142689231-Un-raton-educado-no-se-tira-ratopedos-Geronimo-Stilton.pdf

Queridos amigos roedores,
bienvenidos al mundo de
032-MOMIA SIN NOMBRE 001-006.indd 1 1/9/10 09:53:35

001-006-MARAVILLA PERDIDA.indd 2 06/06/11 13:44

001-006-MARAVILLA PERDIDA.indd 3 06/06/11 13:44

TrampiTa STilTon
Pillín y burlón,
Primo de Geronimo
Benjamín STilTon
SimPático y afectuoSo,
Sobrino de Geronimo
Geronimo STilTon
ratón intelectual,
director de El Eco dEl RoEdoR
Tea STilTon
aventurera y decidida,
enviada eSPecial de El Eco dEl RoEdoR

¡UN RATÓN EDUCADO
NO SE TIRA
RATOPEDOS!
Un raton educado-CAST 01 30/6/05 08:10 Página 5

8
¡UN RATÓN EDUCADO
NO TE CUELGA
EL TELÉFONO
EN LOS MORROS!
Eran las ocho de la mañana.
Estaba sentado tranquilamente en la sala de
mi casa, en mi sillón preferido... frente a la
chimenea... leyendo el perió-
dico... sorbiendo una taza
de té aromatiza-
do al parmesano...
royendo un bizcochi-
to de queso de bola...
cuando sonó el telé-
fono.
Alargu'
e la pata
y levanté el auri-
cular.

—¿Diga? Aquí Stilton,¡
!
Alguien chilló:
—¡Geronimoooooooo!
Reconocí la voz: era
mi primo, Trampita Stilton.
Farfullé:
—¿Qué pasa? ¿Hola? ¿Hola?
Pero él me colgó el teléfono en
los morros. ¡Qué maleduca-
do! ¡Por mil quesos
de bola!... ¡Un ratón edu-
cado no te cuelga el teléfono
en los morros!
¡UN RATÓN EDUCADO NO TE CUELGA...!
Mi primo
Trampita Stilton
¿ H o l a ?
¿ H o l a a a a a a a ?

Telefoneé fastidiado a mi hermana
Tea.
—Me acaba de telefonear Trampita...
Ella comentó:
—¡Apuesto a que te ha colgado el
teléfono en los morros, el muy
maleducado!
Yo suspiré y seguí desayunando.
Por mil quesos de bola...
En aquel instante
SONÓ
de nuevo el teléfono.
Levanté el au-
ricular y exclamé:
_
Diga? Digaaaa?
Oí la voz de mi sobrinito prefe-
rido, Benjamín.
?
?
Mi sobrinito
Benjamín Stilton
Mi hermana
Tea Stilton

—Tío Geronimo, ayer en la escuela la maes-
tra me puso una redacción: «Las normas
de la buena educación». ¿Puedo ir a tu
casa para que me ayudes a escribirla?
Yo exclamé:
—¡Por mil quesos de bola, pues cla-
ro, ven cuando quieras! ¡Te ayudaré encanta-
do! ¡Es un tema interesante!
En aquel instante se abrió la puerta y alguien
gritó:
—¡Geronimoooooooooooooooo!
¡
G
e
ronimooo
o
ooooooooo
!

¡SOCORRO,
MI SILLONCITO
ROCOCÓ!
Me encontré frente a un roedor con aspec-
to de listillo, de panza rodona, morro
chato, bigotes revueltos, pelaje de color cas-
taño y cola gordezuela. Iba vestido de un
modo demasiado extra
-
no: con unos
tejanos una cami-
sa blanca manchada de aceite, tirantes ro-
jos y... ¡una cursilísima chaqueta de terciope-
lo de color amarillo queso!
o
rond
a
¿Eh?
desteñidos,

¡SOCORRO, MI SILLONCITO ROCOCÓ!
C o r r i o
’ hacia mí a rápidas zancadas y
gritó en tono dramático:
—¡Geronimoooooooo! ¡Geronimoooooooo-
ooooooooooooooooooooooooooooo!
Preocupado, dejé caer el teléfono y corrí ha-
cia él gritando:
—¡Primo! ¿Qué puedo ha-
cer por ti?
Trampita continuó c o -
r r i e n d o hacia mí
pero pasó de largo y se tiró
encima de mi precioso sofá antiguo de estilo
Imperio.
Yo grité:
—¡Cuidado con mi sofá antiguo!
Él exclamó en tono inspirado:
—¡Geronimoooo, tengo que dar-
te una noticia!
Apoyó las patas en mi cojín de seda preferido:
—¡Tengo que darte una noticia impor-

lAS ORE
JA
S
...
SOCORRO!
tante... súper-importante... súper-súper-im-
portante... súper-súper-súper-importante!
Yo grité:
—¡Cuidado con mi cojín de seda!
¡De un salto se sentó en mi silloncito
rococó!
—Geronimo, ¿quieres o no saber la
noticia?
Yo grité:
—¡Cuidado con mi silloncito rococó!
Me tiré de los bigotes con desesperación:
—Pero... ¡eres un vándalo! ¡Un ratón educa-
do no destruye la casa y las pertenencias de
los demás!
Trampita fingió no oírme:
—Desatáscate bien las orejas, primito...
!
DESatáscate bi
e
n

Lo miré con aire de sospecha:
—Por mil quesos de bola..., ¿de
qué noticia se trata? ¿Y por qué vas vestido
de ese modo?
Él se pavoneó:
—Ja, ja, jaaa, te has fijado en mi nueva cha-
queta amarilla, ¿eh?
—¡Claro! ¡Es imposible no fijarse! ¡Es, cier-
tamente, vistosa! —farfullé.
Trampita:
—Ahora te doy la noticia. Se trata de...
- Se trata de?
—Se trata de...
- Se trata de??
—Se trata de...
- Se trata de???
Él:
—Se trata de... ¿te interesa saber la noticia,
primo? ¿Te interesa, eh, te interesa o no te
interesa? Porque si no te interesa...
?
?
?
?
?
?

Yo grité, exasperado:
—Pues ¡claro que me interesa!
Él agarró mi alioso jarrón de la dinastía
Ming y exclamó:
—He ganado un premio especial...
Jugueteó con el jarrón a r r i b a y aba-
jo, canturreando:
Yo grité:
—¡Cuidado con mi jarrón Ming! ¡Es valiosísimo!
Él se volvió hacia mí:
—Disculpa, ¿qué dices?
El jarrón se estampó contra el suelo, rom-
piéndose en mil pedacitos.
Yo murmuré con lágrimas en los ojos:
—Mi jarrón Ming... ¡era valiosísi-
mo! —Después chillé—: ¡No respetas
nada ni a nadie, eres un maleducado!
- Es un premio especial...
Es un premio especial...
Es un premio especial...

Él se volvió hacia mí:
—
D
i
s
culpa, ¿qué dices?
E
l
j
arrón se estam
p
ó
c
o
n
t
ra el suelo.
Hop hop hop...
¿Qué?
Cuidado...
Disculpa, ¿qué dices?
¡Cuidado!

r
o
m
piéndose en
m
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l
p
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d
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.
Y
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sojos: —
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j
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ó
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M
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g
.
.
.
¡
e
r
a
v
a
liosísimo!
¡Cuidado!
M
i
jarrón M
in
g
.
.
.

¡EN CASA DE LOS
DEMÁS UNO NO SE
COMPORTA ASÍ!
Mi primo fingió no oírme y me una
revista los morros:
Esta noche será concedido el Premio
«RATÓN HONORABLE DEL AÑO» al roedor que
ayer salvó el cuadro más famoso de
Ratonia, la Monna Ratisa, que estaba
a punto de ser destruido por las lla-
mas a causa de un cortocircuito...
¡con increíble rapidez de reflejos
el valiente roedor consiguió apagar
el incendio! El premio será concedi-
do por la condesa Snobísima de Snob
Snobísimus en su castillo, durante
una solemne ceremonia.
bajo
agitó
a
gi
tó
agit ó

S UPER
Yo me quedé pasmado:
—Ah, entonces ¿tú eres el roedor que ha sal-
vado el cuadro de la Monna Ratisa? ¡Ma-
ravilloso, primo!
Trampita se jactó:
—Eh, sí, modestamente... ¡soy todo un
¡Es como si tuviera superpoderes, en el senti-
do de que soy superinteligente, superfasci-
nante, superactivo, etc., etc., etc.!
Abrió mi nevera. Cogió un pastel de
queso al parmesano y se
lo zampó de un bocado.
—¡Y por lo visto, tienes tam-
bién un superapetito! —ob-
servé yo secamente.
¡EN CASA DE LOS DEMÁS UNO NO SE...!
superhéroe!
´

Él se zampó un montón de
y continuó:
—¡Como sea, debo admitir que en la nevera
tienes cosas superdeliciosas!
¡Royó casi sin respirar un trocito de
¡Se tragó de un sorbo un tarro entero de
helado al tartufo!
—¡Ñam, ñam, re-
queteñam!
bombones
bombones aromatizados al queso
qu e s o c a r a m e l i z a d o !

Agarró un pastel de queso al parmesano
y se lo zampó de un bocado.

en un tarro de nata
con queso azul... y pa-
ra acabar se tragó un mega-
vaso de batido de m o z z a -
r e l l a en un segundo y medio y eructó.
Después se frotó la panza satisfecho:
Yo protesté:
—¡Uno no debe comportarse así
en casa de los demás! Y, ade-
más, un ratón educado no hace
esos ruidos...
Trampita gritó:
—Ah, ¿no está bien echarse un
regüeldito de vez en cuando?
Metió
la cuchara
—¡Burp!

