La Segunda República española nació en 1931 en medio de dificultades económicas y el avance del fascismo en Europa. La constitución de 1931 estableció un estado democrático y laico con derechos como el sufragio universal y la autonomía regional. Sin embargo, las reformas como la reforma agraria y educativa despertaron la oposición de la iglesia y los terratenientes. A pesar de los esfuerzos de modernización, la polarización política llevó al colapso de la República en la guerra civil de
La Segunda República Española:
La Constitución de 1931. El Bienio Reformista.
El Bienio Radical-Cedista y la revolución de 1934.
Las elecciones de 1936 y el Frente Popular.
La cultura española en la Edad de Plata.
Segunda República española (1931-1936/39)Madelman68
Estudio de este régimen político abordando los principales periodos del mismo, sus actuaciones políticas y las características de la constitución de 1931. Destinado a alumnos de Bachillerato.
Tema 10 la segunda republica. la guerra civil en un contexto de crisis intern...Ricardo Chao Prieto
1.-La constitución de 1931. El Bienio Reformista.
2.-El bienio radical-cedista. La revolución de 1934.
3.-El Frente Popular.
4.-La Guerra Civil.
5.-La Edad de Plata de la cultura española.
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Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
Today is Pentecost. Who is it that is here in front of you? (Wang Omma.) Jesus Christ and the substantial Holy Spirit, the only Begotten Daughter, Wang Omma, are both here. I am here because of Jesus's hope. Having no recourse but to go to the cross, he promised to return. Christianity began with the apostles, with their resurrection through the Holy Spirit at Pentecost.
Hoy es Pentecostés. ¿Quién es el que está aquí frente a vosotros? (Wang Omma.) Jesucristo y el Espíritu Santo sustancial, la única Hija Unigénita, Wang Omma, están ambos aquí. Estoy aquí por la esperanza de Jesús. No teniendo más remedio que ir a la cruz, prometió regresar. El cristianismo comenzó con los apóstoles, con su resurrección por medio del Espíritu Santo en Pentecostés.
True Mother's Speech at THE PENTECOST SERVICE..pdf
16. la segunda república
1. LA SEGUNDA REPÚBLICA (I) CONSTITUCIÓN DE 1931 Y BIENIO REFORMADOR
La Segunda República nació en circunstancias difíciles. En el ámbito internacional,
acababa de iniciarse la crisis del 29, con sus graves consecuencias económicas y además el
fascismo había iniciado su avance en Europa poniendo en peligro los sistemas democráticos.
En España, la República fue recibida con entusiasmo por las clases medias y populares, pero
era vista con temor por las élites sociales y económicas, así como por la Iglesia y parte del
ejército. La segunda República es uno de los momentos clave de la historia
contemporánea española. El proyecto de democratización y modernización que se abre en
1931, y que tantas esperanzas despertó en amplias capas de la población española, concluyó
con una cruenta guerra civil. El debate sobre las razones de ese fracaso histórico sigue siendo
uno de los elementos clave de la historiografía española.
1. LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA
Tras el fin de la Dictadura de Primo de Rivera, Alfonso XIII pretendió volver al sistema
de la Restauración, como si nada hubiera ocurrido, pero su prestigio se encontraba seriamente
dañado por su apoyo al dictador. Además el general Berenguer, encargado de formar
gobierno, no era capaz de atender las necesidades del país. En este contexto la oposición
empezó a organizarse y, en agosto de 1930, republicanos, catalanistas de izquierda y el PSOE
firmaron el Pacto de San Sebastián para lograr la proclamación de la República, que
reconocería la autonomía de Cataluña. Se organizó un “Comité Ejecutivo”, encabezado por
Alcalá Zamora, encargado de preparar una insurrección militar para acabar con la monarquía.
La guarnición de Jaca (Huesca) dio los primeros pasos, sin embargo, fracasó y sus jefes, los
capitanes Fermín Galán y Ángel García Hernández, fueron fusilados. También, los miembros
del “Comité Ejecutivo” eran detenidos.
