El tabaco proviene de una planta con hojas que contienen altas concentraciones de nicotina, una sustancia química adictiva. Fumar tabaco con regularidad puede causar dependencia y síntomas de abstinencia como ansiedad, irritabilidad y antojos de nicotina. Dejar de fumar requiere pasar por varias fases y puede tratarse con terapias de reemplazo de nicotina u otros medicamentos.