Este documento discute los desafíos de seguridad y privacidad en el sector financiero mexicano, como la suplantación de identidad y el robo de datos. Propone que la tecnología biométrica, como el reconocimiento facial y de iris, puede utilizarse para reforzar los procesos KYC y verificar la identidad de los clientes durante las transacciones para prevenir el fraude. También argumenta que las instituciones financieras deben invertir en el desarrollo de software interno para proteger a los clientes y garantizar la seguridad de