2. El gobierno Berenguer también entró en crisis y cayó. El nuevo gobierno, presidido por
el almirante Juan Bautista Aznar, decidió convocar elecciones municipales para el día 12 de
abril de 1931. Las elecciones se presentaron como un plebiscito a favor o en contra de la
monarquía. En las grandes ciudades triunfaron las candidaturas republicano-socialistas, lo
que se mostró como una prueba del rechazo a la monarquía. En un ambiente de euforia
popular el 14 de abril de 1931 Niceto Alcalá Zamora proclamó la República. Ese mismo día
Alfonso XIII decidió renunciar y salió de España hacia el exilio.
2. PRIMERAS REFORMAS Y PRIMEROS CONFLICTOS
Inmediatamente se formó un gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora e
integrado por miembros de los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián. Este gobierno
procedió a la convocatoria de elecciones a Cortes constituyentes, para el 28 de junio de ese
mismo año. A la vez fue necesario abordar todo un programa de reformas para atender los
numerosos problemas del país
Debate territorial: Los nacionalistas catalanes y vascos se habían unido al Pacto de San
Sebastián porque confiaban en que la república atendería sus demandas. El mismo 14 de abril,
Francesc Macià, líder de Esquerra Republicana de Catalunya había proclamado la República
Catalana. El gobierno negoció con él y logró que aceptara la restauración provisional de la
Generalitat cuya primera tarea sería la elaboración de un Estatuto de Autonomía.
Situación de obreros y campesinos: Se adoptaron medidas de legislación laboral para mejorar
las condiciones de los trabajadores, aplicadas por Francisco Largo Caballero (socialista,
ministro de trabajo) y también leyes que obligaban a los propietarios agrarios a roturar sus
tierras y así dar trabajo a los jornaleros, o la introducción de la jornada de 8 horas en el campo.
Este tipo de medidas despertaron el recelo de la patronal y los grandes propietarios agrícolas
hacia la República.
Educación: Conscientes de que uno de los problemas del país era el escaso nivel cultural, las
autoridades republicanas realizaron un notable esfuerzo por promover una educación pública
y laica. Para lograrlo se crearon un gran número de escuelas y plazas de maestros y se
incrementó el presupuesto para educación. Se intentó acabar con la hegemonía de la
enseñanza religiosa, por lo que la religión dejó de ser obligatoria. Estas medidas provocaron
un total rechazo por parte de la Iglesia.
Ejército: La reforma del ejército fue emprendida por Manuel Azaña, ministro de la Guerra, con
el objetivo de modernizarlo, someterlo al poder civil y garantizar su fidelidad a la República.
Con este fin se obligó a los oficiales en activo a prometer fidelidad a la República, pero a los
que no querían hacerlo se les ofrecía la posibilidad de retirarse con el sueldo íntegro. Se
suprimieron también algunas instituciones como la Academia Militar de Zaragoza, de donde
procedían muchos de los elementos más reacios al nuevo régimen (su director era Francisco
Franco). La reforma fue recibida como una agresión a la tradición militar y al poder del
ejército por parte de los sectores más conservadores, especialmente los denominados
africanistas.
Orden público: La República tenía la necesidad de controlar el orden público, muy
complicado por las acciones de diferentes grupos, sobre todo anarquistas, para ello utilizó
como mecanismo a la controvertida Guardia Civil y, como novedad, la Guardia de Asalto
como fuerza de orden público fiel a la República.
3. Iglesia: La República, se propuso limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española lo
que terminó en un enfrentamiento en las calles, de tal forma que grupos de incontrolados
dieron suelta a su ira anticlerical dedicándose al incendio de iglesias, conventos y colegios
religiosos. La agitación se inició en Madrid y se extendió a otras localidades. Una buena parte
de la jerarquía eclesiástica se puso claramente en contra del nuevo régimen. La pastoral del
cardenal Segura en contra de la República hizo que fuera expulsado por el gobierno. Este tipo
de medidas, más las que se adoptaron en la Constitución, hicieron que la Iglesia se pusiera
totalmente en contra de la República, lo mismo que una buena parte de los católicos.
