1. JERUSALEM NEWS
Periódico de Cultura religiosa · Edición Relideleón · nº 4
La infancia de Jesús
Presentado en el Templo
Perdido y hallado en el Templo
Creciendo en Nazaret
2. Ecos de la Palabra
Presentación de Jesús bebé en el Templo
Cuando se cumplieron los días de su purificación,
según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para
presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en
la ley del Señor: «Todo varón primogénito será con-
sagrado al Señor», y para entregar la ofrenda de los
pobres, como dice la ley del Señor: «un par de tór-
tolas o dos pichones».
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el
consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él.
Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no
vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor.
Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando
entraban con el niño Jesús sus padres para cum-
plir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo
tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes de-
jar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han
visto a tu Salvador, a quien has presentado
ante todos los pueblos: luz para alumbrar a
las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados por lo que
se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María,
su madre:
«Éste niño ha sido puesto para que muchos
caigan y se levanten; y será como un signo de
contradicción —y a ti una espada te traspasa-
rá el alma—, para que se pongan de manifies-
to los pensamientos de muchos corazones».
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley
del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Na-
zaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robus-
teciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios
estaba con él.
Lucas 2, 22-40
Jesús visita el templo a los doce años
Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta
de la Pascua. Cuando cumplió doce años, subieron a
la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se
volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén,
sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que
estaba en la caravana, anduvieron el camino de un
día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y co-
nocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén
buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el
templo, sentado en medio de los maestros, escu-
chándolos y haciéndoles preguntas.Todos los que le
oían quedaban asombrados de su talento y de las
respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo
te buscábamos angustiados».
Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sa-
bíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a
ellos. Su madre conservaba todo esto en su cora-
zón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura
y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Lucas 2, 41-52
Jesús crece en estatura y sabiduría
3. Usos, costumbres y paisajes
Jesús de Nazareth vivió su infancia, adolescencia
y juventud inserto en la sociedad judía. Acudía
con sus padres a la peregrinación anual a Jerusalén,
crecía en gracia y sabiduría... Debió frecuentar la
escuela de la Sinagoga (Bet Shefer) para conocer la
Ley. Aprendió el oficio de su padre, realizando pe-
queños trabajos en el entorno de Nazareth. Poste-
riormente trabajó en la construcción de la populosa
ciudad de Séphoris, distante a cuatro kilómetros de
Nazareth. ¿Cómo era la educación de niños y jóve-
nes en la Palestina del siglo I?
La educación
La familia judía quiere al niño, pero no lo mima. Al
contrario, todos los textos hablan de una educa-
ción enérgica, para «enderezar» a un retoño inca-
paz de sabiduría y de respeto a la Ley; están con-
vencidos de que esta sabiduría entra mejor con la
ayuda de una vara.
En los primeros años es la madre la que se cuida del
niño. Pero a los seis años, la situación cambia según
el sexo: la hija se queda con la madre y el padre se
cuida del hijo. Para éste y para aquélla es entonces
cuando comienza el aprendizaje del oficio: el de co-
cinera, mujer de hogar, futura esposa para la niña y
el oficio del padre para el niño.
A veces envían al hijo a que aprenda el oficio en casa
de otro, pero para ello hay que esperar a los seis
años. Después de esta edad, el padre no está obli-
gado jurídicamente a alimentar a sus hijos; están ya
en situación de solucionarse la vida por sí mismos.
La situación de las muchachas era muy inferior a la
de los chicos. La mujer era quien cuidaba la casa,
acarreaba agua y leña, cultivaba los campos... No
frecuentaba la escuela.
Enseñanza religiosa
La educación no se refiere sólo al aprendizaje de
un oficio, sino que consiste en enseñar la Ley de
Dios a los niños (la Thorá). También en esto son los
padres los encargados, pero hay una gran diferen-
cia entre los chicos y las chicas. Éstas tienen que
saberse todos los mandamientos negativos: «No
harás...» y los que se refieren a su condición; pero
fuera de eso, cuanto menos se les enseñe, mejor.
