1. NO SE DICE ADIÓS A UNA PERSONA QUE SE QUIERE VOLVER A VER.
Esta generación estuvo marcada por dos grandes eventos uno natural y otro provocado
por la gran soberbia del hombre al querer dominar todo lo que le rodea, al pensar que el
mundo es de el por el simple hecho de ser humano, de creer que el dominio de la razón
o más bien del uso de la razón no da el derecho de dominar al resto de los seres vivos y
no vivos, por eso esta generación que egresa de la Belisario Domínguez. Quiero
reconocerla una Generación que a pesar de la circunstancias sabrá, dar la cara por del
desconcierto supo sacar la grandeza de los niños Belisario que a pesar de cada
acaecimiento que pesa sobre de ellos han sabido crecerse ante el “castigo” y en estos
tiempos difíciles.
El camino de la vida a andar es largo, para los que no tienen un objetivo para aquellos
que no tiene que carecen de la fuerza que les imprime haber sido retados y forjados en
el crisol de un objetivo palpable de ser mejores cada día de soñar con lo imposible, saber
que los tiempos de necesidad y de crisis es una oportunidad de crecer de ser mejor, en
estos tiempos de incertidumbre saber que ustedes egresan en un tiempo donde la crisis
representó para ustedes un reto una oportunidad de ser mejor de reta no a una lección
de matemáticas, no a un duro proyecto de español sino además al lado de sus profesores
se forjaran estos retos académicos pero sí hicieron con la honestidad de investigar de
ejercitar y de forjar hombres nuevos que no solo reto lo académico sino a la vida mismas.
Hoy tiene la oportunidad de lograr lo que desean humilde el refugio de un anticuado
deseo de fraguar hombres y mujeres nuevas que esta nación necesita. No es vivir de la
esperanza de un futuro mejor es caminar con la esperanza de que cada día, con cada
paso estoy sembrando al hombre que quiero ser mañana, sueña alto, ve lejos y nunca
pero nunca dejes de luchar