3. CONSTITUCIÓN DE 1931
El 28 de junio se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes y la victoria fue para la
coalición republicano-socialista. Por primera vez hubo tres mujeres diputadas (Clara
Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken). Los partidos de derecha quedaron en clara
minoría. La Constitución fue elaborada por una comisión. Recoge las ideas de socialistas y
4. republicanos de izquierda para establecer una república democrática y laica. La Constitución
de 1931 fue muy avanzada para su tiempo. Tenía un marcado carácter democrático y
progresista como se refleja en la definición de España como “una República de los
trabajadores de todas las clases” y establece que todos los poderes emanan del pueblo
(soberanía popular).
- División de poderes: El legislativo reside en las Cortes, unicamerales, que son la
institución más importante y tienen capacidad para destituir al Presidente de la
República. El Presidente encabeza el poder ejecutivo, es el que nombra y destituye al
Presidente del Gobierno. Podía disolver las Cortes, pero solo en dos ocasiones a lo
largo de su mandato. El poder judicial corresponde a jueces independientes y se
establece el juicio con jurado.
- Amplia declaración de derechos y libertades, con un claro carácter social: igualdad
ante la ley, educación obligatoria y gratuita. Se garantiza la propiedad privada, pero el
gobierno podía expropiarla por el interés común.
- Sufragio universal, por primera vez se otorga el derecho al voto a la mujer, cuestión
que suscitó un amplio debate (Clara Campoamor)
- En cuanto a la organización territorial del Estado se reconoce el derecho de las
provincias a constituirse en región autónoma, estableciendo un reparto de
competencias entre Estado central y regiones. Se elaborarían los correspondientes
estatutos de autonomía que debían ser aprobados por las Cortes. Esta fue una de las
cuestiones más polémicas.
- Lo mismo ocurre respecto a la cuestión religiosa, en la que se opta por un Estado laico.
Se establece una clara separación entre Iglesia y Estado y no se reconoce ninguna
religión como oficial. Se reconoce el matrimonio civil y el divorcio. Se suprime la
financiación a la Iglesia. La aprobación de todos estos artículos provocó la dimisión de
los ministros católicos del gobierno, incluido Alcalá Zamora, que fue sustituido por
Azaña.
Las Cortes aprobaron la Constitución el 9 de diciembre de 1931. No fue una
Constitución de consenso, ya que recoge fundamentalmente los principios de socialistas y
republicanos de izquierda, de ahí su carácter avanzado. Pero suscitó fuertes discrepancias,
sobre todo por la cuestión religiosa y autonómica, entre las fuerzas de la derecha, que anunció
su voluntad de reformarla cuando llegara al poder, y la Iglesia.
4. BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
Aprobada la Constitución, al día siguiente las Cortes eligieron como presidente de la
República a Alcalá Zamora, a su vez, éste encargó a Manuel Azaña la formación del primer
gobierno constitucional. Azaña optó por los socialistas para formar gobierno con el objetivo de
seguir con el programa de reformas, ya iniciadas por el gobierno provisional. En este sentido se
continuó con el proceso para reducir la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad
española, por ello se prohibió a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza y se disolvió la
Compañía de Jesús (jesuitas) por su voto de obediencia al Papa. Estas medidas, más las
contenidas en la Constitución, no hicieron sino ahondar la brecha que separaba a la Iglesia de
la República.
5. Por lo que se refiere a la enseñanza se continuó el fomento a la educación pública con
la creación de escuelas e institutos. Para mejorar el nivel cultural, con el apoyo de intelectuales
y artistas, se promovieron campañas culturales destinadas a los sectores más humildes. Eran
las llamadas Misiones Pedagógicas de las que formaron parte grupos teatrales como La
Barraca de García Lorca.
