2. Ecos de la Palabra
Juan Bautista anuncia a Jesús
En el año decimoquinto del imperio del emperador
Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y
Herodes rey de Galilea vino la palabra de Dios sobre
Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda
la comarca del río Jordán, predicando un bautismo
de conversión para perdón de los pecados, como
está escrito en el libro de los oráculos del profeta
Isaías: «Voz del que grita en el desierto: ¡Preparad
el camino del Señor, allanad sus senderos!»
A los que venían para ser bautizados les decía:
«¡Raza de víboras!, ¿quién os ha enseñado a esca-
par del castigo inminente? Dad el fruto que pide la
conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: “Te-
nemos por padre a Abrahán”, pues os digo que Dios
es capaz de sacar de estas piedras hijos de Abrahán.
- La gente le preguntaba: «Qué debemos ha-
cer?». Él contestaba: «El que tenga dos túnicas,
que comparta con el que no tiene; y el que ten-
ga comida, haga lo mismo».
- Vinieron también a bautizarse unos recaudado-
res de impuestos y le preguntaron: «Maestro,
¿qué debemos hacer nosotros?». Él les contes-
tó: «No exijáis más de lo establecido».
- Unos soldados le preguntaban: «Nosotros, ¿qué
debemos hacer?». Él les contestó: «No hagáis
extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas
denuncias, sino contentaos con la paga».
Como el pueblo estaba expectante, y todos se pre-
guntaban en su interior sobre Juan si no sería el Me-
sías. Juan les respondió: «Yo os bautizo con agua;
pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no
merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os
bautizará con Espíritu Santo y fuego. Con estas y
otras palabras,anunciaba al pueblo el Evangelio.
Lucas 3, 01-18
Juan Bautista bautiza a Jesús
Juan Bautista llevaba un vestido de piel de camello,
con una correa de cuero a la cintura, y se alimen-
taba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él
toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca
del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautiza-
ba en el Jordán.
Mateo 3, 4-6
Por entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y
se presenta a Juan para que lo bautice. Pero Juan
intentaba disuadirlo diciéndole: «Soy yo el que ne-
cesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús le contestó:« Conviene que cumplamos todo
lo que está bien hecho». Entonces Juan se lo per-
mitió. Apenas se bautizó Jesús y salió del agua; se
abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios ba-
jaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino
una voz de los cielos que decía: «Este es mi Hijo
amado, en quien me complazco».
Mateo 3, 13-17
Juan Bautista anuncia que Jesús es el Salvador
3. Juan Bautista
Juan Bautista fue el profeta más importante de
tiempos de Jesús. Por los nombres de sus padres
(Zacarías, Isabel), pertenecían a una familia sacer-
dotal que tuvo un papel importante en siglos an-
teriores, cuando los griegos quisieron destruir la
religión judía. La familia de Juan perdió influencia y
vivió en la montaña de Judá, cerca de la ciudad de
Jerusalén. El nombre de «Juan» expresa la misión
del niño. (Yahvé será salvación).
Juan Bautista debió ingresar, a la edad de cinco o
seis años, en alguna comunidad de ermitaños del
desierto para prepararse a ser «nazir» (Lc. 1,15).
Este calificativo quiere decir que no se cortaría el
pelo, que no probaría bebida alcohólica y que se de-
dicaría a la oración en el desierto...
Cuando se hizo mayor comenzó a anunciar el Reino
de Dios con palabras y expresiones fuertes. Y tuvo
un grupo importante de seguidores, entre los cua-
les hay que contar a Jesús de Nazareth.
Jesús de Nazareth adquirió parte de su formación
de Juan Bautista. De sus manos recibió el Bautismo;
gesto que indica que Jesús aceptaba la doctrina de
Juan Bautista. Algunos discípulos de Juan Bautista
se hicieron seguidores de Jesús de Nazaret.
Los Esenios, una comunidad rigurosa
En tiempos de Jesús no sólo había grupos de gue-
rrilleros que luchaban contra el poder romano.
