Aixiña es una asociación fundada en 1991 en Ourense por Recaredo Paz Prieto para apoyar a personas con discapacidad. Su viuda Olga Cuña describe cómo Recaredo creía firmemente en la integración e independencia de las personas con discapacidad. Recaredo impulsó la construcción de un edificio integral que albergara diversos servicios de apoyo, a pesar de las dificultades. A su muerte en 2009, dejó la asociación en una buena situación económica y con casi todas las obras del edificio termin
1. 28 ESCUELA Núm. 3.990 (1.124) 27 de junio de 2013
Entrevista
OLGA CUÑA, VIUDA DE RECAREDO PAZ PRIETO, FUNDADOR DE LA ASOCIACIÓN AIXIÑA
“Aixiña hizo posible que las personas
con discapacidad dejaran de ser una carga”
“Aixiña = rápido: lo difícil lo hacemos al momento, lo imposible tardamos
un poquito más”
MANUEL MENOR CURRÁS
Aixiña es una palabra que los visi-
tantes de la capital de la Galicia
más interior pueden encontrar-
se con facilidad. En el recorrido
por ella, si deciden llevarse algún
recuerdo,hasta es posible que haya
sido realizado en Aixiña. No es esa,
sin embargo, su connotación más
sensible: pronto advertirá que está
ligada a otras actividades. Si su
inquietud de viajero le lleva a ocu-
parse de saber de palabras llamati-
vas como esta, no faltará quien le
diga que el foco de donde irradia
tan variada presencia es un rele-
vante edificio, diseñado en 1991,
cercano a una de las vías de entra-
da a Ourense.
Se trata de algo importante,
apreciado como tal por los oren-
sanos; se nota en el respeto, admi-
ración y buen juicio que les mere-
ce esa casa grande y lo que en ella
se hace. Muchos la consideran
una especie de institución edu-
cativa excelente, de alta inciden-
cia social, porque les ha ayudado
a vivir la vida colectiva de forma
más democrática –abierta a todos,
sin exclusiones– y, por tanto, más
intensamente humana y también
más exigente en cuanto a compar-
tir responsabilidades colectivas con
los débiles.
El iniciador de este trabajo edu-
cador y de la construcción arqui-
tectónica en que reside –ambos
comparten el nombre de Aixiña–
falleció hace poco más de cuatro
años. Recaredo Paz Prieto –todo el
mundo le llamaba “Reca”–, había
nacido en 1950, en una aldea cer-
cana a la ciudad: Vilar-Pumar
(Taboadela). Tenía limitaciones
físicas, pero un gran convenci-
miento: la “naturaleza” no es más
que un subterfugio para dar cabida
a la diversidad de todos –incluidos
los más débiles– en la normalidad
de la vida social. Había que supe-
rar esa arraigada estructura cultu-
ral que apartaba a los pobriños de
la visibilidad y, también, la obsti-
nación en considerarlos los más
apropiados para atenciones cari-
tativas o benéficas. La obstinación
y empatía de este hombre extraor-
dinario le hicieron superar todos
los obstáculos y hoy, su obra, es
una magnífica referencia, capaz de
mostrar en vivo que la integración
de los discapacitados es posible,sin
que pierdan autonomía ni perso-
nalidad.
Por fortuna, “Reca” sigue más
vivo que nunca en Aixiña. Quienes
fueron sus colaboradores más cer-
canos –especialmente Olga Cuña,
su viuda, con quien sostengo esta
conversación– se han comprome-
tido a que sea una criatura sana
y en pleno vigor. Un ejemplo, sin
duda, a seguir en lo social pese a
las dificultades de este presente;
el monumento más vivo que todo
coleccionista de experiencias rele-
vantes debiera visitar: una de esas
pocas cosas que realmente merecen
la pena.
¿Qué significa Aixiña en castellano?
¿Cómo definirías vuestra asociación?
Aixiña es una palabra que tra-
ducida del gallego que significa
rápido (realmente se dice“axiña”).
Hace años, cuando aún éramos
Auxilia, se creó una asociación de
padres y se llamaron así. Ya sabes,
el nombre gallego pasó por muchas
fases y correcciones, aunque yo
creo que el nombre actual obede-
ce más a un error de pronunciación
que a otra cosa. “Reca”, cómo no,
fue uno de los impulsores de que
los padres participaran de forma
activa en la integración de sus hijos
y,por eso,cuando en 1991 pasamos
de ser Auxilia a fundar una asocia-
ción provincial, recuperó el nom-
brecomohomenajeaesasprimeras
luchas.
En cuanto a definir nuestra
asociación, estos son nuestros
mimbres caracterizadores: somos
una asociación sin ánimo de lucro,
apolítica y aconfesional; intenta-
mos dar apoyo a los que lo tienen
peor; no somos reivindicativos
en el sentido literal de la palabra,
y tenemos muy claro que nuestra
labor es llegar a donde no llegan la
Administración o las instituciones.
