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4.6 Como generar una nueva cultura laboral de la empresa
La Nueva Cultura Laboral se orienta hacia la generación de hábitos de trabajo,
prácticas productivas y valores en el mundo laboral, para que todos sean
conscientes de sus derechos, pero también de sus deberes, para alcanzar, juntos,
una colaboración armónica que logre mayores niveles en las habilidades de todos,
que permitan, a su vez, el incremento de la productividad y la competitividad en las
empresas, permitiendo así elevar los niveles de vida de los trabajadores y sus
familias, promoviendo su desarrollo integral.
El fundamento que determina el valor del trabajo es, en primer lugar, la dignidad de
la persona. El trabajo humano tiene un valor ético y trascendente, además del
económico. El trabajo, que es el medio por excelencia para el sostenimiento propio
y el de la familia, debe ser también un medio para el desarrollo integral de la
persona.
El trabajo es fuente de derecho y obligaciones, el lugar donde se desarrolla
mayoritaria y preferentemente el trabajo, en la actualidad, es la empresa, comunidad
donde confluyen trabajadores, directivos e inversionistas, para poder elevar el nivel
de vida de la sociedad son necesarios la productividad, la competitividad y el
desarrollo económico, los cuales deben permitir, además, una remuneración mejor
para el trabajo.
La Nueva Cultura Laboral que proponen trabajadores y patrones está constituida
por un conjunto de principios y normas de conducta cuyos objetivos centrales se
enuncias en los siguientes planteamientos.
1.- Fomentar en todos los centros de trabajo, entre trabajadores y empresarios, la
revaloración del trabajo, entre trabajadores y empresarios, la revaloración del
trabajo humano, otorgándole la dignidad que le corresponde como medio para la
satisfacción de las necesidades materiales, sociales y culturales de los trabajadores
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y sus familias y como elemento fundamental en la empresa para alcanzar niveles
superiores de productividad y competitividad.
2.- Propiciar niveles de remuneración justa y equitativa que promuevan un equilibrio
armónico entre los factores de la producción, fomenten el desarrollo de la
productividad y la competitividad y premien el esfuerzo individual y de grupo al
interior de la empresa. El trabajo que posibilita la superación personal es garantía
de paz social.
3.- Impulsar la capacitación de los trabajadores y empresarios como un proceso
permanente y sistemático a lo largo de su vida activa posibilitando así un más amplio
dominio de su entorno laboral, y promoviendo en ellos una mayor capacidad de
aportación a la tarea productiva, así como de adaptación al cambio, de tal manera
que contribuya al desarrollo pleno de sus capacidades y a su realización como seres
humanos en el ámbito del trabajo.
4. Favorecer que en los centros de trabajo se promueva el cuidado del medio
ambiente y la aplicación integral de las disposiciones relativas a seguridad e higiene
lo que incidirá en la salud y el bienestar de los trabajadores, así como en la
productividad de las empresas.
5. Estimular la creación de empleos y la preservación de los existentes mediante el
uso racional de los recursos disponibles y la gestación en la empresa de una mayor
capacidad de previsión y adaptación al cambio.
6. Consolidar el diálogo y la concertación como los métodos idóneos para que las
relaciones obrero-patronales se desarrollen en un clima de armonía.
7. Promover, en el ámbito de sus respectivos intereses, el pleno cumplimiento de
los derechos constitucionales, legales y contractuales de carácter laboral, y
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acuerden por consenso que dichos derechos deben ejercerse siempre con
responsabilidad y mutuo respeto.
8. Reconocer, conforme a los principios establecidos en el artículo 123
constitucional, la importancia de dirimir las controversias ante los órganos
jurisdiccionales encargados de impartir justicia laboral, pues ello contribuye a
mantener el equilibrio entre los factores productivos.
Para lograr estos objetivos centrales es indispensable que los factores de la
producción sustenten su relación en principios básicos de equidad que deben
considerar, entre otros, los siguientes aspectos:
1. La buena fe y la lealtad entre las partes son principios indispensables para el
buen desarrollo de las relaciones laborales. Todos los sectores sociales deben estar
convencidos y comprometidos para actuar de buena fe para la plena realización de
la justicia y la equidad, debiendo afianzarse estos valores en las normas
correspondientes.
2. La resolución de controversias, ha de sustentarse en el marco de la ley, en los
valores fundamentales de la justicia, la equidad y el diálogo, por lo que todos los
sectores propiciarán el desarrollo de una nueva cultura laboral que promueva la
consecución de los mismos.
3. La determinación de generar una cultura nacional de productividad y calidad, que
coadyuve a la preservación y fomento de las fuentes de empleo, en un marco de
justicia y equidad social.
4. Los trabajadores han de percibir una remuneración justa y tener acceso a
servicios de seguridad social de la mayor calidad, indispensable para ellos y sus
familias, que les permitan asegurar un nivel digno de vida, durante y después de su
actividad productiva, recibiendo siempre un trato respetuoso. 5. El empresario ha
de contar con el mejor desempeño de sus trabajadores, lo que permitirá elevar la
productividad y competitividad, y con ello obtener un valor agregado que redunde
en beneficio de la propia empresa, de los trabajadores y de la sociedad.
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Los esfuerzos por asegurar mayores beneficios a los trabajadores deben estar
siempre en función de la situación económica del país y de las empresas; de ahí la
importancia de proponer su mejoría. Vivimos en un mundo económico globalizado.
Esta realidad debe impulsar la competitividad a nivel internacional, y la creatividad,
la inventiva e imaginación de todos los mexicanos; así como la responsabilidad
social y la solidaridad.
