1. http://agapea.lacoctelera.net/post/2008/07/28/guia-la-confeccion-una-
entrevista-periodistica
Se llama entrevista a un tipo de interacción verbal que tiene un fin
predeterminado: obtener información sobre ciertos hechos, culturas, circunstancias o
personas. Se aplica en diferentes sectores profesionales: se realizan investigaciones
de campo y se utiliza para obtener datos, los médicos entrevistan a sus pacientes, los
periodistas o formadores de opinión a las personalidades públicas, etc. Para el
periodista, la entrevista significa una herramienta primordial para obtener información.
Se trata de un género específico que adopta distintas formas y que puede abordar
temáticas disímiles.
Clasificación según temas y fines:
• De información: se obtienen datos o información para la nota periodística. Se
utilizan las declaraciones intercaladas en el cuerpo de la nota o bien la
entrevista completa.
• De opinión: se obtienen comentarios sobre noticias o temas de actualidad y/o
interés. Se buscará la opinión de personas especializadas en los temas para
completar su nota o publicar dichas palabras en formato entrevista.
• De semblanza: es la forma más extensa. Aquí lo más interesante de la
entrevista, es el entrevistado. Se muestra al lector distintas facetas de dicho
personaje público.
Cabe destacar que en una entrevista, los entrevistados pueden ser varios. Por
ejemplo, una selección de fútbol, un panel de debate, programas con mesas redondas,
una conferencia de prensa, etc.
Las fases
Las pautas a continuación expuestas, funcionan como método de nuestro
trabajo.
Preparación previa: No olvidar el objetivo. Realizar un trabajo de investigación
previo acerca del entrevistado permite profundizar y enriquecer los contenidos de la
conversación y es requisito para mantener las reglas de cortesía y conseguir una
2. mejor predisposición del entrevistado. Se consultan hemerotecas, bibliotecas, archivos
en general. Todo lo que contribuya a conocer al entrevistado es positivo en esta fase.
Cuestionario y temario previos: Se debe confeccionar un temario con posibles
preguntas. No hay que olvidar ningún tema. La escritura de los temas a tener en
cuenta nos permite materializar todo aquello que debemos preguntar y nos organiza el
tiempo de trabajo y la información que hemos recopilado.
La repregunta: Un buen periodista debe saber preguntar, pero más aun
repreguntar. Cuando la respuesta es incompleta, o el tema en cuestión puede
profundizarse, el entrevistador no debe dejar de repreguntar. Si bien existe el temario
anterior, ciertas preguntas surgen de la misma entrevista, a medida que se
desenvuelve y tienen como punto de partida las mismas respuestas del entrevistado.
Transcripción y redacción: La entrevista es un género híbrido donde hay una
conversación ya pautada y cuyo destinatario es el lector final. Luego de la fase oral, el
registro debe adecuarse al mensaje escrito. Como el lector no estuvo, lógicamente,
presente en la charla deben tenerse en cuenta aquellos factores que la acompañaron
e incorporarlos en el texto impreso. Se debe cuidar el sentido de las palabras
empleadas y la espontaneidad propia de la oralidad. La corrección no tiene que
desvirtuar el contenido del mensaje.
Las partes de la entrevista
El texto resultante se organiza del siguiente modo:
Entrada o presentación: En general, se trata de los dos primeros párrafos. Se
presenta al personaje que se entrevistará. Pueden incorporarse allí aspectos
circunstanciales: el contexto en el que se produce el encuentro previo u observaciones
que contribuyan con el correr de la conversación.
Cuerpo: se reordena el texto según la importancia de los temas tratados para
que resulte más interesante.
Conclusión o remate: el último párrafo cierra y concluye la idea central de la
nota.
3. Se llama entrevista a un tipo de interacción verbal que tiene un fin
predeterminado: obtener información sobre ciertos hechos, culturas, circunstancias o
personas. Se aplica en diferentes sectores profesionales: se realizan investigaciones
de campo y se utiliza para obtener datos, los médicos entrevistan a sus pacientes, los
periodistas o formadores de opinión a las personalidades públicas, etc. Para el
periodista, la entrevista significa una herramienta primordial para obtener información.
Se trata de un género específico que adopta distintas formas y que puede abordar
temáticas disímiles.
Clasificación según temas y fines:
• De información: se obtienen datos o información para la nota periodística. Se
utilizan las declaraciones intercaladas en el cuerpo de la nota o bien la
entrevista completa.
• De opinión: se obtienen comentarios sobre noticias o temas de actualidad y/o
interés. Se buscará la opinión de personas especializadas en los temas para
completar su nota o publicar dichas palabras en formato entrevista.
• De semblanza: es la forma más extensa. Aquí lo más interesante de la
entrevista, es el entrevistado. Se muestra al lector distintas facetas de dicho
personaje público.
Cabe destacar que en una entrevista, los entrevistados pueden ser varios. Por
ejemplo, una selección de fútbol, un panel de debate, programas con mesas redondas,
una conferencia de prensa, etc.
Las fases
Las pautas a continuación expuestas, funcionan como método de nuestro
trabajo.
Preparación previa: No olvidar el objetivo. Realizar un trabajo de investigación
previo acerca del entrevistado permite profundizar y enriquecer los contenidos de la
conversación y es requisito para mantener las reglas de cortesía y conseguir una
4. mejor predisposición del entrevistado. Se consultan hemerotecas, bibliotecas, archivos
en general. Todo lo que contribuya a conocer al entrevistado es positivo en esta fase.
Cuestionario y temario previos: Se debe confeccionar un temario con posibles
preguntas. No hay que olvidar ningún tema. La escritura de los temas a tener en
cuenta nos permite materializar todo aquello que debemos preguntar y nos organiza el
tiempo de trabajo y la información que hemos recopilado.
La repregunta: Un buen periodista debe saber preguntar, pero más aun
repreguntar. Cuando la respuesta es incompleta, o el tema en cuestión puede
profundizarse, el entrevistador no debe dejar de repreguntar. Si bien existe el temario
anterior, ciertas preguntas surgen de la misma entrevista, a medida que se
desenvuelve y tienen como punto de partida las mismas respuestas del entrevistado.
Transcripción y redacción: La entrevista es un género híbrido donde hay una
conversación ya pautada y cuyo destinatario es el lector final. Luego de la fase oral, el
registro debe adecuarse al mensaje escrito. Como el lector no estuvo, lógicamente,
presente en la charla deben tenerse en cuenta aquellos factores que la acompañaron
e incorporarlos en el texto impreso. Se debe cuidar el sentido de las palabras
empleadas y la espontaneidad propia de la oralidad. La corrección no tiene que
desvirtuar el contenido del mensaje.
Las partes de la entrevista
El texto resultante se organiza del siguiente modo:
Entrada o presentación: En general, se trata de los dos primeros párrafos. Se
presenta al personaje que se entrevistará. Pueden incorporarse allí aspectos
circunstanciales: el contexto en el que se produce el encuentro previo u observaciones
que contribuyan con el correr de la conversación.
Cuerpo: se reordena el texto según la importancia de los temas tratados para
que resulte más interesante.
Conclusión o remate: el último párrafo cierra y concluye la idea central de la
nota.
5. LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
Profesor Raúl Pizarro Rivera
2009
PRENSA
http://comunicacion.unab.cl/pdf/apuntes_entrevista_raul_pizarro.pdf
La entrevista periodística es una conversación con metodología propia
sobre diferentes temas, no necesariamente de actualidad, entre dos o más
personas destinada a ser difundida en cualquier medio de comunicación.
No se trata de un género en sí, porque la entrevista periodística lo
engloba a todos ellos, ya que existen entrevistas informativas, interpretativas y
de opinión.
La vida cotidiana de los individuos está plagada de entrevistas, porque se
asume que cualquiera pregunta que requiera de una respuesta es una
entrevista por muy banal que sea el ejercicio. El interrogatorio a un postulante a
un puesto laboral, a quien aspira ingresar al colegio y/o universidad, a un
sospechoso de un delito, a un paciente en una consulta médica y hasta al
conductor de un ómnibus, tienen el mismo fin: averiguar algo.
De ahí que toda entrevista tiene un fin en sí mismo, pero la periodística
trasciende a las demás por el solo hecho de que su contenido será de dominio
público.
TODA ENTREVISTA SE EDITA
Adrede ocupamos el concepto “casi literalmente”, porque no se trata de
una trascripción textual de lo que el interlocutor dijo, sino es el producto final de
lo que el periodista considera lo más relevante.
Existe en la actualidad una tendencia peligrosamente extendida y que
obedece al “facilismo”: transcribir textualmente lo que contiene la grabadora.
Una conducta de este tipo es propia de una secretaria y no de un profesional
con estudios de edición de textos.
Toda entrevista, del tipo que sea, debe ser obligatoriamente editadas,
esto es, quitar todos los errores de vocabulario del interrogado y adecuar sus
expresiones al buen uso del idioma pero siempre dentro de las normas de la
redacción periodística (Prensa I y Prensa II).
El periodista es el dueño absoluto de la entrevista y, según la
valorización que él haga del texto, debe poner énfasis en ciertos aspectos y
simplemente eliminar los que no considere relevantes.
No puede considerarse como argumento para “publicarlo todo” el hecho
de que “él (ella) lo dijo”, porque con ese pretexto se agudiza el riesgo de que el
producto final pierda interés, caiga en repeticiones y abuse de una extensión
innecesaria.
3
La intervención del autor es total y absoluta y lo único que le está
categóricamente prohibido es alterar el sentido de una respuesta.
El chileno común –siempre muy limitado en su lenguaje- agradece que
se le presente expresándose con corrección ante el público, de tal modo que no
hay motivos para temer el indispensable “maquillaje” del texto. Pero la
6. entrevista necesariamente debe adecuarse al perfil del entrevistado, de tal
modo que la edición que se haga de ella no supere los límites de lo tolerable.
