1. Cómo retirar el chupete
Por qué es tan difícil retirarlo
Durante los primeros meses el chupete se ha
utilizado en realidad como un sustituto del
pecho materno o del biberón: ya lo decía un
buen amigo, “el chupete es el primer engaño
de la vida“. Poco a poco el chupete se ha
venido asociando a determinadas
circunstancias como previo a dormir o una
forma de calmar situaciones de estrés. En
realidad el chupete es para el niño un
pequeño apoyo y suprimirlo siempre será
costoso.
Sin embargo, no es algo imprescindible y
sabéis que vuestro hijo o hija puede vivir sin
él: en el colegio ningún niño usa chupete, ni lo
pide, ni se acuerda de él, así que no consigo
entender cómo los papás y mamás de
muchos niños, lo primero que hacen al
recogerlo del cole es sentarlo en la sillita (ya
hablaremos de este tema otro día) y ponerle
su chupe.
Por qué hay que retirarlo
Antes de afrontar la retirada del chupete, los padres debéis tener claro los motivos
para hacerlo. La mayoría de los pediatras aconsejan que se debe retirar hacia los 18
meses, pero si todavía no lo habéis hecho tres son las razones para hacerlo.
En primer lugar, el uso continuado del chupete puede provocar deformaciones en los
dientes y en la cavidad bucal. Esto contribuirá a que aparezcan dificultades de
pronunciación en su habla.
En segundo lugar, es un foco de infecciones. Por mucha precaución que tengamos, a
partir del año y medio es más difícil controlarlo para que esté en condiciones
higiénicas óptimas y el riesgo de infecciones es mayor.
Por último, el chupete está asociado a la primera infancia: un niño que a los 3 o 4 años
continúa usándolo, le estamos otorgando un rol de bebé que ya no tiene.
Pasos para retirar el chupete
1. Hacerlo con seguridad
Los primeros que deben sentirse seguros de que ha llegado el momento de retirarlo sois
los padres. Si ambos no estáis de acuerdo o pensáis que uno de los dos va a interferir el
proceso, mejor lo aplazáis para otro momento. Si el niño o la niña percibe que sus
padres titubean o no mantienen el mismo criterio, le transmitirán esa misma duda. Por
su parte, si percibe que sus padres se sienten seguros lo afrontará sin temores y con
decisión.
2. 2. Fijar un día
Elijan un día del calendario para retirarlo: su cumpleaños, el comienzo de curso, el
comienzo del año, un nuevo trimestre, la llegada de una nueva estación… lo que
quieran. Pero decidan el día que lo afrontarán.
3. Es un privilegio
Anticipadle que hacia la fecha indicada vendrá “el hada de los chupetes” a
retirárselo. Pero no como una amenaza o castigo, sino como un privilegio: “cómo ya
vas siendo mayor y vas a cumplir tres años, vendrá el hada de los chupetes que es
muy buena y te lo quitará cuando no estés, para llevárselo a otros bebés… pero como
es muy buena te dejará una sorpresa”.
Nunca utilicéis la retirada del chupete como un castigo o una amenaza.
4. Retirarlo y tirarlo para siempre
El día indicado sin que él esté presente (por ejemplo, cuando esté en el colegio o en
casa de otros familiares) se retirarán todos los chupetes y se tirarán. Si tienen la
tentación de guardar uno “por si acaso”, no lo están haciendo con seguridad. En su
lugar, debajo de la almohada, por ejemplo, pueden dejarle una sorpresa que ha
traído “el hada de los chupetes“.
Si ya no hay chupetes en casa… no podrá usarlos.
5. Elogiar ante terceras personas
En los primeros días comentaréis a los familiares y amigos, con el niño presente, que ya
es mayor y que ya no usa chupete: será una forma de elogiarle y reforzar su conducta.
6. Ignorar las protestas
Es muy posible que los primeros días proteste y pida su chupete, sobre todo en los
momentos en los que más lo necesita: a la hora de dormir, por ejemplo.
En estos momentos, le explicaréis lo ocurrido. Es muy probable que no atienda a
razones y que pida su chupete de nuevo. Es el momento de hacerse un poco fuerte y
dejar de negociar con él: simplemente tratar de ignorar sus protestas. Si lo hacéis,
pasados unos días no se acordará de él.
(Extraído de: Jesús Jarque: “Cómo retirar el chupete”)