1) El documento describe el proceso de construcción de la Unión Bancaria Europea y sus principales objetivos, como romper el vínculo entre el riesgo soberano y bancario, evitar que los contribuyentes paguen las crisis futuras y estimular el crédito.
2) La Unión Bancaria se compone de varios pilares como la regulación común, la supervisión única a través del Mecanismo Único de Supervisión y el régimen de resolución bancaria.
3) Aunque se han dado pasos importantes, todav
Contratos bancarios en Colombia y sus carcteristicas
1
1. www.pwc.es
www.ie.edu
La Unión Bancaria:
ahora empieza de
verdad
Informe del Centro del
Sector Financiero de PwC
e IE Business School
2. Informe coordinado por Luis Maldonado,
director general del Centro de Sector Financiero
de PwC e IE Business School
Diciembre de 2014
3. 3
Índice
Resumen ejecutivo 4
1. Visión general
El nuevo mundo 8
2. El Mecanismo Único de Resolución
Calentando motores 14
3. Las pruebas de estrés
¿Ya no quedan cadáveres en el armario? 24
4. Y ahora, ¿qué?
Lo que cambia (casi todo) con el nuevo
modelo de supervisión 32
5. El impacto operativo en las entidades
Cómo salir ileso del arranque de la Unión Bancaria 42
6. La hoja de ruta regulatoria
El futuro empezó ayer 48
Conclusiones y recomendaciones 56
Bibliografía 59
4. 4 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
Resumen ejecutivo
“Esto no es el final. Ni siquiera el principio del final. Esto es,
quizás, el final del principio”. (Winston Churchill, tras la
victoria aliada en la batalla de El-Alamein)
La publicación de los resultados de las
pruebas de resistencia de la banca y la
posterior entrada en funcionamiento del
Mecanismo Único de Supervisión (MUS)
produjo un suspiro de alivio en toda
Europa. Tras un año de intensos
trabajos, la Unión Bancaria ha echado a
andar sin incidentes ni sobresaltos.
Pero, en realidad, esto no ha hecho más
que empezar. Tras su puesta en marcha,
la Unión Bancaria tiene ante sí grandes
desafíos:
• El desarrollo de la integración
financiera en Europa. La Unión
Bancaria es un paso adelante en el
perfeccionamiento de la Unión
Económica y Monetaria, ya que
supone la transferencia de soberanía
desde los países hacia nuevas
autoridades supranacionales. Para
completar el proceso hace falta
profundizar en la armonización de
criterios y evitar las discrecionalidades
nacionales en determinados aspectos.
A largo plazo, habrá que resolver el
conflictivo objetivo de la constitución
de un Fondo o Sistema Único de
Garantía de Depósitos.
• La prevención de nuevos episodios de
inestabilidad financiera. La red de
seguridad, basada en el reforzamiento
de la solvencia de las entidades y en la
solidaridad del sector privado, está
tendida, aunque no completada. El
diseño de su estructura es
aparentemente eficaz. Pero
recordando el viejo adagio militar
(“ningún plan de batalla sobrevive al
contacto con el enemigo”) habrá que
ver cómo se comporta el sistema bajo
condiciones de crisis real.
• La consolidación de una industria
financiera sana, rentable y que dé
respuesta eficaz a las necesidades de la
economía europea. La creciente
presión regulatoria, que se concreta
principalmente en mayores exigencias
de solvencia, obliga a los bancos a
tomar decisiones estratégicas, sobre
todo en un entorno desfavorable como
el actual, marcado por las secuelas de
la crisis y por los tipos de interés bajos.
En algunos casos, las entidades
deberán revisar su modelo de negocio
para compatibilizar los nuevos
requisitos de capital y liquidez con su
estructura de costes y con su forma de
hacer dinero.
El objetivo de este informe es explicar
por qué la Unión Bancaria empieza de
verdad ahora y qué es lo que nos espera
a partir de este momento.
Una transición ordenada
Los resultados del análisis de activos y
de las pruebas de estrés, publicados a
finales de octubre, fueron
tranquilizadores. Del total de 130
entidades examinadas sólo 8 precisan
atraer capital y el agujero total es de
menos de 7.000 millones, una cantidad
casi insignificante para el sector.
Teniendo en cuenta que el ejercicio
realizado es más estricto que los
5. Resumen ejecutivo 5
Simétricamente, las entidades tienen
también mucho trabajo que hacer. La
gestión del capital debe ser estructurada
y permanente, porque aunque no están
previstas nuevas pruebas públicas de
resistencia (tampoco se descarta esa
posibilidad), el modelo exige de ellas
que realicen controles periódicos de su
nivel de solvencia y sometan su
estructura a exámenes de resistencia
interna. También han de revisar su
marco de apetito al riesgo y elaborar un
plan de contingencia que permita
recuperar su viabilidad financiera y
económica en situaciones de dificultad
grave. Asimismo, el reforzamiento de la
responsabilidad del Consejo de
Administración y de la alta dirección en
materia de riesgos obliga a los bancos a
replantearse su propia organización de
gobierno corporativo.
anteriores, ese resultado es un buen
punto de partida para que se realice una
transición ordenada hacia el nuevo
modelo de supervisión única.
Pero ese proceso no está exento de
dificultades. Desde el punto de vista del
MUS, es necesario acomodar la relación
entre el BCE y las autoridades nacionales
y desarrollar un método de trabajo
completamente nuevo para la mayoría de
los equipos. El nuevo sistema es más
preventivo y menos contable, desde el
punto de vista del supervisor (lo que
conllevará un papel más relevante del
auditor externo), y en el que el
tratamiento y el control del riesgo se basa
en el conocimiento exhaustivo del
modelo de negocio de los bancos y en la
calidad y consistencia de la información
que proporcionan.
6. 6 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
Mirando a 2016
La otra gran pieza del puzle de la Unión
Bancaria es el Mecanismo Único de
Resolución, que comienza a funcionar
formalmente el 1 de enero de 2015
aunque no desarrollará todas sus
competencias hasta un año después.
Aquí hay más tiempo para prepararse,
pero no mucho más. La entrada en vigor
en 2016 del bail in (proceso de asunción
de pérdidas por parte de accionistas y
acreedores en caso de dificultades) y del
MREL (una especie de colchón de capital
y pasivos elegibles para los procesos de
resolución) hace necesario que las
entidades gestionen su balance de forma
anticipada porque los inversores tendrán
en cuenta la nueva normativa a la hora
de tomar decisiones.
El Fondo Único de Resolución, que se
financiará progresivamente con las
aportaciones de las instituciones de
crédito, también empezará a funcionar
en 2016. Por lo tanto queda un hueco de
un año durante el cual cualquier proceso
de resolución, como el sobrevenido
recientemente en Portugal, ha de ser
afrontado por las legislaciones
nacionales, si bien la Comisión Europa
ha impuesto severas reglas para
convalidar las ayudas de Estado que
sean concedidas a los bancos no viables.
7. Resumen ejecutivo 7
En efecto, queda mucho por hacer en la
Unión Bancaria. También sabemos que
no es un proceso perfecto. Sin embargo,
hay razones para ser optimistas sobre
sus resultados. De hecho, el mero
lanzamiento del proyecto en 2012 tuvo
un impacto positivo sobre el mercado
europeo de deuda pública y relajó las
tensiones en el circuito interbancario de
financiación. Los posteriores avances
han sido también bien recibidos por los
mercados. Es la hora de rematar esos
progresos y de seguir dando pasos en el
largo proceso de integración de la Unión
Económica y Monetaria.
Sería bueno, por otra parte, disipar la
incertidumbre sobre la existencia de un
cortafuegos potente o una red de
seguridad (backstop) que respalde el
Fondo Único de Resolución y permita
combatir, en última instancia y con
munición de gran calibre, una eventual
crisis bancaria sistémica. El cortafuegos
está identificado: el Mecanismo Europeo
de Estabilidad (MEDE). Pero de
momento la capitalización directa no es
posible. Sus ayudas solo pueden
utilizarse a través de los países (como
ocurrió con España en 2012), lo cual no
encaja en la lógica de romper el vínculo
entre el riesgo soberano y el de la
entidades.
8. 8 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
1. Visión general
El nuevo mundo
en vigor, los exámenes de evaluación de
activos bancarios y de resistencia se han
realizado, 6.000 bancos están ya bajo el
paraguas, de forma directa o indirecta,
del nuevo sistema de supervisión y el 1
de enero de 2015 entra en
funcionamiento, aunque todavía con
capacidades limitadas, el mecanismo de
resolución.
Con todo, el nuevo mundo todavía está
en fase de construcción y desarrollo. El
viejo orden bancario, caracterizado por
la fragmentación de los mercados,
todavía asoma cuando se advierte la
existencia de normas dispersas y
discrecionalidades nacionales o cuando
se constata que las conveniencias
políticas y económicas de los países
predominan, en determinados aspectos,
sobre el interés general del conjunto del
sistema.
En este capítulo vamos a intentar
sintetizar cómo se ha producido ese
La presidenta del Mecanismo Único de
Supervisión, Danièle Nouy, suele definir
la Unión Bancaria como “un nuevo
mundo”, por oposición al viejo mundo
que abocó a la banca europea a la más
severa crisis financiera que se recuerda.
El estallido de esa crisis nos enseñó que
la arquitectura institucional europea, y
en particular la relacionada con la unión
monetaria, tenía numerosas grietas que
necesitaban reparación. Las autoridades
tardaron en darse cuenta de la
dimensión del problema, pero una vez
asumida esa necesidad (la decisión
política de la Unión Bancaria se tomó en
junio de 2012), la respuesta ha sido
rápida, al menos si consideramos los
estándares temporales de la Unión
Europea: a finales de 2014 ya tenemos
plenamente en marcha el proceso de la
Unión Bancaria, que ha sido calificado
como la mayor cesión de soberanía
desde la creación del euro. Los
instrumentos legales están aprobados y
9. Visión general. El nuevo mundo 9
proceso de transición, las razones que lo
impulsan y los objetivos últimos que
persigue.
El rompecabezas de una
reforma ambiciosa
El proceso de construcción de la Unión
Bancaria se ha organizado como una
especie de ambicioso rompecabezas de
objetivos, que queda representado en la
figura 1.
Todos esos propósitos se resumen en tres
objetivos superiores, que son la razón de
ser de la Unión Bancaria y de cuya
consecución dependerá, en última
instancia, el éxito del proceso:
1. Romper el círculo vicioso que vincula
las instituciones de crédito y el riesgo
soberano. La crisis puso en evidencia
que la capacidad de los bancos para
obtener financiación está fuertemente
ligada a la percepción de riesgo
Figura 1. Objetivos de la Unión Bancaria
Reforzamiento de la
liquidez y el capital de los
bancos
Vigilancia y supervisión
más eficaces
Reducir la confianza
en las calificaciones
crediticias
Fuente: Comisión Europea.
Código normativo único
con inclusión de normas
sobre remuneración
No aplicar más la
consideración de
“demasiado grande para
quebrar”
Abordar los riesgos
planteados por la
actividad bancaria
sumergida
Régimen de resolución
eficaz que protega a los
epositantes
Mercados más seguros y
más transparentes
Prevenir y sancionar el
abuso de mercado
10. 10 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
las pérdidas en primera instancia si
una entidad funciona mal. El dinero
público solo entrará en acción como
última línea de rescate, lo que
limitará el impacto negativo de las
crisis bancarias en las finanzas
públicas.
3. Estimular el proceso de concesión de
crédito en Europa. La Unión Bancaria
pretende aumentar la confianza en
todas las entidades, con el fin de que
independientemente de su país de
origen tengan acceso a la financiación
en condiciones de igualdad, lo que, a
su vez, agilizará la concesión de
préstamos. Así, se podrá conseguir que
el sistema financiero cumpla con la
tarea principal para la que fue creado:
facilitar las relaciones económicas de
las empresas y de los hogares y, como
consecuencia de ello, apoyar el
crecimiento y la creación de empleo.
soberano en su país de origen,
fomentando la fragmentación del
mercado. La conexión también opera
en sentido inverso, ya que la
valoración del riesgo soberano de
cada Estado depende de la salud de
sus bancos, porque se sobreentiende
que si estos tienen dificultades el
Gobierno en cuestión tendrá que
rescatarlos. El objetivo es acabar con
la máxima según la cual “los bancos
son europeos cuando viven y
nacionales cuando mueren”.