¡SERÉ MUDO COMO
UNA TUMBA!
Suspiré:
—Eres un caso desesperado...
Entonces, releí el artículo y pregunté, con cu-
riosidad:
—Pero dime, ¿cómo has conseguido salvar el
cuadro? ¡Cuéntame!
Él soltó una carcajada.
—Je, je, jeee, existe un detalle que no sabe na-
die. Te lo cuento a ti sólo porque eres mi pri-
mo. ¿Sabrás guardarme el ?
Yo me puse la pata sobre el cor zón.
—¡Seré mudo como una tumba! ¡Prometido!
Él se alisó los bigotes:
—Hum, ¿puedo fiarme? ¿No lo gritarás a los
cuatro vientos o lo publicarás en El Eco del
Roedor?
s
se
ec
cr
re
et
to
o

Yo chillé indignado:
—Un ratón verdaderamente educado siem-
pre mantiene sus promesas. ¡Si no te fías, ol-
vida todo el asunto!
Mi primo me pellizcó la cola:
—Pero ¡qué nervioso estás hoy! ¿Cuántos
cafés te has tomado?
Bajó la voz.
—Bueno, te lo contaré. Ejem, de hecho... ¡yo
no me había dado cuenta de que había un
incendio! Simplemente quería be-
berme una lata de naranjada: ¡la naranjada
salió disparada contra el cuadro y apagó el
fuego!
Después se zampó un megatrozo de queso al
chocolate fundido y se limpió los bigotes prin-
gosos con mi valioso mantel bordado.
Yo :
—¡Cuidado con mi mantel bordado! —A con-
tinuación exploté—: ¡Ya basta! ¡No debes com-
grité
¡SERÉ MUDO COMO UNA TUMBA!

Así es como ocurrió realmente...
.
.
.
y
l
a
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j
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a
salió disparada fuera...
N
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... estaba a pu
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s
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.
.
¡
¡
¡
A
u
f
f
!
!
!

portarte de este modo! ¡Necesitas un curso
acelerado de Buenos Modales!
Él bromeó:
—¿Buenos Modales? ¿Quizá no
sé cómo comportarme? Quizá
no debía limpiarme los mo-
rros en el mantel, ¿eh, primito?
Después, (a velocidad supersóni-
ca) lanzó al aire tres naranjas, tiró
una ráfaga de bolitas de queso,
hizo gárgaras con la na-
ranjada y corrió un esla-
lon entre las sillas gritando:
—¡El último es un gato!
A mí me daba vueltas la cabeza
por la confusión.
Quién...
cómo...
las bolitas de queso...
las gárgaras...
el eslalon...
las naranjas...
¡O
p
s
!
¡P
i
n
g
!
¡G
lub!

Trampita se echó a reír:
—¿No debería jugar con las naranjas
ni tirar bolitas de queso ni hacer
gárgaras con la naranjada ni
correr un eslalon? ¡Ya sospe-
chaba yo que no debía ha-
cerlo! ¡Qué pena, es tan di-
vertido!
.
... quizá no debería tampoco correr alred
e
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:
el último es un gatoooooo!
Amím
e daba vu
el
ta
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con
fusión
y
él
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r
a
b
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co
rr
e
r
.

susurro
¡UN VERDADERO
RATÓN EDUCADO NO
SE CHUPA LOS DEDOS!
Lancé una mirada al reloj
—¡Por la cola torcida del gato ratonicida!
¡Esto es un desastre, es tardísimo!
Trampita me una invitación
ante los morros.
—No, primo, nada de ir
hoy a la oficina, tienes
que hacerme un favor.
Yo chillé exasperado:
—¿Qué favor? ¡Habla
de una vez, por favor!
Él susurró:
—Tienes que acompañarme...
a g i t ó
El Señor Roedor
TRAMPITA STILTON
está invitado a la
recepción en el castillo
Snobísimus
para la ceremonia de
concesión del Premio
«RATÓN HONORABLE
DEL AÑO».
Se requiere
traje oscuro.

—¿Queeeé? —grité yo, cada vez más nervioso.
Trampita repitió:
—Tienes que acompañarme...
—¿Cómo cómo cómo?
—¡Tienes que acompañarme, tienes que acompañarme,
tienes que acompañarme, tienes que acompa-
ñarme! ¿Tienes las orejas rellenas de queso?
¡Tienes que acompañarme a la con-
cesión del premio! Habrá un montón de
roedores esnobs, ratones de morro tieso...
pero si tú me acompañas, ¡sé que no quedaré
como un patán!
Yo meneé la cabeza:
—Pero ¡no tengo tiempo!
Él me pellizcó la cola:
—¿Te acuerdas de cuando te salvé
la vida en el viaje hacia la isla
del Ojo de Esmeralda?
Yo exclamé:
—Sí, me acuerdo...
¡UN VERDADERO RATÓN EDUCADO NO...!
Te
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c
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.
.
.
Te acuerda
s
d
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c
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d
o
.
.
.

Te acuerdas de cuando...
—¿Y cuando tenías la casa inundada
el día de Navidad y yo te envié a mis
amigos para que te ayudaran a
arreglarla?
Yo asentí con la cabeza:
—Sí, me acuerdo...
—¿Y cuando te ayudé a resol-
ver el misterio de Mona Ratisa?
Yo resoplé:
—Sí, me acuerdo... está bien, ¡te acompañaré!
Trampita exclamó exultante:
—¡Yupiti yupiti yuuuu! ¡Li-
roliroliroliiii! ¡Vivavivaviva!
¡Gracias, Geronimo, seguro
que yendo contigo quedo
como un señor, tú que
siempre sabes decir la frase
justa en el momento opor-
tuno! Por cierto,
¿sabes besar la pata? En
Te acuerdas de
c
ua
n
d
o
.
.
.
Te acuerdas de cuando...
Te acuerdas de
c
ua
ndo...
Te
acuerdas de cuando...

.
ese ambiente, entre los nobles, vaya, está de
moda besar la pata...
Yo suspiré:
—Sí, sé besar la pata.
Mi primo preguntó:
—¿Me enseñas cómo se
hace? Mientras tanto
comeré algo, ¡sólo
para poder mante-
nerme en pie!
Atrapó un bombón
con caramelo fun-
dido y se lo zampó
de un bocado. Des-
pués se chupó rui-
dosamente los dedos manchados de cHo-
colatE.
Yo meneé la cabeza:
—¡Un verdadero ratón educado no se chupa
los dedos!
¡UN VERDADERO RATÓN EDUCADO NO...!
¡Smuac!
¡Así es como
un verdadero ratón
educado besa la mano!

¡HAY COSAS MÁS
IMPORTANTES QUE
EL TRABAJO!
Olfateé el aire con gesto sospechoso:
—Pero ¡qué tufo! ¿No te habrás tirado un...
?
Trampita se sacó de un bolsillo de la chaque-
ta un paquetito de la charcutería. Lo abrió,
olfateó con aire de entendido un pedazo de
queso apestoso, y lo puso en un plato.
—Me había olvidado: ¡cabrales supercurado!
Lo mordió con voracidad mientras yo le
decía:
—¡Un verdadero ratón educado siem-
pre ofrece a los demás!
Para cambiar de argumento fui a
sacar del armario mi traje de ce-
pedo
EL ECO
DEL ROEDOR

remonia y le pregunté a Tram-
pita:
—¿Tienes un traje oscu-
ro para esta noche?
Trampita exclamó:
—¿Queeeeeeeé? ¿No voy bien
con la chaqueta amarilla?
Pero ¡si me la he comprado a
propósito! ¡Me ha costado un
dineral! ¡Es de diseño, es de
RATIN CLAIN!
—¡Trampita, no es de buen
gusto! Un verdadero ratón
educado no se viste de un
modo demasiado vistoso.
Trampita farfulló:
—Me has convencido. ¿Me
acompañas a comprar un tra-
je... adecuado?
Lo abracé:
¡HAY COSAS MÁS IMPORTANTES QUE...!
EL ECO
DEL ROEDOR

¡HAY COSAS MÁS IMPORTANTES QUE...!
EL ECO
DEL ROEDOR
Flores
Quesos y cosas
moda
ENTRADA
LIBRE
—¡Claro que sí, primo!
a Ratonila, mi secretaria, para avisarle de
que no iría a El Eco del Roedor.
—Pero ¡sen
-
or stilton, le está esperan-
do un periodista para una entrevista televisi-
va! Y después debería revisar aquel contrato...
—Querida Ratonila, hay cosas más impor-
tantes que el trabajo. Por ejemplo, los ami-
gos, la familia... ¡Nos vemos mañana!
Le guiñé un ojo a Trampita.
—Gracias, primo. Sabía que podía contar
contigo —dijo, entrechándome la pata.
T e
'
e
n
o
f
l
e e

EL RATÓN
REFINADO
Salimos y fuimos a la tienda más elegante de
la ciudad, . Trampita
se dirigió al propietario, Elegancio Refiné:
—Eh, tú, sí, tú, quiero uno de esos trajes bo-
nitos que llevan los ricos. ¿Tienes o no tienes
lo que te pido en esta tienducha de tres al
cuarto, eh?
El Ratón Refinado
LIBRERÍA

Elegancio lo miró de arriba
abajo:
—¿Qué desea, caballero?
Le di un codazo a Trampita:
—¡Un verdadero ratón educado
lo primero que hace es saludar!
Cuando Elegancio me vio, se
volvió amabilísimo:
Yo respondí cortés:
—¡Buenos días, señor Refiné!
Quisiera un traje de ceremonia
para mi primo Trampita.
—¡Porsupuesto, señor Stilton!
¡Inmediatamente, señor Stil-
ton! ¡Todo lo que usted desee,
señor Stilton!
Elegancio Refiné

