La publicidad y la propaganda comparten el objetivo de presentar y promover un mensaje para persuadir o modificar la conducta de una audiencia. Sin embargo, se diferencian en que la publicidad tiene fines comerciales para promover productos y atraer clientes, mientras que la propaganda promueve ideologías, causas políticas o religiosas para atraer seguidores y cambiar opiniones. Específicamente, la publicidad busca ventas o contrataciones, mientras que la propaganda no necesariamente implica un intercambio monetario directo.