2. Evitar que los contribuyentes vuelvan
a ser los que pagan la factura de las
crisis bancarias. En la última crisis,
las ayudas públicas para reflotar los
bancos en dificultades han ascendido
a casi 600.000 millones de euros. A
partir de ahora, es el sector privado
(accionistas, acreedores y la propia
industria financiera) el que absorberá
Figura 2. Circulo vicioso de la interdependencia entre riesgo soberano y riesgo
bancario
Fuente: eleboración propia
Profundización
de la crisis
Necesidad de ayuda
pública de los
bancos
Debilitamiento
de los balances
de los bancos
Deterioro de las
finanzas públicas
Aumento de costes
de refinanciación;
mayores intereses
de la deuda
11. Visión general. El nuevo mundo 11
¿Cómo se van a alcanzar tan ambiciosos
objetivos? La Unión Bancaria se ha
organizado en torno a varios ejes, que
analizamos a continuación.
La regulación (avanzada). Los
instrumentos legales necesarios para
respaldar la Unión Bancaria se han
reunido en el denominado Single
Rulebook, un nuevo código normativo de
aplicación en todos los países de la zona
del euro. Las principales normas
aprobadas a nivel europeo se agrupan en
tres bloques:
• La Directiva y el Reglamento de
Requisitos de Capital (en inglés, CRD
IV y CRR). Es la adaptación a la Unión
Europea de las recomendaciones del
marco internacional de Basilea III, que
establece para los bancos estrictos
requisitos de capital (que debe ser
mayor y de más calidad), liquidez y
apalancamiento. Además, este
paquete normativo añade exigencias
sobre las remuneraciones de los
directivos y el gobierno corporativo de
las entidades.
• La Directiva de Recuperación y
Resolución Bancaria (BRRD, por sus
siglas en inglés). La Directiva establece
una serie de medidas para que tanto
los bancos como las autoridades de
resolución estén bien preparadas para
afrontar situaciones de crisis,
incluyendo el circuito de decisiones
que se ha de seguir en caso de que una
entidad sea considerada no viable.
También sienta las bases del
denominado bail in (el rescate interno,
que consiste en la asunción
jerarquizada de pérdidas por parte de
accionistas y acreedores) y de la
constitución y la progresiva
financiación del Fondo Único de
Resolución.
• La Directiva de los Sistemas de
Garantía de Depósitos. Establece una
red de seguridad para los
depositantes. Los depósitos bancarios
seguirán estando garantizados en
todos los Estados miembros hasta un
importe máximo de 100.000 euros, y
se cobrarán en un plazo máximo de
siete días laborables. Aunque no se ha
conseguido el objetivo de crear un
único mecanismo europeo, sí se ha
armonizado y mejorado el sistema de
financiación de los fondos de garantía
nacionales, que se nutrirán de las
aportaciones de la industria financiera
(un 0,8% de los depósitos cubiertos en
diez años).
La prevención (arrancando). Es la
piedra angular del proceso. La Unión
Bancaria pretende que los bancos
europeos sean más seguros, y para ello ha
dispuesto la creación del Mecanismo
Único de Supervisión, que desde el pasado
4 de noviembre asegura que la vigilancia
del sector se realiza con criterios comunes
y sin interferencia de los intereses
nacionales. La supervisión única garantiza
la aplicación efectiva de unos requisitos
prudenciales más estrictos a los bancos, a
los que se exige un nivel suficiente de
liquidez y reservas de capital, es decir, que
tengan con qué responder en el caso de
que su situación se deteriore. La
supervisión se realiza en dos niveles. El
Banco Central Europeo monitoriza
directamente a las 120 entidades
consideradas significativas (las más
importantes), mientras que las restantes
entidades de crédito serán supervisadas
por los bancos centrales nacionales,
aunque siempre aplicando los criterios del
BCE. El enfoque del nuevo modelo de
supervisión está basado en la gestión del
riesgo y sus referencias de solvencia son
los requisitos de capital y liquidez que se
establecen en las normas internacionales
conocidas como Basilea III.
La intervención correctora
(preparada). La Unión Bancaria
permite a las autoridades de supervisión
intervenir rápidamente cuando un banco
se tuerce. Si una entidad entra en
dificultades (por ejemplo, está a punto de
incumplir los requisitos de capital), pero
12. 12 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
todavía su situación financiera no se ha
deteriorado de forma irreparable, los
supervisores tienen la facultad de
despedir al equipo directivo y nombrar
un administrador especial, convocar una
junta de accionistas para adoptar
reformas urgentes o prohibir la
distribución de dividendos. El supervisor
puede asimismo exigir a los bancos que
reduzcan su exposición a determinados
riesgos, aumenten su capital o
introduzcan cambios en sus estructuras
jurídicas o empresariales. El objetivo es
frenar el deterioro antes de que la
entidad se encuentre en una situación
crítica que le obligue a entrar en un
proceso de resolución.
La resolución (en la agenda). Si a
pesar de todos los esfuerzos de vigilancia,
prevención y corrección un banco entra
en una situación de no viabilidad, se
activará el Mecanismo Único de
Resolución (MUR), cuyo brazo ejecutivo
es la Junta Única de Resolución. Los
procedimientos de toma de decisiones, en
los que intervienen también el BCE, la
Comisión Europea, el Consejo Europeo y
las autoridades nacionales de resolución,
se han calibrado con mucha precisión
para que sea posible tomar una decisión
en el transcurso de un fin de semana, con
el fin de evitar las interferencias de los
mercados (ver figura adjunta). Los
accionistas y acreedores absorberán las
pérdidas que se produzcan y si no es
suficiente entrará en acción el Fondo
Único de Resolución, que se dotará
progresivamente por parte del sector
bancario hasta completar los 55.000
millones de euros en 2024. El MUR
empieza a funcionar formalmente el 1 de
enero de 2015, pero sus principales
herramientas (como el bail in o el propio
fondo) no se aplicarán hasta 2016.
Este es, a grandes rasgos, el nuevo
mundo del que habla la presidenta del
Mecanismo Único de Supervisión. Ahora
solo falta conquistarlo.
13. En un plazo de 12 horas En un plazo de 24 horas En un plazo de 32 horas
Visión general. El nuevo mundo 13
Figura 3. Procedimiento de resolución en la Unión Bancaria
La JUR adopta
el sistema de
resolución
Fuente: Comisión Europea
Escenario 2
La COM adopta la
decisión sobre la
ayuda estatal
La COM puede proponer al
consejo una oposición al sistema e
resolución (por motivos de interes
público y/o modificación material
del funcionamiento del FUR)
Evaluación de la propuesta de la
COM por el Consejo
Modificación de la
decisión por la JUR
en caso de objección
del Consejo
La propuesta de
la COM adquiere
validez si el Consejo
no reacciona
Modificación de la
decisión por la JUR
en caso de objección
de la COM
La COM puede oponerse al sistema de resolución por motivos distintos
del interes público o la modificación material del funcionamiento del FUR
JUR - Junta Única de Resolución COM - Comisión Europea Consejo
Escenario 1
14. 14 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
2. El Mecanismo Único
de Resolución
Calentando motores
aspectos replica su estructura de
gobierno, si bien otorga mayores
poderes a las instituciones de los países
miembros, que son las que ejecutan las
decisiones de la autoridad central. El
MUR comprende las autoridades
nacionales de resolución (a semejanza
de las autoridades nacionales de
supervisión), una Junta Única de
Resolución y un Fondo Único de
Resolución (FUR). Su responsabilidad
alcanza al conjunto de las entidades de
la zona del euro, si bien con diferencias
en función de su tamaño o importancia.
La resolución de las entidades
significativas será gestionada por la
Junta Única, como sucede con la
supervisión. Los restantes bancos
estarán tutelados por las autoridades
nacionales de resolución, con excepción
de aquellos que necesiten utilizar el
Fondo Único de Resolución, que también
pasarán a depender de la Junta Única.
Este esquema de funcionamiento es clave
para garantizar la homogeneidad
respecto al MUS y da garantías de
Tras la celebración de las pruebas de
análisis de activos y de resistencia, y
después de la entrada en
funcionamiento del Mecanismo Único
de Supervisión, estrenado en
noviembre, le toca ahora el turno al
Mecanismo Único de Resolución (MUR),
que tiene un calendario de entrada en
vigor más retrasado. Aunque el MUR
lleva ya unos meses calentando motores
y ha iniciado ya el proceso para
contratar a profesionales para ocupar
puestos clave en su lanzamiento
operativo, la Junta Única de Resolución,
que es su organismo central, empezará a
funcionar formalmente el próximo 1 de
enero. Durante 2015 el MUR
desarrollará el resto de sus estructuras y
ya en 2016 tendrá plenos poderes y un
completo rendimiento de todas sus
capacidades, incluyendo la creación del
Fondo Único de Resolución.
El MUR es el complemento
imprescindible del Mecanismo Único de
Supervisión (MUS) y en algunos
15. 93,5%
El Mecanismo Único de Resolución. Calentando motores 15
uniformidad en la aplicación de las reglas
de resolución de entidades que marca la
Directiva de Recuperación y Resolución
Bancaria. También es fundamental para
abordar operaciones de saneamiento en
los bancos europeos transfronterizos.
Visto en perspectiva, uno de los mayores
avances del MUR es la constitución del
Fondo Único de Resolución, cuya
creación fue objeto en 2013 y 2014 de
complejas negociaciones institucionales y
entre países, por lo que supone de
Figura 4. Mutualización de los compartimentos nacionales
Año
2016
2017
2018
2019
2020
2022
2023
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EU Council 8457/14
100%
80,1%
86,8%
73,4%
66,7%
60%
40%
2021
16. 16 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
riesgo, lo que reflejará el riesgo de cada
entidad y, por tanto, la probabilidad de
que entre en un proceso de resolución.
Los bancos muy pequeños (con activos
inferiores a 1.000 millones o pasivos
inferiores a 300 millones) pagarán solo
una cantidad fija que oscilará entre los
1.000 y 50.000 euros anuales.
El objetivo, en todo caso, es que los 130
mayores bancos paguen más en
proporción (representan el 85% de los
activos y pondrán el 90% de los fondos)
que los medianos (14% y 9,7%,
respectivamente) y los pequeños (1% de
los activos y 0,3% de la financiación). La
propuesta de la Comisión Europea debe
ser refrendada por el Consejo de Ministros
antes de que acabe 2014. Con estas
aportaciones se alcanzarían los 55.000
millones en 2024, que servirán de colchón
para abordar futuras crisis bancarias.
Mucho se ha discutido sobre si esa cifra
es suficiente. Si miramos el problema a
la luz de lo ocurrido en la crisis
financiera europea reciente,
evidentemente la respuesta es negativa,
porque hubo que poner mucho más
dinero sobre la mesa para impedir el
mutualización de fondos. Finalmente, el
organismo se nutrirá de las
contribuciones ex ante de las
instituciones de crédito, con un
calendario de ocho años de aportaciones
progresivas hasta completar el 1% de los
depósitos garantizados del sistema
(equivalente en torno a 55.000 millones
de euros) en 2024. Durante el periodo de
transición, el FUR estará integrado por
compartimentos nacionales que se irán
fusionando gradualmente. La
mutualización será de un 40% a finales
del primer año, de un 20% adicional en el
segundo y de un 6,66% más cada uno de
los seis restantes.
La financiación del FUR: así
pagarán los bancos
El dinero del Fondo Único de Resolución
saldrá de los bolsillos de los bancos a
través de un sistema de contribución del
que ya se saben algunos detalles. La
Comisión Europea ha propuesto que la
gran mayoría de las entidades tengan
una aportación básica, que se establecerá
con arreglo a un porcentaje sobre los
pasivos garantizados (es decir, en función
de su tamaño) y una segunda aportación
basada en los activos ponderados por
17. además, tienen un techo del 5% de los
pasivos de la entidad en dificultades.
