Venezuela genera grandes cantidades de desechos sólidos, 62% de origen doméstico y 38% de origen industrial. Sin embargo, solo el 7% de los venezolanos considera que la protección ambiental es una prioridad. Además, el crecimiento urbano en Venezuela no ha ido acompañado de la infraestructura necesaria para gestionar los desechos de forma adecuada, lo que representa un problema para la salud pública.