60
62
64
EL RATÓN REFINADO
Después le explicó a Trampita:
—El señor Stilton es mi cliente preferido.
¡Qué ratón educado! ¡Él sí que conoce bien
las normas de la buena educación!
alrededor de mi primo, ob-
servándolo con aire experto.
—Hum, diría que tiene una talla 60, o quizá
62, quizá 64, digamos que LARGE, no,
EXTRA-LARGE, es más, ¡diría que EXTRAEX-
TRALARGE!
Volvió con un elegante traje oscuro. Trampi-
ta se lo puso silbando.
—¿Cómo estoy, eh? ¿Cómo estoy, primo?
Se pavoneó frente al espejo:
—¡Olalá, estoy guapísimo!
De repente agarró a Elegancio
por la cola:
—Eh, tú, ven aquí y dime
cuánto cuesta este trozo
de trapo. No te pases de
R e v o l o t eó
p
a
v
o
n
e
ó
p
a
v
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n
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pavoneó
pavoneó
p
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n
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ó
p
a
v
o
n
e
ó

listo, ¿eh?, quiero un precio especial, de
s a l d o extrasaldo, vaya, que quiero
un descuento, ¿entiendes?
Elegancio dijo:
—Señor, el traje cuesta...
Pero Trampita no lo dejó acabar:
—¡Demasiado caro! ¡Demasiado caro!
Elegancio prosiguió:
—Decía que el traje cuesta...
Trampita:
—¡Te ofrezco la mitad!
Yo susurré:
—Primo, ¡un verdadero ratón educado no pide
descuentos! —Entonces —. Quería
darte una sorpresa regalándotelo yo. Si me lo
permites, naturalmente.
Trampita me abrazó emocionado:
—¡Gracias, Geronimo!
D-E-S-C-U-E-N-T-O!
!
EL RATÓN REFINADO

Trampita se pavoneó frente al espejo...

esta tarde no quiero una ducha norm
a
l
esta tarde quiero un baño especi
a
l
en queso quiero nadar
con fon
d
u
e
m
e
q
u
i
ero perfumar...
«MIL BURBUJAS
DE FONDUE»
Volví a casa y me preparé para la ceremonia
de gala. Me di un baño de espuma al aroma
de fondue, canturreando mi canción preferi-
da: Mil burbujas de fondue!
Después me lavé bien los dientes con dentí-
frico al parmesano. ¡Un verdadero ratón
educado sabe que la higiene personal es im-
portante!

rociándolos
rociándolos
rociándolos
rociándolos
rociándolos
Me sequé el pelaje con la toa-
lla, después me peiné los
bigotes y los ricé delicada-
mente...
Me puse una camisa blanca y
el esmoquin, me anudé la
corbata y me miré al espejo
satisfecho.
Trampita llegó con media
hora de retraso.
Yo suspiré:
—¡Un verdadero ratón edu-
cado es siempre puntual!
Él iba en una
Me guiñó un ojo.
envuelto
«MIL BURBUJAS DE FONDUE»
r
rociándolos
ociándolos de brillantina.
nube de perfume.

—He comprado sales de baño especiales con
aroma de cabrales maduro, son un poco fuer-
tes. —Entonces bajó la voz—: La perfumista
me ha recomendado poner sólo una gotita en
la bañera, pero he vaciado la botella ente-
ra..., se nota, ¿eh?
Me tapé las narices:
—¡Por mil quesos de bola! ¡Ya lo
creo que se nota! ¡Demasiado!
¡Pedí un taxi y
al castillo S
nobísimus!
finalmente nos dirigimos
¡
Q
u
é
t
u
fo a
c
a
b
r
a
les!

castillo
¡QUÉ TUFO
A CABRALES!
El taxista farfulló:
—¿Trabajan en una fábrica de quesos?
—No, ¿por qué?
—¡Porque apestan tanto a ca-
brales que asfixiarían a una
rata resfriada! ¿Les mo-
lesta si abro un poco
más la ventanilla?
—Por favor... —suspiré.
Pocos minutos después llegamos al cas-
tillo. El mayordomo que nos abrió la puer-
ta, Aristoquesolo Quesoloestoi, olfateó con
aire de disgusto. Después nos miró de arriba
abajo:
¡Glbbbb.... ñic!

—¿Sois los repartidores de
queso? Se nota por el pes-
tazo que desprendéis. ¡En-
trad por la puerta de servicio
del castillo!
Trampita chilló:
—Pero ¿qué te has creído, ca-
raqueso? ¡Yo soy el galardo-
nado!
Yo dije amablemente, con una
—¡Buenas noches! Mi nombre
es Stilton, Geronimo Stil-
ton. Y éste es mi primo Tram-
pita. Por favor, ¿quiere anun-
ciarnos a la condesa? Estamos
invitados a la recepción. —En-
tonces le mostré la invitación.
Él cambió inmediatamente de
tono:
¡QUÉ TUFO A CABRALES!
Aristoquesolo
Quesoloestoi
sonrisa:

—Estoy desolado por la equivocación, señor,
esperábamos a los repartidores de queso y...
Yo de nuevo:
—¡No se preocupe, no hay problema!
Aristoquesolo mostró una enorme
—¡Por aquí, se lo ruego!
Trampita murmuró admirado:
—¡Vaya, tú sí que sabes cómo tratar a la gente!
¡Ya sabía yo que era una buena idea traerte!
Yo le expliqué:
—¡Un verdadero ratón educado es siempre
cortés, porque sabe que con una sonrisa y
unas palabras amables se consigue todo!
En el cielo resplandecía la luna llena,
que brillaba bl anca como un queso
fresco.
¡QUÉ TUFO A CABRALES!
sonrisa:

UN VERDADERO RATÓN
EDUCADO NO SE JACTA
DE LAS COSAS
Aristoquesolo nos escoltó has-
ta un vasto salón repleto
de invitados con esmoquin.
Todas las señoras presentes lleva-
ban vestido largo.
la mirada y admiramos el te-
cho abovedado, la majestuosa escalinata, los
muebles antiguos, la araña de cristal que
ILUMINABA el salón...
Se nos acercó el alcalde de la ciudad, Hono-
rato Rato, acompañado por el cónsul de Ra-
tonia y por el embajador de la Isla de los
Ratones.
—Ah, ¿usted es Trampita Stilton? ¡Felicida-
repleto
repleto
repleto
repleto
repleto
repleto
repleto
repleto
repleto
repleto
Alzamos

El salón estaba repleto de invitados...

des! ¡Así que usted es quien ha salvado del
fuego el cuadro de la Monna Ratisa!
Trampita se puso a jactarse de ello:
—Gracias, gracias, gracias... sí, he sido un va-
liente, un verdadero héroe, un superroe-
dor, un ratón extraordinario, me merezco
el premio, claro, los demás no valen nada a
mi lado, soy el mejor, ja, ja, jaa, ¡han hecho
bien premiándome!
Ellos abrieron mucho los o j o s .
Yo murmuré:
—¡Un verdadero ratón educado nunca
se jacta de nada!
En aquel momento se acercó una
señora de pelaje crepado. En el
cuello llevaba un collar de perlas
grandes como quesos de
bola. Era la dueña de la casa,
lacondesa...
UN VERDADERO RATÓN EDUCADO NO SE JACTA...
¡SnobísimadeSnobSnobísimus!

¡QUITAD LAS PATAS
DE MI PLATO!
Mi primo melodramático:
—¡Marquesa! ¡Es más, duquesa! ¡Es más,
princesa! —A continuación cayó de rodi-
llas—: ¡Ah, reina de mi corazón, qué honor!
Ella murmuró, pálida:
—¡Pero qué magquesa, pero qué duquesa,
pero qué pguincesa! Yo soy condesa... y ¿us-
ted quién es, jovencito?
Mi primo hizo una reverencia absolutamente
teatral y le besó la pata con un besazo exage-
rado que se oyó desde el otro lado de la sala:
—¡Smuac!
Yo intenté salvar la situación e hice una reve-
rencia perfecta, besándole la pata.
ch il ló

—Señora condesa, no haga caso de mi pri-
mo, es un poco, cómo diría, excéntri-
co. ¿Permite que me presente? Mi nombre
es...
Pero de repente se abrieron las puertas de
otro inmenso salón: en el centro una larguísima
espléndidamente
puesta. El mantel de lino blanco estaba bor-
dado con el lema de los Snobísimus: «SNO-
BEA... COMO YO SNOBEO».
¡QUITAD LAS PATAS DE MI PLATO!
mesa

La vajilla era de porcelana finísima, los cu-
biertos de plata maciza y los vasos de cristal
de Bohemia.
Trampita blandió el tenedor como una lanza
y el plato como un escudo. Entonces se di-
rigió al galope hacia el buffet.
—¡A l a t a q u e e e e e ! ¡Comida, comida,
comida! ¡Tonto el último! ¡Quien llega pri-
mero antes se atiborra!
¡Quitad las patas de mi plato! ¡Primero come
¡Fuera, fuera, fuera!

el galardonado (yo) y después todos los de-
más! ¡Os advierto que voy a atiborrarme, a
superatiborrarme!
Los invitados estaban escandalizados.
Yo farfullé:
—¡Un verdadero ratón educado no se atiborra!
SNOBÍSIMUS
¡SNOBEA...
COMO YO SNOBEO!

¡NO TE BALANCEES
CON LA SILLA!
Trampita se balanceaba con la silla silbando:
—¡Tiroliroliro, tiroliroliro, ñam ñam reque-
teñam!
por la cola.
—¡Trampita, no te balancees y no silbes!
Él me guiñó el ojo:
—¡Recibido, primo!
Y entonces gritó en voz altísima:
–¡Eh, gente! ¿Dónde está el sal-
món ahumado? ¿Y el caviar? ¿Y el
queso de bola? Ojo, no os paséis
de listillos que el galardonado soy
yo, ¿eh? ¡Así que primero como yo
y después vosotros!
Se llenó el plato de manera inverosímil.
Mientras tanto canturreaba...
A
g
a
r
r
é a mi primo

La condesa lo
miró escanda-
lizada.
—Pero ¿qué
está haciendo,
jovencito?
Trampita exclamó con la boca
completamente llena:
—Estoy comiendo, ¿no lo ve?
Yo le di un codazo.
—¡Un verdadero ratón educado no habla
con la boca llena!
Se anudó la servilleta al cuello y se sonó las
narices, después agarró un muslito de pavo
asado y lo devoró. Cogió un pedazo de pan
En aquel instante pasó un camarero.
Mi primo le lanzó un silbido y gritó:
–¡Eh, tú, pásame la sal!
y lo untó
e
n el plato del vecino.

