1. MODO DE EMPLEO Y DOSIFICACIÓN
Plantas en maceta 120 gramos cada mes
Plantas perennes de
jardín
40 gramos por planta cada mes *
Trasplantes
Frutales: 1.5 kg
Arbustos: 0.5 a 2 kg según tamaño
Plantas: 60 grs.
Setos y arbustos
ornamentales
1.5 kgs. por año
Césped
En la siembra 500 Kgs por 1000 m2 . Mezclado con las
semillas.
Abonado anual 200 kgs por 1000m2.
Aplicar a voleo
Semilleros 80% sustrato y 20% Humus
Hortalizas 40grs por semilla al plantar
Cultivos Hortícolas
2 kg. por por metro cuadrado
Barbechar el terreno a la profundidad que requiera el cultivo a sembrar.
Regar un poco la superficie para humedecer el terreno.
Distribuir el humus de manera uniforme sobre toda la superficie del
terreno.
Regar abundantemente el humus distribuido.
Una vez aplicado deberá regarse de acuerdo con las necesidades del tipo
de planta o cultivo.
* 40 gramos de producto equivale a un puñado, por tanto, al aplicar 120 gramos en
una maceta deberá incorporar 3 puñados de humus en su maceta.
Estas dosificaciones son orientativas, y es importante que usted sepa que nunca
quemará la planta por muy excesiva que sea la dosis. En los abonos químicos si la
dosis no es exacta en su aplicación que es lo que sucede
normalmente, puede acarrearle problemas, mientras que si usted se excede en la
dosis de humus, no existe ningún problema con la planta. Como mucho usted estará
derrochando muy poquito dinero.
Insistiendo en los abonos químicos su diferencia con abonos orgánicos como el
humus es que fertilizan a la planta, la nutren, pero no mejoran la tierra. Los abonos
químicos funcionan como un antibiótico, le curan la enfermedad, pero no dejan
actuar a las defensas del cuerpo, por el contrario le dejan secuelas secundarias.
También debe considerar que su aplicación en la mayoría de los casos dependerá
de las condiciones del suelo. Cabe señalar que siendo el humus un fertilizante
orgánico puede aplicarse sin perjuicio en cualquier período, para obtener el máximo
rendimiento puede tener en cuenta realizar las aplicaciones después de la cosecha y
antes de la floración.
2. Como ha podido comprobar no existe por tanto una fórmula general de abonado, ya
que existe una gran cantidad de factores de influencia, como pueden ser, tipo de
suelos, disponibilidad y tipo de agua, … Por tanto aconsejamos que su experiencia
particular sea su propia guía pudiendo ser benévolo en su dosificación. Para
cualquier duda póngase en contacto con nosotros y le atenderemos gustosamente.
La cantidad a incorporar en uno u otro caso dependerá de los análisis químicos de la
tierra y del humus.
Al abonar un suelo se le restituye o se mejora su fertilidad mermada porque las
raíces han absorbido de él continuamente sustancias nutritivas. Es necesario aportar
al suelo de modo regular la misma, cantidad de elementos sustraídos e incluso algo
más para compensar la fuga de nutrientes consumidos por las malas hierbas. Los
principales elementos que se han de reponer, además del carbono y el oxígeno, son
el nitrógeno, el fósforo y el potasio.
Incompatibilidades, estacionalidad.
Otros datos a tener en cuenta sobre nuestro humus:
Es uno de los pocos fertilizantes orgánicos naturales, carece de cualquier tipo de
toxicidad y es el único abono orgánico con flora bacteriana (40 a 60 millones de
microorganismos por c.c.), capaz de enriquecer y regenerar las tierras.