En el ámbito laboral, Largo Caballero aprobó una serie de reformas para mejorar la
situación de los obreros, como la Ley de Contratos de Trabajo o la Ley de Jurados Mixtos, para
regular los convenios y las negociaciones entre obreros y patronos. Se estableció la semana
laboral de 40 horas y se favoreció el aumento de los salarios.
Los dos procesos de mayor trascendencia abordados en esta etapa fueron la reforma
de la organización territorial del Estado y la reforma agraria.
4.1.Estatutos de autonomía: Se hizo necesario atender las reivindicaciones nacionalistas, tal y
como establecía la Constitución.
4.1.1 Cataluña Ya antes de aprobarse la Constitución habían elaborado un proyecto de
Estatuto de Autonomía (Estatuto de Nuria) que fue aprobado en referéndum y presentado
a las Cortes para su aprobación (agosto de 1931). Una vez aprobada la Constitución, este
Estatuto fue recortado. A pesar de la oposición de la derecha y de algunos sectores
republicanos, finalmente fue aprobado en septiembre de 1932. El régimen autonómico
contaba con un gobierno, Generalitat, y un parlamento propios con competencias en
materia económica, social, educativa y cultural y se reconocía la cooficialidad del catalán.
Las primeras elecciones al Parlamento catalán dieron la victoria a Esquerra Republicana de
Catalunya y Francesc Macià fue elegido presidente de la Generalitat.
4.1.2 País Vasco Carlistas y PNV aprobaron, en junio de de 1931, un proyecto de estatuto
(Estatuto de Estella), considerado excesivamente confesional e incompatible con la
Constitución. Tras modificarlo continuó su tramitación que fue paralizada tras el triunfo de
la derecha en 1933. Finalmente se aprobó en octubre de 1936, ya iniciada la Guerra Civil.
Jose Antonio Aguirre fue elegido primer lendakari.
4.1.3 Galicia El nacionalismo era menos acusado por lo que se retrasó el proceso. Se
presentó un proyecto de Estatuto pero no llegó a ser aprobado por el estallido de la
Guerra.
4.1.4 Otras regiones En Andalucía, Blas Infante impulsó la aprobación de un anteproyecto.
En Valencia, Aragón o Baleares no se pasó de la fase preparatoria.
4.2. La reforma agraria: La reforma de la agricultura fue el proyecto de mayor envergadura
iniciado por la República. Se pretendía poner fin al latifundismo y mejorar las condiciones de
vida de los campesinos sin tierras, jornaleros. Se llevó a cabo a través de la Ley de Reforma
Agraria aprobada en las cortes en septiembre de 1932. Esta ley establecía la expropiación, con
indemnización (excepto en las pertenecientes a los grandes de España) de las tierras
deficientemente explotadas por sus propietarios. Para aplicar esta ley se creó el Instituto de
Reforma Agraria (IRA) que era quien aplicaba el complejo proceso: había que inventariar las
propiedades, el IRA las confiscaba y las pasaba a las Juntas Provinciales y éstas a los
campesinos. Los resultados fueron limitados por la propia complejidad de su aplicación, la
escasez presupuestaria y la oposición de los propietarios que recurrieron a todo tipo de
medios para esquivarla.
La aplicación de esta ley originó un aumento de la tensión social. Por un lado, la
mayoría de los grandes propietarios se aliaron con los enemigos de la República. Por otro, los
6. campesinos quedaron decepcionados con los resultados y vieron frustradas las esperanzas
depositadas en la República. Por eso muchos se acercaron a posturas más revolucionarias y
empezaron a ser frecuentes los levantamientos campesinos.
