Tras contaminarse los suelos y aguas subterráneas de un emplazamiento en Madrid con hidrocarburos debido a fugas y derrames, se optó por excavar selectivamente los suelos contaminados y tratarlos mediante biopilas aireadas, un método eficaz de biodegradación ex situ. El tratamiento consiste en potenciar la biodegradación natural de los hidrocarburos por microorganismos en condiciones controladas de humedad, temperatura y nutrientes. De esta forma se descontaminaron 27.000 m3 de suelos