El redactor tiene que reproducir lo más fielmente posible el lenguaje
natural del entrevistado. Es muy distinto el vocabulario de una persona ligada al
ámbito académico que el de un futbolista, el de un adolescente en riesgo social
y el de un simple delincuente.
En este aspecto, es recurrente la consulta acerca de la inclusión en el
texto de vocablos informales o simplemente pertenecientes al “coa” (jerga del
hampa). El redactor debe tener el buen criterio de equilibrar las expresiones,
pues no puede aparecer un antisocial hablando con total fluidez.
En cuanto al uso de chilenismos y expresiones del lenguaje informal,
pueden utilizarse en su exacta medida y cuando el contexto lo hace exigible. De
ninguna manera es aceptable un texto lleno de palabras impropias y groserías,
aduciéndose que el entrevistado es un hampón.
EL FACTOR CREDIBILIDAD
Por años ha prevalecido el proverbio de que “en periodismo se sorprende
primero a un mentiroso que a un ladrón”, en alusión a que resulta demasiado
evidente cuando un texto no corresponde a la realidad.
Es muy grande la tentación de “acortar el camino” y no hacer la
entrevista, sino simplemente tomarla de algún otro medio y hacer algunas
modificaciones para “despistar”. Como en televisión y en radio no es posible
este tipo de montaje, en prensa escrita no hay mejor respaldo que una
fotografía junto al entrevistado y/o la cinta de la grabación para demostrar que
ella efectivamente se hizo.
Si ninguna de estas pruebas fuese posible, el mejor instrumento para
reflejar credibilidad es la descripción corporal del entrevistado y de su entorno.
El periodista tiene que “trasladar” al lector al sitio donde ella se llevó a cabo.
4
FASES DE LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
1.- Personaje.-
Dependiendo de la estructura del Departamento de Prensa para el que
se desempeñe, por decisión soberana o fruto de un acuerdo con el editor o de
una reunión de pauta, el primer paso para la elaboración de una entrevista es
seleccionar al personaje según el tema y de acuerdo a los objetivos que se
persiguen.
Esta selección resultará clave para el producto final. Muchas veces, por
premura o por evitar los obstáculos naturales para hacer el contacto con el
personaje, se recurre a uno de alternativa, el cual, generalmente, no reporta los
mismos niveles de interés.
2.- Contacto.-
Una vez elegido el personaje, el primer paso es el contacto para
materializar la entrevista. En este proceso, las opciones son varias, ya que el
vínculo se puede obtener por las siguientes vías:
a) Contacto directo: en el caso de que exista un nexo directo con el
personaje, siempre es preferible pactar en forma personal la entrevista,
ya sea por teléfono o por correo electrónico. En la eventualidad de que
en ese acercamiento inicial, el potencial interlocutor indague sobre la
temática de la conversación indudablemente que hay que hacérsela
saber con la finalidad de que el encuentro no naufrague por un eventual
desacuerdo suyo con la orientación de las preguntas.
b) Contacto indirecto: inmediatamente resuelto el blanco de la entrevista, el
responsable de ella, de no tener vías de acceso personal, debe indagar
7. en su entorno más inmediato (profesionales del Departamento de Prensa
o familiar) la posibilidad de algún tipo de vínculo, con la finalidad de llegar
al potencial entrevistado por esa vía.
c) Contacto impersonal: ante el fracaso de las opciones anteriores, al
entrevistador no le queda más alternativa que llamar al teléfono personal
y/o laboral del potencial entrevistado, presentarse y pedir la cita. Este
camino suele ofrecer el escollo de la secretaria, la cual no pocas veces
inquiere detalles de la gestión que se persigue. Manejar el carácter de
estas personas es muy importante, ya que puede en el acto
transformarse en una aliada o en una puerta simplemente infranqueable.
El halago, la espontaneidad y expresiones de cortesía resultan claves
5
para el acceso al objetivo final. Incluso, se dan casos en que la misma
secretaria llega a fijar el día y la hora del encuentro.
Al materializarse el contacto es de importancia radical fijar día y hora de la
cita. Cuando el periodista recibe una respuesta vaga en este sentido (“le
avisaré”; “le devolveré la llamada”; “veré si puedo recibirlo”), de inmediato debe
ponerse en alerta y asumir que dicha entrevista no resultó. Tiene que insistir en
las horas siguientes y de no haber una pronta respuesta procede a un contacto
con otra persona.
3.- Preparación.-
Toda entrevista programada está antecedida de una exhaustiva
preparación. Es imprescindible indagar a fondo sobre el personaje elegido y
acerca del tema y/o temas que se van a tratar en la conversación.
Debe llegarse hasta donde el entrevistado con datos, al menos
elementales, sobre su currículo laboral y su entorno. Refleja una improvisación,
y a la vez una falta de respeto para el interlocutor, consultarle de entrada por su
edad, cantidad de hijos o estudios.
En cuanto a la materia motivo de la entrevista, resulta clave para el éxito
de ella el acopio del mayor número de antecedentes, de tal modo que el
interrogador demuestre tener un cabal dominio del tema, lo que le permite hacer
mejores preguntas y contrapreguntas de acuerdo a las respuestas.
Como apoyo para a entrevista es aconsejable portar una ayuda memoria
con los puntos principales que se aspiran abordar. Está permitido el uso del
cuestionario, esto es, una ordenada batería de interrogantes, pero el riesgo que
éste implica es que, muchas veces, las respuestas originan en forma
espontánea preguntas que no están previamente consideradas en él.
Es recomendable el cuestionario sólo para las entrevistas a distancia
(correo electrónico o correo postal).
4.- Acción.-
Es la consolidación de la entrevista, personal y/o a distancia. El
interrogador debe ser muy cuidadoso en el tono y forma de sus preguntas y/o
comentarios, porque hay personas que graban las conversaciones para
utilizarlas como eventuales prueba en contra del periodista.
6
5.- Redacción.-
No es la mera trascripción de lo escuchado, sino fruto de un proceso
selectivo hecho por el autor con lo medular y más valioso de la charla, texto que
se ciñe al estilo y al tipo de entrevista. Tiene que atenerse de modo riguroso a
lo escuchado, independiente del manejo que el autor haga del material. Incluir
expresiones que no fueron emitidas por el entrevistado es una falta de ética y si
éste grabó el diálogo podrá hacer uso legal de la cinta en contra del periodista.
GÉNEROS DE ENTREVISTAS
8. 1.- Informativa.-
Es la entrevista que sólo apunta a obtener una información que no se
dispone. Por no existir antecedentes sobre la materia, no se requieren datos
previos. Se recurre a ella para complementar y/o enriquecer una crónica del
género informativo.
Ej:
-¿Cuál fue la causa del incendio?
-¿No vio el disco Pare?
-¿Por qué golpeó a su vecino?
2.- Interpretativa.-
Es la entrevista que requiere de un acabado dominio de la materia y
cuyas preguntas son una mixtura alternada o simultánea de información e
interpretación.
Ej:
-¿Cuál fue la causa real de su renuncia a la subsecretaría? (informativa) ¿No tuvo afinidad con
el ministro? (interpretativa)
-¿Qué le parece lo escrito por Fidel Castro sobre la demanda marítima boliviana? (informativa)
¿Acaso él no tocó ese punto cuando estuvo con usted? (interpretativa)
7
3.- Opinativa.-
Es la entrevista en la cual todas las preguntas constituyen una opinión
del interrogador. Incluso, en la mayoría de las veces ni siquiera son una
consulta, sino un simple comentario.
Ej.
-Su presentación a las primarias es una muerte anunciada porque usted no tiene respaldo
político y tampoco marca en las encuestas.
TIPOS DE ENTREVISTAS
1.- Imprevista.-
Es aquélla que surge de un encuentro espontáneo. Se dan
especialmente en los ámbitos político, policial y deportivo
Ej:
Un reportero de turno en La Moneda espera un anuncio del vocero de Gobierno y de pronto
aparece en el lugar un embajador extranjero; quien debe entrevistar a los testigos de un
accidente o al médico del club por la lesión imprevista de un jugador.
2.- Programada.-
Es aquélla que está previamente acordada con antelación con el o los
entrevistados.
3.- Individual.-
Es aquélla que la realiza sólo un individuo y puede ser imprevista o
programada.
4.- Colectiva.-
Es aquélla llevada a cabo por dos o más individuos y puede ser
imprevista o programada.
8
La colectiva imprevista puede darse en cualquier sitio, incluso en la calle.
La colectiva programada la constituyen las Conferencias de Prensa, y éstas
pueden ser de dos tipos:
a) La citada previamente con un temario por tratar, y
b) La citada previamente sin consignar la materia por tratar.
En el primero de los casos es imprescindible que, al conocer la materia de la
cual se informará, el reportero indague previamente el mayor número de
antecedentes con la finalidad de que no sólo se “cuelgue” de las preguntas de
los demás, sino haga las propias.
El factor exclusividad siempre debe asumirse como un trofeo para el
periodista, de tal modo que, si la ocasión se lo permite, debe crearse la
9. oportunidad de –al término del encuentro- conversar individualmente con el
conferencista y obtener datos que no conocieron los demás, lo que enriquecerá
su posterior publicación y la hará diferente.
MODOS DE ENTREVISTAS
1.- Cara a cara.-
Es la entrevista en persona de uno o varios interrogadores con uno o
varios personajes. Es la que otorga más ventajas porque permite –ademáscaptar
el gesto corporal y el entorno en el cual se lleva a cabo.
