Este documento analiza la importancia del autoconocimiento y el control de las emociones según el artículo "¿Por qué temo decirte quién soy?" de John Powell. Argumenta que las emociones determinan nuestro éxito o fracaso y que adoptamos roles que ocultan nuestra verdadera identidad. Como docentes, debemos reconocer nuestras propias emociones, escuchar a los estudiantes, y cultivar relaciones sinceras para promover el desarrollo integral considerando los sentimientos, intelecto y voluntad.
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Análisis de la lectura ¿Por qué temo decirte quién soy? de John Powell
1. Análisis de la lectura ¿Por qué temo decirte quién soy de John Powell, S.J.
Tus emociones y el modo que tengas que afrontarlas
probablemente determinen tu éxito o tu fracaso
en la aventura de tu vida¨.
Este mensaje con el que inicio el análisis de la lectura ¿Por qué temo decirte quién soy? De Jhon
Powell es personalmente el más significativa desde mi papel de docente. Podría asegurar que en
todo cuanto está sucediendo actualmente en nuestra sociedad tienen que ver las emociones.
La lectura hace un análisis ilustrativo de la importancia del autoconocimiento, para crecer como
personas, y cómo es que cada uno adopta diferentes estados del ego que son resultado de
influencias previas y que te llevan a asumir un papel en un juego de roles con caretas que disfrazan
realidades y que no nos permite ni siquiera saber quién somos. Me pregunto ¿Somos felices así?
Tal vez algunos asumen tan bien su papel que así lo creen. ¿Qué herencia dejamos a nuestros
hijos? Una sobrecarga de emociones que lleva a un círculo vicioso de generación a generación y
que se reflejan a diario en un bombardeo de noticias llenas de violencia.
Como lo manifiesta Karl Menninger debemos romper esta cadena; pero para lograrlo (o por lo
menos minimizar los efectos), debemos mirar nuestro interior y nuestro exterior. Nosotros como
docentes que sabemos del poder del cambio para el crecimiento humano, debemos reconocer el
papel que estamos jugando, auto aceptarnos y abrirnos honestamente hacia los demás, escuchar
las voces del mundo y sensibilizarnos. Debemos cultivar con nuestra familia, alumnos, colegas,
amigos una auténtica relación interpersonal orientada hacia una comunión basada en una buena
comunicación.
Muchos docentes caemos en el intelectualismo y olvidamos nuestra verdadera misión: la
formación integral. Olvidamos que nuestros estudiantes vienen a clase con una pesada mochila de
emociones a cuestas y más aún le dejamos las nuestras. Es pues hora de hacer lo posible para
lograr el equilibrio del cual habla Powell: sentidos, emociones, intelecto y voluntad.
Hay una responsabilidad social de por medio y no es tarea fácil, si es necesario buscar ayuda
habría que hacerlo.
Hace unos años se tomaron una serie de pruebas a los docentes de todo el país, que si bien no son
suficiente de alguna manera sus resultados dan señales de la debilidad emocional por la que pasa
el magisterio peruano. ¿Qué se ha hecho con ellos?, ¿Se ha convocado a aquéllos que tuvieron
resultados poco alentadores? Sin embargo por sus manos siguen pasando personitas con
esperanzas de felicidad.
Por mi parte, tengo un compromiso asumido desde el día en que decidí ser maestra y seguiré en
este proceso dinámico de cambio para seguir creciendo como persona.
Yuly Oyanguren Barrios