El documento presenta una lección bíblica sobre los comienzos del ministerio de Jesús según el Evangelio de Mateo. Resume que Jesús llamó a sus primeros discípulos, Pedro, Andrés, Santiago y Juan, para que lo siguieran y les enseñara a ganar seguidores para él, dejando sus trabajos como pescadores. También describe brevemente cómo Jesús fue tentado por Satanás en el desierto luego de un ayuno de 40 días, pero venció donde Adán había fallado.
2. “Jesús les dijo:
‘Síganme. En lugar de
pescar peces, les voy
a enseñar a ganar
seguidores para mí’ ”
(Mateo 4:19; NBE)
3. • Descubrir el propósito para nuestra existencia
y seguirlo.
• Comprender que el arrepentimiento forma
parte del inicio de la vida del discípulo.
• Reconocer que la vida de Cristo, y su
ministerio, aseguran el significado para
nuestra vida.
4. El llamado de Cristo es llevado a cabo en
base a su propio ejemplo de vida.
6. En esta lección estudiaremos cómo presenta el evangelio de
Mateo los comienzos del ministerio de Jesús:
Su precursor
(Mateo 3).
Su enemigo
(Mateo 4:1-11).
Su entorno
(Mateo 4:12-16).
Sus seguidores
(Mateo 4:17-25).
7. Juan el Bautista
¿Por qué razón Juan inició su
ministerio con el arrepentimiento?
¿Sería una “verdad presente” sólo
para su tiempo?
Juan hizo una referencia al Antiguo
Testamento para explicar, e incluso
probar, un evento del Nuevo
Testamento.
El vino para preparar el camino del
Señor (Isaías 40:3; Juan 1:23).
Su principal objetivo fue predicar y
exaltar a Cristo, y no a sí mismo (Juan
1:15, 27, 29, 32-34)
COMIENZA EL
MINISTERIO
8. «En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y
diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado» (Mateo 3:1-2)
Juan predicaba un mensaje universal:
«¡Arrepentíos!». Además, predicaba
una “verdad presente” especial para
sus contemporáneos: «Viene el
Mesías» (Mateo 3:11).
Usaba imágenes y textos extraídos de
las Escrituras que él conocía (el Antiguo
Testamento).
Predicaba una vida consecuente con el
arrepentimiento, con el fin de
prepararse para la llegada del Mesías.
En su mensaje señalaba siempre a
Jesús. Enfatizó tanto su capacidad para
transformar el corazón (bautismo del
Espíritu Santo y fuego, Mateo 3:11),
como su capacidad de juzgar (en su
Segunda Venida, Mateo 3:12).
9. Jesús escogió dejar el cielo y despojarse
(Filipenses 2:7), a fin de vencer por
nosotros.
Lucifer quiso ser igual a Dios (Isaías 14:14).
Jesús, a su vez, se despojó de su gloria
(Filipenses 2:7-11)
Los ángeles y todo el universo
presenciaron el conflicto en el desierto, y
sin saber cuál sería el desenlace.
En el Cielo, Jesús –con toda su gloria–
expulsó a Satanás. Ahora, habiéndose
despojado de toda su gloria, se enfrenta
con Satanás en el desierto. ¿Estaba en
desventaja?
El contraste en el desierto
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MINISTERIO
10. «Haya, pues, en
vosotros este
sentir que hubo
también en Cristo
Jesús, el cual,
siendo en forma
de Dios, no estimó
el ser igual a Dios
como cosa a que
aferrarse, sino
que se despojó a
sí mismo, tomando
forma de siervo,
hecho semejante a
los hombres; y
estando en la
condición de
hombre, se humilló
a sí mismo,
haciéndose
obediente hasta la
muerte, y muerte
de cruz»
(Filipenses 2:5-8)
«¡Cómo caíste del
cielo, oh Lucero,
hijo de la mañana!
Cortado fuiste por
tierra, tú que
debilitabas a las
naciones. Tú que
decías en tu
corazón: Subiré al
cielo; en lo alto,
junto a las
estrellas de Dios,
levantaré mi
trono, y en el
monte del
testimonio me
sentaré, a los
lados del norte;
sobre las alturas
de las nubes
subiré, y seré
semejante al
Altísimo»
(Isaías 14:12-14)
Siendo Dios,
se hizo
criatura
Se humilló a sí
mismo
Siendo
criatura, quiso
ser como Dios
Quiso
exaltarse por
encima de
Dios
¡Qué contraste hubo en el desierto!
El angel poderoso contra el Hombre
debilitado por el hambre; la soberbia
contra la humildad.
Los ángeles santos esperaban con
expectación el desenlace de este
desigual encuentro.
11. Las tentaciones
Jesús vino para cumplir con toda
justicia (Mateo 3:15).
Él debía pasar por el mismo lugar
(simbolizado por el desierto), que Adán
había atravesado.
Jesús vino a reparar la falla de Adán.
¿Por qué razón el Espíritu condujo a
Jesús al desierto para ser tentado?
