La teoría de la Gestalt surgió a principios del siglo XX y se enfocó en los procesos mentales y la percepción individual, en contraste con el conductismo. La Gestalt propone leyes como la buena forma, figura-fondo, continuidad, proximidad y cierre para explicar cómo el cerebro organiza los estímulos visuales. También estudia las ilusiones ópticas causadas por la interpretación errónea de los sentidos.