2.- Telefónica.-
Es la que se efectúa a través del teléfono. Aunque en la actualidad existe
la tecnología que permite grabar directamente desde el aparato la
conversación, se recomienda utilizar sólo una hoja de apuntes con las ideas
anclas de lo conversado. Este método agudiza la capacidad de captación y
obliga a un mayor esfuerzo a la memoria, siempre tan útil para el buen
periodismo. En contraposición a la cara cara, en ésta es imposible conocer
características visuales del entrevistado.
9
3.- Correo electrónico.-
Es el tipo de entrevista más cómoda para ambas partes, pero, además,
la más impersonal de todas, ya que es el envío vía mail de un número
determinado de preguntas y no es seguro de quien las responda sea realmente
el destinatario, sino puede ser un asesor de su confianza.
LA ENTREVISTA SEGÚN CONTENIDOS
1.- Temática.-
Es la que se restringe a un tema específico de cualquiera naturaleza
relacionada con contingencia (social, económico, político, ambiental, deportivo,
científico, etc.)
2.- Humana.-
Es la que aborda en todos sus aspectos el perfil humano de una persona
de cualquier género y condición social (artista, autoridad, mendigo, etc.)
3.- De situación.-
Es la que se origina en un episodio puntual, independiente del tiempo.
Ej:
El nacimiento de octillizos, el viaje de un chileno al espacio, el acuchillamiento de una docente
en un colegio, un descubrimiento en la astronomía, el “ojo biónico” que permite recuperar la
visión, etc.
4.- De investigación.-
Es la que a través de la conversación con uno o varios personajes tiene
como objetivo llegar al esclarecimiento de un episodio de interés general del
pasado o del presente
10
5.- Personalizada.-
Es aquélla en la cual el autor se involucra directamente en el tema y lo
trata como vivencia propia. Por norma se escribe en primera persona, pero no
puede restringirse al simple relato de una experiencia, sino debe
necesariamente incluir una batería de entrevistas de protagonistas de la materia
de reporteo.
6.- De Ficción.-
Es aquélla que basándose en antecedentes de la realidad del pasado y/o
históricos –lo que supone una investigación a fondo de ellos- se le realiza a
personajes ya muertos con preguntas relacionadas con la contingencia actual.
Ej:
Marx (sobre el socialismo chileno), Prat (sobre el mar para Bolivia), Bell (sobre el auge de la
telefonía), etc
10. TÉCNICA DE LA ENTREVISTA
1.- Locación.-
Es el lugar en el cual se realiza la entrevista. Al pactarse ésta, se
acuerda un sitio de encuentro, el cual deseablemente tiene que poseer las
condiciones para que la conversación fluya con la mayor normalidad. Cualquier
elemento distractivo altera la necesaria concentración y obliga a retomar una o
más veces el diálogo.
2.- Introducción.-
En la entrevista cara a cara debe generarse un clima favorable antes de
abordar el tema específico, por lo cual es aconsejable inducir al entrevistado a
comentarios acerca de generalidades extraídas de los antecedentes humanos
que se obtuvieron de él tras pactarse la entrevista.
Ej:
Hacer comentarios sobre su oficina, sus hijos, su hobby o cualquier tema liviano relacionado
con su ámbito.
11
3- Uso de la grabadora.-
La grabadora: no es más que un apoyo tecnológico que otorga ciertas
ventajas, como el no tomar apuntes y poner atención a los gestos corporales y
al entorno.
Es un grave error usar la grabadora casi como un ariete y ubicarla muy
cerca del entrevistado: el común de los humanos ajenos a las comunicaciones
siente un rechazo natural hacia todo lo que pueda comprometer su testimonio.
Incluso, hay quienes solicitan que se prescinda de ella.
Por último, aunque parezca demasiado elemental la observación, antes
de ubicarla para proceder a la entrevista es indispensable chequear su correcto
funcionamiento mediante una breve prueba.
En el caso de que ésta sufra un percance en medio de la entrevista es
aconsejable que una vez concluido el encuentro, el autor anote los puntos
fundamentales de la conversación y, ojalá, redacte a la brevedad.
4.- El cuestionario.-
En el caso de ser necesario, el cuestionario debe confeccionarse con
preguntas elaboradas en orden, con un interés progresivo y lo más explicativas
posible, ello con la finalidad de que el destinatario no se confunda.
Una vez recibidas de vuelta, las respuestas se editan y las preguntas no
pueden ser antecedidas de números ni menos de letras.
5.- La descripción.-
Tal como se dijo al principio, la descripción es el recurso periodístico que
otorga mayor credibilidad a la entrevista. Es la “fotografía” que el autor hace del
entrevistado y de su entorno. Como carece de apoyo gráfico, tiene que entregar
al lector hasta los más mínimos detalles que captó gracias a su poder de
observación.
Atender al lenguaje corporal del entrevistado da muchos dividendos y, en
muchas ocasiones, uno o varios elementos descriptivos son ricos para el
encabezado de la entrevista.
Ej:
Sentado en un sofá del cual se asoman sus resortes, un torcido cigarrillo pende de sus gruesos
labios y las volutas de humo se extinguen lentamente como buscando el alto techo de su
12
habitación fría y lúgubre. Sus arrugadas manos las usa para sujetar un rostro cansado, de
mirada perdida y pelo cano y desgreñado.
6- Las preguntas.-
De buenas preguntas dependen las buenas respuestas.
Si el entrevistador tiene enfrente a un personaje de fácil expresión,
11. extrovertido e histriónico no requerirá de mucho esfuerzo para materializar una
entrevistas con condimentos y atractiva. Pero en la generalidad de los casos, el
interrogado suele no estar muy dispuesto a revelar lo que supone íntimo, de tal
modo que el desenlace será pobre acaso se carece de la capacidad de extraer
información. Ese proceso hay que hacerlo con prudencia pero sin miedo,
transmitiendo confianza al interlocutor.
El entrevistador tiene que estar siempre atento a las respuestas, porque
una de éstas puede contener un sentimiento, un dolor, un episodio o quizás una
simple anécdota, circunstancia que puede ser determinante para el objetivo y/o
nuevo rumbo de la conversación.
Un tono inapropiado de la pregunta puede ocasionar un rechazo en el
interlocutor y éste se cierra. Nunca hay que perder de vista que no se trata de
un interrogatorio policial sino de una conversación, y como tal debe conducirse
en la forma más coloquial posible.
7.- La contrapregunta.-
En innumerables oportunidades, por cierta timidez, por falta de dominio
del tema o por apego irrestricto al cuestionario, el entrevistador guarda silencio
y se da por satisfecho con una respuesta que, claramente, no es convincente ni
completa. Con largos soliloquios, el entrevistado busca que hacia el final de su
respuesta el público olvide la esencia de la materia consultada. Algunos llaman
a este recurso “la técnica del rodeo”. En ese caso es ineludible la inmediata
contrapregunta, esto es, la réplica.
Ej:
-No fue eso lo que le pregunte
-No ha respondido lo que le pregunté
-Perece que no quiere referirse al tema de fondo
Los entrevistados, para eludir un compromiso con su respuesta, optan
por hablar lo menos posible, con la consiguiente insatisfacción del público, de
13
tal modo que si no surge en forma automática la contrapregunta, quien queda
mal es el entrevistador.
8.- Los silencios.-
En las entrevistas hay que saber manejar los silencios, ya que existe una
tendencia nociva de interrumpir al entrevistado en el climax de una respuesta.
Hay que dejarlo explayarse sin límites, pero sólo en la medida en que sus
expresiones den cumplimiento a las expectativas de la consulta.
Hay un silencio que puede ser de oro para el objetivo de la entrevista a
partir de él: cuando el entrevistado enmudece. Por ningún motivo debe
preguntársele ¿qué le pasa?. Hay que respetar esos segundos de mudez porque,
con certeza, tocó su alma un recuerdo, un sentimiento o un pasaje trascendente
de su vida personal y/o laboral. Con certeza, al reanudar la conversación
evocará espontáneamente dicha situación, la que tiene que ser aprovechada.
9.- Las evasivas.-
En la sociedad actual son cada vez más los individuos insertos en el
poder que cuentan con buenos asesores en comunicaciones. Han aprendido a
soslayar respuestas, a ser más sutiles y han ganado en perspicacia, por lo cual
en esos niveles las entrevistas son verdaderas partidas de ajedrez.
En los medios audiovisuales, la táctica de la evasiva es descubierta de
inmediato por el público, no así en prensa escrita. Un buen recurso para reflejar
que el entrevistado ha eludido la médula de la pregunta es plasmarlo en la
crónica.
Ej:
-Derechamente ¿no quiere referirse a su fracaso?
-………………………………………………………..
12. 10.-La rúbrica.-
Excepto en aquéllas que se hacen a distancia, toda entrevista debe ser
finalizada con gentileza y agradecer al interlocutor su tiempo y si ha sido óptima
su buena disposición hay que hacérselo saber, explicándole que no todas las
experiencias de esta naturaleza tienen a protagonistas con las características
suyas. Así se dejará abierta la puerta para una segunda oportunidad.
14
En ciertos casos, precisamente en la rúbrica se produce una
incomodidad para el periodista: cuando su interlocutor le solicita acaso puede
leer el texto antes de su publicación.
Si se trata de una entrevista institucional, a raíz del grado de
dependencia laboral del periodista, obviamente esa lectura previa está
permitida. Pero no existiendo un vínculo más que el de interrogador e
interrogado, bajo ningún pretexto puede permitirse ese tipo de visa y hay que
eludirla con argumentos tan eficaces como que la ética no lo permite y que se
debe confiar en su rigor profesional.
LA REDACCIÓN DE LA ENTREVISTA
1.- ENTREVISRA-CRÓNICA.-
Tiene una estructura idéntica a la de una crónica (Prensa II).