El hijo, por el contrario, tiene que aprender mucho
a fin de conocer la Ley y ser capaz de interpretarla.
Las escuelas existentes, dependen de la sinagoga.
Se les llama «La escuela del Libro» (Biblia). Las Es-
crituras constituyen la base de la enseñanza. Apren-
den a leer la Escritura y el maestro la comenta para
que el alumno acabe aprendiéndosela de memoria.
Se utilizan procedimientos nemotécnicos de la épo-
ca, de los que tenemos varios ejemplos en los evan-
gelios: paralelismo, antítesis, asonancia.
Leyendo el texto bíblico se aprende de todo: Se en-
seña cálculo a propósito de la duración de la vida de
los patriarcas, la geografía al comentar de las bata-
llas de Israel, las ciencias a partir de algún milagro o
fenómeno. La Biblia judía es un libro completo.
La enseñanza superior
En la época de Jesús de Nazareth, cada rabino se
preocupaba de formar a sus discípulos; futuros
escribas que ejercerían su cargo en los tribunales y
en las sinagogas. El rabino Hillel tenía en su escuela
unos 80 alumnos.
El número de judíos que sabían leer entre siglo I a.C
y el I d.C. era muy alto. Se preocupaban por formar
hombres capaces de realizar la lectura y la homilía
en las sinagogas.
Pero en la práctica sólo los hijos de familias aco-
modadas podían recibir una enseñanza superior,
a pesar de que los responsables de Israel tuvieron
la preocupación de dar a todo judío una educación
amplia, incluso a los pobres y a los huérfanos.
El profesor, casi siempre es un escriba, ya que di-
funde la palabra de Dios. Debe ser venerado por
sus alumnos, debe ser el primero en cumplir la ley;
los padres deben cederle su puesto en la estima del
alumno.
¿Cómo era la educación en tiempos de Jesús?
4. El evangelio a cuadros
Recrear las biografía ocultas
Esta actividad pretende recrear las biografías de algunos personajes que intervienen en la infancia
de Jesús. Así lo hicieron los autores de los «evangelios apócrifos»: ampliaron los escasos datos que
aparecen en los evangelios. Comenzamos por alguno de aquellos personajes que intervienen en los
primeros días de la vida de Jesús.
Personajes de los primeros años de Jesús
María, su madre; José, el padre; el posadero de Belén; Ana, la abuela de Jesús; un pastor de Belén;
los Magos de Oriente; Isabel, la prima a la que visita María; Simeón el anciano del Templo que toma
en brazos al Niño; Ana, la profetisa; un doctor de la Ley del Templo que dialoga con el Niño Jesús de
doce años; Herodes; un compañero y amigo de la infancia de Jesús en Nazaret... etc.
Elegid un personaje. Comentad algún rasgo de su vida: de dónde es, a qué se dedica, cómo ha lle-
gado al lugar donde se encuentra, cómo fue su encuentro con Jesús. Qué opinión tiene de él.
Taller de actividades
José Joaquín Gómez Palacios
Cita Personajes Comportamiento y acciones
Lc 2, 24 Ofrenda de María y José
Lc 2, 28 Simeón con el Niño
Lc 2, 36 Nombre de la anciana
Lc 2, 38 Compromiso de la anciana
Lc 2 ,42 Edad de Jesús y acción
Lc 2, 44 Modo del viaje a Jerusalén
Lc 2, 45 Decisión de María y José
Lc 2, 46 Comportamiento de Jesús
Lc 2, 48 Estado de María y José
Lc 2, 51 Lugar de infancia de Jesús
Lc 2, 51 Actitud de María
Lc 2, 52 Los crecimientos de Jesús
Los evangelios ofrecen muy pocos datos de la infancia de Jesús. Tan sólo el evangelio de Lucas y el de
Mateo aportan alguna información. Lucas, tras haber descrito el nacimiento, se detiene en «La pre-
sentación del Niño en el Templo» y en la «Peregrinación de María, José y Jesús a Jerusalén» cuando
éste había cumplido los 12 años. Repasamos personajes y comportamientos.