La condesa lo miró escandalizada...

Yo murmuré:
—¡Un verdadero ratón educado pide siempre
las cosas «por favor»!
Trampita observó los cubiertos que tenía de-
lante y protestó:
—Uff, cuántos cubiertos, ¿cuál será el ade-
cuado para cada cosa? Bueno, da igual... lo
elegiré con mi método infalible...
Agarró el muslito de p
a
v
o
y
l
o
m
e
t
i
ó
e
n
la fondue, ex
c
l
a
m
a
n
d
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c
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o
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S
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a
n
u
d
ó
l
a
s
e
r
v
i
lleta al cuello y se sonó la
s
.
.
.

Acabado el método para elegir los cubiertos
mi primo chilló a voz en cuello:
—¡Pim pom fuera, y le ha tocado al tenedor...
pero yo comeré con los dedos!
Yo le advertí en VOZ BAJA:
—Un verdadero ratón educado no se anuda
la servilleta al cuello, no se suena las narices
con ella, no unta pan en los platos de los de-
más, no apoya los codos en la mesa, no
come con los dedos...
Pitopitogorgorito
adóndevastútanbonito.
Alaaceraverdadera.
Pimpomfuera.
¡¡¡SLURP!!!
¡¡¡SLURP!!!
¡¡¡SLURP!!!
¡¡¡SLURP!!!
¡¡¡SLURP!!!
¡¡¡SLURP!!!
¡NO TE BALANCEES CON LA SILLA!

¡UN VERDADERO
RATÓN EDUCADO NO
SE TIRA... RATOPEDOS!
La condesa, mientras tanto, me hablaba de su
dándose aires:
—¡El castillo se guemonta al siglo dieciocho!
Toda la decogación es antigua. La agaña tie-
ne un valog incalculable. ¡También los tapi-
ces, la cubegtería, la vajilla y el getgato de mi
antepasado Snobius de Snob Snobísimus son
valiosísimos!
Yo, cortés, le hice un cumplido:
—Si me lo permite, señora condesa, el te-
soro más valioso que hay en esta sala es...
¡su atractivo!
La condesa exclamó:
—¡Usted sí que es un vegdadego gentilgatón!
Pero creo que aún no nos han pguesentado.
castillo

Me presenté:
—Mi nombre es...
Pero mi primo gritó entonces con la
boca llena:
—¡Yo también quiero charlar un
poco!
Yo murmuré:
—¡Un verdadero ratón educa-
do no interrumpe a quienes es-
tán hablando!
Pero él prosiguió:
—¿Sabéis aquel de la cuca-
racha con granos? ¡Es as-
queroso! También me
sé otro de una pulga con sarna... ¡Ése es as-
querosisimo! Pero creo que os con-
taré aquel otro del ciempiés al que le
apestaban los pies... es realmente
asquerosisimo.
Yo le advertí:
¡UN VERDADERO RATÓN EDUCADO...!
p
u
a
j
... pua
j
.
.
.
S
g
r
a
t
... sgrat... C
u
á
n
t
o
s
g
ranos...

—¡Un verdadero ratón educado no cuenta
chistes asquerosos cuando está a la mesa!
Después oí un ruidito sospechoso.
Trampita se echó a reír:
—¡Pardon! ¡Se me ha escapado!
Yo meneé la cabeza y después le susurré al
oído:
—Trampita, pero ¿qué te has creído? ¡Un
verdadero ratón educado no se tira... rato-
pedos!
Por fortuna en aquel momento la orquesta
empezó a tocar.
—¡Prrrrrrrrrrrrrttt!

P
o
r
f
o
r
t
u
na
en aquel momento la orquesta
empezó a toc
a
r
.

¡ES USTED
UN GAMBEGO!
Finalmente, el alcalde se le-
vantó y anunció solemne:
—Ahora haremos entrega del
premio a nuestro honorable ciu-
dadano...
Trampita se engalló:
—¡Ahora me toca a mí, me
toca a mííí!
La condesa murmuró:
—¡Vamos, hágalo depguisa, no lo sopogto más!
El alcalde Honorato Rato tomó la placa do-
rada y brillante y anunció con gran
seriedad:
—Señoras y señores, amigos roedores, entre-
go este premio a un ratón que tiene el mérito
PREMIO «RATÓN
HONORABLE DEL AÑO»
R
R.
.H
H.
.

de haber salvado una excelsa obra maestra
del arte...
Pero no llegó a acabar la frase porque mi pri-
mo le arrebató la de entre las patas.
—Trae, trae, dame esta lápida, que es mía...
He sido valiente, ¿eh? ¡Aplausos, por favor!
¡Y muchos! ¡Venga, que me los merezco!
De un se agarró a la lám-
para del techo y se balanceó de
un lado al otro, como un pi-
rata al abordaje.
Pero entonces se res-
baló y se soltó, y, pa-
ra no caerse, se aga-
salto
placa
¡
Z
a
ss
s
s
s
s
!
¡ES USTED UN GAMBEGO!

D
E S G A
rra ndolo
rró a un tapiz antiquí-
simo, desgarrándo-
lo en su caída...
¡Después hizo
caer el va-
lioso cuadro
de Snobius de Snob
Snobísimus!
Entonces, para sos-
tenerse, se agarró
del mantel, tirándolo
todo al suelo.
Los candelabros que
estaban en la mesa
se cayeron también
y las llamas de las
¡Raaaassssh!
¡Crash!
¡
P
langg
g
!

velas prendieron en la alfombra...
¡En pocos instantes el salón estaba en
¡Se activó la
y en pocos segundos el castillo de Snob Sno-
bísimus se inundó de arriba
abajo!
La condesa chilló:
—¡Mi lámpaga de
cguistal! ¡Mi ta-
piz antiquísimo!
¡Mi cuadgo de
¡Plof!
llamas!

mi familia! ¡Mi cubegteguía y mi vajilla! ¡Mi
Mi primo Trampita protestó:
—¡Calma! ¡Calma! Se lo compraré todo nue-
vo. Total, sólo eran trastos viejos, ¿no? Co-
sas usadas...
La condesa de Snob Snobísimus chilló:
—¿Cosas usadas? Pego ¿usted sabe que todo
esto egan valiosas antigüedades
del siglo dieciocho, jovencito?
Después gritó histérica:
—¡Echadlo fuega! ¡O no me llamo más Sno-
bísima de Snob Snobísimus!
Entonces le arrebató la placa de las patas.
—¡Nada de honogable! ¡Es usted un gam-
bego, jovencito! ¡Debeguía estar aveggon-
zado!
Trampita tenía lÁgrimas en los
ojos.
CASTILLOOO!

—Yo, en realidad... el premio... lo necesitaba
tanto...
Por casualidad, la condesa leyó el nombre de
la placa y a b r i ó los ojos.
Leyó en voz alta:
—TRAMPITA STILTON... ¿Usted se llama STIL-
TON de apellido, jovencito?
Mi primo se cogió los tirantes con los pulgares.
—¡Modestamente, sí!

¡MUÑECA, HAS
ACERTADO DE PLENO!
Snobísima murmurò:
—Stilton... Stilton... Pog casualidad, ¿no
segá usted paguiente de Gegonimo Stilton, el
famoso escgitor?
Trampita sonrió:
—¡Claro, gordita, es mi primo! ¡Ese de ahí!
Snobísima se iluminó:
—¡Oooooooh, qué emoción tan emocio-
nante! ¡Qué impresión tan impresionan-
te! ¡Qué excitación tan excitante!
Mientras le firmaba una foto mía, Trampita
se jactaba:
—Es mi primo, ese de ahí... mi primo, ¿sa-
bes? ¡¡¡Mi pri-mo!!! Él y yo somos como
caca y culO... Más que parientes somos

buenos amigotes... Lo conozco desde que
éramos pequeños... La de aventuras que he-
mos pasado juntos... Hasta le he salva-
do la vida unas cuantas veces...
La condesa comentó:
—Jovencito, sus manegas dejan mucho, pego
que mucho, que deseag, pego tiene un ggan
mégito: ¡tiene un pgimo
excepcional!
Trampita .
—¡Muñeca, has acertado
de pleno!
Mi primo se subió a
la mesa y gritó:
—¡Querría pronun-
ciar un discurso!
¡Pido disculpas por-
que me he com-
portado como un
patán!
¡MUÑECA, HAS ACERTADO DE PLENO!
De Geronimo Stilton
con simpatía ratonil
a Snobísima
bigotes
bigotes bigotes
bigotes
bigotes bigotes

1501
1500
Todos escuchaban en silencio.
Trampita continuó:
—¡Y ahora, para que me perdonen, mi primo
y yo les ofrecemos una pizza a todo el mundo!
Mil quinientas voces gritaron al unísono:
Trampita cogió el teléfono móvil.
—¿Hola? ¿Hablo con la Pizzería de Genari-
no? Llamo del castillo De Snob Snobísimus,
mándeme mil quinientas pizzas con tri-
ple ración de queso... es más, mil quinientas
una (una pizza extra para mí). ¿Cómo? Cla-
ro que sí, no se preocupe, mándelas rápido,
paga mi primo..., póngales triple ración de
queso, ¿eh?, y no se haga el listillo que yo de
pizzas entiendo un rato.
Entonces colgó y anunció al público, rela-
miéndose los bigotes:
—¡Tranquilos, que ya llegan las pizzas!
—¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra!

—¡Pizza para todos!

Los muros del castillo retumbaron:
—¡Hurraaa!
Yo tuve que sentarme porque la cabeza me
daba vueltas.
Farfullé:
—¿Mil quinientas una pizzas? Soco-
rrooo, espero que acepten tarjetas de cré-
dito...
M
i
l
quinientas una pizzas al castillo De Snob Snobísim
u
s
.
.
.

