En realidad, las prestaciones y la seguridad social que ofrecen las organizaciones demuestran su grado de responsabilidad social; es decir, la manera en que pretenden compensar el esfuerzo de las personas mediante una serie de actividades de apoyo y sostén que garanticen su calidad de vida. En ese sentido, las organizaciones superan el antiguo enfoque de responsabilidad legal, para ampliar su espectro y prestar un servicio valioso a la sociedad.