Otra prueba de que la situación de
partida es mejor, son los resultados de las
pruebas de estrés, conocidos a finales de
octubre, que evidencian que los bancos
están mucho más capitalizados, que sus
riesgos están mejor medidos y que, por
tanto, son más resistentes ante escenarios
de futuro desfavorables. Desde el inicio
de la crisis en 2008, los bancos han
obtenido en el mercado alrededor de
260.000 millones de capital, lo cual ha
permitido que sus necesidades de
capitalización actuales sean de menos de
10.000 millones de euros
¿Cisnes negros?
La mayor robustez de las entidades de
crédito y su menor necesidad de
asistencia por parte de la financiación
pública no significa que los problemas
hayan desaparecido por completo ni que
no puedan surgir cisnes negros (según la
terminología acuñada por el
investigador Nassim Taleb para referirse
a los acontecimientos extraordinarios de
mucho impacto y baja probabilidad de
ocurrencia) en el futuro inmediato del
El Mecanismo Único de Resolución. Calentando motores 17
colapso del sistema. Según datos de la
Comisión Europea, en el período
2008-2012 las ayudas públicas de los
países europeos para recapitalizar a las
instituciones de crédito (sin contar las
garantías sobre los pasivos) se elevaron
hasta casi 600.000 millones de euros.
Con esa referencia, los 55.000 millones
servirían como mucho para aguantar
una crisis bancaria en un país mediano
de la Unión Europea.
Pero esa comparación no es del todo
correcta. El entero edificio de la Unión
Bancaria está construido sobre bases
completamente distintas a las anteriores,
tanto desde el punto de vista de la
regulación como de la supervisión y la
resolución, con objeto precisamente de
que episodios así no vuelvan a suceder. O
de que si suceden, sean menos agudos y
puedan ser gestionados con mayor eficacia
y con menos coste para el contribuyente.
Una de las grandes diferencias respecto a
la situación anterior es el mecanismo de
bail in (rescate interno) que garantiza que
los accionistas y acreedores de la entidad
absorberán buena parte de las pérdidas
antes de que entre en acción el Fondo
Único de Resolución, cuyas aportaciones,
18. 18 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
Lo que no se ha resuelto todavía es la
posibilidad de que el MEDE, que tiene
una capacidad total de financiación de
500.000 millones de euros, pueda
capitalizar directamente a las entidades,
lo que constituiría una potente red de
seguridad o cortafuegos (en inglés,
backstop) para el conjunto del sistema.
En junio de 2014, los Estados miembros
de la zona del euro alcanzaron un
acuerdo preliminar para que el MEDE
pueda, efectivamente y bajo estrictas
condiciones, inyectar dinero en los
bancos bajo sin que el Estado asuma
deuda alguna, pero su aplicación está
pendiente de que se apruebe por parte
de las legislaciones o normativas
nacionales de los países de la zona euro.
Planificar para resolver
Primero planificar, después planificar y
finalmente planificar. “Si tienes diez
horas para cortar un árbol, dedica siete a
afilar el hacha”, dice un proverbio chino.
sector financiero. Pero si vienen mal
dadas, el sistema tiene mecanismos para
ampliar el colchón del Fondo Único de
Resolución, que podrá pedir prestado en
el mercado con la garantía de las futuras
contribuciones e incluso solicitar a los
bancos aportaciones ex post.
Además, los países podrán recurrir al
Mecanismo Europeo de Estabilidad
(MEDE), como ya hizo España en 2012,
para inyectar dinero en sus sistemas
bancarios. Una modalidad de
financiación que también puede
emplearse provisionalmente hasta tanto
se constituya el Fondo Único de
Resolución (el 1 de enero de 2016) es el
préstamo del Estado al fondo nacional
de resolución, como ha hecho Portugal
en el caso del Espírito Santo. El
Gobierno luso aprovechó un remanente
de las ayudas europeas para prestar
4.400 millones al fondo nacional de
resolución, que los inyectó en el capital
del problemático grupo bancario.
19. Directiva de Recuperación y Resolución
Bancaria) pero lo cederán a las
autoridades de resolución una vez que se
active el Plan de Resolución.
El ‘bail in’: las cuentas claras
El bail in es, en efecto, una de las
herramientas esenciales del mecanismo
de resolución. Su objetivo es que si un
banco entra en un proceso de resolución,
los primeros paganos de la crisis sean los
accionistas y los acreedores,
minimizando en lo posible la aportación
de las arcas públicas y protegiendo
también los depósitos de los particulares.
En la cascada de responsabilidades que
establece la Directiva de Recuperación y
Resolución Bancaria (en inglés, BRRD),
el primer dique de absorción de pérdidas
son las acciones, y después, por este
orden, la deuda subordinada, la deuda
senior no asegurada y los depósitos
corporativos no cubiertos (superiores a
100.000 euros), y los depósitos de las
pymes y de los particulares no cubiertos
(superiores a 100.000 millones). Los
depósitos de particulares de hasta
100.000 euros están garantizados por el
Fondo de Garantía de Depósitos.
En cualquier caso, los accionistas y los
acreedores tendrán que asumir unas
pérdidas mínimas del 8% del total del
balance antes de que entre en acción el
fondo de resolución, que puede cubrir
hasta el 5% del total del balance. Con
estas dos líneas de defensa del sector
privado (hay que recordar que el Fondo
Único de Resolución se financiará con
las contribuciones de la industria
bancaria), las autoridades europeas
esperan que la aportación de dinero
público en cualquier crisis bancaria sea
mínima.
Siglas nuevas, exigencias
conocidas
Pero el bail in no solo es importante para
saber quién paga y cómo se paga la
factura en caso de que un banco sea
El Mecanismo Único de Resolución. Calentando motores 19
Siguiendo ese principio, el MUR se
distingue por el énfasis en los procesos
de planificación y de preparación. La
base es el Plan de Recuperación que
tienen que elaborar los propios bancos
(ver capítulo 5 de este informe) con el fin
de anticipar la capacidad de una entidad
para restaurar su viabilidad financiera y
económica en circunstancias de estrés
grave. El Plan de Recuperación debe
incluir en qué condiciones el banco
entraría en una fase de actuación
temprana para revertir la situación.
Con esa información detallada, y con
cualquier otra que se pudiera reclamar,
la autoridad de resolución elaborará un
Plan de Resolución para resolver
ordenadamente una entidad sin
provocar inestabilidad financiera y
manteniendo sus funciones económicas
esenciales. Este plan de resolución debe
incluir un plan operacional y una
estrategia de resolución basada en
cuatro herramientas fundamentales:
• El ‘bail-in’ o rescate interno. Es un
procedimiento jerarquizado de
asunción de pérdidas por parte de los
accionistas y los acreedores del banco
en dificultades o no viable.
• La venta de activos. Permite a la
Junta Única de Resolución vender
parte del negocio sin el
consentimiento de los accionistas.
• La transferencia a una institución-puente.
Da la posibilidad de ceder
todo o parte del negocio a una
entidad controlada por las
autoridades, que continuará
ofreciendo servicios financieros
esenciales mientras se resuelve la
situación.
• La segregación de activos. Permite el
traspaso de activos tóxicos a un
vehículo independiente o banco malo.
Los accionistas mantendrán el control
de la entidad durante las fases del Plan
de Recuperación y de actuación
temprana (salvo que, en este último
caso, se nombre un administrador
especial, opción que contempla la
20. Figura 5. Requerimientos de capital
Requerimiento
adicional que
complementa otras
medidas de solvencia
Naturaleza
Cálculo
Localización dentro
del grupo
20 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
suponen son compromisos adicionales
para las entidades y en definitiva
constituyen un endurecimiento de las
exigencias de solvencia.
Es el caso del denominado
Requerimiento Mínimo para Pasivos
Elegibles (MREL, por sus siglas en
inglés), que viene recogido en la Directiva
europea y que establece el nivel mínimo
de bail in que se aplicará a una entidad.
El MREL es la proporción entre los
instrumentos de capital (capital de nivel
1 y 2 y otros pasivos admisibles con
considerado no viable. Además, es
fundamental para todas las entidades
porque ese procedimiento tiene un
fuerte impacto sobre la composición y el
precio de su balance.
Es aquí donde entran en juego los ratios
del bail in, que son una especie de
colchones o paquetes de pasivos
elegibles para el supuesto de que se
produzca un proceso de resolución.
Estas ratios están provocando la
aparición en el escenario regulatorio de
siglas nuevas que en la práctica lo que
Organismo
regulatorio
FSB
Minimum Requirement
for Elegible Liabilites
(MREL1)
Loss Absorption
Capacity (PLAC2/
SLAC3)
Long-term
unsecured debt
Total Loss Absorption
Capacity (TLAC)
Ratios
Bail-in
Ratio de
apalancamiento
Ratios de
capital
Pendiente4
Pendiente4
Pendiente4
UE (SRB6/Autoridad de
Resolución)
Equity, subordinada,
deuda unsecured y otros
Sobre total de pasivos
Individual o consolidado
dependiendo de la
estrategia de resolución
UK (PRA)
Equity, subordinada
(PLAC) y deuda
unsecured (SLAC)
Sobre Risk Weigthed
Assets (RWAs)
Individual
US
Deuda senior
unsecured
Pendiente5
Consolidado
(holding)
1 Directive 2014/59/EU establishing a framework for the recovery and resolution of credit institutions and investment firms.
2 Primary Loss Absorption Capacity. En el Informe Vickrs, y en la posterior Banking Trfotm Bill se establece mantener como mínimo niveles del 17% de PLAC
sobre REAs.
3 Secondary Loss Absorption Capacity.
4 La emisión de la guía está prevista para 4Qde 2014.
5 Previsto la emisión de la consulta para el 2S 14.
6 Single Resolution Board.
Fuente: Elaboracion propia
21. El Mecanismo Único de Resolución. Calentando motores 21
determinadas condiciones) y el total de
los activos de la entidad. La Directiva no
establece cuál debe ser el nivel mínimo
de la ratio, pero es posible deducir que
será al menos el 8%, que es el tramo
mínimo de asunción de pérdidas por
parte de accionistas y acreedores. El
MREL se determinará para cada entidad
y entrará en vigor, como todo el proceso
de bail in, en 2016.
Otra sigla que hay que aprenderse es la
de TLAC, que es la Capacidad Total de
Absorción de Pérdidas. La implantación
de esta ratio está siendo negociada a
nivel internacional, a través del Consejo
de Estabilidad Financiera (en inglés,
FSB). Aunque sus perfiles concretos
están por decidir, este paquete
obligatorio de pasivos computables es
más amplio que el del MREL, se aplicará
solo a las 30 entidades sistémicas
globales que hay en el mundo y será un
nivel mínimo para todos los bancos. El
rango cuantitativo que se está
considerando oscila entre el 16% y el
20% y empezaría a aplicarse en 2019.
Tanto el MREL como el TLAC tienen un
gran potencial para cambiar en el futuro
las reglas de los balances bancarios. Son
requisitos adicionales de solvencia que
obligarán a las entidades a disponer de
un amplio paquete de pasivos dispuestos
para ser sacrificados en caso de
problemas. En el caso del TLAC, incluirá
no solo unos determinados niveles de
capital, sino también porcentajes
importantes de deuda senior y otros
activos no asegurados. Si los requisitos
son muy altos, como parece deducirse de
las negociaciones en curso, el mercado
impondrá un sobreprecio para adquirir
los pasivos afectados, con el
consiguiente encarecimiento para las
entidades obligadas a emitirlos.
Esta subida de precios penalizará
especialmente a los bancos de los países
con peores ratings que deberán retribuir
mejor a los inversores. Como
consecuencia de ello, es de presumir que
la fijación del listón de TLAC desate una
batalla política entre los países con
mejores calificaciones crediticias, cuyos
bancos pueden permitirse emitir deuda
con un coste muy bajo, y los que tienen
una consideración menos favorable en el
mercado.
