El documento describe una estrategia para prevenir la violencia contra adolescentes mediante la creación de entornos seguros físicos y sociales. Esto incluye espacios para reunirse, participar en actividades comunitarias y desplazarse de manera segura, así como mecanismos para que los adolescentes participen en la planificación de estos espacios. El objetivo es modificar el entorno para fomentar comportamientos positivos y reducir riesgos de violencia contra los adolescentes.