Quiero, en este "ensayo", presentar mi propia opinión, con el apoyo del filósofo Nietzsche, para exponer algunas cosas que pueden llegar a se buenas o malas para la sociedad.
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJEjecgjv
La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁClaude LaCombe
Recuerdo perfectamente la primera vez que oí hablar de las imágenes subliminales de los Testigos de Jehová. Fue en los primeros años del foro de religión “Yahoo respuestas” (que, por cierto, desapareció definitivamente el 30 de junio de 2021). El tema del debate era el “arte religioso”. Todos compartíamos nuestros puntos de vista sobre cuadros como “La Mona Lisa” o el arte apocalíptico de los adventistas, cuando repentinamente uno de los participantes dijo que en las publicaciones de los Testigos de Jehová se ocultaban imágenes subliminales demoniacas.
Lo que pasó después se halla plasmado en la presente obra.
Varón de 30 años acude a consulta por presentar hipertensión arterial de reci...
Actuales amenazas a la vida humana
1. Optamos por la Vida y la Verdad – Fundación Universitaria Católica del Norte.
Docente: Casildo Rodriguez Bravo
Estudiantes: Eliani Londoño Tamayo - Sergio de Jesús Ortiz Álzate
ACTUALES AMENAZAS A LA VIDA HUMANA
Tomado de: http://somos.vicencianos.org/mitxel/conoce-la-biblia/el-genesis/cain-y-abel-genesis-4/
Desde el inicio de la existencia humana el pecado nos acechó, trayendo
consigo la muerte a nuestro mundo; es así como Caín mató a su propio
hermano Abel y luego quiso ocultarlo ante los ojos del Padre, quien incluso
al imponer su castigo muestra su infinita misericordia colocándole una seña
para impedir que otros le atacaran.
La expresión bíblica “La sangre de tu hermano clama a mí desde el suelo”
con el asesinato de Caín a su hermano Abel, nos hace pensar que si hoy
toda la sangre de las personas muertas por causa de sus propios
semejantes gritarán desde el suelo, nos ensordecerían a todos; es tan triste
ver como el peor enemigo de la vida humana, es precisamente el propio
hombre. Dios nos regaló la capacidad de pensar, de crear y la libertad de
decidir pero el pecado siempre está al acecho, siempre tenemos la
posibilidad de elegir nuestros actos, somos libres de hacer el bien o el mal,
somos nosotros mismos quienes decidimos alejarnos de Dios a través del
pecado y cuánto más atroces son nuestros pecados más lejos estaremos de
él. Como si fuera poca todas las muertes por causa de la violencia actual,
tristemente hoy el ser humano está dirigiendo gran parte de sus esfuerzos
para buscar formas más efectivas y “discretas” de acabar con la existencia
humana, por eso muchos creen que abortar en los primeros días o
semanas después de la concepción es menos grave que si se hace en una
etapa más avanzada del embarazo, incluso en muchos lugares está
totalmente aprobado el tema en ciertas circunstancias porque la mujer es
libre de decidir si quiere o no tener a su bebé; de igual forma nos
inventamos la eutanasia para poner fin a la existencia cuando a nuestro
juicio ya no vale la pena vivir. Parece que tenemos un sentido bastante
equivocado de la justicia, cuando creemos que es justo acortar la vida física
cuando hay de por medio una violación, una malformación, una enfermedad
o estado terminal, acaso ¿Quiénes somos nosotros para decidir cuándo se
vivió la suficiente o cuándo vale la pena o no vivir?; nos estamos olvidando
que es Dios quien nos da la vida y como dueño absoluto de ella, sólo él
puede quitárnosla, Dios no quiere la muerte de sus hijos, es por esto que
según nos dice las escrituras “Quien cree en mí no morirá para siempre”, a
pesar del inminente fin de nuestro paso por esta vida terrenal cuando él así
lo decida, debemos tener fe en su promesa de vida eterna pero para que
podamos disfrutar de ella es preciso no extraviar nuestro camino, lo cual
lograremos si ejercemos nuestra libertad y justicia correctamente pero para
lograrlo debemos hacer partícipe a Dios de todas nuestras decisiones y así
antes de realizar cualquier acto preguntarnos primero si a Dios le agradará,
¿Aprobará Dios lo que estamos a punto de hacer?