La lluvia ácida se produce cuando los contaminantes como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno emitidos por las centrales eléctricas y los vehículos reaccionan en la atmósfera y caen a la tierra en forma de precipitación ácida, afectando negativamente los ecosistemas acuáticos y los materiales. Los países más afectados son los de América del Norte y algunas zonas industriales y países latinoamericanos como el centro de Perú.