a esta diosa.
Sonajeros.
Varillas entrechocadas
3. Grecia y Roma
De la antigua música griega apenas nos ha llegado información: básicamente conocemos los
instrumentos empleados gracias fundamentalmente a las vasijas y a fuentes escritas. Los
instrumentos más importantes parece ser que fueron la lira, la cítara y el aulós (flauta de lengüeta
doble, quizás oboe doble, cuyo uso hoy día perdura sólo en alguna parte de Cerdeña). La
información musical de aquella época resulta vaga, pero se saben algunas cosas, como que la nota
LA era la nota dominante.
Resulta evidente que la música era un arte muy importante en la antigua Grecia: comenzando por su
propio nombre se erigió como el arte relacionado con las Musas, esos seres divinos de tan grande
importancia en la mitología. En la misma mitología se nos da algún indicio de su fuerte poder e
influencia sobre las personas cuando conocemos la leyenda de Orfeo, ese que cautivaba a todo el
mundo con el sonido de su lira, y que el dios Apolo tocaba la lira. Y no hemos de olvidar la
relevancia de esta disciplina en conjunto con la literatura, ya que la tragedia iba acompañada
siempre de danza, coro y orquesta musical, y la poesía lírica (a la que la lira dio nombre) también se
servía de acompañamiento musical o incluso los poemas se recitaban de manera cantada, y el
ditirambo se bailaba y cantaba al son del aulós.
También los cantos épicos iban acompañados de música. Esta disciplina artística fue estudiada por
los filósofos, entre ellos Platón y Aristóteles, y Pitágoras establece una relación entre la música y
las matemáticas.
Roma desde sus orígenes se desarrolla y consolida como poder militar, pero su aportación a la
música no constituye una verdadera revolución. Los romanos se limitaron a adoptar y actualizar a
sus necesidades y costumbres, las tradiciones musicales de Grecia, del mismo modo que hicieron
con el arte y la filosofía.
Para los romanos el arte y la música se dirigían principalmente hacia lo pragmático y sensual,
dedicando grandes esfuerzos para que las manifestaciones artísticas fueran deslumbrantes por su
tamaño, magnificencia y esplendor, ya que su finalidad era la exaltación del goce de los sentidos y
de la vida. Esto explica el por qué, todas las costumbres y danzas de los pueblos conquistados por
los romanos, causaron en ellos gran conmoción y atractivo. Un ejemplo son las danzarinas
gaditanas de Hispania que se caracterizaban por sus movimientos considerados lascivos. Estas
costumbres de los pueblos conquistados fueron relevantes fuentes de innovación para los romanos.
Las celebraciones musicales fueron de gran importancia en la Antigua Roma. Generalmente, se
daban grandes fiestas a las que acudían numerosos músicos y coros que hacían las delicias de los
oyentes con sus melodías y sus cantos. Los Ioculatores y acróbatas romanos divertían con sus Iocus
(juegos acrobáticos y musicales), actuando en las calles de las urbes acompañados por músicos que
tocaban Tibias, Panderos y otros instrumentos. Estos Ioculatores eran presentados también, en las
villas de los romanos ricos y poderosos.
Durante estas jornadas musicales llegaban de todas las partes del Imperio, varios "músicos
virtuosos" que eran respetados y considerados en todo el Imperio ya que la música era considerada
como un importante espectáculo, haciendo que estos “músicos virtuosos” gozaran de condiciones y
tratos muy especiales entre los romanos.
Numerosas familias patricias enviaron a sus hijos a las Escuelas de Música y de Danza, tradición
iniciada por los Gracos hacia el 110 a.C. También las mujeres romanas, tanto aristócratas como
cortesanas, practicaron el arte de la música como cantantes e instrumentistas.
En el teatro, la música jugaba un papel muy importante. Aunque consideramos que la música
romana se basa en la asimilación de la cultura musical de los territorios conquistados, sí hay algunas
variaciones e improvisación. Con el tiempo las melodías y canciones son esenciales en todo lo
público, desde las fastuosas celebraciones hasta el terreno educativo. Dejando claro que Roma supo
apreciar la música.