El documento describe los antecedentes de la reforma protestante, incluyendo los problemas de la Iglesia medieval como el nicolaísmo y el simonismo, así como herejías como los valdenses y cátaros. También menciona las órdenes mendicantes como los franciscanos y dominicos que surgieron como una expresión de cambio en la vida de fe. Finalmente, señala a los prereformadores Juan Wycliffe y Juan Huss como figuras que contribuyeron a preparar el ambiente para la reforma protestante.
2. La iglesia ha transcurrido por un largo periodo de inestabilidad en su relación
con el poder político. Unas veces la iglesia imponiendo su criterio u otra el
poder secular imponiendo su agenda.
Estos papas juntos a otros sectores de la Iglesia entendían que era necesario
hacer reformas tanto morales como la recuperación de su libertad frente a las
autoridades seculares.
Los papas reformistas (S. XI )
Clemente II (1046-1040) Leon IX (1049-1054) Gregorio VII (1073-1085)
3. Los dos problemas centrales para reformar
fueron el nicolaísmo y el simonismo.
El nicolaísmo era el amancebamiento del
clero. El matrimonio en los sacerdotes era
ilícito, pero las normas para su
cumplimiento eran muy ligeras y no se
entendía el celibato como algo necesario
para el ejercicio sacerdotal.
La simonía es el trafico de cosas santas y compra de dignidades
eclesiales. Muchas abadías y obispados poseían grandes riquezas, sus
compradores querían mas interés de manejar el negocio que cumplir con
las obligaciones espirituales que suponía el cargo.
El báculo, símbolo de
autoridad jurisdiccional
4. Las grandes herejías medievales
Con este nombre la historiografía reconoce a varios grupos de mucha
influencia en la sociedad medieval. Sin embargo, dos son los mas relevantes:
Los Valdenses
Dentro de los movimientos de pobreza voluntaria estricta el de mayor
trascendencia fue el valdense, fundado por Pedro de Valdo, rico comerciante
que abandonó sus bienes para fundar una comunidad de predicadores
regidos por un rígido principio de pobreza voluntaria. Aprobados
inicialmente por el Papa, rechazaron poco después la prohibición de
predicar sin autorización eclesiástica en cuanto laicos, y por ello fueron
excomulgados en 1184. Los moderados volvieron a la Iglesia, mientras
que los más radicales adoptaron posiciones heréticas.
5. «Como dice el bienaventurado León: «Si bien la disciplina de la Iglesia,
contenta con el juicio sacerdotal, no ejecuta castigos cruentos, sin
embargo, es ayudada por las constituciones de los príncipes católicos, de
suerte que a menudo buscan los hombres remedio saludable, cuando
temen les sobrevenga un suplicio corporal». Por eso, como quiera que en
Gascuña, en el territorio de Albi y de Tolosa y en otros lugares, de tal
modo ha cundido la condenada perversidad de los herejes que unos
llaman cátaros, otros patarinos, otros publicanos y otros
nombres; que ya no ejercitan ocultamente —como otros— su malicia, sino
que públicamente manifiestan su error y atraen a su sentir a los simples y
flacos; decretamos que ellos y sus defensores y recibidores estén sometidos
al anatema, y bajo anatema prohibimos que nadie se atreva a tenerlos en
sus casas o en su tierra ni a
favorecerlos ni a ejercer con ellos el comercio. A quien muera en este
pecado le sea invalidado cualquier indulto, le sea rehusada cualquier
oblación a cualquiera título a su favor y no tenga sepultura entre
cristianos.» (III Concilio de Letrán, 1179, XXVII).
Enrique Denzinger: El magisterio de la Iglesia, Barcelona, Herder, 1955, p. 142.
6. «Se les puede reconocer por sus costumbres y por su modo de hablar. Regulados y
modestos, evitan el lujo en el vestido. … Viven como obreros, del trabajo de sus manos.
