apuntes tema 1: paco quiñonero

2º BAC HH y CCSS Geografía (primera parte) IES HAYGÓN (San Vicente del Raspeig)
UNIDAD 1
UN RELIEVE MUY CONTRASTADO
Una peculiaridad significativa del territorio español es su gran variedad de paisajes. Esta
diversidad surge como consecuencia de la diferente combinación de elementos naturales como
son el relieve, el clima, los ríos, los suelos o la vegetación. Para comprender esta diversidad de
paisajes, se hace necesario identificar y localizar, en primer lugar, las principales unidades
estructurales del relieve en el territorio español.
1.1.- ¿Cuáles son los rasgos
básicos del relieve peninsular?
ACTIVIDADES
1.- Observa el mapa físico de la Península y señala
qué barreras montañosas hacen que algunos autores
hablen de la Meseta como una fortaleza. (PAU
septiembre1998)
2.- El relieve influye en las diferentes actividades
humanas, favoreciéndolas o dificultándolas. ¿Qué
consecuencias humanas y/o económicas provoca la
disposición periférica de las principales unidades del
relieve?
3.- ¿Cómo afecta al clima la disposición del relieve y la
forma de la costa peninsular?
4.- Observa el mapa físico de la Península y señala en
qué zonas peninsulares el relieve apenas dificulta la
entrada de las masas de aire marino hacia el interior.
5.- Con la ayuda del mapa, señale los rasgos básicos
del relieve peninsular (PAU septiembre2012 y
junio2015).
Un relieve muy compartimentado
El relieve español se caracteriza por la alternancia
de importantes cadenas montañosas o
elevadas cordilleras, como los Pirineos o Sierra
Nevada, y de macizos o montañas de altitud
media, como el sistema Central, Sierra Morena o el
sistema Ibérico, entre las que se intercalan
depresiones llanas muy transformadas para los
usos agrarios, como los valles del Duero, Tajo,
Guadiana, Guadalquivir o Ebro.
Esta disposición del relieve, unido a la
latitud de la Península y a su situación entre dos
grandes masas marinas (el Atlántico y el
Mediterráneo) explican los grandes contrastes
paisajísticos, mucho más que en ningún otro país
mediterráneo.
Una elevada altitud media
La altitud media de la península Ibérica es de 660
metros, sólo superada en Europa por la de Suiza
(1.300 m).
Sin embargo, esta elevada altitud media
enmascara una realidad muy contrastada. Por un
lado, las llanuras costeras (zonas situadas por
debajo de los 200 m de altitud) apenas ocupan el
11% de la superficie peninsular. La parte central
peninsular está configurada por un extenso bloque
elevado, la Meseta, cuya altitud media oscila
entre 700 y 1.000 m en el sector norte (valle del
Duero) y entre 500 y 700 m en la zona sur (área
castellano-manchega): esta meseta ocupa el 45%
de la superficie de España.
Por último, las montañas de altitud
media (entre 1.200 y 2.500 m) son abundantes,
como los sistemas Central e Ibérico, y las
cordilleras Cantábrica y Subbética. Ocupan más
del 8% de la superficie peninsular, mientras que es
mínima la presencia de elevaciones
superiores a 3.000 m, sólo en los Pirineos y en
Sierra Nevada.
Por tanto, la existencia de una extensa
meseta central y de los sistemas montañosos que
cruzan el territorio explican esta elevada altitud
media.
Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente (2011): Anuario de Estadística.
http://www.magrama.gob.es/estadistica/pags/anu
ario/2011/AE_2011_Completo.pdf
Altitudes Superficie
(km2
)
%
Hasta 200 m 57.618 11,39
De 201 a 600 m 156.369 30,90
De 601 a 1.000 m 198.649 39,26
De 1.001 a 2.000 m 88.766 17,54
Más de 2.000 m 4.587 0,91
TOTAL 505.989 100,00
Página 1 de 16 01_2BAC_GEO_relieve.odt

