El tálamo se divide en varias partes con funciones específicas como la regulación del estado de ánimo, la integración de funciones cognitivas como el cálculo y el lenguaje, y la recepción de fibras sensoriales. El hipotálamo contiene núcleos en grupos anteriores, medios y posteriores que regulan funciones como la termorregulación, la saciedad, el reloj biológico y las respuestas simpáticas.