Sus propios maestros son tejedores o zapateros. No acumulan dinero y se contentan
con lo necesario. Son castos, … moderados en las comidas, no frecuentan ni las
hosterías ni los bailes, porque no gustan de tales frivolidades. Siempre aplicados al
trabajo, sin embargo, encuentran tiempo para enseñar y estudiar. Destinan también
algún tiempo a la oración. Van a la iglesia, participan del culto, se confiesan, comulgan
y asisten a las predicaciones, aunque lo hacen con la finalidad
de advertir errores en el predicador. Se les reconoce también por su conversación
sobria y discreta. Rehúyen la maledicencia, se abstienen de chácharas ociosas y
bufonescas como también de las mentiras.»
(Seudo Rainerio, observaciones hechas por los inquisidores de Europa Central en el año 1270.)
7. «Se les puede reconocer por sus costumbres y por su modo de hablar. Regulados y
modestos, evitan el lujo en el vestido. … Viven como obreros, del trabajo de sus manos.
Sus propios maestros son tejedores o zapateros. No acumulan dinero y se contentan
con lo necesario. Son castos, … moderados en las comidas, no frecuentan ni las
hosterías ni los bailes, porque no gustan de tales frivolidades. Siempre aplicados al
trabajo, sin embargo, encuentran tiempo para enseñar y estudiar. Destinan también
algún tiempo a la oración. Van a la iglesia, participan del culto, se confiesan, comulgan
y asisten a las predicaciones, aunque lo hacen con la finalidad
de advertir errores en el predicador. Se les reconoce también por su conversación
sobria y discreta. Rehúyen la maledicencia, se abstienen de chácharas ociosas y
bufonescas como también de las mentiras.»
(Seudo Rainerio, observaciones hechas por los inquisidores de Europa Central en el año 1270.)
8. Los comienzos del valdismo: Pedro Valdo y los Pobres de Lyon Se han señalado una serie de
situaciones y experiencias que podrían haber contribuido a la decisión de Pedro Valdo, rico mercader
lionés, para despojarse de sus bienes y dedicarse a la predicación itinerante del evangelio frente a
toda oposición eclesiástica.
Esteban de Borbón, inquisidor dominico en Lyon en el año 1250, nos informa que Pedro
Valdo, de alguna manera, «descubrió» los Evangelios. Y para conocerlos mejor encargó a un
monje la traducción al vernáculo de una selección de las Escrituras. El proyecto le resultó
costoso, pues a pesar de ser una persona con dinero, tuvo que pagar al traductor con un
horno de su propiedad. Esta Biblia popular se componía muy especialmente de selecciones de
los Evangelios. «Del mismo modo, ellos tradujeron para Valdo varios libros de la Biblia y
fragmentos de los Padres de la Iglesia, reunidos bajo el título de Sentencias. Leyéndolas y
releyéndolas, Valdo terminó por aprenderlos de memoria.» {De septem donis Spiritu sancti).
9. LOS CÁTAROS
Los cátaros son un grupo religioso que surgió hacia el siglo XII como suma de varias corrientes
heréticas del siglo anterior como serian la antisacerdotal, antisacramental, la corriente de
rechazo al latín litúrgico o la de aspiración al contacto personal con Dios, entre otras. Se podría
decir que es una especie del antiguo maniqueísmo de los siglos IV-V porque se basan en la
misma idea básica de la creencia dualista del Bien y del Mal situándolos en un mismo plano y
entre los que se da una lucha universal y perpetua. Surgen en la zona de
Lombardía y Languedoc, en Francia y en los Pirineos franceses y catalanes.
Para entender un poco el porqué del surgir de los cátaros se tendría que
hablar de las herejías en general. Las herejías surgen de las condiciones
sociales y espirituales propias del gran movimiento de reforma de la Iglesia
en el s. XI; la gente estaba cansada de los diezmos y de las imposiciones de la Iglesia, los
sacerdotes predicaban lo que después ellos mismos no realizaban. Bajo esta situación, un grupo
que da ejemplo de lo que predica y no pide nada a cambio atrae la atención de los más pobres y a
la larga incluso también de algunos nobles. Las herejías medievales, a diferencia de las antiguas
que se basan en preocupaciones intelectuales y teológicas, son inspiradas en motivos morales. El
primer hereje de Occidente fue un campesino de Champaña, Leutard, que a finales del año
1000, después de un sueño inspirado por Dios, predicó que se dejaran de pagar los diezmos.
