Este documento narra la historia de Urbano Gómez, un niño que creció en el pueblo y que luego se convirtió en policía. Como policía, Urbano mató a su cuñado Nachito después de que este le tocó una serenata con su mandolina. Urbano fue detenido y se amarró él mismo la soga al cuello antes de ser ahorcado por el asesinato de su cuñado. El documento invita al lector a recordar a Urbano de su época en la escuela.