El documento habla sobre el octavo mandamiento de no mentir ni dar falso testimonio. Explica que prohíbe la mentira, el juicio temerario y la difamación, ya que dañan la reputación de los demás. También menciona que Jesús enseñó a decir la verdad aunque sea difícil, y que debemos reparar el daño causado a otros con nuestros errores.