Como toda crónica, se trata de un relato estructurado de más a menos,
ceñido a las normas de la redacción periodística, sólo que ahora se remite a
una o más entrevistas. El autor narra acerca del personaje e intercala frases de
mediana extensión o breves citas (como en el ejemplo). Por ningún motivo, una
declaración del entrevistado ocupa un párrafo íntegro (de 5 a 8 líneas), porque
ello refleja falta de elaboración del autor.
a) Inserción de citas.-
En una entrevista-crónica, ésta puede o no encabezarse con una cita
textual y es recurrente, como impacto, partir con una anécdota, con la
descripción del personaje o del lugar. Luego vendrá una indispensable
presentación con citas intercaladas sobre situaciones puntuales.
Ej:
Escuchó hablar del emprendimiento en algunas publicidades en la televisión. En su
casa de madera del pueblito de Los Maquis (VII Región) no había Internet (“apenas teníamos
luz”) ni llegaban los periódicos. Pero este joven moreno, corpulento y de pelo erizado (“soy un
mechas tiezas”), desde pequeño se propuso una meta: no ser como su adorado viejo, un
inquilino de esos de hojotas y faja que picaban la tierra de sol a sol.
15
b) La titulación.-
En una entrevista-crónica, el título puede ser de cita, informativo o
interpretativo, pero no de opinión. La unidad de titulación es libre (no cuentan
los golpes) y lleva, como siempre, epígrafe y bajada.
En los títulos de cita, el epígrafe es indispensable, pues debe
consignarse en él quién es el personaje, con su actividad incluida si es que se
trata de un desconocido.
Ej:
Joven campesino de la Séptima Región:
-“ME PROPUSE SER MÁS QUE MI VIEJO” (de cita)
-JOVEN CAMPESINO ES EJEMPLO DE EMPRENDIMIENTO (informativo)
-DE LA PALA A LAS AULAS (interpretativo)
c) Los subtítulos.-
Al igual como en la crónica (Prensa II), los subtítulos constituyen una
reanimación del título; tienen que ser breves y llamativos, y como se trata de
una entrevista, la frase escogida va entre comillas.
2.- ENTREVISTA-DIÁLOGO.-
13. Es la entrevista conocida como “pimpón” porque es un juego de
preguntas y respuestas, presentado en forma ágil, con uso de guiones tanto en
las preguntas como en las respuestas. Obligatoriamente este “pimpón” tiene
que ir precedido de una introducción de, al menos, quince (15) líneas en la cual
se “retrata” al personaje con una breve descripción corporal, con mixtura de su
biografía, con intercalación de citas breves y haciendo referencia al tema.
Este tipo de entrevista es temática, de tal modo que se restringe a una
materia específica y no puede ser un “picoteo” de todo un poco.
El título es de cita y/o interpretativo, pero nunca informativo.
a) Uso de las preguntas.-
Las preguntas se presentan antecedidas de un guión (jamás guión y
comillas al mismo tiempo) y deben ser directas y claras. Para diferenciarlas de
las respuestas deben ir en negritas o en cursivas.
16
Ej:
-¿A qué atribuye el éxito de su canción?
-A que le gustó al público.
b) Inserción de preguntas.-
En las respuestas muy extensas -de más de 10 líneas- se complica la
detección de errores comunes, como repeticiones y cacofonías. Para
amortiguar esta dificultad es conveniente la inserción de una pregunta que se
genera con el contenido de la parte final de la respuesta.
c) Manejo de las respuestas.-
Como está dicho desde el principio, las respuestas no son una mera
reproducción textual de lo expresado por el interlocutor. El periodista puede
alterar el orden de las respuestas si con ello obtiene una mayor ilación y logra
acentuar un punto específico. En beneficio de la lectura es importante el
acotamiento de las respuestas porque éstas suelen ser demasiados largas.
El manejo de las tonalidades de las respuestas y de los estados de
ánimo del entrevistado se hace a través del signo de admiración.
Ej:
-La ocurrido me dejó muy molesto. ¡Diría que indignado!
d) El paréntesis.-
Esta herramienta no tiene un uso discrecional, sino se atiene
directamente al contexto. Es recomendable utilizarlo sólo en los siguientes
casos: para intercalar citas breves (“no me arrepiento”), para la edad del
entrevistado (21) y para aclarar que lo dicho es absolutamente textual (sic), pues
de cuando en vez surgen confesiones que al lector pueden parecerles
increíbles.
Algunos usan el paréntesis para recurrir a un recurso explicativo tan
infantil como innecesario, el cual debe evitarse.
Ej:
(Demuestra molestia)
(Se ríe)
17
(Ja ja ja)
(Se sonroja))
(Llora)
Si alguna de estas explicaciones es indispensable hay que explicarla en
la introducción.
e) Los puntos suspensivos.-
Los puntos suspensivos -que son sólo tres-, como su definición lo refleja,
se utilizan sólo en ocasiones en que la pregunta y/o la respuesta implica,
precisamente, suspenso y le abre la puerta a la imaginación del lector.
Ej:
14. -¿Por qué se fue del país?
-Tuve algunos problemas…
-¿Cómo cuáles?
-Prefiero no referirme a ellos…
En este ejemplo queda en evidencia que el entrevistado elude referirse al
tema y el lector podrá imaginarse innumerables razones sobre las cuales no
quiso pronunciarse.
¿Qué es el periodismo?
El periodismo es una actividad profesional que consiste en recolectar, sintetizar,
jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad. Para obtener dicha
información, el periodista debe recurrir obligatoriamente a fuentes verificables o a su
propio testimonio. La base del periodismo es la noticia, pero comprende otros géneros,
muchos de los cuales se interrelacionan, como la entrevista, el reportaje, la crónica, el
documental y la opinión. El periodismo puede ser informativo, interpretativo o de
opinión. La información es difundida por medios o soportes técnicos, lo que da lugar al
periodismo gráfico, la prensa escrita, el periodismo radiofónico, el audiovisual
(mediante televisión y el cine) y el periodismo digital o multimedia.
15. http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD30/contenido/pdf/tres_capitulos.pdf
El vínculo periodista-entrevistado
La entrevista es la más pública de las conversaciones privadas.
Funcionaconlasreglasdeldiálogo (proximidad,intercambio,
privado
exposición scursivaconinterrupciones,untono
di marcadopor
la espontaneidad,presencia lopersonaly atmósfera intimidad),
de de
pero construida elámbito lopúblico.
está para de El sujeto entrevistado
sabe que se expone a la opinión de la gente. Por otra parte,
no es un diálogo libre con dos sujetos. Es una conversación
radial, o sea centrada en uno de los interlocutores, y en la que
uno tiene el derecho de preguntar y el otro el de ser escuchado.
Es indispensable comprender qué clase de vínculo es éste
para examinar los problemas prácticos del trabajo, nuestras atribuciones
y también la clase de responsabilidad ética que asumimos.
La relación elperiodistay supersonaje esentrepares;
entre no
esasimétrica. Nuestro sujeto está en el centro de la escena —lo
hemos elegido por ser un personaje público o porque es un
hombre clave en el tema que exploramos—, y nosotros a un
costado, facilitando su contacto con los lectores y oyentes. Por
otrolado,suvozesnaturalmente importante la nuestra.
más que No
importa lo mismo para los lectores saber lo que piensa nuestro
personaje que las ideas que podamos esbozar nosotros durante
el diálogo. En todo caso, nuestras ideas deben ser inteligentes
como disparadoras del entrevistado y como herramientas para
poner a prueba su discurso. Por otro lado, nuestra subjetividad
vale entanto pueda aportarle al lector una mejor aproximación,
un acercamiento sin interferencias al sujeto y sus ideas.
Mirado desde otro ángulo, también existe una asimetría en
sentido inverso: por un momento, ese personaje público está a
23
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 23
nuestra disposición para ser guiado, interrumpido (con prudencia
y sentido de la oportunidad), criticado y derivado hacia distintos
temas. Tenemos casi siempre libertad para penetrar en su vida o,
cuanto menos, en la intimidad de su obra. Estamos autorizados a
cuestionarlo públicamente en su presencia, a poner en duda sus
16. declaraciones, a explorar sus dudas y contradicciones como si alguien
nos hubiese investido de una autoridad representativa.
No somos amigos ni actuamos simplemente como dos personas
que sostienen un encuentro. Está sucediendo algo infinitamente
más complejo: la entrevistaperiodísticaesunintercambio
entredospersonas casy unascuantasinstituciones condicionan
físi que
subjetivamente conversación
la . El entrevistado habla para el periodista,
pero también está pensando en su ambiente, en sus colegas,
en el modo como juzgarán sus declaraciones la gente que
influye en su actividad y en su vida, y el público en general.
En el otro extremo, el periodista trabaja para un medio concreto
cuyas reglas debe tener en cuenta, estructura su diálogo
pensando en los lectores y no es indiferente al juicio de sus pares.
Nada más alejado, entonces, de los encuentros espontáneos.
Lo que gaadesplegar estrategiacuidadosa atendiendo
obli una que, a
la multituddepresiones operan eldiálogo odístico,notermine
que en peri
porfrustrarla posibilidad unaricaconversación.
de
El periodista debe trabajar duro para atenuar esas tensiones,
disminuir la comprensible paranoia de sus entrevistados y convertirse
para ellos en una persona confiable. Manipula sutilmente
la situación cuidando de no someter al entrevistado y alterar
su comportamiento (en ese caso, transmitiría una imagen
falsa) y se previene de las manipulaciones del sujeto. Es inevitable
que el entrevistado despliegue un juego de seducción —aun
cuando se presente como el sujeto más hostil— tratando de disminuir
la inquietud o directamente la sensación de peligro que
le plantea el periodista, y conseguir que éste se lleve la mejor
impresión. Por eso también es inevitable que desee transmitir
una imagen de coherencia en todos sus actos e ideas, y que, en
consecuencia, nosotros debamos explorar muchas veces en sus
contradicciones, en sus dudas y en las fisuras de su discurso para
sacar al verdadero sujeto a la superficie. Claro que sin creernos
pedantemente psicoanalistas.
