El poema describe un olmo viejo y carcomido al que la primavera le ha hecho brotar algunas hojas verdes. A través de la metáfora del olmo, Machado expresa su propio dolor y angustia ante la enfermedad de su amada. Usa contrastes como las hojas verdes contra el tronco podrido para mostrar el "milagro de la primavera" de la vida que renace a pesar de la muerte.