El documento discute cómo la antropología médica moderna es el resultado de la deconstrucción de límites entre la ciencia y la creencia, y entre la biomedicina y la cultura. También examina cómo las ideas originales de Foster y otros sobre la racionalidad en culturas ajenas fueron objeto de críticas. Además, señala que la antropología médica es uno de los campos con mayor debate teórico reciente y que las instituciones médicas se han convertido en un objeto central para discutir problemas como el poder.