Este documento presenta a tres precursores de la criminología: Cesar Lombroso, quien formuló la teoría atávica del delincuente viéndolo como un ser primitivo; Enrique Ferri, discípulo de Lombroso que enfatizó factores sociológicos en la delincuencia y creó teorías de sustitutos penales; y Rafael Garofalo, quien analizó sentimientos como la piedad y probidad y distinguió delitos naturales de los legales.