¡UN VERDADERO RATÓN
EDUCADO NO SE METE
EL DEDO EN LA NARIZ!
La mañana siguiente me levanté a la hora
acostumbrada. Me de muy
buen humor (yo siempre me despierto de
muy buen humor por las mañanas).
Fui hasta la cocina y me preparé:
a) un buen café con leche caliente
b) un huevo revuelto
c) diez deliciosas tortitas de queso de bola,
rellenas de nata y espolvoreadas de escamas
de parmesano gratinado.
¡Mmm, un desayuno de bigotes!
Me senté en mi silloncito preferido y empecé
a leer los periódicos. Pero justo en aquel mo-
mento sonó el timbre.
—¡Riiinnnggg!
desperecé

Acababa de llegar a la puerta cuando ésta se
de golpe y me dio en los morros
Era mi primo.
Yo protesté:
—¡Un verdadero ratón educado no va a casa
de los demás sin avisar! ¡Y antes de entrar
pide permiso! ¡Y no abre la puerta de golpe!
Él gritó:
¡He tenido una idea
genial! ¡Una idea superratónica, una idea de
bigotes! ¿Quieres oírla? ¿Eh?
Se tiró en el sofá, puso las patas
encima y se empezó a hurgar la
boca con un mondadientes.
Yo suspiré:
—¡Trampita, un ratón edu-
cado no apoya las patas en
el sofá! ¡Y no usa mon-
dadientes!
P
o
r
m
i
l
q
u
e
s
o
s de bola...
abrio
’
—¡Geronimooooooooo
o
o
!

—Ésta es la idea —anunció—: ¡escribe un li-
bro sobre buenos modales, será un best-se-
ller, es más, un r a t s e l l e r !
Yo sacudí la cabeza.
—¿Escribir un nuevo libro? ¡Ni hablar, no
tengo tiempo!
Mi primo exclamó.
—Venga, Geronimo... no te hagas el impres-
cindible... —Mientras hablaba se metió un
dedo en la nariz—: ¡Ñick!
Después se hurgó la oreja con el meñique:
—¡Plop!
Yo palidecí:
—¡Un ratón educado no se mete el dedo en la
nariz! ¡Y no se hurga las orejas con el meñique!
—¡Ja, ja, jaaa —se rió él—, ya sé que
no se hace, sólo quería ver si estabas atento!
Después se lanzó como un sobre
mi taza de café con leche arrebatándome una
de mis tortitas.
pez
pez

¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
Yo protesté:
—Pero... pero... pero... vaya...
Trampita agarró las otras nueve tortitas, las
enrolló, las mojó en mi café con leche y se
las zampó de un bocado.
Yo me tiré de los bigotes de pura exaspera-
ción y protesté:
—¡Uff... mis tortitas! ¡Mi café con le-
che! ¡Ya estoy harto, no puedo más! ¿Por
qué? ¿Por qué? ¿Por qué no me dejas desa-
yunar en paz?
Él se rió:
—Me sorprendes, Geronimo... ¡un ratón
educado no protesta, un ratón educado no
pierde nunca la calma!
Yo lo atrapé por la cola:
—Ah, ¿encima me tomas el pelo? ¡Subespe-
cie de rata de alcantarilla!
—¡Ñamñamrequeteñam!

Trampita:
—¡Ay ay ay, Geronimo, un ratón educado no
dice palabrotas!
Yo lo perseguí por toda la cocina haciendo
eslalon entre las sillas:
—Como te pille...
Quería decirle cuatro... es más, ocho, es
más dieciséis cositas, cuando me di cuen-
ta, sorprendido, de que Trampita tenía
enormes lagrimones en los ojos.
Susurró:
—Te lo pido por favor, primo, escribe ese li-
bro sobre buenos modales. ¡Quizá aún estoy
a tiempo de convertirme en un verdadero ra-
tón educado y ese libro puede ayudarme!
Yo me quedé sin palabras... ¡con un palmo
de morros!
Estaba aún reflexionando cuando tras él des-
puntaron unas orejitas que conocía muy
bien.

BUENOS MODALES PARA
TODOS LOS GUSTOS
Las orejitas pertenecían a mi so-
brinito preferido, Benjamín.
—¡Tío Geronimo! He venido pa-
ra que me ayudes a hacer mi
redacción sobre las buenos modales...
¿es verdad que vas a escribir un libro sobre
este tema?
Yo le di un besito en la punta de los bigotes y
murmuré:
—¡Ejem, en realidad, yo aún no... pero... en
efecto... quizá... vaya...!
Trampita me dio un codazo:
—¿Has visto? ¡Hasta él cree que es una bue-
na idea!
—Está bien —me rendí—, ¿cuándo empiezo?
l
e
d
i
u
n
b
e
s
i
to en
la pu
n
t
a
d
e
l
o
s
b
i
g
o
t
e
s
.

BUENOS MODALES PARA TODOS LOS GUSTOS
Ellos exclamaron:
- RA
' pido! RapidI' simo!
Me arrastraron hasta mi despacho, donde
mi ordenador y empe-
cé a escribir.
Pero apenas se corrió la voz de que estaba es-
cribiendo un libro sobre...
... todos mis colaboradores, uno detrás de
otro, vinieron a darme consejos.
La primera fue Pinky Pick, mi increíble co-
laboradora editorial.
—¡Jefe, jefe, jefeeee! Pon consejos tren-
dy, por ejemplo que navegando
por Internet es necesario respe-
tar las reglas de la Netiqueta!
¿Lo has escrito, jefe?
—Sí, lo he escrito, Pinky,
gracias por el consejo.
Buenos modales
!
!

Después llamó a la puerta Tea.
—Geronimo, he tenido una idea
para el título de tu libro:
Geronimo, ¿lo has anotado?
—Sí, lo he anotado, Tea, gracias
por la idea.
Llegó Trampita:
—Hola, primo, toma nota, mis
amigos del Club de la Rata de Cloa-
ca Apestosa te aconsejan que ex-
pliques cuándo hay que usar la
cuchara y cuándo el tenedor.
—La cuchara se usa para los ali-
mentos líquidos (caldo, sopa, cre-
mas, etc.), y el tenedor, en cam-
bio, para los sólidos (pasta, arroz,
ABC delosbuenosmodales
obien
Manualdelperfectoratóneducado.

etc.), el cuchillo para
cortar los alimentos (car-
ne, queso, etc.). Lo he
anotado, Trampita, gracias
por el consejo
En cambio, la condesa
me dictó al telé-
fono:
—El más célebge libgo de buenos modales es
el de Monsiñogue Della
Casa, publicado en 1558... ¿Lo ha
escguito, Gegonimo?
—Sí, lo he escguito, es decir, lo he
escrito, condesa, gracias por el
consejo...
La señora de la limpieza, Polvo-
rentina Polvorosa, me aconsejó:
—Señor Geronimo, explique que
la limpieza es importante. ¡DEL
ORDEN Y DE LA LIMPIEZA NACE EL
GALATEO

BIENESTAR! ¿Lo ha escrito, se-
ñor Geronimo?
—Sí, lo he escrito, señora
Polvorosa, gracias.
También vino mi abuelo,
Torcuato Revoltosi,
Panzer para los amigos:
—¡Nieto! ¡Buenos modales también significa
que hay que cumplir con los propios deberes
sin quejarse! ¡De-be-res! ¡Hoy ningún roe-
dor cumple ya con sus propias obligaciones
(qué tiempos aquéllos, qué tiem-
pos)! ¡Nieto! ¿Lo has es-
crito?
—Sí, lo he escrito, abuelo,
gracias por el consejo.
Apenas salió, metí unas cuan-
tas provisiones en un cesto
(un litro de batido de queso
de bola, un bocadillo de que-
Polvorentina Polvorosa

Encerrado en el trastero, finalmente pude trabajar tranquilo...

so fresco y una caja de bombones al par-
mesano).
Después, veloz como un gato, me encerré
bajo llave en el cuarto de los trastos.
Solté un suspiro de alivio.
—¡Por mil quesos de bola, finalmente aquí
puedo trabajar en paz!
Empecé a escribir y al día siguiente el libro ya
estaba listo.
Como me había aconsejado Tea, lo titulé:
ABC delosbuenosmodales
obien
Manualdelperfectoratóneducado.
¿Quién sabe si gustará? Espero que sí.
¡Buena lectura!

obien
Manualdelperfecto
ratóneducado
Geronimo Stilton
A B C
de los
buenos modales

A DE ALZARSE POR
LA MAÑANA: el ini-
cio del día es un mo-
mento importante.
¡Desperezaos, fro-
taos bien los ojos..., tam-
bién, si debéis hacerlo, levantaos
rápidamente y no estéis de mal humor! Por el con-
trario, ¡sonreíd a quien os despierte y al nuevo día
que empieza!
B DE BUENAS NOCHES: ¿conocéis la
Nana de las buenas noches? Yo
siempre se la canto a mi sobrinito
Benjamín...
ANTES DE IRTE A LA CAMA, LÁVATE LOS DIENTES
Y DESPUÉS DA LAS BUENAS NOCHES A TODOS LOS PARIENTES.
METE DEBAJO DE LA MANTA EL PELUCHE MÁS MULLIDITO
PARA QUE DUERMA CONTIGO UN RATITO.
YO TE LEERÉ UN CUENTECITO
Y ME DESPEDIRÉ CON UN BESITO.
QUE SUEÑES CON LOS ANGELITOS
BUENAS NOCHES, MI DULCE RATONCITO.
¡Hoy hace
sol!

C DE CAPRICHO: no siempre las cosas
se consiguen de inmediato. Pero
es inútil montar escenitas ni de-
mostrar que uno es un capri-
choso, porque eso suele empeo-
rar la situación.
C DE CASA: todos pueden colaborar. Ayudan-
do a ordenar y a limpiar, dejando el baño en orden,
manteniendo arreglada la habitación...
C DE COCINA: cada familia, en su conjunto, fun-
ciona como un equipo, ¡por eso es una buena idea
que cada uno tenga
un rol preciso! ¡El
que pone la mesa,
el que la quita, el
que lava los pla-
tos y el que los
seca, quien tira la
basura... quien ha-
ce la compra y, na-
turalmente, quien cocina!
A B C de los buenos modales
Gr rr
r
.
.
.