Es el fertilizante orgánico por excelencia, un producto que sale del tubo digestivo de
la lombriz y procedente de estiércol animal de la mejor calidad, enriquecido
posteriormente en su elaboración con materia orgánica antes de ser proceso por las
lombrices. Cuando hablamos de abonado y fertilización, nos referimos a la
incorporación de materia orgánica y/o nutrientes minerales. Pero abonar no es lo
mismo que fertilizar. Al fertilizar mejoramos las propiedades del suelo para
aprovechar al máximo la aplicación de los nutrientes contenidos en los abonos. Esto
quiere decir que usted puede compatibilizar la utilización del humus con cualquier
otro tipo de abono orgánico o químico, con lo que obtendrá unos mejores resultados.
Los ácidos resultantes de los procesos de degradación de la materia orgánica,
disuelven parte de los productos minerales del suelo y los hacen aprovechables para
la nutrición de las plantas. La acción microbiana favorece la desaparición del efecto
residual de la aplicación de herbicidas y otros productos fitosanitarios. El nitrógeno
contenido en el nuestro humus, se encuentra en forma asimilable por las raíces, con
la ventaja de ser retenido en la capa cultivable del suelo, evitando ser arrastrado por
las aguas de lluvia o de riego a capas may profundas fuera del alcance del sistema
radicular. La modificación que produce en la población microbiana del suelo, la hace
muy apta para fijar el nitrógeno atmosférico.
También reduce la necesidad de pesticidas químicos,. Al producir plantas saludables
que son menos susceptibles a plagas de insectos, enfermedades y heladas.
La modificación de las características físico-químicas del terreno, hace que se
incremente el grado de disponibilidad del fósforo y potasio para la planta. El humus
incorpora al terreno microelementos (cobre, manganeso, cinc, magnesio, hierro,
boro, etc.) que son muy necesarios para la actividad y desarrollo vegetativo de las
plantas.
3. El humus reduce la erosión y mejora la estructura del suelo: los suelos arenosos
retendrán mejor el agua, mientras que las arcillas desaguaran más rápido. El mejor
drenaje permite al agua fluir a capas más profundas, en vez de encharcar la
superficie y correr por la línea de pendiente. También ayuda al crecimiento de las
raíces que retienen el suelo.
Al aumentar la retención hídrica de los suelos, disminuye el consumo de agua en los
cultivos. Por este motivo, además de sus propiedad como fertilizante, se emplea
para disminuir el alto consumo de agua que presentan algunas instalaciones.
INCREMENTA PUES, LA DISPONIBILIDAD DE NITRÓGENO, FÓSFORO,
POTASIO , HIERRO Y AZUFRE, LA EFICIENCIA DE LA FERTILIZACION,
PARTICULARMENTE DEL NITRÓGENO. ESTABILIZA LA REACCION DEL SUELO,
DEBIDO A SU ALTO PODER DE TAMPÓN, INACTIVA LOS RESIDUOS DE
PLAGUICIDAS, DEBIDO A SU CAPACIDAD DE ABSORCIÓN E INHIBE EL
CRECIMIENTO DE HONGOS Y BACTERIAS QUE AFECTAN A LAS PLANTAS.
MEJORA LA POROSIDAD, Y POR CONSIGUIENTE LA PERMEABILIDAD Y
VENTILACIÓN. REDUCE LA EROSION, CONFIERE UN COLOR OSCURO AL
SUELO, AYUDANDO A LA RETENCION DE ENERGIA CALORÍFICA.
ES FUENTE DE ENERGIA E INCENTIVA LA ACTIVIDAD MICROBIANA.
AL EXISTIR CONDICIONES OPTIMAS DE AIREACIÓN, PERMEABILIDAD, PH Y
OTROS, SE INCREMENTA Y DIVERSIFICA LA FLORA MICROBIANA.
UTILIZACIÓN EN ALMACIGOS. Se obtiene una rápida germinación de las semillas y
un crecimiento sano y acelerado de los plantines.
UTILIZACIÓN EN TRANSPLANTES. Evita el “shock” del trasplante. La planta llega a
plena madurez antes, sus flores son muy coloreadas y perfumadas, y sus frutos son
más coloreados y enriquecidos en azúcar y vitaminas.
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Salvador Salguero