Las autoridades nacionales:
la excepción es la regla
Otro debate sobre el modelo de
resolución de la Unión Bancaria es de
quién dependen las autoridades
nacionales de resolución, que juegan un
papel importante en el Mecanismo
Único de Supervisión porque tienen
asignadas funciones de asistencia al
Consejo Único de Supervisión en la
planificación y preparación de las
decisiones que le competen, así como de
ejecución de las mismas.
La lógica superior del sistema apunta a
la necesidad de separar las funciones de
resolución y de supervisión, con el fin de
evitar posibles conflictos de interés.
Así se ha hecho a nivel europeo, de tal
forma que el Consejo Ejecutivo de
Resolución es una entidad
independiente del Banco Central
Europeo, aunque éste está representado
en la institución y también participa, por
razones obvias de conocimiento e
implicación en las tareas de supervisión,
en el complejo circuito de decisiones
para resolver una entidad.
Desde otro punto de vista, sin embargo,
la unificación de las autoridades de
resolución y de supervisión en un mismo
organismo tiene sus ventajas para la
cooperación y la unidad de acción entre
ambas, especialmente en la fase
preventiva de la resolución.
La Directiva de Recuperación y
Resolución Bancaria (en inglés, BRRD)
no nos saca de muchas dudas, ya que no
se inclina por una fórmula específica de
autoridad nacional de resolución y deja a
los Estados miembros libertad para
22. 22 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
Resolución, en la que conviven los
colegios de supervisión y de
resolución. También Reino Unido
(fuera de la zona del euro), Bélgica,
Italia, Holanda y Portugal optan por
fórmulas similares.
• Los que la dejan fuera del banco
central. Son Alemania y Finlandia. La
autoridad de resolución germana es la
Agencia de Estabilización del
Mercado Financiero (FMSA, por sus
siglas en inglés), integrada en la
estructura del Ministerio de
Finanzas, si bien está previsto su
futuro traspaso a una agencia
supervisora (BaFin, por sus siglas en
alemán), también dependiente del
Ministerio de Finanzas y que
comparte las tareas de supervisión
bancaria con el Bundesbank.
Al cierre de la edición de este informe,
no todos los países habían anunciado su
decisión formal al respecto.
Cualquiera que sea el modelo, las
entidades bancarias esperan que el
resultado esté bien calibrado para que
no haya solapamientos ni duplicidades
entre las autoridades nacionales de
supervisión y de resolución (por
ejemplo, a la hora de requerir
información o realizar investigaciones
en los bancos), ya que ello añadiría
dificultad a un proceso ya de por sí
suficientemente complejo.
decidir al respecto, mencionando la
posibilidad de que dependa del banco
central, del ministerio competente o de
cualquier otra autoridad administrativa.
La Directiva sí dice que encomendar las
tareas de la autoridad de resolución a la
autoridad de supervisión podrá hacerse
“excepcionalmente”, y siempre que se
garantice la separación estructural y la
independencia de funciones.
Con estas guías, las decisiones que están
tomando los países miembros sobre
quién manda en la autoridad de
resolución nacional (el plazo máximo
para hacerlo es finales de 2014) se
agrupan en líneas generales en torno a
dos modelos distintos de
implementación, en función de su grado
de vinculación a los bancos centrales de
cada país, que son los que suelen
ostentar la función supervisora nacional:
• Los que integran la autoridad de
resolución en el banco central. Son la
mayoría. Estos países se acogen a la
“excepcionalidad” de la Directiva y
encargan directamente la misión a un
organismo del banco central nacional,
aunque con las cautelas debidas para
asegurar que las funciones de
resolución están separadas de las de
supervisión, según el modelo de
“agencia dentro de una agencia”·. Es el
caso de Francia, que ya en 2013 creó
dentro del Banco de Francia la
Autoridad de Control Prudencial y de
23. último es la liquidación. En él se
quedan los antiguos accionistas y
acreedores no protegidos, que
presumiblemente perderán sus
inversiones.
• Un banco-puente, llamado Novo
Banco, en el que se integran los
activos sanos o viables para la
posterior venta de la entidad al sector
privado. Es propiedad del Fondo de
Resolución portugués, que está
financiado por las instituciones de
crédito de Portugal.
Con el fin de capitalizar al banco puente,
se han dispuesto 4.900 millones de
euros, que deben ser aportados por el
Fondo de Resolución portugués. Sin
embargo, el fondo preexistente solo
cuenta con 500 millones de euros, por lo
que los restantes 4.400 millones son
inyectados por el Estado, a través de un
préstamo que ha de ser devuelto por el
sector. Esos 4.400 millones proceden a
su vez del remanente de las ayudas
europeas concedidas para reestructurar
el sector bancario luso.
El Gobierno y el banco central de
Portugal aseguran que la operación no
costará dinero a los contribuyentes.
Confían en que el préstamo sea devuelto
gracias, por una parte, a los ingresos que
se saquen de la venta de Novo Banco, y
por otra, con las aportaciones de las
entidades bancarias portuguesas,
incluyendo la parte que le corresponda al
propio banco segregado que, por cierto,
es el segundo mayor contribuyente en
esas aportaciones. El tiempo dirá como
se salda esta operación.
El Mecanismo Único de Resolución. Calentando motores 23
El caso del Espírito Santo
El colapso y posterior rescate del banco
portugués Espírito Santo el verano
pasado es un buen ejemplo de cómo las
autoridades nacionales pueden gestionar
un problema de esta naturaleza durante
el proceso de transición hacia el
Mecanismo Único de Resolución (MUR),
que no entrará en vigor completamente
hasta enero de 2016.
Para resolver la crisis, y puesto que el
paraguas del MUR no está todavía
disponible, el banco central portugués
se guió por los principios de
responsabilidad compartida (en inglés,
burden-sharing) establecidos por la
Comisión Europa y que forman parte del
cuerpo normativo para la concesión de
ayudas de Estado. Estos principios, que
ya fueron aplicados en otros países con
ocasión del rescate de algunas entidades
en dificultades, se basan en la idea de
que la intervención del sector público en
las operaciones de rescate (en inglés,
bail out) debe ser apoyada por el sector
privado a través de un proceso de
absorción de pérdidas por parte de sus
accionistas y acreedores (bail in), con el
fin de reducir hasta el mínimo necesario
el coste para los contribuyentes.
¿Cómo se ha articulado este mecanismo
de resolución, que podríamos llamar de
transición entre el viejo y el nuevo
sistema, en el Espírito Santo?
En este caso, se han creado dos
estructuras nuevas escindidas de la
entidad original:
• Un banco malo, que gestiona los
activos deteriorados, y cuyo objetivo
24. 24 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
3. Las pruebas de estrés
¿Ya no quedan cadáveres
en el armario?
Hay que recordar que anteriores
exámenes de las entidades bancarias
quedaron desacreditados al
comprobarse que algunos bancos que
habían sacado buena nota en la prueba
(es el caso del francobelga Dexia en el
test de 2011) escondían en su interior
problemas graves de solvencia. Las
pruebas de resistencia realizadas en
2014 tienen características diferentes,
más intensas y exigentes en todos los
sentidos.
Una síntesis apretada de los resultados
de la Evaluación Global nos deja las
siguientes conclusiones:
• De las 130 entidades examinadas, con
fecha de referencia de 31 de
diciembre de 2013, 24 presentaban
problemas de capital de acuerdo con
el ejercicio de estrés. De ellas, 11 los
resolvieron durante 2014, por lo que
quedan 13 que han de mejorar sus
ratios. La nómina es incluso más
A finales del pasado octubre se
publicaron los resultados de la
Evaluación Global (Comprehensive
Assessment), como antesala de la entrada
en vigor del Mecanismo Único de
Supervisión (MUS), que se produjo el 4
de noviembre. Las pruebas se realizaron
porque el nuevo supervisor (el BCE)
quería tener toda la información posible
de los bancos antes de tomar las riendas
del nuevo modelo. En particular, lo que
pretendía el Banco Central Europeo era
identificar los problemas de legado (dicho
de otra manera, sacar todos los posibles
cadáveres del armario) y empezar su
tarea de supervisión única sin lastres
ocultos.
¿Han cumplido el objetivo las pruebas
de Evaluación Global?. Los resultados
revelan que el número de entidades con
problemas es escaso y que el déficit de
capital es muy pequeño, pero habrá que
esperar para valorar el ejercicio con
perspectiva.
25. banco con mayor déficit es el Monte
dei Paschi di Siena (2.110 millones de
euros).
• El valor de los activos bancarios a
finales de 2013 debe ajustarse en
48.000 millones de euros. El ejercicio
desvela que los créditos dudosos
aumentan en 136.000 millones de
euros hasta un total de 879.000
millones de euros, lo que significa un
incremento del 18%.
Las reacciones de los mercados a estos
resultados han sido, en general, tibias.
Aunque en un primer momento las
cotizaciones en bolsa de las entidades
financieras europeas subieron, luego
iniciaron un movimiento a la baja, en
parte probablemente como consecuencia
de factores ajenos a las pruebas de
resistencia. En los diez días siguientes a
las pruebas el Eurostoxx Banks, un
índice que agrupa a 32 grandes
entidades europeas, bajó un 3,2%. Los
Las pruebas de estrés. ¿Ya no quedan cadáveres en el armario? 25
corta (ocho) si eliminamos a dos
bancos griegos, dos eslovenos y uno
belga que por distintas causas
(resolución o reestructuración en
marcha) no necesitan atraer capital.
• Italia es el mercado nacional con más
bancos afectados. Nueve de las 24
entidades técnicamente no aprobadas
y 4 de las 13 que suspendieron en la
práctica son italianas. Ni Alemania ni
Francia ni España (los otros países
grandes de la zonas del euro) tienen
bancos en dificultades.
• El déficit global de capital descubierto
es de 25.000 millones de euros.
Durante 2014, las entidades con
problemas se recapitalizaron con
15.000 milllones, lo que significa que
solo faltan por cubrir 10.000
millones, que se quedan en 7.000
millones si dejamos al margen los
bancos que están en fase de
resolución o reestructuración. El
26. Figura 6. Resultados de los test de estrés (en miles de millones de euros)
Déficit de capital
Déficit de capital tras ampliaciones de capital
Déficit de capital de hecho
9,5
26 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
mercados de deuda tampoco han
reaccionado con sobresaltos, reflejando
probablemente un sentimiento de los
inversores de wait and see (esperar y ver)
antes de tomar decisiones sobre los
resultados del ejercicio.
En el ejercicio, que ha durado un año,
participaron 19 países (los 18 de la zona
del euro y Lituania), se cubrieron el
81,6% de los activos y contó con la
intervención de alrededor de 6.000
expertos del Banco Central Europeo y de
los bancos centrales nacionales. Veamos
ahora cómo se desarrollaron las
distintas fases de la Evaluación Global y
qué conclusiones se pueden extraer de
cada una de ellas.
1. El Sistema de Evaluación de
Riesgos, para empezar a hablar.
Más conocido entre los expertos por sus
siglas en inglés (RAS), este ejercicio, que
se realizó entre noviembre de 2013 y
enero de 2014, pasó desapercibido para
la opinión pública. Sin embargo, es
doblemente importante: fue el que puso
las bases de la Evaluación Global (en
particular, sirvió para definir la fase de
Análisis de Calidad de los Activos o AQR)
Déficit de
capital total
1,2
0,9
0,3
0,0
0,0
Portugal
Irlanda
Bélgica
Francia Alemania
24,6
1,1
0,9
0,5
0,1
0,2
6,4
1,2
0,9
España
0,9 0,9
Eslovenia
Italia
Grecia
Chipre
0,0
0,1
9,7
8,7
2,4
3,3
2,7
0,2
3,3
0,0
0,2
0,0
0,1
0,9
Austria
Número de
bancos con
déficit de capital
1
2
2
1
1 1
1
9
3
3
27. Las pruebas de estrés. ¿Ya no quedan cadáveres en el armario? 27
y además se repetirá periódicamente en
todas las entidades sometidas a la
supervisión única. El RAS es una
evaluación comparativa preliminar del
perfil de riesgo de los bancos. Para ello,
se revisan no solo los indicadores clásicos
de riesgo (de crédito, mercado, tipos de
interés, operacional, etc.) sino también
los relacionados con el capital, con la
rentabilidad, con el modelo de negocio y
con el gobierno corporativo, entre otros
aspectos.