http://www.ign.es/espmap/mapas_relieve_bach/Relieve_Mapa_04.htm
La disposición periférica de los principales
sistema montañosos
Un rasgo distintivo del relieve peninsular es la
disposición periférica de sus principales
unidades montañosas. Así, por cualquier parte
que se intente acceder a la Meseta, es preciso
salvar un desnivel fuerte hasta alcanzar las
altiplanicies castellanas. El interior de la Península
se encontraría defendido sistemáticamente, ya sea
por el propio cinturón montañoso de la Meseta
(Montes de León, cordillera Cantábrica, sistema
Ibérico y Sierra Morena), ya sea por otras
cordilleras peninsulares periféricas, como la
cordillera Subbética y los Pirineos.
Además, a pesar de la suave inclinación
general que sufre la Meseta hacia el Atlántico,
tampoco es fácil el acceso hacia ella desde el
oeste puesto que o bien se interponen algunos
accidentes montañosos, o bien se produce un
salto brusco, cerca de la costa atlántica, que
interrumpe la superficie plana de la Meseta.
La existencia de este murallón periférico
comporta unas consecuencias muy importantes.
Por un lado, dificultan las comunicaciones
entre el interior peninsular y la periferia debido a
la existencia de esos sistemas montañosos que
rodean la Meseta. Por otro, los ríos que nacen
en estos rebordes montañosos se ven
obligados a salvar desniveles profundos en
corto espacio, por lo que adquieren un
carácter torrencial y están dotados de una
gran fuerza erosiva, dando lugar a la formación
de profundas gargantas excavadas en la roca.
Cuando estos ríos disponen de un importante
caudal, los saltos de agua son aprovechados para
la producción de energía hidroeléctrica.
Una forma bastante maciza de la Península
El 97'6% de la superficie española se localiza en la
península Ibérica. Esta península ofrece una
forma bastante maciza, que viene dada por su
anchura y la extensión de sus costas: el geógrafo
e historiador griego Estrabón comparó la forma de
la península Ibérica con una piel de toro
extendida al sol.

El perímetro costero presenta una costa
muy rectilínea, sin apenas profundos entrantes ni
salientes, a excepción de la costa gallera, uue sí
es una costa muy recortada, con entrantes (las
rías) y salientes (cabos y puntas).
La falta de profundos entrantes en el litoral
peninsular, unido a la disposición periférica de los
principales sistemas montañosos, con una
dirección general de oeste a este, dificultan la
penetración de las masas de aire marino
húmedo y, por tanto, limitan la influencia
suavizadora del mar en las temperaturas de gran
parte del interior peninsular: en las tierras del
interior, el clima se caracteriza por acusadas
diferencias térmicas entre el verano (muy
caluroso) y el invierno (muy frío). La influencia
marina en las temperaturas queda limitada, en
muchos casos, a una estrecha franja costera y a la
depresión del Guadalquivir al ser frenada por los
elevados relieves periféricos.
Esta configuración, predominantemente
peninsular, unido al carácter insular de las
Baleares y de las Canarias, explican la elevada
longitud de la línea de costa: unos 4.859
kilómetros en el territorio peninsular (más 800 km
de la costa portuguesa), y en torno a 3.236 km en
los archipiélagos.

