1. JANO
Sobre la calidad total en la educación,
un accionar que nos atañe a todos
Comentarios al texto ¿Es la gestión de calidad total en
educación un nuevo modelo organizativo?,
de Pablo Joel Santana Bonilla (Universidad de La Laguna)
MÁRYURI GARCÍA GONZÁLEZ
RUBENIA AZCUY HERNÁNDEZ
ESTHER MARÍA TORRES CORDERO
Universidad de Pinar del Río, Cuba
En este texto Santana Bonilla hace un análisis del surgimiento y evolución del concepto de calidad
total y cómo este es insertado desde la empresa en las instituciones educativas; considerando que la
calidad es la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes. Aborda además cómo la Gestión
de la Calidad Total (GCT) es exportada del sector privado al sector estatal de educación, incluso sin tener
resultados fehacientes que demuestren sus potencialidades reales.
Partiendo de un análisis de diferentes autores que tratan la temática tanto desde el punto de vista
productivo como educativo, Santana Bonilla reconoce la incoherencia, aun presente, entre ambos conceptos
en los diferentes ámbitos, aunque centra más sus argumentos en la esfera económico-productiva, dejando
el sector educacional un tanto sin fundamentar.
Basándose en la idea de que la GCT permite orientar los análisis sobre las causas de la ineficiencia
de lo público y sus posibles soluciones, explica cómo se produce la transferencia de un sector al otro, para
ello utiliza una serie de citas de autores autorizados en la materia, pero no emite sus propios juicios o
experiencias sobre el tema.
Santana Bonilla asume que la esencia de la calidad total consiste en la aplicación reiterada del
mismo procedimiento hasta conseguir el objetivo propuesto. No obstante, creemos que la eficacia del éxito
no estriba en la reiteración de la aplicación del procedimiento, sino en el camino, la vía para llegar a ese fin,
es decir la sistematización del proceso y el resultado, ya que el ciclo (planificación, organización, ejecución,
control, corrección y reevaluación del resultado), se gana si se hace un buen diagnóstico de lo que se tiene y
se pronostica lo que se quiere lograr, a través de planes o estrategias se lleva a la práctica lo planificado y se
verifican los pronósticos o resultados y al unísono se evalúa el procedimiento. En esto estriba la calidad de la
gestión educativa.
Revista Iberoamericana de Educación
ISSN: 1681-5653
n.º 45/1 – 25 de enero de 2008
E DITA : Organización de Estados Iberoamericanos
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI)
2. Máryuri García González, Rubenia Azcuy Hernández y Esther María Torres Cordero
El autor toma en consideración lo planteado por Gento Palacios en 1996; quien aplica un modelo de
calidad total teniendo en cuenta el producto educativo, la satisfacción de los alumnos y profesores, el impac-
to educativo, la disponibilidad y gestión material y de recursos humanos, la metodología educativa, el diseño
de estrategias curriculares y el liderazgo educativo.
En este modelo, tomado en consideración por Santana Bonilla, no se tienen en cuenta los elementos
afectivos y volitivos del proceso, teniendo estos especial significación en los procesos de gestión educativa y
por consiguiente en el Proceso Docente Educativo y en la calidad del mismo.
Si bien no asume a la GCT como un elemento impulsor y generador de cultura y desarrollo en el
sector educacional, toma en consideración el papel de las empresas en el desarrollo del sector educativo,
siendo éstas las principales fuentes de empleo una vez graduados los profesionales.
Teniendo en cuenta los análisis anteriores, Santana Bonilla pone especial énfasis en la satisfacción
de los empleadores con las características asumidas y demostradas por sus empleados, los cuales deben
poseer motivaciones y competencias que propicien la GCT del proceso productivo en el que se desarrollan,
dejando al sector educativo como responsable de ello.