Esto supondrá que se revisarán también
aspectos cualitativos y que serán los
propios equipos de inspección los que los
definirán, en contacto con las entidades,
de forma inmediata. Permite determinar
los niveles o rangos de capital y de
intensidad supervisora que cada
institución de crédito necesita. En este
ejercicio del RAS, en noviembre de 2013,
fueron los bancos centrales nacionales los
que asumieron el mayor protagonismo, si
bien el BCE se reservó la última palabra.
A partir de ahora, será un ejercicio que se
pilotará desde Francfort con nuevos ojos
2. El Análisis de Calidad de los
Activos, lo que marca la
diferencia. El AQR (sus siglas en inglés)
es el argumento de fuerza que utilizan las
autoridades europeas para explicar que
los resultados de las pruebas de 2014 son
más creíbles que los de las realizadas en
2009, 2010 y 2011. El AQR,
efectivamente, es la primera vez que se
hace en Europa.
Para que el ejercicio fuera riguroso, no
se ahorraron esfuerzos. Junto a los
especialistas del BCE y de los bancos
centrales nacionales, un batallón de
5.000 expertos del sector privado
(fundamentalmente, auditores en los
que confiaron desde los bancos
centrales) se pusieron manos a la obra
para escudriñar más de 800 carteras
individuales, 119.000 deudores ,
170.000 activos de garantía, 850
modelos de provisiones y de ajuste de
valoración del crédito y más de 5.000
valores. El ejercicio se prolongó entre
enero y julio de 2014.
Dado el volumen de información
disponible, el criterio que se utilizó para
la verificación de los balances de los
bancos fue revisar unas selección de
carteras que cubrieran al menos el 50%
de los activos ponderados por riesgo de
cada entidad, concentrando las
comprobaciones en las carteras más
arriesgadas o problemáticas. La
metodología se basó en diez fases (desde
el establecimiento de la política contable
hasta el análisis de la provisión colectiva,
pasando por la valoración de los
colaterales o la revisión de riesgos), cuya
expresión concreta fue la determinación
para cada entidad de una ratio de capital
que sirvió de base para la realización de
las pruebas de resistencia.
Este proceso ha conllevado un elevado
grado de dedicación y exigencia en las
entidades que, incluso, han tenido que
dejar de lado otras prioridades durante
este periodo.
El resultado global del AQR fue que los
activos bancarios del sistema se ajustan
en 48.000 millones, como consecuencia
de la necesidad de realizar provisiones
adicionales y otras adaptaciones de
capital, mientras que los créditos dudosos
o fallidos se incrementan en 136.000
millones de euros. Para comprobar el
impacto de estas cifras en la cuenta de
resultados de las entidades habrá que
esperar a que termine el ejercicio de 2014.
En términos geográficos, la revisión
permitió concluir que el sistema bancario
español es el que tenía a finales de 2013
el balance mejor clasificado y valorado,
ya que el impacto neto del AQR en el
capital ordinario de nivel 1 (CET1, por
sus siglas en inglés) es de sólo 0,14 puntos
porcentuales, el más bajo de todos los
países, lo que representa un desfase de
solo 2.200 millones (ver figura 6). Grecia
es el que tiene la repercusión más
elevada, con 2,90 puntos.
28. Figura 7. Impacto neto de AQR en CET 1
2,9%
3,0%
2,5%
2,0%
1,5%
28 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
En líneas generales, se puede decir que
se trató de un ejercicio duro, al menos si
lo comparamos con exámenes
precedentes en Europa. El escenario
adverso contemplado era de partida más
severo, porque pedía un mínimo del
5,5%, cuando en la prueba de resistencia
de 2011 la nota de corte era del 5%, y el
periodo de estrés era más prolongado
(tres años frente a dos). Además, el
‘shock’ sobre el PIB , la tasa de paro y los
precios de la vivienda era también
mucho más violento.
Otro elemento que endureció el examen
fue que durante los tres años del
escenario se consideró el balance
estático de las entidades a 31 de
diciembre de 2013, por lo que los activos
y pasivos que vencen durante el periodo
considerado se renuevan por otros de las
mismas características y plazos. De esa
forma, durante ese periodo se producen
deterioros de activos pero no se crece, lo
cual refleja una visión del negocio del
banco más negativa de lo que puede
considerarse real.
Si la comparación la realizamos con las
pruebas que hace anualmente la Reserva
Federal (la Comprehensive Capital
Analysis and Review, o CCAR, y el
3. El ‘stress test’, una valla no tan
fácil de saltar. La tercera fase del
ejercicio de Evaluación Global se solapó
por razones de urgencia del calendario
con el AQR, ya que se inició en junio,
antes de que concluyera la revisión de
calidad de los activos. Dado que la ratio
del AQR era necesaria para la prueba de
resistencia, ese desajuste temporal obligó
a aplicar un procedimiento de
integración, denominado join up, para
incorporar la información del AQR ya con
el stress test en marcha.
La prueba de resistencia, que fue
diseñada por la Asociación Bancaria
Europea (EBA, por sus siglas en inglés),
consistió en un análisis prospectivo de la
capacidad de las entidades para
absorber pérdidas durante tres años
(2014, 2015 y 2016) en dos escenarios
distintos, con sus correspondientes
listones de capital. El escenario base,
cuya hipótesis es que la economía
evolucione con normalidad, exigió una
ratio de capital sobre los activos
ponderados por riesgo del 8%. El
escenario adverso, que mide lo que
ocurriría si las condiciones económicas
se deterioraran gravemente, marcó un
mínimo del 5,5%.
GR
2,2%
2,1%
0,9% 0,9% 0,9%
0,7% 0,6%
0,5% 0,5%
0,4% 0,4% 0,3% 0,3% 0,2% 0,2% 0,1%
0,6%
0,9%
CY SI LV EE PT AT IT MT SK FI BE NL LT IE DE LU FR ES
0,5%
0,0%
Media de
entidades
supervisadas
0,4%
1,0%
pp CET1%
Fuente: Banco de España
29. suspendidos, pero cuyo sistema
bancario presenta algunos rasgos de
vulnerabilidad y puede por tanto llegar
a verse comprometido en el futuro.
Es el caso de Alemania, que en términos
globales (ver figura adjunta) sufriría
más que Italia en el escenario adverso,
con una caída de 3,6 puntos de su
capital. De hecho, si en ese escenario
analizamos el tramo de ratios del 5,5%
al 7% (que es lo que podríamos
denominar aprobado raspado), casi la
mitad de las entidades que aparecen ahí
(7 sobre 16) son alemanas.
En el caso de España, la comparación en
el escenario adverso también resulta
favorable, ya que es uno de los países que
en esa hipótesis tendría una merma de
capital más baja (1,4 puntos, cuando el
promedio general es de tres puntos). En
el tramo de ratios de hasta el 7%, estaría
una de las 15 entidades examinadas.
Tras la conclusión del proceso de
Evaluación Global, es la hora de poner
remedio a los desfases encontrados en el
balance de las entidades europeas. Los
bancos suspendidos ya han presentado
sus planes de recapitalización y se han
puesto manos a la obra para llevarlos a
cabo. Los que registraron déficit en el
Figura 8. Crecimiento de las principales variables macroeconómicas de los recientes ejercicios de estrés
Tasa de desempleo PIB
-9%
-8%
-7%
-6%
-5%
-4%
-3%
-2%
CCAR CCAR CCAR
Las pruebas de estrés. ¿Ya no quedan cadáveres en el armario? 29
Dodd-Frank Act Stress Testing), el
resultado es distinto (ver figura 8). Los
tests del banco central estadounidense
plantean escenarios macroeconómicos
adversos más severos que el realizado
este año en Europa. Hay que matizar, sin
embargo, que la regulación de Estados
Unidos no obliga a las entidades en
dificultades a realizar procesos de bail in
(rescate interno) para asegurar que los
accionistas y acreedores asumen las
primeras pérdidas, como sí ocurre en la
zona del euro.
En líneas generales, se puede decir por
tanto que el ejercicio se planteó como
una valla que no era fácil de superar. Sin
embargo, pocas entidades suspendieron.
De facto, solo ocho de las 130
examinadas necesitan tomar medidas
urgentes, con un déficit de capital de
apenas 7.ooo millones. La explicación es
que muchas entidades se adelantaron a
la prueba y acumularon capital antes
(200.000 millones desde 2008) y
después (57.000 milllones) de la fecha
de corte del 31 de diciembre de 2013.
La punta del iceberg de las entidades
suspendidas es Italia, con cuatro bancos
en dificultades, incluido Monte dei
Paschi di Siena, que es el que tiene el
déficit más grande. Sin embargo, hay
otros países que no tienen bancos
5,0%
4,5%
4,0%
3,5%
3,0%
2,5%
2,0%
1,5%
1,0%
-40%
-35%
-25%
-20%
-5%
0% 0% 0%
0,5% -1%
-15%
-10%
Precios de la vivienda
EU27 Euro EU27 EU27 EU27 EU27 EU27
Area
Euro
Area
Euro
Area
Euro
Area
Euro
Area
Euro
Area
EBA 2011 EBA 2014 EBA 2011 EBA 2014 EBA 2011 EBA 2014
-30%
Fuente: EBA
30. Figura 9. Impacto neto del escenario adverso del estrés test en CAT 1
10%
0%
30 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
AQR o en el escenario base de la prueba
de resistencia deberán haber resuelto el
problema antes de finales de abril de
2015. Las entidades infracapitalizadas en
el escenario adverso tendrán tres meses
más, hasta finales de julio. Eso es lo
previsto en la normativa. Además,
informalmente el nuevo supervisor
también podrá soplar algunas
recomendaciones al oído de otras
entidades, no señaladas directamente en
los resultados pero que pueden llegar a
tener problemas de solvencia a medio
plazo.
La distorsión del ‘phase-in’
Lo que no ha conseguido este proceso es
que los resultados de todos los países
sean plenamente comparables. Aunque
la definición de capital es igual para
todos (viene determinada en la Directiva
de Requisitos de Capital, que es
transposición a su vez de los acuerdos de
Basilea III), la aplicación de la misma
depende del calendario de transición (en
inglés, phase-in), que fue establecido
libremente por los países en
determinados aspectos.
GR
9,8%
8,0%
6,7%
5,9%
5,4% 5,2%
4,7%
3,5% 3,3% 3,1% 2,8%
2,3%
1,9% 1,6% 1,4% 1,4%
Media de
entidades
supervisadas
-0,7%
3,6%
5,6%
SI BE IE MT CY PT LU DE FI IT AT NL FR SK LT ES LV EE
9%
8%
7%
6%
5%
4%
3%
2%
1%
-1%
pp CET1%
Fuente: Banco de España
3,0%
De esta manera, variables como las
deducciones en activos intangibles y fondo
de comercio (deducidas íntegramente en
países como Italia y Francia, mientras en
otros son objeto de calendario) y créditos
fiscales (España y Francia aplicaron una
fase transitoria de diez años; Alemania,
Italia y Holanda, de cinco) tienen un
impacto diferente según el país de origen
de cada banco, lo cual provoca
distorsiones en la comparación y erosiona
la credibilidad del conjunto del sistema.
El nuevo supervisor único es plenamente
consciente de esta debilidad y está
dispuesto a armonizar los distintos
calendarios para acabar con las
interferencias pero no está claro ni cómo
ni cuándo.
Más transparencia, menos
incertidumbre
Uno de las características más singulares
de todo el proceso es la transparencia. La
Evaluación Global ha puesto a disposición
del mercado una cantidad gigantesca de
información. Se calcula que se han
publicado 12.000 datos puntuales de
31. cada uno de los 130 bancos sometidos a
prueba. Esa mina informativa debe ser
explotada por los inversores de los
mercados de acciones y bonos, así como
por las propias autoridades supervisoras,
que a partir de ahora pueden presionar
con mayor conocimiento de causa a las
entidades que puedan estar expuestas a
situaciones desfavorables para que
refuercen sus niveles de capital.