La Nueva Cultura Laboral mexicana debe tener como sustento fundamental el
diálogo de los sectores productivos, es decir, la concertación y la unión de esfuerzos
entre las organizaciones sindicales y empresariales; la academia, y la sociedad
organizada.
La Nueva Cultura Laboral es un cúmulo de valores, principios y postulados
encaminados a construir un nuevo paradigma respecto de la visión histórica del
trabajo. El elemento central de la NCL es la dignidad de la persona. Se busca el
diálogo permanente entre los sectores productivos, la búsqueda de consenso, la
gradualidad en los cambios, la inclusión del sector obrero organizado en los
sindicatos y las asociaciones empresariales, con estricto respeto a la legalidad, la
equidad y la justicia.
Es el conjunto de conocimientos y de trucos que te permiten conseguir tus objetivos
laborales, es decir, conseguir un puesto de trabajo, permanecer en él y mejorar tu
posición laboral.
La cultura laboral permitirá reforzar y generar nuevos valores y conductas que nos
ayudarán a ser más productivos y competitivos, logrando así que todo lo que se
fabrique en México, sea competitivo y así los prefieran sobre productos de otros
países.
Sin lugar a dudas, de existir una mayor cultura laboral en las pequeñas y medianas
empresas, estas serían más productivas y su impacto en la economía nacional
superaría expectativas conservadoras.
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Eva Kras dice que las relaciones interpersonales son tan importantes en la cultura
mexicana que es necesario analizarlas tomando en cuenta cuatro cosas:
1. La persona vs. La tarea;
2. La sensibilidad emocional;
3. La etiqueta;
4. El ambiente laboral.
A partir de esta perspectiva, se analiza brevemente la definición y el proceso
epistemológico que da origen a la cultura, para finalmente, determinar el tipo de
relación que existe entre cultura y trabajo. Ahora bien, lo interesante de este proceso
consiste en identificar las actitudes de trabajo que forman parte de lo que
llamaríamos la “vieja”, pero al mismo tiempo, moderna cultura laboral y, como
alternativa, el planteamiento de cuatro criterios básicos que modifican la concepción
del trabajo y dan soporte a la nueva cultura laboral:
1. El reconocimiento de que el trabajador más que un recurso, es una persona,
un ser humano.
2. El trabajo más que una mercancía es el medio para transformar la realidad.
3. Las organizaciones más que campos de batalla, son comunidades de
desarrollo compartido y participativo.
4. La productividad más que una forma de explotación, es un resultado que se
surge del enriquecimiento de las capacidades del trabajador.
Anteriormente la cultura laboral el trabajador se le consideraba que es un recurso
que sirve casi para cualquier cosa; reduce el trabajo a una simple mercancía;
convierte a las organizaciones en campos de batalla y hace de la productividad una
forma de explotación. Esta visión reproduce esquemas de autoritarismo, de
explotación velada, de competencia desleal, de falta de productividad y de pérdida
de competitividad, lo que hace vulnerable nuestra planta productiva y nos lleva a
considerar un aspecto de la realidad cultural que no solo ha caracterizado a nuestro
país, sino a la gran mayoría de los países del mundo. La persona es un recurso. Es
común, tanto en México como en otros países, que el ser humano sea visto como
un recurso, como una pieza más del engranaje productivo. Pero no solo eso, el
problema más grave radica en que él mismo se ve como un recurso y, por lo tanto,
se vende como tal. Se trata quizá del mejor de los recursos porque es dúctil,
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maleable, manipulable, es decir, se le puede “usar” casi para cualquier cosa. Es
muy frecuente escuchar cuando alguien solicita empleo y le preguntan ¿qué sabe
hacer?, responda “lo que sea”.
Hoy en día la cultura representa un cambio positivo de mentalidad y de actitud en la
forma de ver y realizar el trabajo. Busca erradicar algunos vicios que todavía se
viven en el mundo del trabajo y reforzar las cualidades, tratando de construir una
nueva relación entre trabajadores, empresarios y gobierno para impulsar el
desarrollo de México.
Es un proceso continuo de armonización de las relaciones de trabajo para asegurar
la permanencia y el desarrollo de las fuentes de empleo.
La Cultura organizacional, cultura institucional, cultura administrativa, cultura
corporativa, cultura empresarial, o cultura de negocios, son expresiones utilizadas
para designar un determinado concepto de cultura (el que la entiende como el
conjunto de experiencias, hábitos, costumbres, creencias, y valores, que caracteriza
a un grupo humano) aplicado al ámbito restringido de una organización, institución,
administración, corporación, empresa o negocio (cuando habitualmente el concepto
“cultura” se aplica al ámbito extenso de una sociedad o una civilización).
En conclusión, cuando hablamos de cultura laboral estamos diciendo que son
derechos y obligaciones que tenemos como trabajadores para poder elevar la
calidad del nivel de vida de la sociedad y así tener mejor productividad,
competitividad y desarrollo económico para obtener mejor remuneración económica
personal. Entonces considero también que la Nueva Cultura Laboral es un cúmulo
de valores, principios y postulados encaminados a construir un nuevo paradigma
respecto de la visión histórica del trabajo, porque la cultura laboral ha pasado por
muchos procedimientos que se han basado a través de las ideas que poseen los
sindicatos para defender a sus trabajadores. Por eso en estos últimos días la cultura
representa un cambio positivo de mentalidad y de actitud en la forma de ver y
realizar el trabajo de todas las personas.