4.3 Oposición y conflictividad social: La llegada de la República coincidió con la crisis
económica derivada del crack del 29, lo que hizo que la situación económica fuera difícil. El
gobierno, además de abordar las reformas mencionadas, tuvo que hacer frente a una oposición
creciente, tanto desde la izquierda como desde la derecha. Los anarquistas de la CNT, y su
sector más radical, la FAI (Federación Anarquista Ibérica) organizaron huelgas, insurrecciones,
ocupaciones de tierras. Uno de los sucesos más graves fue el que tuvo lugar en Casas Viejas
(Cádiz) en 1933. Una revuelta campesina fue duramente reprimida por las fuerzas del orden
causando una matanza. Este hecho fue una de las causas de la caída del gobierno de Azaña.
El gobierno se vio también debilitado por la postura de los socialistas; así durante el
verano de 1933 surgen diferencias en el seno del partido sobre si continuar o no la colaboración
con el gobierno de Azaña. El PSOE tendía a radicalizarse hacia la izquierda, postura defendida
por Largo Caballero.
Las reformas republicanas no gustaron a los sectores más conservadores, que
consideraban los cambios demasiado radicales. La derecha se fue organizando en torno a los
partidos conservadores tradicionales, o a otras nuevas formaciones. El centro derecha lo hizo en
torno al Partido Radical de Alejandro Lerroux, que si bien había formado parte del gobierno
provisional al proclamarse la República, había ido evolucionando hacia posturas cada vez más a
la derecha. Asimismo, partidos como Renovación Española, Comunión Tradicionalista (carlistas)
y los grupos fascistas de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) y de Falange,
fundada por Jose Antonio Primo de Rivera, realizaron una intensa actividad de agitación contra
lo que ellos consideraban el peligroso avance del marxismo, contribuyendo a crear un clima de
crispación.
En este contexto, algunos sectores del ejército, con el apoyo de estos grupos
extremistas, promovieron una conspiración militar. En agosto de 1932 el general Sanjurjo dio un
golpe de estado que fracasó estrepitosamente. Fue condenado a muerte y más tarde se le
conmutó por cadena perpetua. Este intento de golpe de estado tuvo como efecto una
aceleración de las reformas por parte del gobierno: aprobación del estatuto de Cataluña y de la
Ley de Reforma Agraria.
En febrero de 1933, Jose Mª Gil Robles fundó la CEDA (Confederación Española de
Derechas Autónomas), que aglutinó a sectores muy diversos, sobre todo católicos, que
desconfiaban de la República.
La acumulación de todos estos problemas debilitó a la coalición republicano-socialista
que formaba el gobierno. En el otoño de 1933 Azaña dimitió y el presidente de la República
disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones.
LA SEGUNDA REPÚBLICA (II) BIENIO DE CENTRO-DERECHA Y EL FRENTE POPULAR
5. BIENIO DE CENTRO -DERECHA (1933-1936)
Las elecciones se celebraron en noviembre de 1933. Fueron las primeras en España en
las que pudieron votar las mujeres y tuvieron una alta abstención. La izquierda se presentó
desunida, enfrentada por los conflictos sociales. Además la CNT promovió la abstención. Por el
contrario, la derecha se presentó unida y organizada lo que contribuyó a su victoria. Los dos
7. partidos con mejores resultados fueron el Partido Radical de Lerroux y la CEDA de Gil Robles.
Ante el talante extremista y antirrepublicano de la CEDA, Alcalá Zamora encargó la formación
de gobierno al Partido Radical, con el apoyo parlamentario de la CEDA. El PSOE consideraba a
la CEDA como un partido cuyo objetivo final era implantar el fascismo en España y, a partir
de esa premisa, si la CEDA entraba en el gobierno, estaba dispuesto a desencadenar una
revolución social. Tanto en el PSOE como en la UGT, los partidarios de actuaciones más
moderadas, dirigidos por Julián Besteiro, se vieron superados por los defensores de las vías
radicales, revolucionarias, defendidas por Largo Caballero e Indalecio Prieto.