Una de las líneas de trabajo en esa
dirección es analizar a fondo en qué
situación quedarán las entidades
europeas una vez que concluyan las
fases transitorias de aplicación y se
incorporen plenamente los requisitos de
Basilea III (lo que se denomina en inglés
fully loaded). Ese análisis nos permitirá
tener una precisa fotografía del grado de
solvencia de las entidades europeas en
los próximos años.
Por supuesto, siempre se puede discutir
si todos los datos proporcionados son
correctos. Pero la complejidad y
profundidad del proceso animan a
pensar que las pruebas realizadas son
las más exigentes realizadas nunca en el
sector bancario europeo, y que por ello
la incertidumbre que existía hasta ahora
sobre su futuro puede quedar al menos
parcialmente disipada.
¿Futuro se escribe con f de
fusiones?
De cara al futuro, la publicación de los
resultados de las pruebas de resistencia y
la entrada en funcionamiento del MUS
ponen encima de la mesa el debate sobre
la posible consolidación del sector a nivel
europeo. El cambio de la supervisión
hacia un modelo único, y por tanto con
menos interferencias nacionales, invita a
pensar que la autorización y los demás
trámites que llevan aparejadas las
operaciones de fusiones y adquisiciones
transfronterizas serán ahora más fáciles.
Cualquier progreso en esa dirección
será, además, una señal de que la Unión
Bancaria ha empezado a funcionar, ya
que uno de sus objetivos principales es
acabar con la fragmentación de los
mercados y avanzar hacia la formación
de entidades paneuropeas.
El objetivo más obvio de esos
potenciales movimientos de fusión o
adquisición de bancos es Italia. La
debilidad de algunas de sus entidades
(sobre todo, Monte dei Paschi di Siena,
que se arriesga a perder su
independencia) es una buena
oportunidad para que entidades
extranjeras puedan entrar en el mercado
italiano, que tradicionalmente ha sido
hostil a operaciones de estas
características. También Portugal y
Alemania pueden ser escenarios
favorables para movimientos
transfronterizos de consolidación. En
España hay menos margen para este tipo
de operaciones porque el ajuste en el
número de entidades ya se ha producido
en los últimos cuatro años, como
consecuencia de las fusiones y de la
virtual desaparición de las cajas de
ahorro.
Más difícil de determinar es si los
resultados de las pruebas de resistencia
son un estímulo para que las entidades
de crédito europeas agilicen sus
procesos de concesión de crédito y
apoyen la recuperación de la economía.
Si, como parece, se acredita que no hay
cadáveres en el armario y que
efectivamente el sector está sano, y por
tanto desaparecen las dudas sobre su
solvencia, los bancos deberían estar más
predispuestos a aumentar su
contribución a la financiación de la
economía. Sin embargo, en esa ecuación
hay otras incógnitas que no es posible
despejar en estos momentos. En
particular, no está claro que la demanda
de crédito, ya sea de particulares o de
empresas, se reactive. El estancamiento
de la economía europea en el tercer
trimestre del año hace pensar en lo
contrario.
Las pruebas de estrés. ¿Ya no quedan cadáveres en el armario? 31
32. 32 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
4. Y ahora, ¿qué?
Lo que cambia (casi todo)
con el nuevo modelo de
supervisión
cómo excavar más hondo). Esto
es casi una obsesión para el BCE y en
general para todos los supervisores
internacionales. Necesitan conocer
hasta el más mínimo detalle de qué
manera las entidades, sobre todo las
de carácter sistémico, ganan dinero,
como primer paso para entender
cuáles son sus riesgos y debilidades.
Este empeño se resume en la
expresión follow the money (sigue el
dinero), una especie de variante del
cherchez la femme de las novelas de
detectives. El supervisor considera
que siguiendo el flujo del dinero y
analizando la cuenta de resultados
desde la perspectiva del riesgo, más
que desde el punto de vista contable,
incrementará su capacidad de
penetración en las mismas y le
permitirá anticipar mejor los
problemas potenciales de una entidad.
La Unión Bancaria es un gran edificio
normativo que se ha levantado en un
tiempo récord. Desde que se lanzó en
2012, el proceso ha requerido la
aprobación (en la mayoría de los casos,
muy trabajada), de hasta seis directivas
o regulaciones europeas, de un acuerdo
intergubernamental, de varios pactos
entre las instituciones de la Unión
Europea y de una buena colección de
criterios técnicos. Hay muchas cosas
hechas, otras medio hechas y algunas
por hacer del todo. Pero el pistoletazo de
salida ya se ha dado. La Unión Bancaria
está aquí y su desarrollo previsible tiene
implicaciones mayúsculas desde el
punto de vista de la supervisión del
sector en su conjunto y para cada una de
las entidades financieras. Veamos los
cambios más importantes.
• Aumento de la comprensión de
los modelos de negocio (o
33. de la cuentas que al análisis riguroso
de sus actividades, con las
consecuencias que todos conocemos.
Así que los supervisores van a tener
trabajo.
Y también los bancos.
Desde el punto de vista de las
entidades, el examen exhaustivo de
sus modelos de negocio tiene
importantes repercusiones. Cualquier
duda que se suscite sobre su
rentabilidad futura puede generar
desconfianza en su nivel de solvencia,
ya que la solvencia a largo plazo es la
capacidad de generar reservas (es
decir, resultados). Por ello, las
instituciones financieras no solo
tendrán que acostumbrarse a un
escrutinio profundo por parte del
supervisor. Sobre todo, deberán
Y ahora, ¿qué?. Lo que cambia (casi todo) con el nuevo modelo de supervisión 33
Este enfoque exige incorporar al
análisis elementos cuantitativos
(balance, indicadores financieros
clave) y cualitativos (estrategia,
marco competitivo) que revelen tanto
los flujos de dinero como su
sostenibilidad en el tiempo y su
vulnerabilidad ante determinadas
circunstancias que se puedan
producir en el futuro. Además, los
supervisores necesitan excavar más
profundo para comprender las
actividades del banco, sus clientes,
sus canales de distribución y sus
fuentes de generación de beneficios.
El énfasis en los modelos de negocio
es una de las lecciones aprendidas de
la crisis financiera global. Del examen
retrospectivo de lo ocurrido se
deduce que antes del estallido de la
crisis los supervisores fiaban sus
funciones de vigilancia más al control
34. 34 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
asegurarse de que su modelo de
negocio es rentable y eficiente, en un
contexto poco favorable por el
elevado volumen de activos no
rentables (como consecuencia de la
morosidad ocasionada por la crisis
económica), las mayores exigencias
de capital y liquidez, el deterioro de la
reputación del sector, los tipos de
interés bajos y la competencia del
shadow banking. Un desafío por todo
lo alto.
• Mayor interacción con (léase
vigilancia de) el Consejo de
Administración. Este es otro de los
grandes cambios del modelo de
supervisión. Hasta ahora, los
contactos entre el supervisor y los
consejeros no ejecutivos de las
entidades eran casi retóricos. Eran los
técnicos de uno y otro lado los que
encauzaban las relaciones y dirimían
los conflictos. Ahora, los consejeros
(sean ejecutivos o no) tendrán que
fajarse en el proceso, en tanto en
cuanto se considera que tienen un
papel clave en el desarrollo y la
definición de los principios básicos de
la nueva regulación, como el marco
de apetito al riesgo o la planificación
de capital, y que son ellos lo que tiene
que marcar la pauta para el resto de
la organización (lo que se denomina
en inglés tone from the top).
Ese nuevo enfoque del papel del
Consejo de Administración tendrá un
impacto en distintos niveles:
– La celebración de reuniones
frecuentes, en muchos casos
bilaterales, entre el supervisor y los
miembros del Consejo de
Administración, en especial con el
presidente y con los responsables de
los comités de Auditoría, Riesgos y
Retribuciones.
– La remisión al supervisor de
información detallada (actas y
otros documentos) sobre el
contenido de las reuniones del
Consejo de Administración para
asegurar que se produce un
contraste real de opiniones sobre la
gestión de la entidad y no un
simulacro de debate.
– El establecimiento de
procedimientos de idoneidad en los
nombramientos de consejeros. El
objetivo es que no sean un trámite.
Al contrario, se trata de articular
un sistema de adecuación al puesto
basado en entrevistas y en
exámenes que garanticen que el
candidato tiene las competencias
necesarias para desempeñar sus
funciones, incluyendo la
posibilidad de instarle a recibir
formación en las áreas en las que
carezca de ella.
• Información más fiable (bueno
para todos). Los bancos tendrán
que mejorar la información. Esta es
una exigencia clara de la nueva etapa
supervisora. La crisis financiera
demostró que las instituciones
financieras tienen serios problemas
para agregar con la suficiente calidad,
exactitud, profundidad y prontitud
los datos que son clave para
determinar sus riesgos. Muchos
bancos no eran capaces de obtener en
un periodo de tiempo razonable cuál
era la exposición agregada que tenían
por cliente en los mercados en los que
operaban. La información era
especialmente débil en lo que
respecta a los vínculos bilaterales
entre entidades globales y su común
exposición crediticia en los mercados
nacionales, impidiendo así la
identificación de concentraciones de
riesgo en las mismas.
Para tapar ese hueco de datos
sensibles, el Comité de Basilea sobre
Supervisión Bancaria ha elaborado
una guía de principios de información
(Principles for Effective Risk Data
Aggregation and Risk Reporting) que
será de obligado cumplimiento en
2016 para las entidades
35. Y ahora, ¿qué?. Lo que cambia (casi todo) con el nuevo modelo de supervisión 35
sistémicamente importantes a nivel
global. Los criterios que establece la
guía son considerados fundamentales
para la gestión del riesgo en los
bancos, especialmente para la
implementación del marco de apetito
de riesgo y los planes de recuperación
y resolución.
El seguimiento de esas pautas de
reporting requerirá un gran esfuerzo
interno por parte de los bancos. En
contrapartida, la mejora de la
fiabilidad de la información tendrá un
efecto positivo sobre la valoración de
sus carteras crediticias y de otros
activos, en tanto en cuanto el
mercado perciba que las entidades
reflejan fielmente sus riesgos. Esta
tendencia se ha percibido con
claridad en numerosas transacciones
de portfolios de los últimos años. A
mejor calidad de información, mejor
precio.
• Desarrollo de las pruebas de
resistencia (una herramienta
que ha llegado para quedarse).
Los stress tests o pruebas de
resistencia se han convertido en un
instrumento esencial para las
autoridades de supervisión (y para las
propias entidades). Gracias a ellos, es
posible probar la capacidad de
aguante de las instituciones
financieras frente a diversos riesgos y
escenarios, así como sus reacciones
en situaciones difíciles, y en última
instancia ayudan a determinar los
niveles de capital que necesitan.
Por tanto, los stress tests seguirán con
nosotros. Otra cosa es ver cómo
evolucionan. Desde luego, el nuevo
marco de supervisión exige de los
bancos la realización periódica o
permanente de stress tests de carácter
interno que les ayuden a definir su
perfil de riesgo, a gestionar su
liquidez y a configurar su proceso de
planificación de capital. Por utilizar
un símil académico, no se trataría ya
de hacer un gran examen final sino de
entrar en un proceso de evaluación
continua que debe integrarse con
otras actividades de negocio y con la
planificación estratégica de las
entidades. Eso obligará a los bancos a
mantener una compleja estructura de
medición y reporting.
36. 36 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
los profesionales de los bancos en
ambas tareas (supervisión y
resolución) mantengan entre sí un
contacto permanente, trabajen de
forma coordinada y compartan los
resultados de los respectivos procesos.
De hecho, en las entidades sitémicas
funcionan desde hace algún tiempo
los grupos de gestión de crisis (crisis
management group), que coordinan los
trabajos de supervisión y son los
responsables en materia de resolución.
