El documento critica el sistema económico actual que gira en torno a la deuda, comparándolo con un casino donde la gente sigue apostando cada vez más frenéticamente para compensar las pérdidas acumuladas. Señala que la crisis actual se debe a que los líderes quisieron recordar quién manda realmente, y que el sistema en sí es el problema, no personas individuales, prometiendo abundancia material infinita que no puede ser sostenida.