JORGE HALPERÍN
24
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 24
17. A propósito, es útil esquematizar un poco y comparar la entrevista
periodística con el diálogo entre el psicoanalista y su paciente,
y entre el confesor y su fiel para advertir la confrontación
de intereses que tiene lugar en cada uno.
• El psicoanalista escucha a su paciente con el propósito de
transformarlo, le presta un servicio que éste ha buscado,
lo interrumpe poco, trabaja para él, le provee revelaciones
y establece un vínculo en el tiempo.
• El cura escucha a su fiel con el propósito de transformarlo
—lograr el arrepentimiento o la paz de conciencia—,
trabaja para él, le presta un servicio que éste ha
buscado, le provee revelaciones y está abierto a sus futuras
demandas.
• El periodista escucha al entrevistado, no trabaja para él
sino para un tercero (el medio, el lector), no le presta un
servicio que éste haya buscado, no se propone transformarlo
ni le provee revelaciones, no tiene tiempo ni está
abierto a futuras demandas del entrevistado, y las confesiones
las usará para otros.
Claro que el periodista aporta al entrevistado un bien que el
psicoanalista y el cura no están en condiciones de proveer a sus
interlocutores (ni éstos se lo piden): aumentarosencillamente
consolidarsupresencia ca
públi . Por eso los personajes se dejan interrogar
públicamente. No obstante, si el periodista se convierte
de esta manera en el empalme entre lo público y lo privado,
debe prevenir todos los cortocircuitos imaginables. En cierto
modo, su tarea consiste en anestesiar parte de la conciencia de
sus entrevistados —como veremos más adelante, este concepto
es opinable, pero es nuestro juicio— para que pierdan la ansiedad
y la angustia que pueden acompañar al acontecimiento dramático
que tiene lugar allí: estánformulando araciones serán
decl que
leídasoescuchadas milesdepersonas
por . Ahora bien, el
periodista sabe que debe suministrar un suave tranquilizante,
no un poderoso somnífero. Es necesario que el entrevistado
18. LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
25
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 25
consiga relajarse y dialogar sin presiones, no que olvide su responsabilidad
por lo que dice. De lo contrario, podríamos estar
traicionando sus confesiones privadas. Él debe saber perfectamente
que está hablando para un medio de circulación pública.
Lo que queremos decir es que no dirá nada trascendente en estado
de paranoia.
En este sentido, podemos exagerar un poco y decir que el
periodista es una suerte de hipnotizador que debe aplicar suaves
dosis de su medicina para que el diálogo se encarrile de manera
productiva.
De modo si hayuncampo elentrevistador puede ar
que donde no dej
dedesarrollarunamaestríaeseldelosvínculos . Si no es capaz
de lograr un buen rapport con sus personajes, es mejor que se
dedique a otra especialidad periodística y, aun así, probablemente
tendrá dificultades en este oficio.
JORGE HALPERÍN
26
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 26
2
Un abordaje práctico
Esquemáticamente, podríamos distinguir los tipos de entrevistas
en sus grandes variantes, según lo que busca el periodista
y según el grado de presencia del entrevistado, desde la forma
más personalizada hasta el anonimato:
• depersonaje ,
• dedeclaraciones (consultas e interpelaciones
al poder, a políticos, economistas,
funcionarios públicos o privados),
Entrevistas • deopinión,
• dedivulgación ,
• informativas ,
• testimoniales ,
• encuestas.
19. ¿Por qué ensayar esta forma de clasificación si muchas veces
las diferencias entre una y otra variante no son estrictas? —frecuentemente
se cruza lo testimonial con el personaje, lo informativo
con la declaración—. ¿Cómo podríamos plantear las diferencias
entre una y otra forma? En primer lugar, porque los
diferentes tipos de entrevistas plantean problemas diversos y estrategias
de trabajo específicas. La primera diferencia puede
plantearse por el elemento predominante en cada variante. Por
ejemplo, en las encuestas, en las que los consultados no interesan
casi por sus referencias particulares sino en tanto forman un
sector de opinión y una cantidad significativamente coincidente
en algo, se da la forma más impersonal de todas. Las pregun-
27
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 27
tas son absolutamente pre-hechas, no tienen que adecuarse al
entrevistado y en muy pocos casos se emplea la repregunta. Lo
que se requiere en esta variante es un diseño inteligente del
cuestionario para que las respuestas, que tienen la limitación de
apuntar a la cantidad y no poder profundizar en cada consultado,
den una información precisa, y para que al reunirlas en conjunto
nos aporten tendencias significativas e inequívocas. Como
se sabe, las preguntas de las encuestas buscan más información
concreta (“Asisto de mañana”; “Leo un libro por mes”) y voluntad
(“Me gusta”, “No me gusta”; “Estoy de acuerdo”; “Estoy en
desacuerdo”), en lugar de análisis, que es imposible de realizar
en los dos minutos asignados a cada entrevistado.
En todos los tipos de entrevistas hay un juego de confrontación,
pero este juego alcanza su punto máximo en las entrevistas
de personaje y las de declaraciones. En las primeras se
da un abordaje a la intimidad del entrevistado, a su manera de
pensar, a sus razones ocultas, sus debilidades, sus obsesiones y
contradicciones. Sin embargo, enlasdepersonaje en
tanto como
lasdedeclaraciones diálogo nosólola cooperación sujeto
el busca del
—comosucede lasencuestas,enlasentrevistasinformativas,de
en
divulgación enlastestimoniales—, sinoque én avanzar
y tambi debe
encontradeél. Es decir, en aquello que el entrevistado no muestra
20. voluntariamente o, incluso, desea ocultar. El funcionario o
político que realiza declaraciones es el entrevistado que calcula
en forma más consciente el efecto de cada una de sus palabras
y, por lo tanto, el menos espontáneo. La tarea de colarse
entre sus declaraciones para detectar la verdad y la de descifrar
el sentido de cada una de sus frases plantean un desafío enorme
para el periodista. En el caso del personaje, éste vibra en
sus momentos fuertes, pero también en los detalles, en lo cotidiano
y en lo excepcional. La entrevista alcanza su punto de
excelencia cuando consigue una aproximación intensa casi
hasta transmitir el aliento del sujeto.
Más adelante, examinaremos con detalle los problemas que
plantea cada variante.
En general,elperiodistay elentrevistado intereses stintos
tienen di
y, aveces,muypoco convergentes.Poreso,la construcción diálogo
del
sevuelve trabajo evadamente
un el artesanal. Por la compleja
JORGE HALPERÍN
28
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 28
estrategia y la delicada sensibilidad que demanda durante el encuentro
mismo, y por la enorme importancia que tiene el antes
y el después: la cuidadosa preparación de la entrevista y la tarea
crucial de editarla.
El primer paso del “antes” reside en la elección del entrevistado,
que puede estar en manos del periodista o venir ya determinada
por el editor. En cualquiera de las dos formas el entrevistador
debe actuar como si él lo hubiera elegido, y ser
consciente de por qué prefirió a ese sujeto. A continuación,
ofrecemos algunas razones para elegir al entrevistado:
Porque
• es un personaje famoso,
• es un personaje curioso,
• es muy representativo de algo,
• es clave en una circunstancia,
• está ligado a una noticia,
• es portador de un saber muy valioso,
21. • por el valor de sus ideas.
En este punto se juegan muchas de las chances de que la entrevista
resulte un éxito o no. En la buena elección del entrevistado
y en la inteligencia del plan de la entrevista. El periodista
debe ser perfectamente consciente de las razones por las que ha
sido elegido su entrevistado y, muy especialmente, de loque
espera
lograrconesaconversación :
• conseguir que haga una revelación inédita,
• llevarlo a formular una importante denuncia,
• mostrar un ángulo desconocido del personaje,
• lograr que el sujeto profundice en algo que ha llamado
la atención de la gente,
• producir con él una exposición fascinante sobre un tema
de interés público,
• obtener un retrato completo de su personalidad,
• exponerlo como un caso testigo.
LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
29
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 29
En el noventa y nueve por ciento de los casos recomendamos
no lanzarse a una entrevista improvisada. Es decir, agregar
durante la charla todas las preguntas que valgan la pena, pero
armar un cuestionario antes de sentarse con el sujeto. Ahora
bien, sólo cuando el periodista tiene claros los motivos de la
elección del personaje y lo que espera lograr de esa conversación
puede dar un rumbo inteligente a su cuestionario. Entonces
sí, con una sólida retaguardia podrá sentarse con toda naturalidad
frente al sujeto, explorarlo en busca de su nota e
improvisar todo lo que sea necesario.
Hemos hablado de una sólida retaguardia. ¿Qué es eso? A
mi modo de ver, unasólidaretaguardiaescontarcondiezbuenas
preguntas,unos ocuatro diferentes unfirmeconocimiento
tres temas y
delpersonaje .
El primer problema es definir qué es una buena pregunta. No
existe una clasificación universal, pero entre las virtudes que puede
22. tener una buena pregunta se cuentan el que sea clara, que provoque
información, que se haga cargo de una demanda colectiva
o que exprese las dudas de la gente si se trata de un personaje público,
que sea abierta (que no lleve simplemente a responder “Sí”
o “No”, a menos que sea indispensable), que permita profundizar,
que consiga explicaciones, que dé lugar a oposiciones (discutir
una afirmación), que busque lo nuevo, que invite al personaje
a usar imágenes y fantasías, que seleccione lo importante, que
piense en lo global y en los detalles, que atraiga anécdotas.
Hay mil ejemplos de preguntas que son maravillosas por
razones muy diferentes, aunque algunos de los valores de una
buena pregunta hay que buscarlos en los factores mencionados
más arriba.