C DE COMER: alimentarse es muy
importante porque da la energía
para empezar la jornada. Pero
no hay que exagerar... ¡hay
que nutrirse, no atiborrarse!
¿Queréis un buen consejo? De
vez en cuando preparad el de-
sayuno para toda la familia, ¡es
un detalle muy amable que todos apreciarán mucho!
C DE CORTESÍA: ¡levantarse para
ceder el asiento del autobús a una
señora anciana o a una embaraza-
da o a una madre con su bebé es
un gesto de cortesía!
CH DE CHAMPÚ: ¡utili-
zad el champú con asidui-
dad si no queréis encontraros una
colonia de piojos en la cocorota!
D DE DIENTES: hay que cepillárselos
bien al menos tres veces al día,
DENTÍFRICO
AL PARMESANO
Ñ
a
m
ñam
¡Fuera el cham
pú!

después de cada comida. Eso ayuda a mantener
alejadas las caries. ¡Un verdadero ratón educado
no sale con restos de queso de bola incrustados
entre los incisivos y los caninos!
D DE DUCHA: ¡duchaos to-
dos los días, especialmen-
te en verano! De otro
modo desprenderéis el
mismo tufillo que el
queso rancio, ahuyen-
tando a todo el mundo... ¡sólo
las moscas apreciarán vuestra apes-
tosa compañía!
F DE FANFARRÓN: ¡ah, qué insoportables son los
fanfarrones que intentan colarse en la cola del
cine, del teatro, de la tienda o del supermercado
por delante de los demás, haciéndose pasar por
gente muy importante!
F DE FELICITAR: ¿os gusta que se acuerden de
vuestro cumpleaños? Entonces ¡también vosotros
¡
Q
u
é
tufo!

debéis acordaros de los cumpleaños de vuestros
parientes y amigos!
F DE FISGÓN: un verdadero ratón educado no mete
las narices en los asuntos de los demás ni hace
preguntas comprometedoras.
G DE GENTILEZA: sed gentiles con los
demás... es más, sed gentiles sobre todo
con aquellos que no lo sean con vosotros. También
las personas que parecen maleducadas necesitan
atenciones. ¡Una palabra cortés (la palabra justa
en el momento preciso) puede hacerles sonreír de
nuevo!
¡Felicidades!

H DE HOTEL: en casa no debéis
comportaros como si estuvieseis
en un hotel. Tras cada pequeña cosa
(una toalla limpia, un plato de pasta)
hay un gesto de amor... ¡y mucho traba-
jo! ¡Agradecedlo siempre!
I DE INSTRUIRSE: nunca se acaba de
aprender. Primo Levi, un gran escri-
tor que estuvo prisionero en un campo
de concentración, dijo: «La cultura es la mejor
mercancía, no está sujeta a aranceles, no paga en
la aduana y nadie podrá quitártela nunca». Aque-
llo que aprendéis es vuestro para siempre. ¡Así
pues, no estudiéis para el examen, para el maestro,
para mamá, sino para vosotros mismos!
M DE MUNDO: el mundo en que vivimos es grande.
En él viven muchos pueblos distin-
tos entre sí en cuanto a color, tra-
diciones, costumbres, religiones.
Debemos aceptar esas diferencias
de ideas, opiniones, culturas, que

permiten el útil intercambio entre los pueblos. Y
debemos recordar que todos los habitantes del
mundo tienen el mismo deseo de ser felices, de
amar y ser amados, y eso los convierte en amigos,
hermanos, que pueden compartir el
tesoro más grande: ¡la paz!
M DE MÚSICA: debe ser
un placer para todos, in-
cluso para los vecinos de
casa. ¡Por eso no hay que
exagerar con el volumen!
N DE NATURALEZA: ¡un ratón educado
respeta el medio ambiente! El mar, el
cielo, los bosques son un patrimonio
valioso que hay que transmitir a las
generaciones venideras. ¡Un patrimonio
de todos, que todos pueden y deben defen-
der! Esto es lo que puede hacerse: evitar malgastar
agua y energía; reciclar papel, vidrio, plástico, alu-
minio, pilas; respetar las plantas y los animales
protegidos; no encender fuego en el bosque.
Da
d
a
a
d
a
aa...

N DE NETIQUETA: significa «la buena educación en
Internet». Queridos amigos roedores, si navegáis por
la red, he aquí unos cuantos consejos...
—sed muy muy prudentes y no deis
a nadie vuestra dirección ni teléfo-
no: en la red se pueden conocer
amigos de todo el mundo, pero tam-
bién personas muy peligrosas;
—no creéis ni continuéis las cade-
nas de cartas electrónicas;
—no mandéis archivos pesados (por ejemplo, fo-
tografías) sin que el destinatario esté de acuerdo;
—no escribáis el texto en mayúsculas: ¡en el len-
guaje de la red significa que estás GRITANDO!
O DE ORDEN: con orden e higiene se vive mejor.
Por eso...
—tenedlo todo en su sitio: los vestidos en el arma-
rio, los calcetines en el cajón, los zapatos en el za-
patero, los libros en las estanterías, los juguetes en
su lugar...;
—comprad sólo lo que necesitéis de verdad, así no
llenaréis la casa de objetos inútiles;
N de Netiqueta...

—... pero sobre todo, cada vez que cojáis algo, ¡de-
volvedlo a su sitio cuando hayáis acabado de usarlo!
P DE PALABRA: basta una palabra amable para
hacer felices a las personas a las que se quiere,
¡y a los abuelos en particular! Escribidles cartas,
postales, mandadles e-mail, aunque sólo
les digáis «SALUDOS Y BESOS» o una fra-
se para darles a entender que los re-
cordáis con afecto y queréis compartir
con ellos ese momento...
P DE PAZ: sólo en paz se puede amar, jugar, es-
tudiar, vivir feliz y construir un mundo mejor.
Aprendamos a verla como un valioso tesoro. Las
guerras nacen de la incomprensión, de la ausencia
de intercambio, de la no aceptación de la diversi-
En paz se vive mejor... ¡viva la paz!

dad. Todos podemos hacer algo para defender la
paz, ¡ofreciendo nuestra amistad a todos los habi-
tantes del mundo!
P DE PERFUME: pedidle a mamá consejo sobre co-
lonias, geles de baño, jabones perfumados, tal-
cos, cremas, desodorantes: es placentero dejar
tras de sí un perfume a limpio (pero ¡sin exage-
rar!).
P DE PIESAPESTOSOS: ¿pertenecéis a la tribu de los
piesapestosos? Espero que no... se les reco-
noce porque cuando se quitan los zapatos y los
calcetines apestan a todo el mundo.
P DE POR FAVOR: siempre se piden la cosas «por
favor», y se responde con un gracias.
P DE PREPOTENTE: recordad que en cada prepoten-
te se esconde un cobarde. Reaccionad contra la
prepotencia sin violencia, sin dejaros intimidar,
demostrando que no tenéis miedo. ¡Veréis qué re-
sultados!

R DE REGALO: no juz-
guéis nunca el valor de un
regalo por su precio, sino por
el afecto de quien os lo ofrece.
R DE RESPETO: ¡respetemos las ideas de los demás,
si queremos que los demás respeten las nuestras!
S DE SALUDAR: ¡quedan lejos los tiempos en los
que se saludaba con una reverencia! Pero saludar
educadamente es aún muuuuy importante. Salu-
dad siempre, saludad a todos: un bonito saludo,
una bella sonrisa, un amable «¿cómo estás?»... y
cuando le estrechéis la pata a alguien, hacedlo con
decisión (pero sin rompérsela).
S DE SER ESTUDIANTE: dad la bienvenida a los com-
pañeros que llegan de lugares lejanos. Podréis
aprender de ellos muchas cosas interesantes, cos-
tumbres distintas, tradiciones que no conocéis.
He recogido
estas flores
pensando en ti...

Ofrecedles vuestra amistad y com-
portaos como quisierais que os trata-
ran a vosotros si os en-
contrarais lejos de casa,
en una ciudad extran-
jera.
S DE SUSPIRO: tapaos la boca cuando suspiréis o
bostecéis (¡y no bostecéis cuando alguien esté ha-
blando!).
S DE SOLIDARIDAD: es bonito sentirse útil a los de-
más, ofrecer ayuda a quien la necesita, dar y reci-
bir amor.
S DE SONRISA: una sonrisa no cuesta nada, pero
abre todas las puertas. ¡Pedid con amabilidad y
obtendréis siempre aquello que deseáis!
¡sonríe... y la vida
te sonreirá!

En la mesa con...
Los consejos de la
condesa Snobísima
¡Se hace o no se hace!
Lavarse las patas antes de comer:
Apoyar los codos en la mesa:
Llevarse el cuchillo a la boca:
Limpiar el plato con el pan:
Beber a morro de la botella:
:
Limpiarse la boca con la servilleta antes
de beber:
Hablar con la boca llena:
Leer o mirar la televisión:
Balancearse con la silla: o!
No!
!
No!
!
No!
!
Sí !
!
No!
!
No!
!
No!
!
No!
!
Sí !
!
¡Se come con los cubiertos, no con las manos!
(excepciones: algunas frutas como la uva, los plátanos,
las cerezas, y también los panecillos...).
Todo lo líquido se come con la cuchara,
y el resto con el tenedor. Para el pescado
se utilizan tenedor y cuchillo especiales.
¡Atención!

