Este documento describe el Tribunal de Cristo, donde los creyentes recibirán recompensas por sus obras en la tierra. Jesucristo será el juez y otorgará coronas por fe y obediencia, como la corona de gloria para pastores fieles. Los creyentes dejarán sus coronas a los pies de Cristo en adoración. Aquellos cuya obra no sobreviva el fuego sufrirán pérdida, aunque serán salvos.