Desde luego, hay que usar hasta el cansancio las famosas 5W
inglesas (en nuestro idioma, “qué”, “quién”, “por qué”, “cuándo”
y “dónde”) y la H de “how ” (“cómo”). En toda conversación
periodística se emplean, en un ochenta por ciento, estas preguntas clásicas,
que son como una verdadera locomotora que acarrea información
y también consiguen precisar los detalles, mientras que el resto de
la charla está compuesta de preguntas más elaboradas o específicas.
Las preguntas son portadoras de conjeturas, hipótesis, inquietudes
y perspectivas del mundo. Cuanto más ricas sean las
JORGE HALPERÍN
30
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 30
hipótesis que llevamos ante el personaje, más impresionados
estaremos de descubrir cosas que no había expresado en otras
entrevistas.
Las preguntas pueden agruparse en bloques de temas. Los
objetivos de una entrevista pueden girar alrededor de un asunto
central, sin embargo suelen traer más de un tema. Así debe
ser para que puedan transmitir la atmósfera de una conversación
—que siempre se desliza entre varios temas—, pero, sobre
todo, porque el periodista debe tener alternativas cuando el entrevistado
no muestra interés o no tiene nada valioso que decir
sobre el primer asunto que le expuso. Es muy común que, durante
23. la charla, el personaje esté muy poco inspirado con algún
tema que le proponemos (contesta nuestras preguntas con frases
convencionales o directamente con monosílabos) y, en consecuencia,
debemos buscar otros rumbos. Cuando hemos explorado
concienzudamente en su historia y en sus declaraciones
seguramente encontramos más de un tema que vale la pena tratar
con él. Y bien, la propuesta es que el cuestionario que hemos
armado antes de la entrevista transite por tres o cuatro temas.
En ese caso, difícilmente encontremos un sujeto al cual
ninguna de las alternativas inspire.
El tercer factor es el primero de todos, porque de él dependen
los núcleos de temas y las buenas preguntas: ungeneroso miento
conoci
delpersonaje,que obtiene untrabajo
se de riguroso archivo
de .
Existe una fuente complementaria al archivo para
investigar sobre el personaje. Las grandes entrevistas de la revista
norteamericana Playboy y las más recientes del mensuario
VanityFair , verdaderas joyitas de investigación, se han hecho
con infinidad de consultas previas a gente que conoce al personaje
para construir una verdadero relato antes de sentarse a dialogar
con él. Ésa es una fuente complementaria —desde luego
que no anula la importancia del archivo—, aunque muy pocas
veces puede encararse, por falta de tiempo o de interés del medio
en ahondar en la investigación.
Ahora bien, hay entrevistas que no requieren investigar
previamente al personaje —por ejemplo, las encuestas—, pero
sí el tema para poder diseñar un buen cuestionario. Hay entrevistas
en las que no se cuenta con el archivo, sencillamente
LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
31
La entrevista periodística 1/10/08 10:49 PM Página 31
porque no hay información sobre el personaje ni sobre el
tema, y tampoco encontramos textos en bibliotecas públicas o
privadas ni en instituciones ligadas al personaje, ni hay colegas
o académicos que nos brinden información (una penuria tan
extraordinaria de información es poco común, casi siempre
24. hay algún recurso a mano).
Descartado todo esto, aún tenemos muchas posibilidades de
encontrar información en Internet. En general, se suele acudir
primero a esta vía, pero se trata de un recurso que hay que usar
con extremo cuidado porque existe mucha información falsa o
no rigurosa circulando por la red.
La dificultad más común de todas se plantea en innumerables
notas en las que no nos dan tiempo para consultar el archivo
ni construir buenas preguntas ni armar núcleos de temas.
Hay que hacer la entrevista ya mismo. Una manera de prevenir
nuestro desamparo es tratar de tener un adecuado conocimiento
de los temas y personajes por los que transitamos habitualmente,
aunque estemos en secciones tan imprevisibles en materia
de temas como información general o en revistas de
interés general. Siempre hay una cierta tendencia a trabajar sobre
determinados temas y personajes. Pero, es cierto, aun en
este caso hay miles de notas con temas y personajes completamente
nuevos para nosotros. Planteadas así las cosas, siempre
habrá por lo menos un tiempo de viaje o de espera del personaje
en el cual se puede diseñar una mínima estrategia. En primer
lugar, tenemos que trabajar alrededor de una cuestión: ¿qué necesita
saber el lector/oyente sobre esta nota? De inmediato, nos
ponemos a escarbar con el equipo básico: las valiosísimas 5W ,
que nos garantizan, de movida, un buen caudal de información.
Lo ciertoesque buena
una retaguardia,loque nuestrajerga
en
llamamos buen
un background, escomo anotayaresuelta(difícilmente
medi
unaentrevistaque deunasólidapreparación a
parte previ
resulteunestruendoso
fracaso) . Sin embargo, cuando durante la
conversación aparecen vetas inesperadas, hay que tirar el equipaje
por la ventana y escuchar con los oídos bien atentos y la
mayor flexibilidad.
La mayoría de las conversaciones de la gente —y la periodística
no es una excepción— son dispersas y saltan de tema en
JORGE HALPERÍN
32
La entrevista periodística 1/10/08 10:50 PM Página 32
25. tema. En nuestro caso, el entrevistado se entrega y nosotros
guiamos. Hay que permitir la dispersión porque es indispensable
para garantizar un clima sereno y predisponer al entrevistado
a las confesiones, pero en todo momento estaremos atentos
a nuestros objetivos para evitar que todo termine en un
caos absoluto y en un trabajo estéril. Cuando periodistaqueda
el
atrapado la anarquíadeldiálogo,luego encuentraconque,en
en se
losmejores es la charla,noshemos
pasaj de quedado profundizar
sin
asuntos ave.
cl
Si existe una tensión en todo diálogo periodístico es, como
decimos, en las entrevistas de personaje y en las de declaraciones,
cuando se incluye un poco de “sangre” (preguntas que molestan,
presión máxima del interrogatorio, juegos de evasión y
captura, cuestionamientos al sujeto, puesta en evidencia de sus
contradicciones, diálogo comprometido).
La entrevista no es una tarea para personas débiles que necesitan
ser queridas por todo el mundo. Pero tampoco, por supuesto,
es un oficio de insensibles —¡Dios nos guarde!—.
Una buena entrevista es el resultado de haber conseguido
un delicado equilibrio para acercarnos lo suficiente al sujeto,
guardando, al mismo tiempo, las distancias. Cualquier persona
a la que consultan sus opiniones procura normalmente causar
una buena impresión y esbozar un discurso coherente, disimulando
sus contradicciones. Por eso, como entrevistadores debemos
cuidarnos de quedar atrapados en la telaraña de su discurso
seductor. Entregarnos ingenuamente a sus palabras traería el
riesgo de construir una nota empalagosa. Pero colocarnos el
traje de amianto y desconfiar hará que el vínculo se vuelva frío
o difícil, y el resultado será anodino. Quizá la mejor fórmula sea
dejarse fascinar por el personaje sin olvidar que estamos haciendo
una nota.
La entrevistaes,entonces, artedelvínculo.
el
El entrevistado no es el único mago que despliega todos sus
trucos y sortilegios, esperando ganar la benevolencia de su interrogador.
Como señalábamos más arriba, el periodista debe
ser capaz, en cierto modo, de ejercer la hipnosis, una palabra
26. que rechaza el brillante entrevistador Bernard Pivot, estrella de
la televisión francesa (véase la entrevista a Pivot). Sin embargo,
LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
33
La entrevista periodística 1/10/08 10:50 PM Página 33
con todos los riesgos que eso tiene, reivindicamos para el periodista
una cierta habilidad para atenuar muy delicadamente la
tensión del personaje: antes que nada, para calmar la natural paranoia
del entrevistado (“¿Qué clase de sujeto es éste que me
hace tantas preguntas?”, “¿Qué estará pensando de mí?”, “¿Qué
hará con mis declaraciones?”, “¿Las deformará?”, “¿Qué trampas
me prepara?”, “¿Cómo reaccionarán Fulano y Mengano, la
gente en general, cuando lean lo que he dicho?”).
Una gran cantidad de los entrevistados ha tenido experiencias
francamente malas con la prensa —ya sea porque deformaron
sus declaraciones o porque subrayaron algunas y omitieron
otras—, y otras experiencias que ellos consideran malas —sólo
porque no han escrito lo que les hubiera gustado—. De modo
que, mirado desde cierto ángulo, la entrevista periodística es
una sorda lucha por el control del micrófono. Lucha desigual,
en fin, porque la última palabra la tiene el periodista. Eso es lo
que alimenta la paranoia del entrevistado y, en consecuencia,
demanda de un periodista de oficio la habilidad para hipnotizarlo.
Se tratadesuavizarparaelsujeto delicada
la circunstanciaque
estáviviendo: estásiendo nado icamente que que
que exami públ y lo
dice loque aseráexpuesto juiciodemilesdepersonas
y call al . Ha concedido
la entrevista porque es parte del precio que debe pagar
por la celebridad o por el cargo que ejerce, y porque desea la
notoriedad. Pero teme.
Su interlocutor, el periodista, no es un perverso manipulador.
Debe obrar de buena fe. No obstante, necesita crear un clima
propicio de confianza para que la conversación fluya sin inhibiciones,
y lo hace con su honestidad, aunque también con la
estrategia necesaria para tranquilizar al personaje. Convertirse
paraélenunafiguranopeligrosa quiensepuede
ante sincerar.