En el baño con...
Los consejos de
Geronimo Stilton
¡Se hace o no se hace!
Cerrar la puerta del baño cuando se utiliza:
Cerrar el grifo del lavabo, el tapón del champú
y el del dentífrico:
Abrir la ventana del baño cuando se sale:
Tener ocupado el baño demasiado tiempo:
Ducharse o bañarse todos los días:
Lavarse los dientes después de comer:
Acordarse de aclarar la bañera:
Tirar las toallas mojadas y sucias al suelo:
Para ducharse se consumen
cerca de 100 litros de agua.
Pero ¡si cerráis el grifo mientras
os enjabonáis consumiréis sólo 30 litros!
¡¡¡Para bañarse, en cambio, se necesitan
unos 120 litros de agua!!!
Sabéis que...
Sí !
!
Sí !
!
No!
!
No!
!
Sí !
!
Sí !
!
Sí !
!
Sí !
!

T DE TELÉFONO: cuando se tele-
fonea, es necesario presentarse
diciendo el propio nombre, y
después preguntar por la per-
sona con quien se quiere hablar,
recordando siempre dar las gracias.
Por ejemplo: —Buenos días, me llamo
Geronimo Stilton, Por favor, ¿podría hablar con el
señor Ratonez? ¡Gracias!
T DE TELEVISIÓN: ¡aquí viene el juego del sí y del
no! Preguntar amablemente a los demás qué ca-
nal quieren ver: ¡Sí! Hacer zaping con el mando
saltando de un canal a otro
neuróticamente: ¡No!
Tener siempre la tele-
visión a un volumen
altísimo: ¡No! Pa-
sar horas y horas
frente al televi-
sor: ¡No!
Grrrrrr...

V DE VIAJE: en tren no tiréis
nada por la ventanilla, ¡es peligroso! En avión
¡no corráis por los pasillos, pisándole
la cola a los pasajeros! ¡En autobús
no improviséis cancioncitas trepana-
tímpanos! En coche no torturéis a mamá y a
papá preguntando: «¿Falta mucho para llegar?».
V DE VOZ: gritar no sirve de nada. Si alguien su-
surra ¿no os vienen ganas de saber lo que está di-
ciendo? Por eso nunca debéis alzar la voz. Bueno,
si vuestro equipo necesita ánimo, entonces gritad
cuanto queráis.
Z DE ZOQUETE: sólo los zoquetes se creen que lo
saben todo. Quien es sabio, en cambio, no se can-
sa nunca de leer, escuchar, observar... ¡y aprender!

LOS BUENOS MODALES
EN EL MUNDO
Si estáis en China, no os sonéis la nariz de-
lante de todos para no parecer maleducados.
En Japón debéis quitaros los zapatos antes
de entrar en una casa: en el suelo de esteri-
llas (llamadas tatami) se camina sin zapatos.
A los amigos árabes y hebreos no les ofrez-
cáis carne de cerdo porque sus religiones no
les permiten comerla.
En algunos países orientales
no se muestra la suela de los
zapatos, ni se toca la cabe-
za de los demás.
En la lengua univer-
sal de la amabilidad,
en cambio, una son-
risa sincera significa:
«quiero ser tu amigo».
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¡BUENOS DÍAS!
Francés: Bonjour
Catalán: Bon dia
Italiano: Buongiorno
Inglés: Hello
Alemán: Guten morgen
Holandés: Goedemorgen
Ruso: Dorbi zién
Griego: Kalimera
Japonés: Konnichiuà
Hebreo: Shalom
Árabe: Sabahalkir
Chino: Zaoschianhao
Zulú: Savubona
Y en latín: Ave
¡GRACIAS!
Francés: Merci
Catalán: Gràcies
Italiano: Grazie
Inglés: Thank you
Alemán: Danke schön
Holandés: Dankjewel
Ruso: Spasiva
Griego: Efkaristó
Japonés: Arigató
Hebreo: Toda
Árabe: Sucram
Chino: Shie sie
Zulú: Ngaya bonga
Y en latín: Gratias ago
Así se dice BUENOS DÍAS
y GRACIAS en el mundo...

LA CANCIONCILLA
DE LA RATA
TONTILLA
Aquí tenéis la cancioncilla que
me cantaba tía Lupa cuando era
pequeño..
Ésta es la cancioncilla
de la Rata Tontilla
que en la mesa no sabe comer
pero ¡quiere aprender!
Tararí tarará tararó
a la izquierda el tenedor...
a la derecha el cuchillo
con la cuchara, ¡qué primor!
Tía Lupa

Come con los cubiertos,
con los dedos es de puercos...
hay algunas excepciones
¡como las uvas, el pan y los panetones!
No se bebe de la botella a morro
pues es de marranos,
se echa en el vaso un chorro
y se coge con las manos.
Los codos no hay que apoyar en la mesa
si no quieres parecer
más tonto que una piedra
y con la boca llena no hay que hablar,
si no quieres a los demás salpicar.

LA BALADA DEL
RATÓN APESTOSO
No me lavo las manos,
no me lavo los pies,
no me lavo la cara,
y los calcetines me pongo del revés.
Así lo digo
mi querido amigo,
así lo canto con esmero
soy más sucio que el palo de un gallinero.
Tengo caries en los dientecillos
porque nunca uso ni dentífrico ni cepillos.
Tengo la cabeza tan llena de piojos
que la gente que me mira hasta
guiña los ojos.

Así lo digo,
mi querido amigo,
soy más sucio que el palo
de un gallinero.
Me huelen los pies,
me huele el sobaco,
soy tan sucio y tan guarro
que hasta me doy asco.
Así lo digo,
mi querido amigo,
soy más sucio que el palo
de un gallinero.
S
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o
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..

1. ¡Saluda siempre!
2. ¡Dale las gracias a todo aquel
que haga algo por ti!
3. ¡Sonríe y serás más simpático!
4. Ofrece tu ayuda a quien
la necesite...
5. ¡También tú necesitas a veces
de la ayuda de alguien!
6. ¡Lleva la amabilidad, la armonía,
la paz a tu familia, a tu clase,
a las personas que te rodean!
7. Acepta el hecho de que los demás
son diferentes a ti.
8. ¡La diversidad es positiva porque
permite el intercambio entre
personas y pueblos!
9. Respeta las ideas de los demás.
10. ¡Y compórtate con los demás
como quieras que
se comporten contigo!
LAS DIEZ REGLAS DE ORO
para vivir bien con los demás

¡OJO A LA FRASE!
¿Quién dice la frase educada? ¿Y quién dice la maleducada?
6. De vez en
cuando me meto
los dedos en la
nariz...
5. ¡Les doy la
bienvenida a mi castillo,
queguidos amigos!
3. ¡Cuando voy
con mi moto todos
se tapan las orejas
por el ruido!
4. ¡Estoy hablando
con la boca llena,
ñam ñam ñam!
2. ¡Yo grito sólo
cuando gana mi
equipo!
1. ¡Yo intento ser
siempre educado
con los demás!
S
OLUCIONES
Frases
educadas:
1,
2,
5.
Frases
maleducadas:
3,
4,
6.
p. 109 8/2/08 11:11 Página 109

¡BUSCA A GERONIMO!
Geronimo siempre va impecable. Sin em-
bargo aquí hay un Geronimo al que le fal-
tan los bigotes, a otro la cola, a otro los
botones del chaleco... ¡Encuéntralos!

¿ERES UN PERFECTO RATÓN
EDUCADO O UNA RATA
DE ALCANTARILLA?
TE
S
T
Responde a las preguntas.
¡Calcula un punto por cada respuesta exacta
y comprueba el resultado del test!
1. Un verdadero ratón educado...
a. apesta
b. no apesta
c. ¡se tira... ratopedos!
2. La sopa se come...
a. con el tenedor
b. con la cuchara
c. con una pajita
3. Las cerezas se comen...
a. con las manos
b. con el tenedor
c. con la cuchara

4. Cuando telefoneas a casa
de un amigo, dices...
a. Ejem, estoooo, yo...
quiero hablar con... ejem,
mi nombre es... yo que-
ría... ¿eh?
b. Buenos días, soy Geronimo
Stilton, por favor ¿podría hablar con Pino?
Gracias
c. Pásame con Pino ya. Pino, Pino, ¿entiendes?
Pino. ¿Pino? ¡¡¡Pinooooooooooooooooooooo!!!
¡Sé que está por ahí, venga venga venga, vamos
vamos vamos, corre corre corre, ponme con
Pino de una vez!
5. Un verdadero ratón educado se ducha...
a. una vez al día
b. una vez a la semana
c. una vez al año, por Navidad...
6. Un amigo te invita a su fiesta.
Tú llevas...
a. un regalito
b. un chicle usado
c. a tu primo

7. Cuando miras la televisión con los amigos...
a. haces zapping neuróticamente, cambiando a
ráfagas todos los canales posibles hasta que se te
cruzan los ojos
b. gritas: ¡el mando es mío y hago lo que me da
la ganaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
c. les preguntas a los demás lo que les gustaría
ver
8. Cuando un amigo habla, tú...
a. lo interrumpes gritando: «Cierra el pico y dé-
jame hablar, caraqueso»
b. escuchas educadamente
c. le bostezas en los morros diciéndole: «¿Sabes
que cada vez que hablas me da un sueño terri-
ble?»
9. Cuando vas en coche con tus papás...
a. les obligas a pararse cada cuarto de hora para
hacer pipí, para beber un vaso de agua, para es-
tirar las piernas, etc
b. saltas en el asiento de atrás, protestando «¡pe-
rocuántofaltacuántofaltacuántofaltaparalle-
gaaaaaarpapápapápapápapaaaaaa!»
c. miras por la ventanilla y esperas con calma a
llegar a vuestro destino

10. Un verdadero ratón educado...
a. nunca dice mentiras
b. dice mentiras sólo los días impares
c. de la mañana a la noche dice mentiras tan gran-
des que Pinocho parece un angelito a su lado.
11. Un verdadero ratón educado, en la comi-
da...
a. se sienta bien y no pone los codos en la mesa
b. propone un concurso de eructos: ¡Burp!
c. se suena las narices con la servilleta
12. Cuando encuentras a un amigo...
a. para hacerte el gracioso le pellizcas la cola
gritando: «Hola, caraqueso, ¿sabes que te apes-
tan los pies? ¿Qué llevas dentro de los zapatos,
gruyere?»
b. finges que no lo ves
c. lo saludas con una sonrisa: «¿Hola, cómo es-
tás?»
13. Los buenos modales
a. ¡vaya, son absolutamente inútiles,
palabra de rata apestosa!
b. ejem, ¿puede repetirme la pregunta?
c. sirven para estar mejor con los demás