El nuevo gobierno, presidido por Lerroux, inició su mandato paralizando una buena
parte de las reformas anteriores. Se frenó la reforma agraria, se devolvieron algunas tierras ya
expropiadas y se beneficiaron los intereses de los grandes propietarios. En cuanto al proceso
autonómico la situación se complicó. Se produjo un conflicto de competencias con la
Generalitat de Cataluña, dirigida por Esquerra Republicana, presidida por Lluís Companys, que
había sucedido a Francesc Macià. A su vez se paralizó la discusión del proyecto de estatuto
vasco. Se restableció el presupuesto de culto y clero para mejorar las relaciones con la Iglesia.
Otra medida controvertida fue la aprobación de una amnistía para los implicados en la
sublevación de Sanjurjo.
Este giro conservador y la paralización de las reformas de la etapa anterior tuvieron
como consecuencia la proliferación de huelgas y conflictos promovidos por el ala radical del
PSOE y los anarquistas.
Ante esta situación, la CEDA reclamó una acción más contundente en materia de orden
público, exigiendo su participación en el gobierno. Finalmente Lerroux accedió a estas
peticiones y el 5 de octubre de 1934 otorgó tres carteras ministeriales a la CEDA.
5.1 Revolución de octubre de 1934
La izquierda interpretó la entrada de la CEDA en el gobierno como una deriva hacia el
fascismo, por lo que optaron por la vía revolucionaria. El comité revolucionario, presidido por
Largo Caballero convocó una huelga general en las principales ciudades para defender las
reformas sociales amenazadas por el nuevo gobierno. El movimiento fracasó a nivel nacional
por falta de coordinación y la contundente respuesta del gobierno, que decretó el estado de
guerra, pero los acontecimientos fueron especialmente graves en Cataluña y Asturias.
8. En Cataluña la rebelión fue política, protagonizada por la Generalitat. El presidente
Companys se declaró en rebeldía contra el gobierno de Lerroux y proclamó el “Estado catalán
dentro de la República Federal Española”. Como respuesta a esta acción el ejército ocupó la
sede de la Generalitat y detuvo a los miembros del gobierno. La autonomía catalana quedó
suspendida.
En Asturias se produjo una revolución obrera. Aquí se había formado una Alianza Obrera,
modelo que defendía Largo Caballero, que agrupaba al PSOE-UGT, la CNT y a los comunistas.
Los sublevados asaltaron cuarteles de la Guardia Civil, hubo asesinatos de sacerdotes y
propietarios burgueses. Los comités revolucionarios asumieron los servicios básicos:
abastecimientos, transportes. Incluso llegaron a sitiar la ciudad de Oviedo. Para sofocar la
rebelión el gobierno recurrió a la Legión y a las tropas de Regulares de Marruecos, en una
operación coordinada por el general Franco. En toda España la represión fue durísima, se
practicaron miles de detenciones, entre ellas las de Azaña y Largo Caballero, calculándose en
torno a unas 30.000; además de aprox. 1500 muertos, muchos de ellos ejecutados.
5.2 Fin del bienio derechista
A raíz de la revolución y la consiguiente represión la CEDA presionó para tener más
peso en el gobierno y así, Gil Robles fue nombrado ministro de guerra. Este incorporó a los
más altos puestos a los generales Fanjul, Goded, Mola y Franco, famosos por su antiazañismo y
de dudosa lealtad republicana.
Todo se precipitó en este año de 1935 al estallar dos escándalos de corrupción en los
que se vio envuelto el Partido Radical: el estraperlo, donde hubo sobornos para la
concesión de la explotación de una ruleta, y el asunto Nombela por pagos irregulares a
una naviera. Desacreditado el gobierno, Lerroux no podía seguir a su frente. Gil Robles
presionó para que le nombraran Presidente del Gobierno para aplicar el programa de su
partido, pero Alcalá Zamora se negó y decidió disolver las Cortes y convocar nuevas
elecciones para febrero de 1936.
6. EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR
Para presentarse a las elecciones de febrero de 1936, los partidos de izquierda:
Izquierda Republicana, Unión Republicana, el PSOE, el PCE, la UGT, el Partido Sindicalista
(dirigido por ex-cenetistas) y el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), formaron
el Frente Popular. Presentaron un programa común que defendía la amnistía para los
implicados en los sucesos revolucionarios de octubre de 1934 y la continuación de las
reformas suspendidas durante el bienio conservador. La CNT no participó en la coalición,
pero esta vez no pidió la abstención. Frente a las izquierdas, las derechas no llegaron a
formar un frente único. Los monárquicos alfonsinos de Renovación Española y los carlistas
de Comunión Tradicionalista formaron una alianza electoral, el Bloque Nacional, liderado
por José Calvo Sotelo.
9. Las elecciones dieron la victoria al Frente Popular. Se constituyó así un nuevo
gobierno formado exclusivamente por republicanos y presidido por Azaña. Los socialistas y
el resto de partidos de la coalición le daban el apoyo parlamentario. Una vez constituidas
las Cortes tomaron la decisión de destituir a Alcalá Zamora como presidente de la
República, y fue sustituido por Azaña. Azaña quiso que Indalecio Prieto encabezara un
gobierno de coalición de republicanos y socialistas, pero el grupo parlamentario socialista,
controlado por Largo Caballero, se negó a que el PSOE entrara en el gobierno. Azaña,
entonces, llamó a Casares Quiroga, líder de la ORGA, que formó un gobierno sólo con
republicanos.
El nuevo gobierno puso rápidamente en marcha el programa electoral del Frente
Popular. Se decretó la amnistía para los que habían participado en las huelgas de octubre
de 1934. Se restableció la autonomía de Cataluña así como la Generalitat. En el caso del
País Vasco y Galicia se reanudó la negociación para la aprobación de sus respectivos
estatutos. Reanudación de la política de reformas, entre ellas la agraria, a pesar de ello
hubo masivas ocupaciones de tierras que el IRA se limitó a legalizar. Estos hechos se
percibieron como una amenaza al orden social. En las ciudades hubo también huelgas y
movilizaciones para pedir mejoras en las condiciones laborales. Toda esta agitación era
promovida por los anarquistas, el sector socialista liderado por Largo Caballero y el PCE.
Esta situación fue recibida por las derechas con absoluto rechazo. Falange Española
asumió un fuerte protagonismo y fomentó un clima de enfrentamiento civil y crispación
política. Los falangistas formaron grupos armados que iniciaron acciones violentas contra
los líderes izquierdistas, respondidas del mismo modo por los militantes más radicales de
la izquierda.
Este clima de violencia favorecía a los sectores decididos a organizar un golpe de
Estado militar contra la República. La misma noche de las elecciones de febrero, el general
Franco intentó declarar el Estado de guerra. En marzo, un grupo de generales empezó a
organizar una conspiración militar para “restablecer el orden”. El gobierno, en previsión de
una posible intervención militar, había alejado a los generales sospechosos con destinos
distantes entre sí: Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Navarra. El general Mola fue
el organizador del alzamiento militar, dando un importante protagonismo al ejército de África
bajo la dirección de Franco. El 12 de julio, era asesinado el teniente José del Castillo, de la
Guardia de Asalto y, el 13 de julio, como represalia, sus compañeros decidían asesinar a José
Calvo Sotelo. Este hecho aceleró el proceso hacia la insurrección. El 17 de julio, la guarnición
de Melilla se sublevaba y se extendía, con éxito, a todo el protectorado en Marruecos en ese
mismo día. El 18 se extendía a la Península.
Antes de terminar el mes de julio España había quedado dividida en dos zonas: una,
con la República; la otra, al lado de la sublevación militar. Comenzaba el enfrentamiento entre
ambas. Era la Guerra Civil. Con ella se interrumpía el complicado intento de establecer, con la
República, un régimen moderno y democrático, equiparable al de las democracias
occidentales. España entra en una de las etapas más trágicas y relevantes de su Historia
Contemporánea, que aún tiene un fuerte impacto en parte de la población.