2. El centurión de Cafarnaún
Cuando terminó de exponer todas sus enseñanzas
al pueblo, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía
enfermo, a punto de morir, a un criado a quien es-
timaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión
le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que
viniese a curar a su criado.
Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encare-
cidamente: «Merece que se lo concedas, porque
tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la
sinagoga». Jesús se puso en camino con ellos.
No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le
envió unos amigos a decirle: «Señor, no te moles-
tes, porque no soy digno de que entres bajo mi te-
cho; por eso tampoco me creí digno de venir a ti
personalmente. Dilo de palabra y mi criado quedará
sano. Porque también yo soy un hombre sometido
a autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo
a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; y a mi cria-
do: “Haz esto”, y lo hace».
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la
gente que lo seguía, dijo: «Os digo que ni en Israel
he encontrado tanta fe».
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo
sano.
Lucas 7, 1-10
Resucita al hijo de una viuda
Poco tiempo después iba camino de una ciudad lla-
mada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mu-
cho gentío.
Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó
que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de
su madre, que era viuda; y un gentío considerable
de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo:
«No llores». Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que
lo llevaban se pararon) y dijo: «¡Muchacho, a ti te lo
digo, levántate!». El muerto se incorporó y empezó
a hablar, y se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios,
diciendo: «Un gran Profeta ha surgido entre noso-
tros», y «Dios ha visitado a su pueblo».
Este hecho se divulgó por toda Judea y por la co-
marca circundante.
Lucas 7, 11-17
La fe de un centurión y la alegría de una madre viuda
Ecos de la Palabra
3. Usos, costumbres y paisajes
El hijo de la viuda de Naín (Reflexión)
Este relato narra un milagro realizado por Jesús
en la aldea de Naín, pequeña población de cam-
pesinos pobres y sencillos. El nombre de Naín sig-
nifica: lugar fértil. Al entrar a este pueblo Jesús se
encuentra con un funeral. Llantos y dolor: llevan a
enterrar al hijo único de una mujer viuda.
El relato de la Viuda de Naín es un ejemplo conmo-
vedor de la compasión de Jesús y la capacidad de
ponerse en el lugar de la persona que sufre.
Esta pobre mujer está sufriendo por una gran aflic-
ción, ya que ha perdido a su único hijo, lo que en
aquel contexto era una inmensa tragedia. Sin su
marido y sin su hijo, aquella pobre viuda estaba
condenada a la miseria y a una terrible soledad.
La reacción de Jesús ante esta mujer viuda y su si-
tuación es un ejemplo de su compasión ante el su-
frimiento humano. Lo primero que hace, tras ver
la situación y hacer suyo el sufrimiento de aquella
mujer, es acercarse a la viuda y decirle: «No llores».
Luego, realiza un milagro al tocar el féretro y resu-
citar al joven difunto. Este acto demuestra el poder
de Jesús y su capacidad para traer esperanza y vida
incluso a las personas doloridas por las situaciones
lacerantes de la existencia.
Jesús devuelve la vida a aquel muchacho y lo entre-
ga enseguida a su madre. Es como si le dijera: «Mi
fuerza es para devolver la vida a tu hijo; y tu hijo es
para ti». Jesús ayuda a quienes sufren sin esperar
nada a cambio.
Este pasaje resalta la importancia de la compasión
y la empatía que debe tener el discípulo de Jesús
hacia los que sufren. Nos recuerda el compromiso
que debe tener el discípulo de Jesús para: escuchar,
animar, ofrecer apoyo y consuelo a quienes atravie-
san momentos difíciles.
La fe de un centurión (Reflexión)
Este relato narra un encuentro entre Jesús y un
centurión romano que busca la curación de su
siervo. Nos ofrece varias enseñanzas
El relato de la curación del criado del centurión es
un testimonio de la universalidad del mensaje de
Jesús y su disposición para sanar y mostrar miseri-
cordia a personas de todas las procedencias y orí-
genes. En la sociedad de la época, los centuriones
eran oficiales del ejército romano y eran considera-
dos como extranjeros y vistos con desconfianza por
los hebreos. Sin embargo, este centurión romano se
destaca por su fe y humildad.
En el relato, el centurión se acerca a Jesús y le pide
que cure a su siervo, que está paralizado y sufrien-
do. Lo notable aquí es que el centurión muestra una
gran fe en Jesús, afirmando que no es necesario que
vaya personalmente a su casa para sanar al siervo,
sino que basta con su palabra. Dice: «Señor, no soy
digno de que entres en mi casa, pero di una sola
palabra, y mi siervo sanará». Esta declaración de fe
impresiona a Jesús, que alaba la fe del centurión,
diciendo que no ha encontrado una fe tan grande
en Israel.
Este pasaje subraya la importancia de la fe y la hu-
mildad en la relación con Dios. El centurión muestra
una profunda fe en Jesús. Y Jesús, a su vez, derrocha
misericordia también hacia aquellos que no forman
parte de la religión y de la raza judía.
Este relato destaca la idea fundamental: la fe cris-
tiana no es patrimonio de una raza o cultura. Está
abierta a toda persona que crea en Jesús y se com-
prometa a seguir sus huellas. Jesús subraya que el
Reino de Dios está abierto a todos, sin importar
credo, lengua, raza o nación. Es una fe «católica»,
palabra que en griego significa: universal.
4. El centurión de Cafarnaún llega a clase
Imaginad que el centurión del relato del evangelio llega a clase. Ha vivido una experiencia única
y muy positiva al encontrarse con Jesús. Tras los saludos y la presentación, dialogamos con él.
- ¿Que preguntas le podríamos hacer sobre su persona, sobre su trabajo como centurión en
el ejército romano, sobre las dificultades de hallarse en un país extranjero...? Anotad tam-
bién las respuestas.
- En un segundo momento le preguntamos por su encuentro con Jesús. ¿Qué he ha cau-
tivado de la presencia del Maestro de Nazaret? ¿Ha cambiado en algo su vida? ¿En qué?
Anotad las respuestas.
Varios años después
- El tiempo no se detiene. Imagina cómo podría ser la vida del centurión de Cafarnaún varios
años después de su encuentro con Jesús. ¿Siguió en Cafarnaún? ¿Fue ascendido y marchó
a otra ciudad? ¿Abandonó el ejército y buscó otra profesión? ¿Se hizo seguidor de Jesús?
¿Intentó defenderlo en el momento de la crucifixión?
- Imagina ahora cómo fue la vida de la viuda de Naín y de su hijo. ¿Tomaron alguna decisión
a raíz del encuentro con Jesús? ¿Les fue todo bien? ¿Surgieron dificultades? ¿Cuáles?
El evangelio a cuadros
Taller de actividades
José Joaquín Gómez Palacios
Relato Versículo Palabras
INTRODUCCIÓN
Descripción de la enfermedad.
Se describe la gravedad.
CUERPO DEL RELATO
- Súplica del enfermo
- Súplica de los parientes
- Reconocimiento de la fe
ACTITUD DE JESÚS
- Jesús mira con ojos de misericordia
- Siente compasión
- Hace suyo el sufrimiento
INTERVENCIÓN
Gesto y palabras de Jesús
REACCIONES DE LA GENTE
Esquema para analizar los milagros de Jesús