C
Co
om
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pr
ru
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a llo
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re
es
su
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do
os
s
Calcula un punto por cada respuesta acertada.
De 9 a 13 puntos: ¡BRAVÍ-
SIMO! ¡Felicidades, eres un
Perfecto Ratón educado! ¡Sa-
bes hacer siempre lo justo en
el momento adecuado! Di la
verdad: has ido a la escuela de
Buenos Modales de la condesa Sno-
bísima, ¿eh?
De 6 a 8 puntos: ¡BIEN! ¡Eres
bastante educado, pero podrías
serlo más! ¡Repasa el MA-
NUAL DEL PERFECTO RATÓN EDU-
CADO si quieres quedar bien
en cualquier situación!
S
OLUCIONES
:
1.b.
–
2.b.
–
3.a.
–
4.b.
–
5.a.
–6.a.
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7.c.
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8.b.
–
9.c.
–
10.a.
–
11.a.
–
12.c.
–
13.c.

s
s
De 3 a 5 puntos: ¡MAL! Ya te habrás dado
cuenta, ¿no?: ¡cuando llegas a una fiesta te
dan de lado y el motivo es
que eres un maleduca-
do! ¡Eres el tipo que
se atiborra de bom-
bones, que come
con las manos y
que (quizá) se ti-
ra... ratopedos!
De 0 a 2 puntos: ¡FATAL! ¡Di la ver-
dad, tú eres amigo de
Trampita, eres miem-
bro del ClubdelasRatas
de Cloaca Apestosas!
¡Eres un caso deses-
perado! Necesitas un
curso extra-ultra-sú-
per-maxi-mega-
intensivo de la
condesa. ¡Felici-
dades, queridísi-
ma Rata de Alcantari-
lla Apestosa!
¡
G
lup!

1. Entrada
2. Imprenta
(aquí se imprimen los libros
y los periódicos)
3. Administración
4. Redacción (aquí trabajan redactores,
diseñadores gráficos, ilustradores)
5. Despacho de Geronimo Stilton
6. Helipuerto
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38

1. Zona industrial de Ratonia
2. Fábricas de queso
3. Aeropuerto
4. Radio y televisión
5. Mercado del Queso
6. Mercado del Pescado
7. Ayuntamiento
8. Castillo de Morrofinolis
9. Las siete colinas de Ratonia
10. Estación de Ferrocarril
11. Centro comercial
12. Cine
13. Gimnasio
14. Sala de conciertos
15. Plaza de la Piedra Cantarina
16. Teatro Fetuchini
17. Gran Hotel
18. Hospital
19. Jardín Botánico
20. Bazar de la Pulga Coja
21. Casa de tía Lupa y
Benjamín
22. Museo de Arte Moderno
23. Universidad y Biblioteca
24. «La Gaceta del Ratón»
25. «El Eco del Roedor»
26. Casa de Trampita
27. Barrio de la Moda
28. Restaurante El Queso
de Oro
29. Centro de Protección del
Mar y del Medio Ambiente
30. Capitanía
31. Estadio
32. Campo de golf
33. Piscina
34. Canchas de tenis
35. Parque de atracciones
36. Casa de Geronimo
37. Barrio de los anticuarios
38. Librería
39. Astilleros
40. Casa de Tea
41. Puerto
42. Faro
43. Estatua de la Libertad
44. Oficina de Metomentodo
Quesoso
45. Casa de Patty Spring
46. Casa del abuelo Torcuato
Ratonia, la Ciudad
de los Ratones
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Isla Corsaria
Isla Tortuga
Por aquí pasan
las ballenas
Cala del
Gato
Arrabalero
Aquí
tiburones
Por aquí,
al océano Rático
Meridional
Atolón de las Islas Felices
Golfo del
Diente
Podrido
Galeón de
l
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Gatos Pira
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s
Bahía de
Delfines
Archipiélago
de la Rata
Pestilente
Puerto
Fétido
Puerto Asco
Ratonkfurt
Puertorratón
RATONIA
Puerto Crostón
Faro
Casposo
Isla Despellejada
Pecio Aflorante
Por aquí, al m
ar de
los
Bigotes
Vibrantes
Barrera coralina
6
Por aquí, al mar de los Ratazos
Por aquí, al Estrecho de la Rata Ratada
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ISLA DE LOS RATONES

erto
tido
de
s
es
La Isla de los Ratones
1. Gran Lago Helado
2. Pico del Pelaje Helado
3. Pico Vayapedazodeglaciar
4. Pico Quetepelasdefrío
5. Ratikistán
6. Transratonia
7. Pico Vampiro
8. Volcán Ratífero
9. Lago Sulfuroso
10. Paso del Gatocansado
11. Pico Apestoso
12. Bosque oscuro
13. Valle Misterioso
14. Pico Escalofrioso
15. Paso de la Línea de Sombra
16. Roca Tacaña
17. Parque nacional para la
Defensa de la naturaleza
18. Las Ratoneras Marinas
19. Bosque de los Fósiles
20. Lago Lago
21. Lago Lagolago
22. Lago Lagolagolago
23. Roca Tapioca
24. Castillo Miaumiau
25. Valle de las Secuoyas
Gigantes
26. Fuente Fundida
27. Ciénagas sulfurosas
28. Géiser
29. Valle de los Ratones
30. Valle de las Ratas
31. Pantano de los Mosquitos
32. Roca Cabrales
33. Desierto del Ráthara
34. oasis del Camello Baboso
35. Cumbre Cumbrosa
36. Jungla negra
37. Río Mosquito
120-128 FANTASMA DEL METRO.indd 127 06/06/11 13:40

1. Mi nombre es Stilton,
Geronimo Stilton
7. La sonrisa de
Mona Ratisa
2. En busca de la
maravilla perdida
8. El galeón de los gatos
piratas
3. El misterioso
manuscrito de Nostrarratus
9. ¡Quita esas patas,
Caraqueso!
4. El castillo de Roca
Tacaña
10. El misterio del
tesoro desaparecido
13. El amor es como
el queso
14. El castillo de
Zampachicha Miaumiau
15. ¡Agarraos los
bigotes... que llega Ratigoni!
16. Tras la pista del yeti
5. Un disparatado viaje a
Ratikistán
11. Cuatro ratones en
la Selva Negra
p
6. La carrera más loca
del mundo
12. El fantasma del metro
Stilton ti tulos e-pub.indd 120 16/03/11 13:30

19. ¿Querías vacaciones,
Stilton?
s
20. Un ratón educado no
se tira ratopedos
21. ¿Quién ha raptado a
Lánguida?
22. El extraño caso de la
Rata Apestosa
17. El misterio de la
pirámide de queso
23. ¡Tontorratón quien
llegue el último!
etro
18. El secreto de la familia
Tenebrax
24. ¡Qué vacaciones tan
superratónicas!
25. Halloween... ¡qué
miedo!
26. ¡Menudo canguelo en
el Kilimanjaro!
27. Cuatro ratones en el
Salvaje Oeste
28. Los mejores juegos
para tus vacaciones
29. El extraño caso de la
noche de Halloween
30. ¡Es Navidad, Stilton! 31. El extraño caso del
Calamar Gigante
32.¡Por mil quesos de
bola… he ganado la lotorratón!

37. ¡Ya te daré yo karate! 38. Un granizado de
moscas para el conde
33. El misterio del ojo de
esmeralda
34. El libro de los juegos
de viaje
35. ¡Un superratónico
día... de campeonato!
36. El misterioso ladrón
de quesos
39. El extraño caso
del volcán apestoso
40. ¡Salvemos a la ballena
blanca!
41. La momia sin nombre 42. La isla del tesoro
fantasma
43. Agente secreto
Cero Cero Ka

Un ratón educado no se tira ratopedos
Geronimo Stilton
No se permite la reproducción total o parcial de este libro,
ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión
en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico,
mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos,
sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción
de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito
contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes
del Código Penal)
Título original: Un vero gentilopo non fa…spuzzette!
© 2005 de la traducción: Manuel Manzano
Textos de Geronimo Stilton
Inspirado en una idea original de Elisabetta Dami
Ilustraciones de Larry Keys y Blasco Pisapia
Diseño gráfico de Merenguita Gingermouse
ABC de los buenos modales de Elena Mora
Portada de Larry Keys y Flavio Ferron
© 2002 – Edizioni Piemme S.p.A., via Tiziano 32, 20145 Milán - Italia
© 2005 de la edición en lengua española: Editorial Planeta, S. A.
Av. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España)
www.planetadelibros.com
Destino Infantil&Juvenil
infoinfantil@planeta.es
www.planetadelibrosinfantilyjuvenil.com
Derechos Internacionales © Atlantyca S.p.A., via Leopardi 8, 20123 Milán, Italia
foreignrights@atlantyca.it/www.atlantyca.com
El nombre de Geronimo Stilton y todos los personajes y detalles relacionados con él son
copyright, marca registrada y propiedad exclusiva de Atlantica SpA. Todos los derechos
reservados. Se protegen los derechos morales del autor
Stilton es el nombre de un famoso queso inglés. Es una marca registrada de la
Asociación de Fabricantes de Queso Stilton. Para más información
www.stiltoncheese.com
Primera edición en libro electrónico (PDF): julio de 2011
ISBN: 978-84-08-10512-1 (PDF)
Conversión a libro electrónico: Newcomlab, S. L. L.
www.newcomlab.com

Queridos amigos roedores,
hasta el próximo libro.
Otro libro morrocotudo,
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