¿Qué objetivos tratáis de cubrir?
Se podría resumir diciendo que
la integración social de las perso-
nas con discapacidad física, pará-
lisis cerebral y tercera edad depen-
diente.Eso es lo que dicen nuestros
estatutos, pero el día a día es el que
te van marcando los objetivos que
debes cubrir en cada caso. Cada
persona tiene su maleta, y nuestra
obligación es hacer que las perso-
nas se sientan acogidas y que sepan
que hay una puerta a donde llamar.
El origen de Aixiña tiene que ver con
Auxilia. ¿Seguís vinculados? ¿Os
sentís distintos e independientes?
¿En qué?
Totalmente. Auxilia y el sacer-
dote Domingo Gómez Freire sen-
taron las bases de nuestro ideal, y
nuestro espíritu como asociación
no se concebiría de otra manera.
Emocionalmente es evidente que
seguimos vinculados;por lo demás,
solo en algún asunto puntual.
“Reca” tenía inquietudes más
centradas en nuestra realidad
(medio rural: aislamiento, escasa
integración social, laboral, esco-
lar…;pocas posibilidades para salir
de su entorno,etc.) Cuando“Reca”
soñaba con un Centro Integral de
Servicios o con la integración labo-
ral, quizá se escapaba un poco de
los ideales de Auxilia que –por lo
menos en aquel momento– se cen-
traban más en la parte asistencial.
De todas formas, la transición se
hizo sin ningún tipo de trauma y
Auxilia entendió y apoyó a “Reca”
en el cambio.
El magnífico edificio de Aixiña está
ubicado en la calle Recaredo Paz.
¿Por qué?
La calle en la que estamos ubi-
cados se llamaba Rúa da Farixa.
Cuando “Reca” falleció, el Ayun-
tamiento de Ourense le hizo un
homenaje y nos preguntaron qué
calle queríamos que llevase su
nombre. Yo, que tuve el privilegio
de ser su mujer,tuve muy claro que
no podía ser otra que la calle donde
había transcurrido su día a día y
desde donde hizo su último viaje.
Mi marido se enfadaba mucho por
la cantidad de barreras arquitectó-
nicas que hay en las ciudades y yo,
que viví con él todas las dificultades
que eso supone para una persona
con movilidad reducida,no enten-
dería que se le diera su nombre a
una calle por la que él no hubiese
podido andar libremente.
¿Cómo se le ocurrió a Recaredo esta
idea de un centro integral? ¿Cómo fue
su gestión y puesta en marcha? ¿Des-
de cuándo funciona este edificio?
Para cuantos lo conocimos,
“Reca” era un visionario. Tuvo la
idea de concentrar todos los servi-
cios en un edificio en donde todas
las asociaciones aunaran esfuerzos
y así poder llegar a más personas.
Empezó esta lucha en 1988-1989
con la búsqueda de terrenos. Una
vez concedidos por parte delAyun-
tamiento,en 1992 se puso la prime-
ra piedra y, desde ahí empezamos
poco a poco: con las subvenciones
del Ministerio de Asuntos Sociales
(IRPF) se iniciaron las obras.
A lo largo de estos 20 años, el
edificio fue creciendo y adaptán-
dose a las circunstancias cuando
las subvenciones lo permitían.
Aunque debo decir que contamos
con la colaboración de la empresa
constructora y de los técnicos que,
cómo no, se contagiaron del entu-
siasmo y espíritu de “Reca”. Tuvie-
ron paciencia y no dejaron langui-
decer las obras ni permitieron que
el dinero o la ausencia de él fueran
determinantes para acometer algu-
na fase de la construcción.
¿Le costó mucho lograrlo? Cuando
murió hace cuatro años, ¿qué pudo
ver terminado?
Todoeltiempoyelesfuerzoque
fue capaz de dar.Nunca se rindió ni
se desanimó, a pesar de que hubo
momentos delicados.Este proyecto
siempre fue prioritario en nuestras
vidas: hasta bromeábamos dicien-
do que teníamos dos hijos: Anxo
y Aixiña.
Cuando falleció, solo faltaba
por habilitar la residencia para per-
sonas con discapacidad física (22
plazas). Si bien no pudo ver toda
la obra terminada, su último logro
fue conseguir que nos visitase la
entonces Secretaria de Estado de
Bienestar Social,Amparo Valcarce,
y que el Ministerio nos concediera
ese año el importe suficiente para
rematar las obras del Centro Inte-
gral de Servicios Aixiña. Cuando
“Reca” se fue, dejó a la asociación
en su mejor momento económico,
hasta el punto de que hoy, con la
que está cayendo, nos seguimos
defendiendo.
Ahora, con la obra acabada,
solo esperamos ser dignos suceso-