10. Son un grupo de cristianos devotos que se organizan con el visto bueno del
papado para ejercer su espiritualidad entre la contemplación y la
predicación. Es una expresión de cambio profundo en como ver la vida de fe
mas allá de lo monacal y de la jerarquía eclesiástica.
Las características principales:
Son una agrupación de hermanos, no tienen una jerarquía fuerte
Depender de la caridad del pueblo
Están dispuestos a moverse para servir, mientras que obispos y
monjes eran estáticos
Tienen compromiso con una vida sencilla
Sus sedes estan cercana a la gente
Las ordenes mendicantes( Siglo XIII)
11. Algunas de las ordenes mendicantes
Orden de los Frailes Menores (OFM)
Franciscanos. Una orden organizado por Francisco de Asís quien renunciando a todos los
bienes materiales consagró su vida a Dios bajo los votos de castidad, obediencia y pobreza. El
se inspiro en el testimonio de Pedro Valdo.
El género de vida de la fraternidad estaba regulado por la pobreza, en un clima de sencillez,
alegría candorosa y compenetración cordial. Oración, apostolado popular, trabajo a merced en
casas acomodadas o en las faenas del campo, servicio en hospitales y leproserías, donde
habitualmente se hospedaban, llenaban su jornada. Si la retribución del trabajo no era
suficiente, mendigaban el sustento. Pero se descartaba rigurosamente la recepción y el uso del
dinero.
12. Nació en la ciudad de Asís (Italia), en el año 1182. Era hijo de un rico mercader
llamado Pietro di Bernardone y por eso tenía cierto renombre en la ciudad. Después
de una juventud alocada y llena de diversión, en la que le encarcelaron, se convirtió,
renunció a los bienes haciendo voto de pobreza y se entregó plenamente a Dios.
Alistado en una expedición militar a Apulia, comprendió por un sueño misterioso que
Dios le reservaba un destino muy diferente. Vuelto a su patria, se entregó al retiro y
al trato amistoso de los pobres, en especial, de los leprosos. A esta experiencia,
atribuiría él mismo la victoria de la gracia divina y el cambio definitivo. Por entonces
oyó de labios del crucifijo de S. Damián la orden de «reparar la iglesia». Mientras se
hallaba entregado a la reconstrucción de aquella capilla se produjo la ruptura con su
padre. Conminado por él, Francisco se acogió al fuero eclesiástico, y ante el obispo de
Asís hizo la renuncia total.
El 24 de febrero de 1209, durante la lectura del evangelio sintió claramente su
vocación a la vida apostólica dentro de la absoluta pobreza. El Evangelio sería en
adelante su norma suprema de vida. Y para simbolizar esta pública profesión
evangélica, vistió desde entonces una túnica ceñida por una cuerda y se desprendió
del calzado. Se dedicó en seguida a predicar la penitencia, es decir, la conversión a
una vida de acuerdo con el Evangelio.
13. Orden de los predicadores
La orden de predicadores (del latín: ordo praedicatorum u O.P.), conocida también como
orden dominicana y sus miembros como dominicos, es una orden mendicante de la
Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la Cruzada
albigense y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216.
14. Prereformadores ( )
La obra de los precursores, Wyclif y Hus, y la anarquía
provocada por el gran cisma de occidente (1378 a 1417),
contribuyeron también a preparar un ambiente propicio.
Juan Wycliffe: año 1320 al 1384 d.C. él fue el primero en
traducir la Biblia al idioma inglés.
Juan Huss: año 1369 al 1415 d.C. fue un predicador que puso
siempre a la Biblia por encima de la Iglesia. Murió en la hoguera
por orden del papa de turno.
Antes de la reforma protestante