Hubo judíos muy religiosos que, buscando una ma-
yor exigencia de vida, se retiraron al desierto. Allí,
en medio de gran pobreza, meditaban la Palabra de
Dios y esperaban la llegada de un Mesías. Eran los
«esenios».
La palabra «esenio», viene de «hashim» que signifi-
ca «hombres religiosos». Juan Bautista pudo tener
alguna influencia de este grupo: su perfil personal,
vestir con piel de camello, alimentarse de saltamon-
tes y miel silvestre, vivir con gran pobreza...
En el desierto, cerca del mar Muerto, apartada de
las ciudades, junto a grandes cisternas de agua vivía
una comunidad de esenios. La obediencia era con-
dición indispensable para pertenecer a esta comu-
nidad de monjes hebreos del desierto.
Esperaban la llegada de un mesías que les libraría
de la dominación romana. Después les gobernaría
un segundo mesías: «El Maestro de Justicia».
El trabajo manual gozaba de gran consideración. Y
poseían un nivel cultural muy alto. Tenían una bi-
blioteca y escribían papiros donde reflejaron sus
inquietudes religiosas y copiaban libros del Antiguo
Testamento.
Jesús de Nazaret y su evangelio está muy alejado de
ellos. Jesús anuncio el perdón, la misericordia y la
bondad de Dios no a los hombres y mujeres perfec-
tos, sino a los pobres, a los humildes y pecadores.
Usos, costumbres y paisajes
Juan Bautista, el profeta del desierto
El bautismo de Juan
Juan Bautista bautizaba a sus discípulos in-
troduciéndolos en el agua del río Jordán.
Mediante este signo expresaba aquello que
vivió el pueblo de Israel, cuando fue esclavo
en Egipto y consiguió la libertad pasando por
medio del Mar Rojo con la ayuda de Dios.
4. El evangelio a cuadros
Convertíos y cambiad
La imagen es una técnica de expresión tan antigua como la humanidad. Como toda técnica, en
cada época se expresa con las tendencias culturales del momento. Este taller pretende buscar una
serie de imágenes que expresen aquellas situaciones que deberían cambiar y mejorar en nuestro
mundo: guerras, explotación laboral de menores, pobreza y hambre, soledad, acoso...
- Lo primero, haced una lista de situaciones que consideréis que deben cambiar. A cada una
de ellas hay que adjudicarle una frase.
- Luego, buscad imágenes que tengan calidad en lo artístico y una buena resolución digital y
que expresen las situaciones negativas que deberían cambiar.
- Con este material, elaboráis un power point o canva que proyectaremos en clase.
recordando nuestro bautizo
Nuestro bautizo no puede ser un momento de nuestra vida pasada del que ni nos acordamos ni
forma parte de nuestra vida. Recibir el bautismo supone comprometerse a vivir según los valores
del evangelio. ¿Cómo debe ser la vida de una persona cristiana de tu edad? ¿Describid aquellas
características que debería tener un joven cristiano hoy?
Taller de actividades
José Joaquín Gómez Palacios
Preparad el camino al Señor
La voz de Juan Bautista ha llegado a nosotros como una llamada a la conversión. Pero este mensaje cobra mayor
fuerza cuando tomamos el texto evangélico para profundizar y descubrir qué cambios y mejoras pedía el Bau-
tista a quienes le escuchaban: gente corriente, recaudadores de impuestos, soldados... etc. También nosotros
debemos mejorar: ser más amables, respetar a quienes conviven con nosotros, ser sinceros y evitar la hipocresía,
aprender a no quejarnos, evitar la indiferencia ante el sufrimiento... En esto consiste «convertirnos».
Cita Grupo Social Palabras de Juan Bautista Sentido actual
Lc 3, 10-11 Gente en general
Lc 3, 12-13
Ricos
Publicanos
Recaudadores Impuestos
Lc 3, 14 Soldados
Mt 3, 5-10 Fariseos y Saduceos
-
¿Qué cambios nos pediría
a nosotros?