COMIENZA EL
MINISTERIO
12. «Entonces Jesús fue llevado por
el Espíritu al desierto, para ser
tentado por el diablo» (Mateo 4:1)
«Cuando Jesús fue llevado
al desierto para ser tentado,
fue llevado por el Espíritu
de Dios. Él no invitó a la
tentación. Fue al desierto
para estar solo, para
contemplar su misión y su
obra. Por el ayuno y la
oración, debía fortalecerse
para andar en la senda
manchada de sangre que iba
a recorrer. Pero Satanás
sabía que el Salvador había
ido al desierto, y pensó que
ésa era la mejor ocasión
para atacarle»
E.G.W. (El Deseado de todas las gentes, pg. 89)
13. «Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto,
para ser tentado por el diablo» (Mateo 4:1)
El evangelio de Lucas nos dice
que Satanás no dejó a Jesús
hasta que «hubo acabado toda
tentación» (Lucas 4:13).
Jesús «fue tentado en todo …
pero sin pecado» (Hebreos
4:15). Él venció donde Adán
fracasó. Venció donde
nosotros fracasamos.
Demostró así que no hay
excusa para nuestro fracaso.
No necesitamos caer en la
tentación. Podemos vencer
por medio de la fe y la
sumisión a Cristo.
14. La tierra de Zabulón y
Neftalí
Jesús sabía cuándo hablar, cuando
callarse, y cuándo retirarse (Mateo 4:12;
Marcos 1:14, 15).
Aun ante nuestras debilidades, el Señor
siempre viene a nuestro encuentro
(Mateo 4:12-17).
Siempre debemos mirar a las otras
personas con los ojos de Dios.
¿Cuál es la importancia de la
prudencia? ¿Y el hecho de amar a
los que se equivocan?
COMIENZA EL
MINISTERIO
15. «y dejando a Nazaret, vino y
habitó en Capernaum, ciudad
marítima, en la región de Zabulón
y de Neftalí» (Mateo 4:13)
El año 104 a.C., Aristóbulo I conquistó Galilea y
obligó a sus habitantes a circuncidarse y a abrazar
la fe judía. Los descendientes de estos «judíos
forzosos» hicieron suya la fe de Israel,
convirtiéndose en verdaderos judíos.
Tras la muerte de Juan, Jesús decidió hacer de este
territorio el centro de su ministerio.
Cumpliendo las profecías de Isaías, hizo
resplandecer su luz donde había mayor oscuridad.
Trabajó humildemente en favor de aquellos que
eran considerados rudos, atrasados y toscos.
16. El llamado de los
pescadores
El primer paso es el arrepentimiento
(Mateo 4:17).
El secreto del éxito del discípulo es
pasar tiempo de comunión con Cristo.
Jesús no nos llama por lo que somos,
sino por aquello que puede hacer por
nuestro intermedio.
¿Cómo debemos responder al llamado
de Jesús?
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MINISTERIO
17. «Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron» (Mateo 4:20)
Jesús comenzó su ministerio con un
llamamiento: «Arrepentíos, porque el reino de
los cielos se ha acercado» (Mateo 4:17). Esta es
la mayor necesidad de cada hombre y mujer.
Andrés y Juan habían escuchado a Juan el bautista
señalar a Jesús como el Mesías. Tras un encuentro
personal con Él, decidieron seguirle (a tiempo parcial).
También se les unió Simón Pedro y otros discípulos,
mientras Jesús predicaba en Judea (Juan 1:35-42).
En Capernaum, Andrés, Pedro, Jacobo y Juan
recibieron un llamamiento a un compromiso
mayor con Jesús.
De estos rudos pescadores, Jesús hizo
pescadores de hombres. Su secreto: lo dejaron
todo por Cristo; una entrega completa a Él.
18. «Nuestra primera tarea tiene que ver con nuestro
propio corazón. Debemos practicar los principios
verdaderos que conducen a la reforma. El corazón se
debe convertir y santificar; en caso contrario, no
tendremos relación con Cristo. Mientras nuestro
corazón esté dividido, jamás estaremos preparados
para servir en esta vida o en la futura. Como seres
inteligentes, necesitamos sentarnos a pensar si
realmente estamos buscando el reino de Dios y su
justicia. Lo mejor que podemos hacer es meditar seria
y sinceramente en si estamos dispuestos a hacer el
esfuerzo necesario para obtener la esperanza y lograr
el cielo que aguarda al cristiano. Si por la gracia de
Cristo llegamos a la conclusión de que realmente lo
queremos, la siguiente pregunta será: ¿Qué debo
abandonar en mi vida para que no me sea una piedra
de tropiezo?»
E.G.W. (Cada día con Dios, 9 de febrero)
19. CONCLUSIONES
1. Nosotros existimos para un propósito específico.
2. Estamos transitando un camino que ya fue
recorrido por Jesús (no tenemos nada que
temer).
3. Necesitamos ver a las personas del modo en que
Jesús las veía, interesarnos por ellas, y
conducirlas a Cristo.
4. Debemos pasar tiempo con Jesús si deseamos
producir buenos frutos.
20. Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones
que tratan sobre el tema:
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