Se percibe entonces, en lo expuesto, que el modelo de GCT asumido por el sector educativo privado
responde directamente a los intereses de los empresarios y por ello no puede ser llevado exactamente
como está concebido al sector público, además desconoce los intereses de los implicados.
En estos análisis de Santana Bonilla se reconoce la poca información y resultados concretos del
modelo de GCT en el sector privado, siendo por ello una utopía llevarlo al sector público así como está
concebido y que revierta resultados positivos en el desarrollo de las empresas como se espera,
De los aspectos que se abordan con mayor énfasis en el texto se destaca la inseguridad de la
implantación del modelo de GCT en el sector educativo, puesto que no existe convencimiento, ni argumentos
fuertes que prueben el éxito del modelo en la gestión de lo privado.
Tales apreciaciones sirven de base para destacar que cada escuela, contexto y grupo de profesores
y estudiantes tiene sus peculiaridades, las que no se pueden obviar, generalizando un modelo a todo el
país, sin tener en cuenta las características que los distinguen.
El autor enfatiza además que la GCT no es la solución a todos los problemas, puesto que la escuela
no es la causa de todos los males sociales y productivos que se le pide que resuelva, además la GCT no
aporta respuestas, ni soluciones universales a todas las deficiencias de la enseñanza.
La GCT en el sector educacional ha generado innumerables críticas, siendo un tema polémico en la
calidad de la educación, repercutiendo en la calidad de los graduados y en la proyección de las instituciones
escolares.
Aún cuando Santana Bonilla argumenta las desventajas de implementar el modelo de GCT en el
sector educacional público, ve como un conflicto y una muestra de poder entre los empleados y
empleadores, entre el sector privado y el público, no mostrando una solución inmediata al problema.
Tales apreciaciones nos demuestran que la colegialidad artificial, que se pretende fomentar con la
GCT, no hará que surja una cultura colaborativa por mandato legal, tan solo servirá para mostrar
Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
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3. Sobre la calidad total en la educación, un accionar que nos atañe a todos
públicamente que se está haciendo algo para el perfeccionamiento del profesorado, pero es poco probable
que se produzcan cambios reales que mejoren la calidad del proceso; para ello se hace necesario preparar
a los profesores para que sean capaces de enfrentarse a los cambios sociales, políticos y económicos con
una postura ética y competente, lo cual no se logra en un día, ni con la implementación impuesta de un
modelo que hasta el momento no vislumbra resultados favorables.
Queda demostrado en el texto que los modelos de GCT aplicados a la empresa van dirigidos a la
satisfacción del cliente, pero nos deja claro que existe ambivalencia en el responsable de definir las expecta-
tivas y necesidades del cliente, el tipo de cliente y quiénes serán o no escuchados, dejando entrever que
estos modelos de GCT, seleccionados por una minoría sin tener en cuenta las particularidades, van dirigidos
a satisfacer necesidades de la minoría del poder, ignorando a gran parte de los clientes del mercado.
Todo lo expresado en el texto no pretende ignorar la contribución a la gestión educativa,
argumentando los por qué de la inconformidad con la exportación hacia la educación de la GCT como
estrategia de gestión y supuesta mejora organizativa desde el sector privado, dejando clara la incon-
formidad del autor con estos modelos, los cuales no vislumbran resultados favorables para el desarrollo
educacional, ajustándose a los supuestos de la política neoliberal imperante, para el beneficio de unos
pocos.
Se hace evidente en el texto la poca argumentación, desde el sector educativo, de las desventajas
de poseer un profesorado y un conjunto de instituciones educativas que no se encuentran preparados ni
humana, ni materialmente para enfrentar la imposición de los modelos de GCT, lo cual no le resta méritos al
documento, evidenciando claramente el objetivo final de estos modelos y quedando explícitamente
demostrado que la GCT no constituye un nuevo modelo organizativo dando así respuesta al interrogante
que dio origen al texto analizado.
Bibliografía
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Correo electrónico: maryuri@vrect.upr.edu.cu
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