El Modelo Nacional de Farmacia Hospitalaria se comenzó a desarrollar en México en 2006 tras estudios que mostraron la necesidad de un modelo que promoviera el uso racional de medicamentos, brindara un mejor servicio de calidad al paciente, y redujera costos. Antes del modelo, el personal farmacéutico solo se encargaba de la preparación de medicamentos y no de su dispensación o administración. El objetivo general del modelo es mejorar la atención farmacéutica hospitalaria en México.