• Cambio en la gestión de la
relación con el supervisor
(modelo nuevo, interlocución
nueva). ¿Cómo va a ser a partir de
ahora la relación con el supervisor?
¿Quién me va a llamar? ¿Quién les va
a llamar a ellos? ¿Cómo será la
interlocución? ¿Qué necesito tener
preparado y cómo? ¿En qué altera el
día a día? ¿Cómo afecta a mi
estrategia? Las preguntas se agolpan
en los órganos de dirección de las
entidades bancarias porque,
efectivamente, con el Mecanismo
Único de Supervisión todo cambia.
Y lo primero que cambia es la
organización del supervisor. Veamos
un diagrama sobre la distribución de
tareas del nuevo modelo, que nos da
las primeras pistas sobre su
funcionamiento práctico.
Los interlocutores habituales de las
entidades serán las cuatro direcciones
generales que dependen del Consejo de
Supervisión del MUS. De ellas, las dos
primeras tienen asignadas funciones de
supervisión directa de las 120 entidades
significativas del sistema y sus 15
divisiones se reparten ese grupo de
bancos con arreglo a criterios que no se
conocen oficialmente. Su brazo
operativo son los Equipos Conjuntos de
Supervisión (JST, por sus siglas en
inglés), en los que se integran
profesionales de ambas direcciones
junto a supervisores de las autoridades
nacionales. Por su parte, la Dirección
Más difícil es determinar si se
seguirán haciendo pruebas
comparativas, públicas y globales,
similares al chequeo realizado en el
Comprehensive Assesment de 2014 (el
examen final de la analogía
educativa) para todas las entidades
significativas de la zona del euro. En
principio, la prueba de revisión de la
calidad de los activos (la AQR, por sus
siglas en inglés) no volverá a
repetirse, salvo para aquellos bancos
que a partir de ahora entren en el
nuevo modelo europeo de supervisión
directa. En cambio, los stress tests
colectivos sí podrían volver a hacerse,
dependiendo del éxito del
Comprehensive Assesment (será menos
probable que se repitan si sus
resultados generan confianza y
credibilidad) y de la inestabilidad de
los mercados (un entorno
macroeconómico hostil, con la
consiguiente presión sobre la
rentabilidad y la solvencia de las
entidades, obligaría por ejemplo a
nuevas pruebas comparativas).
• Integración de los planes de
recuperación y resolución
(otra manera de descubrir el
riesgo). Las instituciones financieras
también tendrán que esforzarse por
integrar en el sistema global de
supervisión sus procesos de
recuperación y resolución, es decir,
los planes que tienen que elaborar las
entidades para activar en caso de un
deterioro significativo de su posición.
Los supervisores están dando gran
importancia a estos planes como
instrumento para detectar posibles
riesgos ocultos o infravalorados y los
han incluido en su caja de
herramientas de supervisión. Como
consecuencia de ello, están
recomendando a las entidades que
cambien su estructura organizativa y
operativa para facilitar los procesos de
recuperación y resolución. Una
práctica que se está imponiendo es que
37. Figura 10. Organización del Mecanismo de Supervisión Único
Consejo de gobierno del BCE
Consejo de supervisión del MSU
Presidente :Dänielle Nouy
Vice presidente Sabine Lautenschäger
carácter transversal, en aspectos críticos
para el proceso de supervisión, como el
análisis de riesgos, las inspecciones, los
modelos internos de evaluación o la
coordinación de los planes de
recuperación y resolución. En
consonancia con esa importancia
(algunos expertos consideran que es el
cerebro del MUS), la DG IV contará con
mayores recursos humanos y materiales
para desarrollar su labor.
General III se ocupa de la supervisión
indirecta de las entidades menos
significativas, que son vigiladas por los
bancos centrales nacionales. Su labor es
más de coordinación de criterios que de
supervisión propiamente dicha.
Pero seguramente la de mayor impacto
en el trabajo de las entidades es la
Dirección General IV, que es la que
marca la pauta metodológica, con
Div. Metodología
y desarrollo de
estandares
Div.
Centralización
de inspecciones
in situ
Y ahora, ¿qué?. Lo que cambia (casi todo) con el nuevo modelo de supervisión 37
Secretaría del MSU
DG I. Supervisión
Microprudencial
Líder: Stefan Walter
Supervisión directa de las
entidades significativas.
30 entidades
7 divisiones
~220 FTEs*
~30 JSTs
~190 FTEs
~90 JSTs
~85 FTEs
~250 FTEs
8 divisiones División de análisis
y apoyo metodológico
Div. Apoyo al
Quality Assurance
Div. Politicas de
apoyo
Div. Autorización
Div. Análisis de
riesgos
Div. Ejecución y
sanciones
Div. Gestión de
crisis
Div. Planificación
y Coord. del SEP
Div. Modelos
internos
División de supervisión
institucional y sectorial
División de vigilancia
supervisora y relaciones
con las NCAs
DG II. Supervisión
Microprudencial
Líder: Ramón Quintana
Supervisión directa de las
entidades significativas.
98 entidades
DG III. Supervisión
Microprudencial
Líder: Jukka Vesala
Supervisión indirecta de las
restantes entidades en los
paises participantes.
DG IV. Supervisión
Microprudencial
Líder: Korbinian Ibel
-Supervisión horizontal
-Quality assurance
FTEs: Full Time Equivalent
Fuente: BCE y elaboración propia
38. 38 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
Dentro de las diez divisiones de la DG IV,
hay que prestar mucha atención a la de
modelos internos. Esta división es la que
da el visto bueno a los modelos
cuantitativos propios que emplean las
entidades para evaluar sus carteras,
calcular sus activos ponderados por
riesgo y, en última instancia, para
determinar el capital que necesitan,
procesos que por razones obvias son
piezas clave del análisis de solvencia y
del sistema de supervisión.
Anticipándose a ese juicio, algunos
bancos europeos sometieron sus
modelos a la validación de asesores
independientes.
En la actualidad, no todas las entidades
europeas tienen modelos internos
propios; de hecho, solo las más
importantes los han puesto en marcha,
siguiendo las recomendaciones de
Basilea II. El resto de los bancos realizan
sus cálculos con arreglo a un modelo
estándar, con indicadores y parámetros
iguales para todos.
La posibilidad de que todas las entidades
avancen hacia modelos internos propios
no es ahora mismo una prioridad en la
agenda del Banco Central Europeo, por
falta de recursos. Más probable es que el
supervisor inste a los bancos que ya
disponen de modelo propio a que lo
perfeccionen. En particular, el BCE está
interesado en ampliar la base de esos
modelos a todas sus carteras. Se trataría
con ello de evitar una selección sesgada
(en inglés, cherry picking) de sus activos
para mejorar de forma artificial sus
niveles de solvencia. En cualquier caso,
el supervisor analizará la situación para
tener una visión de conjunto antes de
emprender cualquier iniciativa.
Con todo, la armonización de los
modelos (o al menos de los criterios que
se siguen en su aplicación) es una de las
grandes asignaturas pendientes del
supervisor único para avanzar hacia un
sistema sin disparidades ni
discriminaciones.
Otra novedad que también compete a la
DG IV es la de las inspecciones in situ, es
decir las que se realizan dentro de la
propia entidad por parte de un equipo
especializado de supervisores. El MUS
las va a utilizar para profundizar en el
escrutinio de los bancos, y su
periodicidad, duración y recursos
dependen de las circunstancias de cada
entidad. Esto hace pensar que las
inspecciones vayan a ser más
transversales y temáticas de lo que eran
antaño en algunos de los países.
39. permita tener una visión precisa de lo
que hace el supervisor y de su impacto
en la entidad.
Para tener una buena relación con el
MUS y ganarse la confianza de sus
representantes es también
recomendable una gran experiencia,
una firme voluntad de transparencia y
un excelente conocimiento del inglés.
Teóricamente, todos los bancos tienen
derecho a comunicarse en su idioma,
pero eso sería un importante hándicap
de partida en las relaciones con el nuevo
supervisor.
Y ahora, ¿qué?. Lo que cambia (casi todo) con el nuevo modelo de supervisión 39
Aunque en España era hasta ahora un
procedimiento habitual de supervisión,
en muchos otros países apenas se
conocía esta herramienta. Además, las
inspecciones in situ se realizan de forma
transversal, bajo la dirección de la
propia DG IV, y no dependen de los
departamentos operativos, como ocurría
en el caso español. Es precisamente la
división de Inspecciones In Situ
Centralizadas la que organiza y
coordina las actividades inspectoras en
los bancos considerados significativos, y
podrá participar en ellas, incluso
dirigiendo equipos de inspección. La
división también se encargará de
armonizar los informes de las
inspecciones para garantizar su
consistencia y calidad. Las
investigaciones in situ se
complementarán con el control a
distancia, característico de los modelos
supervisores de los países anglosajones.
Una división también relevante de la
Dirección General IV es la de Análisis de
Riesgos, que vigila los potenciales
cambios en los niveles de riesgo del
Mecanismo Único de Supervisión y
dirige la realización de ejercicios
comparativos entre entidades. Es por
tanto responsable del Sistema de
Evaluación de Riesgos (SER, o RAS, por
sus siglas en inglés), una fase clave del
modelo de supervisión del MUS.
Este sistema, ya utilizado como hemos
visto en la Evaluación Global
(Comprehensive Assesment) como
herramienta de apoyo al Análisis de
Calidad de los Activos (AQR, por sus
siglas en inglés) y a las pruebas de
estrés, es un ejercicio comparativo en el
que se intenta plasmar el perfil de riesgo
de los bancos. Para ello, se revisan no
solo los indicadores clásicos de riesgo
(de crédito, mercado, tipos de interés,
operacional, etc.) sino también los
relacionados con el capital, con la
rentabilidad, con el modelo de negocio y
con el gobierno corporativo, entre otros
aspectos. También se distingue ente
indicadores cuantitativos y cualitativos.
El ejercicio del RAS se realizará
trimestralmente y servirá para
determinar los niveles o rangos de
capital y de intensidad supervisora que
requiere cada institución de crédito.
Un asunto conexo y que dista de estar
cerrado es la posibilidad de crear una
Central de Riesgos Europea que
suministre al MUS información
exhaustiva y depurada sobre el mercado
de crédito en la Unión Europea. Existen
centrales de riesgo nacionales (en
España, la Central de Información de
Riesgos del Banco de España, o Cirbe),
algunas de las cuales intercambian
información. Pero no las hay en todos los
países, y habría que estudiar con
detenimiento qué pasa con ellas y con sus
proyectos si se crea un organismo con
alcance europeo. Las centrales de riesgo
ofrecen información muy relevante para
analizar el riesgo de crédito, tanto desde
el punto de vista de los clientes como de
las entidades bancarias.
El Mecanismo Único de Supervisión ofrece
por tanto a las instituciones bancarias
muchos canales de información, de
solicitud y de diálogo, y en consecuencia
también exige la comunicación con
muchos interlocutores. Ante ese nuevo
escenario de multicontactos, las entidades
están tendiendo a crear estructuras
centralizadas de relación con las
autoridades supervisoras, en las que hay
un único punto de contacto que está
integrado en la función financiera o en la
de riesgos, según los casos.
¿Qué perfil profesional debe tener la
persona elegida para desarrollar esa
misión tan importante, y que sería una
especie de embajador ante el MUS? Los
bancos están optando por perfiles de
muy alto nivel, bien dotados para las
relaciones institucionales, para dar
respuesta a las necesidades de lobby que
requiere el cargo, y al mismo tiempo con
una elevada capacidad técnica que les
40. 40 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
5. El impacto operativo
en las entidades
Cómo salir ileso del arranque
de la Unión Bancaria
1. Planificación del capital y de
la liquidez (soñando con las
ratios). Los gestores de los bancos
europeos ya saben de qué estamos
hablando. Las pruebas de resistencia
y de calidad de sus activos han
obligado a muchos de ellos en los
últimos tiempos a tomar decisiones
importantes (antes y después de la
publicación de los resultados) para
ajustar la situación de sus entidades a las
nuevas exigencias (ver detalles sobre
requisitos de capital y liquidez en el
capítulo 6). Pero estos procesos de
planificación y gestión no están
vinculados exclusivamente a la
realización de pruebas globales de
solvencia sino que forman parte ya,
con carácter permanente e integral, de
la cadena de procesos de su
organización, y exigen la aplicación de
procedimientos internos muy
estructurados.