Este proceso de tranquilizar al personaje es, desde luego, infinitamente
27. más sencillo en la prensa escrita que en las entrevistas
de radio y televisión, como veremos en detalle en otro capítulo
de este libro. El periodista gráfico puede crear una
extraordinaria intimidad con su personaje —aunque esto también,
como veremos, encierra sus peligros—, en tanto que el de
radio y TV se encuentran en un estudio frente a decenas de técnicos,
locutores y asistentes, y, sobre todo, escuchan la respira-
JORGE HALPERÍN
34
La entrevista periodística 1/10/08 10:50 PM Página 34
ción del público, que ve y oye al instante lo que dice el personaje,
observa su rostro, percibe las inflexiones de su voz y espera
que el periodista no sea complaciente con él. La consigna de
tranquilizar al personaje es igualmente indispensable en muchas
de las entrevistas de radio y TV, pero las posibilidades son menores.
Y otra gran cantidad de entrevistas, las que hemos caracterizado
como de declaraciones (políticas, económicas, de funcionarios
en general) son “a cara de perro”: un juego muchas
veces crudo de confrontación en el que no tiene sentido tranquilizar
al personaje, sino interpelarlo, confirmeza honestidad
y ,
en nombre de la opinión pública para que responda y explique.
Aclaremos lo de “cara de perro”: no estamos diciendo que el periodista
debe dar rienda suelta a su hostilidad hacia el personaje.
En ese caso, lo va a tratar arbitrariamente, algo a lo que no
tiene derecho; él no está para juzgar al sujeto sino para obtener
información. Debe avanzar con sus preguntas en forma respetuosa
pero firme.
Volviendo a ese otro conjunto de entrevistas que no son un
puro juego de confrontación, ¿cómo lograr la intimidad con el
personaje? Además de nuestra buena fe y de haber alcanzado un
generoso conocimiento del sujeto y de su obra, debemos respetarlo
como persona, escucharlo con atención, confesar nuestras
ideas siempre que no vayan a influir demasiado sobre el discurso
del personaje (no olvidar que en muchísimos casos él puede
mostrarse muy de acuerdo con su interrogador sólo para halagarlo
28. y conseguir que transmita la mejor de las imágenes). Entonces,
se trata de confesar algunas de nuestras ideas con sobriedad,
principalmente con el objeto de disminuir el misterio
que representamos para el entrevistado.
Aun en el caso de la entrevista gráfica, donde no hay terceras
personas en el cuarto en que están sentados periodista y entrevistado,
el lugar está poblado de fantasmas. Como lo puntualizamos
al principio, en la mente del personaje está presente el
juicio inmediato de su entrevistador y del medio que representa,
lo que pensarán las autoridades de la institución en la que actúan
él y sus colegas, el saber oficial del cual él es portavoz, el
“qué dirán” de sus subordinados, sus fans , el público en general.
No dejan de preocuparle todos esos fantasmas cada vez que
LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
35
La entrevista periodística 1/10/08 10:50 PM Página 35
abre la boca para responder. Y el periodista también tiene los
suyos: el medio en que trabaja, sus jefes y sus colegas, el público
en general. Poreso,paraconseguirunaconversación day bastante
flui
espontánea,elperiodistadebe egar granhabilidad
despl una que
hagaolvidar—aunque lostengapresentes— todos factores
él esos de
controlsocial.
El entrevistado célebre, absolutamente entrenado frente a
las preguntas, es el más consciente de la presencia de aquellos
fantasmas, aunque muchas veces su lugar público está tan afianzado
que contesta sin temores. Y el entrevistado ignoto, sin experiencia,
es muchas veces el menos consciente de los fantasmas
y suele contestar en forma ingenua, sin calcular los efectos. En
el medio de los dos está el grupo más numeroso de los entrevistados
con relativa experiencia, sujetos que no son demasiado ingenuos
pero tampoco calculan el efecto de cada respuesta.
Los tres grupos plantean dificultades: el primero, el de los
hiperentrevistados, ofrece menos márgenes al entrevistador
cuanto menos conocido sea como periodista y menos influyente
sea el medio al que representa. Es más renuente a aceptar la
entrevista; si la acepta, le concede menos tiempo, y es menos tolerante
29. con ciertas preguntas, a las que, incluso, en ocasiones
juzga negativamente o directamente rechaza. Ésta es una experiencia
bastante frecuente para los periodistas jóvenes. Es cierto
que en ocasiones el personaje famoso actúa más confiado y
solidario precisamente cuando el periodista es joven. Es decir
que, en muchos casos, ser joven puede constituir una ventaja,
como veremos más adelante. Pero en la mayoría de los casos la
relación inversa —más célebre el personaje, menos conocido el
periodista y el medio— reduce los márgenes para que el entrevistador
pueda desarrollar su estrategia.
En éstos se vuelve más recomendable que nunca un profundo
conocimiento previo del personaje —en parte, porque puede impresionarlo
muy favorablemente y doblegar su resistencia, además
de ser imprescindible para lograr una buena entrevista—.
En el otro extremo, los entrevistados sin experiencia con la
prensa frecuentemente son ingenuos, balbuceantes al principio
aunque más tarde muy proclives a confundir la situación con
una charla confidencial. Pierden la noción de que aquello que
JORGE HALPERÍN
36
La entrevista periodística 1/10/08 10:50 PM Página 36
dicen tiene la importancia de una declaración, y por eso pueden
sorprenderse mucho de ciertas frases que ellos olvidan haber
formulado y que el periodista capturó como una mosca durante
la conversación y puso en letras de molde. Tampoco calculan
la gravedad que cobra un comentario cuando es publicado. Con
este tipo de personajes inexpertos la situación para el periodista
se asemeja un poco a la de lidiar con un chico. “A veces tengo
reacciones
infantiles,mepongo hablarconlosperiodistasy nomido
a
lasconsecuencias ”, confesó el arrepentido futbolista argentino
Diego Latorre luego de haber desatado una ruidosa polémica
con Diego Maradona al dar a entender que el ex entrenador Alfio
Basile no lo convocaba a integrar el Seleccionado porque el
ídolo estaba celoso de él. Y, aunque Latorre tiene mucha experiencia
con el periodismo, y, de hecho, ha “regalado” varios títulos
30. que perduraron en el tiempo, como aquello de que “Boca
es un cabaret” en los tiempos en que Maradona y Caniggia parecían
manejar a voluntad al entonces entrenador Bambino
Veyra, se le puede creer. El problema no es sencillo: es que, aun
cuando el personaje ha sido informado de que se trata de una
entrevista para los medios, el periodista puede advertir cuándo
es ingenuo y, si se trata de alguien inexperto, debe ser cuidadoso
con la difusión de sus declaraciones. No estamos diciendo
que abandone ese material para que el sujeto no tenga problemas.
Todo depende de cuán vital sea la información recibida
para develar un tema. Pero hay muchos casos en que una confesión
rimbombante, aunque no demasiado útil, es difundida
sin escrúpulos, y el único efecto que consigue es crearle serios
problemas a nuestro entrevistado.
En cuanto a las confesiones delicadas del grupo más numeroso
de los entrevistados con considerable experiencia con la
prensa, nuestro compromiso alcanza al punto en que estemos
seguros de que el personaje es perfectamente consciente de que
el periodista usará ese material. Si se trata de un asunto muy delicado,
y tenemos la impresión de que el sujeto cree que lo que
acaba de decir no va a ser divulgado —sólo en ese caso—, advirtámosle
que vamos a usarlo.
Desde que vamos pasarnos
luego no a recordando cada
a momento
dela conversación setratadeunaentrevistaperiodística.
que
LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
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3
El lector portátil
Hablamos más arriba de los fantasmas que acompañan al
periodista y su entrevistado. El más importante de ellos es el
lector. Más que un fantasma, se trata de un ángel de la guarda
encargado de velar por que nuestro texto llegue a destino. Ante
cada frase que escuchamos y cada pregunta que formulamos, es
indispensable que se active en nuestra mente la imagen del lector,
en el sentido de formarnos una idea de:
31. • qué desea saber,
• qué conoce, qué ignora,
• cuál es su genuino interés (más allá de su deseo, qué beneficia
su interés objetivo),
• cuánto puede procesar de lo que dice el entrevistado,
• cuánto le interesa,
• desde qué ángulo abordará el tema.
Estamos hablando, desde luego, de un lector conjetural para
el cual nos formulamos esas preguntas de incierta respuesta.
Podemos equivocarnos en las ideas que nos formamos sobre el
lector, pero si trabajamos las preguntas y escuchamos las respuestas
con la mente puesta en esos ejes, probablemente estemos
a salvo de que la entrevista se convierta en una charla de
iniciados que, por ser incomprensible, deja afuera al lector, y
consigamos despertar su curiosidad, su interés y su posibilidad
de leernos.
Los diarios y las revistas, especialmente en sus secciones de
política, economía, cultura y ciencia, en las que hay materias de
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alta especialización o se requiere de un background informativo
que el lector no tiene por qué tener, están llenos de entrevistas
en las que resulta imposible avanzar desde las mismas preguntas.
Muchos egas anlaspreguntas
col formul pensando impresionar
en
al entrevistado asuscontactos alizados olvidanla responsabilidad
o especi y
deguiaral lectorenunasunto ejo.
compl No sólo la pregunta
debe ser lo más clara y concisa posible, sino que la transcripción
de las respuestas no debe abundar en sobreentendidos (razón de
más para pedir todas las aclaraciones del caso durante la charla,
dejando a un lado el prurito de que el entrevistado pueda pensar
que somos infradotados o ignorantes). Cuando descuidamos
estas reglas, el resultado esperable es la indiferencia del lector.
Una consigna de hierro: nodarporconcluida entrevistasin
la
estarseguros que obtenido aquellainformación ca
de hemos toda bási
que puede ausente esanota
no estar en . Nos referimos, desde luego,
a los datos esenciales acerca de quién es el personaje, aquellos
32. de su biografía que requiere la nota, los otros que informan
sobre su autoridad política, intelectual, artística, etc., o sobre las
razones que lo vuelven importante en nuestra nota. Pero también
debemos consultarnos antes, durante y al final de la charla:
“¿Qué es lo que no puede faltar en esta nota?”.
