Carlos III llegó a España con la intención de reformar la nación e iluminar Madrid. Campomanes fue nombrado fiscal del consejo de Castilla en 1762 y defendió las reformas ilustradas de Carlos III, incluyendo el control de las actividades económicas del clero y frenar abusos de la Inquisición. Además, impulsó la educación, agricultura e industrias y fundó bancos e instituciones económicas. Aunque fue destituido en 1791, fue nombrado miembro honorario del consejo de Estado bajo el rein