Tras la publicación de los resultados de la
Evaluación Global (en inglés
Comprehensive Assessment, ver
información en capítulo 3) y con la
entrada en vigor, el pasado 4 de
noviembre, del nuevo Mecanismo Único
de Supervisión (MUS), parece
conveniente pararse a pensar en el
impacto de este seísmo regulatorio y
supervisor en la actividad de las entidades
bancarias y analizar cómo las
consecuencias del mismo pueden ser
absorbidas por sus estructuras operativas.
La arquitectura de la Unión Bancaria, y
en especial el nuevo modelo de
supervisión, tiene repercusiones que
afectan a gran parte de los engranajes
del funcionamiento de los bancos
europeos. Sin embargo, hay cuatro
procesos materiales o áreas de trabajo
donde los impactos son especialmente
significativos:
41. Figura 11. Nuevo enfoque en la planificación de capital
Foco en la planificación de capital
Políticas y
Gobernanza Datos procedimientos
challenge
Metodologías
Revisión y
Desarrollo de
metodologías para:
- Identificación
y evaluación
de riesgos
- Desarrollo de
escenarios
- Proyecciones
financieras
- Cómputo de
buffers, límites de
capital y objetivos
de capital
- Adecuación
de capital
- Identificación de
debilidades en el
proceso
- Valoración de la
implicación del
Consejo/Alta
Dirección
- Comprobación
de los datos y su
reconciliación
- Plausibility checks
- Trazado de
tendencias clave y
relaciones
- Planificación y
medición del riesgo
- Desarrollo de
escenarios
- Proyecciones
- Gestión de Capital
- Planes de
Contingencia
- Grandes necesidades
de información
- Agregación de
información de
diferentes fuentes
- Consistencia
- Flexibilidad del dato
El impacto operativo en las entidades . Cómo salir ileso del arranque de la Unión Bancaria 41
- Papel del consejo
- Mecanismos
para asegurar la
coordinación de las
diferentes áreas
- Redimensionamiento
de recursos
- Papel de la Auditoria
Interna
Fuente: Elaboracion propia
42. 42 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
Además, las autoridades de supervisión
esperan que este ejercicio de evaluación y
planificación permanente de las
necesidades de capital y de liquidez del
banco se haga en coherencia con los
principales procesos de la entidad
(planificación financiera y estratégica,
análisis de riesgos, plan de recuperación,
etc.), de tal forma que todos ellos asuman
las mismas hipótesis y escenarios.
Como es fácil deducir, todas estas
obligaciones, que en muchos casos son
nuevas y en otros han sido reforzadas,
exigen a las entidades un gran consumo
de recursos.
2. Marco de apetito al riesgo (el
Consejo decide hasta dónde se
puede llegar). Esta expresión de
resonancias alimenticias delimita, de
forma sintética y explícita, los niveles y
tipologías de riesgo que la entidad está
dispuesta a asumir en el desarrollo de su
actividad, es decir, es un instrumento de
autocontrol. Si consideramos que el
enfoque del nuevo modelo de supervisión
está basado en el riesgo, podremos
darnos cuenta de la importancia
estratégica que las autoridades conceden
a estos procesos. En consonancia con
ello, las decisiones sobre el apetito al
riesgo deben estar validadas al más alto
nivel de la organización.
La configuración del marco de apetito al
riesgo se realiza en distintas fases y
desarrollos:
• Definición. Establecimiento de los
principios generales, incluyendo
políticas, procesos, controles y
sistemas. El marco debe estar en línea
con la estrategia de la entidad, y debe
estar impulsado por el Consejo de
Administración, por lo que tiene un
alto componente de gobernanza.
• Desarrollo. Se considerarán aspectos
como el proceso de determinación del
marco, los criterios de agregación e
integración de los distintos riesgos,
los mecanismos de seguimiento y
control, la alineación con la estrategia
y la comunicación a los grupos de
1) Identificar como objetivo (apetito) unos
niveles de riesgo
2) Decidir unos límites de riesgo (tolerancia)
asociados al modelo de negocio de la
entidad
3) La capacidad máxima de asunción de
riesgos es el nivel máximo de riesgo,
dados los recursos actuales de la entidad.
Indicadores: Es recomendable utilizar
indicadores de solvencia, rentabilidad,
liquidez, riesgo de crédito y otros riesgos.
Figura 12. Marco de apetito al riesgo
Capacidad máxima
de riesgo
Límites de
riesgo
(Tolerancia)
Objetivo
(Apetito)
Fuente: Elaboracion propia
43. El impacto operativo en las entidades . Cómo salir ileso del arranque de la Unión Bancaria 43
interés, especialmente a las agencias
de calificación.
• Gobernanza. Hay que establecer una
clara asignación de
responsabilidades, funciones y tareas
en los distintos órganos participantes.
• Medición. El banco debe concretar los
indicadores y los niveles deseados de
apetito y tolerancia al riesgo,
incluyendo su integración en las
pruebas de estrés que realice.
• Implementación. Se realizará de
acuerdo con la previsión de las
peticiones del supervisor y contendrá
los indicadores principales y
secundarios, los mecanismos de
control, las acciones de mitigación, el
sistema de responsabilidades y el
reporting a la alta dirección.
• Revisión de la cultura de riesgo. Para
adaptar la idiosincrasia del banco al
nuevo marco se actuará sobre los
valores, los procedimientos de
comunicación, el sistema de
incentivos, el rendimiento de los
gestores y los programas de
formación.
El marco de apetito al riesgo debe estar
sometido a una revisión periódica y
disponer de mecanismos de alerta
adecuados que aseguren que la entidad
reaccione y tome medidas en el supuesto
de que se produzcan cambios
desfavorables en el entorno.
3. Plan de Recuperación
(desnudándose y poniéndose en
lo peor). El Plan de Recuperación (en
inglés, Recovery Plan) es un programa de
contingencia que anticipa la capacidad
de una entidad para restaurar su
viabilidad financiera y económica en
situaciones de estrés grave. En
combinación con el Plan de Resolución
(ver capítulo 2 de este informe), es una
herramienta básica de la gestión
supervisora del MUS.
Los principales elementos del Plan de
Recuperación son los siguientes:
• Marco de gobernanza. Debe dejar
claro en qué contexto de decisión y de
distribución de funciones se inserta el
44. Capital, Activos y P&G Pasivo y Liquidez
1
Emisiones de
capital
44 La Unión Bancaria: ahora empieza de verdad
seguimiento del plan (que debe ser
permanente) y su ejecución (que se
activa cuando aparece la situación de
crisis).
• Descripción de la entidad. Incluye la
estructura jurídica, las principales
líneas de negocio y el modelo de
negocio financiero y operativo. Un
aspecto importante es determinar
cuáles son las funciones esenciales
del banco y qué pasaría si dejara de
prestarlas.
• Indicadores y escenarios. Son la clave
del plan. Los indicadores deben ser
cuantitativos y cualitativos y han de
contemplar diferentes umbrales que
reflejen la gravedad de la situación.
La superación de esos umbrales no
activa automáticamente medidas
correctoras sino que insta al Consejo
de Administración a decidir qué
hacer. Los escenarios de estrés (que
pueden ser sistémicos, individuales o
una mezcla de ambos) tienen que ser
agudos, pero sin llegar a rebasar los
límites que suponen razonablemente
la quiebra de la entidad.
• Medidas. El plan debe describir las
posibles actuaciones que permitirán
generar capital y/o liquidez en caso
de crisis y facilitarán por tanto la
restauración de la viabilidad de la
entidad. Entre las más comunes (ver
figura 13) figuran las emisiones de
capital, la eliminación de los
dividendos, la venta de activos, la
reducción de costes o el uso de
recursos del Banco Central Europeo
(BCE).
El Plan de Recuperación es un ejercicio
de transparencia extrema, que obliga a
las empresas a desvelar con detalle sus
estructuras societarias más importantes,
lo que a su vez abre la puerta a la
posibilidad de que la autoridad
supervisora opine sobre su adecuación y
eficacia.
Figura 13. Principales medidas incluidas en el Plan de Recuperación
Fuente: Elaboracion propia
• Aplicaciones de Capital / ABO
• Valores necesariamente
convertibles 6
Medidas de
negocio
• Incrementar la captación de
depósitos
• Reducción del ritmo de
originación de créditos
2
Medidas de
conservación
del capital
• No dividendos / script
dividends
• Cancelación / Remuneracion
instrumentos híbridos
7
Recursos banco
central
• Operaciones de mercado
abierto y generación de
colateral descontable
3 Venta de
negocios
• Venta de filiales
• IPO de filiales 8 Facilidades
Repo
• Utilización de facilidades de
repo
4
Venta de activos • Venta participadas
• Venta carteras crediticias
• Titulizaciones
9
Financiación
mayorista
• Captación de financiación
mayorista
5 Adaptaciones
de los costes
• Reducción de costes de
personal y otros costes
45. Figura 14. Modelo de gobierno
Dirección
financiera
Dirección
de riesgos
Fuente: Elaboracion propia
Intervención
general
El impacto operativo en las entidades . Cómo salir ileso del arranque de la Unión Bancaria 45
4. El gobierno corporativo (más
presión en las alturas). El nuevo
modelo de supervisión que surge de la
creación del MUS insta al Consejo de
Administración y a la alta dirección a
jugar un papel importante en áreas y
procesos como la planificación del
capital, el marco de apetito al riesgo o
las políticas de gestión de riesgo y sus
procedimientos. En definitiva, el
objetivo es crear un modelo de gobierno
que garantice que el Consejo, en su
función de aprobación de las estrategias
adecuadas, y la alta dirección, como
responsable de la implantación de
dichas estrategias, son capaces de
controlar el riesgo de la entidad.
Como novedad, la Directiva de
Requisitos de Capital (CRD IV) establece
para los bancos de mayor tamaño y
complejidad la obligación legal de crear
un Comité de Riesgos asesor del Consejo
de Administración. Este nuevo comité
consultivo asesorará al Consejo sobre la
propensión global al riesgo, actual y
futura, de la entidad y su estrategia en
este ámbito, y también le asistirá en la
vigilancia de la aplicación de esa
estrategia por la alta dirección.
De esta manera, el Consejo de
Administración contará con cuatro
comités consultivos: el de
Nombramientos, el de Retribuciones, el
de Auditoría y Control Interno y el de
Riesgos.
El reforzamiento de las
responsabilidades del Consejo de
Administración y la alta dirección en
materia de riesgos exige de las entidades
un replanteamiento del flujo interno de
información. Para ello, es necesario
recabar de las distintas áreas
funcionales la definición de la
información a elevar a los órganos de
gobierno, así como su frecuencia y el
nivel de detalle necesario, con especial
atención a los procesos críticos de la
entidad. Esta información se ha de
plasmar en un marco de control, en el
que los mecanismos de información
deben estar correctamente definidos y
documentados.
Asimismo, es recomendable realizar un
replanteamiento de las funciones y
responsabilidades del Consejo de
Administración y de las comisiones
consultivas.
Comité de
nombramientos
Comité de
dirección Comité de
riesgos
La huella operativa
¿Qué implicaciones organizativas y de
relación con el supervisor tienen todos
estos impactos materiales? ¿Qué huella
están dejando en sus estructuras
operativas? Las entidades se están
moviendo en dos direcciones.
Por un lado, algunas grandes
instituciones de crédito están creando
departamentos especializados dotados
con muchos recursos y que se encargan
de gestionar la relación con los
supervisores (BCE y bancos centrales
nacionales) en sentido amplio:
coordinación de las pruebas de estrés,
análisis de la regulación, elaboración de
los planes de recuperación, etc. En ciertos
Negocio
Consejo de
administración
Comité de
retribuciones
Comité de
auditoría y
control interno