El documento explica cómo los cristianos deben santificar los domingos y días festivos según la tradición católica. Principalmente, esto implica asistir a misa y abstenerse de trabajar, para dedicar el día a Dios y al descanso espiritual y físico. La Iglesia Católica considera que asistir a misa los domingos y días festivos es un precepto obligatorio, a menos que haya una causa justificada para no asistir.