Llega el turno del “despues”: la entrevista está grabada y
hay que editarla, es decir, transformarla en un material periodístico.
Las reglas del artesanado periodístico indican que, en
materia de prensa escrita, lo más conveniente es producir una
desgrabación completa de la charla. Disponiendo del tiempo
necesario, el escribir la entrevista a medida que se va desgrabando
es la forma más inorgánica y menos aconsejable de hacerlo.
El periodista debe tener la charla completa en su cabeza
y en un lugar visible para decidir cuáles son sus pasajes más importantes,
cuáles los más vibrantes, cómo va a balancear los
momentos de mayor intimidad con los más duros, qué le sobra
de toda esa charla, cómo jerarquiza y ordena el diálogo. Como
dijimos más arriba, la mayoría de las conversaciones son dispersas
y sobrevuelan diversos temas. Pero el texto no puede
imitar ese caos, los balbuceos, las reiteraciones y las idas y venidas.
Escribir la entrevista al paso que avanza el grabador supone
no tener la visión global del diálogo, extenderse demasia-
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do en algo que es menos importante, privarse del espacio que
se necesitará para otro pasaje fundamental, no regular el texto
y encontrarse con que se han completado las cincuenta, cien o
doscientas líneas asignadas sin que entraran muchas de las declaraciones
más valiosas.
Desde luego que hay infinidad de ocasiones en que no disponemos
de tiempo para desgrabar y luego escribir. La entrevista
se hizo el mismo día de cierre. En esos casos, todo lo que
se haga para retener una visión global del diálogo —siquiera escuchar
la grabación completa sin desgrabar, sólo tomando
33. apuntes— ayudará a acercarse al mejor resultado posible.
Lo cierto es que, si se trabajó bien en el “antes” y el “durante”
de la charla, probablemente el periodista se encuentre con
que tiene más material que el que puede utilizar. Carlos Ulanovsky
sostiene que, en realidad, hay más de una nota en cada
reportaje. En esa línea, se trata de elegir cuál de las notas posibles
se escribirá con esa información. Desde luego que se puede
incluir más de un tema en el texto, a condición de que no alteren
el sentido de unidad que éste debe mantener. Vale decir
que, más allá de los temas por los que incursione, el texto requiere
un hilo conductor, un eje alrededor del cual desarrolle
hipótesis, explicaciones y declaraciones, un “alma”. La tareadel
redactor encontrarelalmadesureportaje.
es Muchas veces, ese espíritu
se atisba durante el encuentro con el entrevistado; en muchos
otros casos, recién lo descubrimos al leer la desgrabación.
Si el trabajo previo y el vínculo han sido buenos y la suerte
nos acompañó —o si simplemente la suerte nos acompañó, lo
cual es mucho más incierto—, probablemente consigamos algo
de lo que señalábamos más arriba acerca de lo que esperábamos
encontrar. El alma de la entrevista apareció en:
• una personalidad muy definida o un fuerte rasgo de ella,
• una gran denuncia,
• una revelación conmovedora o curiosa sobre la realidad,
• un mensaje muy claro,
• una vigorosa idea central,
• una conversación atrapante.
JORGE HALPERÍN
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El alma de la entrevista puede estar también en otro lado.
Pero lo cierto es que, cuando la hemos detectado, podemos proceder
a articular las partes del diálogo en relación con ese eje.
Ahora bien: la entrevista escrita no puede ser una copia fotográfica
de lo que fue la conversación. Otra vez polemizamos con
nuestro colega Bernard Pivot, quien sostiene que el periodista
34. gráfico graba una hora para utilizar sólo un cuarto de hora de la
conversación, “y eso es un engaño”. Pivot, como lo veremos más
adelante, prefiere mostrar la entrevista en bruto, dejar al desnudo
la naturaleza de la charla, aun a riesgo de resultar aburrido. Su
punto de vista hay que entenderlo en el contexto del medio televisivo,
aunque nosotros sostenemos que todo diálogo tiene desmayos,
balbuceos e infinidad de reiteraciones y es poco probable
que el lector esté interesado en cada accidente del diálogo.
En una charla periodística las buenas ideas, las más bellas
imágenes y metáforas no fluyen a cada instante. Emergen al calor
de la conversación, llevan tiempo de hornearse en la mente
hasta que se manifiestan. Hay que escuchar mucho para conseguir
lo mejor, pero al ofrecérselo al lector es necesario sintetizar.
Una larguísima parrafada sin preguntas quita ritmo al texto;
es necesario introducir preguntas que no se formularon
durante la charla, siempre y cuando guarden coherencia con lo
que se dijo y no hagan aparecer al entrevistado como omitiendo
la respuesta, contestando pobremente (debemos plantearnos
lo siguiente: en el caso de que esa pregunta agregada se la hubiéramos
formulado durante la charla, ¿no se habría inspirado
más?) o careciendo de ideas. La dificultad del entrevistador para
precisar determinadas preguntas, por lo complejo del tema, traducida
en palabras escritas es abrumadoramente tediosa. Nuevamente
hace falta abreviar, seleccionar y mejorar la pregunta.
Es que el texto escrito tiene leyes distintas de la conversación
oral. Si la voz y la imagen poseen el encanto de lo instantáneo,
de la atmósfera, de la sensualidad de un sonido, del silencio,
de la expresividad de un gesto o una mirada, el texto escrito
tiene, en cambio, la delicadeza de algo pulido, la contundencia
de la letra, su carácter definitivo, su cadencia, su apelación a
imaginar, la facilidad de poder detenerlo y volver atrás cuantas
veces se desee, la libertad de tomarlo a cualquier hora.
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35. Una desgrabación tiene más palabras que las necesarias (balbuceos,
reiteraciones, medias palabras) y menos información de
la que hace falta (no trae los gestos, los climas, la modulación
de la voz, los énfasis, la elocuencia de los silencios).
La charla escrita no tiene la ayuda de lo visual y del sonido.
Debe reconstruir el halo que irradia una personalidad, las sensaciones,
la tensión y la intimidad. Poreso escrituraesreescritura.
la
Una recomendación posible para el trabajo con el texto de
la desgrabación, asumiendo que cada entrevistador elige su
método, es elaborar un índice temático de la charla. Una vez
que se han definido los ejes de la entrevista puede resultar útil
diseñar el itinerario que va a seguir el texto (empieza con determinada
pregunta, que va a llevar la charla en tal dirección;
luego deriva hacia tal otro tema conversado; debe cruzar por
aquel otro pasaje para cerrar con este otro tema). Armado el
itinerario, se tiene una cierta impresión acerca de si, expuesta
de tal modo, la charla va a ser una sensible reproducción del espíritu
de la entrevista o si lo traiciona. Para ello, al elaborar el
índice temático, el uso de palabras-guía junto a cada respuesta
o par de respuestas nos ayuda a fijar los conceptos y nos permitirá
localizar rápidamente cada pasaje al escribir la nota. Al
cabo del trabajo de fichado, el contenido de cada hoja de desgrabación
estará marcado por tres, cuatro o cinco palabrasguía
y dispondremos de un índice temático que nos hará más
fácil la tarea de diagramar el más conveniente “recorrido” del
texto. En lo personal, por una combinación singular de razones
prácticas y razones primitivas, me sirve el utilizar resaltadores
de distintos colores para distinguir los párrafos más valiosos de
la charla. El uso de resaltadores de colores me sirve en parte
para sobrellevar el tedio de los textos de desgrabaciones y discriminar
rápidamente las declaraciones. Pero las variantes de
trabajo son muchas, y nada indica que la que me es útil sea la
más adecuada para cada redactor.
La transcripción del diálogo toma distintas formas. Para los
36. norteamericanos e ingleses no es tan habitual el uso de la fórmula
pregunta-respuesta, sino el excerpt (extracto). Se trata de
la entrevista narrada o, dicho de otro modo, de una nota glosada
que, con un tono más literario, explora al personaje desde
JORGE HALPERÍN
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una posición subjetiva, lo retrata, describe su lugar y sus cosas y,
cada tanto, incluye pasajes del diálogo o conceptos del personaje
entre comillas. Está planteada mucho más abiertamente desde
la visión subjetiva del periodista, lo que no significa que sea
un documento menos veraz que la nota escrita como preguntarespuesta.
Sucede que para los ingleses la “objetividad” no es el
valor supremo. Se trabaja con la convicción de que el periodista
actúa en forma honesta y se confía en que una sana visión
subjetiva sea un camino válido para acercarnos a la verdad.
LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA
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37. http://carlosagaton.blogspot.com/2010/06/manual-de-la-entrevista-periodistica.html
La entrevista nació y se expandió en el siglo pasado, cuando el periodismo informativo
se iba desarrollando.
Sin embargo, cuenta con un arraigo más antiguo y profundo: fija sus bases en la
conversación, en las interrogaciones que el discípulo dirige a su maestro en los diálogos
literarios y en los ficticios que se divulgan a través de la prensa… Cuando éstos se
hallaban en decadencia se produce la irrupción de los diálogos reales, acogidos desde el
principio con simpatía, pues el lector necesita saciar la curiosidad respecto a lo que
sucede en su entorno, sobre todo en lo que atañe a las personas que se mueven a su
alrededor.
• Un género periodístico.
• Relación con la literatura.
• Clases de entrevista.
• Declaraciones.
• Personalidad.
• Semblanza.
• Cuestionario fijo.
• Fingida.
• Encuesta.
• Proceso de realización.
• Preparación.
• Ejecución.
• Escritura.
• Notas sobre los entrevistados.
• Normas y principios éticos.
• Extensión a la radio y la televisión.
http://recursos.cnice.mec.es/media/prensa/bloque4/pag6.html----buscar