1.2.- ¿Cuáles son las
principales unidades del
relieve?
LAS PRINCIPALES UNIDADES
MORFOESTRUCTURALES
La disposición interior del relieve español explica
que su territorio sea tan compartimentado. El
relieve peninsular se organiza en grandes unidades
en torno a una altiplanicie interior, la Meseta, que
está situada a más de 600 m sobre el nivel medio
del mar. Ésta, a su vez, aparece dividida en dos
submesetas por el sistema Central: Submeseta
norte y Submeseta sur. En conjunto, la Meseta
ocupa una superficie que representa el 45% del
total de España. En torno a ella se localizan los
rebordes montañosos, las depresiones exteriores y
las cordilleras exteriores.
Dentro de la península Ibérica destaca la
Meseta central por su notable extensión. Se
trata de una altiplanice o llanura bastante elevada
sobre el nivel del mar (altitud media de 660
metros). Los restos más antiguos son de la era
Primaria, y afloran en la zona oeste, donde la
erosión ha dejado al descubierto los materiales de
la era Primaria, por lo que destacan las
penillanuras (superficies de erosión suavemente
onduladas), con algunos montes islas o relieves
residuales, constituidos por rocas más resistentes.
Dentro de la Meseta central podemos
diferenciar:
1.- La Submeseta norte, con una altitud entre
700 y hasta 900 m, está casi totalmente rodeada
por altas montañas y en ella está la cuenca
hidrográfica del Duero.
2.- El sistema Central es un conjunto de sierras
(Gata, Guadarrama, Gredos y Somosierra) con una
dirección SO-NE. Está situado en la mitad de la
Meseta, dividiéndola en dos partes: la Submeseta
norte y la Submeseta sur. Su altitud ronda entre
los 1.500 y los 2.600 m.
3.- El valle del Tajo es una cuenca sedimentaria
formada durante la orogenia alpina durante la era
Terciaria.
4.- Los Montes de Toledo se formaron, al igual
que el Sistema Central, como consecuencia de la
orogenia alpina. Tienen una menor altitud (en
torno a 1.000-1.400 metros) y su orientación es
oeste-este.
5.- La Submeseta sur o La Mancha es más
baja (entre 500 y 700 metros), y tiene una
acusada inclinación hacia el oeste; en ella se
localizan las cuencas hidrográficas del Tajo y
Guadiana, separadas por los Montes de Toledo, y
está rodeada de montañas.
6.- La penillanura extremeña alcanza un altitud
entre 300 y 500 metros y está abierta hacia el
Atlántico.
7.- El valle del Guadiana también es una cuenca
sedimentaria originada durante la orogenia alpina.
Alrededor de la Meseta podemos localizar
diferentes rebordes montañosos:
1.- Al noroeste, están los Montes de León (con
una orientación SO-NE y una altitud de 1.300-
2.200 m) y el macizo Galaico (con una
orientación SSO-NNE o N-S, con unas altitudes
entre 500 y 1.400 m), formados por materiales
paleozoicos que la orogenia alpina fracturó,
presentando formas redondeadas debido a la
erosión.
2.- Al norte, la cordillera Cantábrica presenta
una orientación oeste-este, y tiene dos sectores
diferenciados: al oeste están los materiales
primarios y las altitudes más elevadas en los Picos
de Europa (Torre de Cerredo, 2.648 metros) y, al
este, materiales secundarios calizos. Su altitud se
sitúa entre los 1.200 y los 2.648 m.
3.- El sistema Ibérico, con una orientación NO-
SE, separa la Meseta de la depresión del Ebro.
Tiene un sector norte con materiales más antiguos
y las máximas altitudes (el Moncayo, -2.313 m -,
la sierra de La Demanda y los Picos de Urbión), un
sector sureste, que se bifurca en dos ramas, una
interior o castellana, y otra exterior o aragonesa,
con unas altitudes menores (en torno a 1.200-
1.500 m en la sierras de Albarracín y Javalambre).
4.- Al sur, está Sierra Morena, un conjunto de
escasa altitud (en torno a 700-1.300 metros) que
separa la Meseta del valle del Guadalquivir. Se
percibe como un relieve poco vigoroso desde la
Meseta, pero destaca si se observa desde la
depresión del Guadalquivir.

Fuera de la Meseta están las depresiones
exteriores, como las depresiones del Ebro
(entre 100 y 500 m) y del Guadalquivir (entre 0
y 400 m). La primera es paralela a los Pirineos y
se encuentra cerrada por éstos, por el sistema
Ibérico y por la cordillera Costero-Catalana. La
depresión del Guadalquivir es paralela a las
Cordilleras Béticas. Ambas son cuencas prealpinas
que, tras la orogenia alpina, quedaron entre las
cordilleras alpinas y los macizos más antiguos,
tienen forma triangular, se han rellenado de
sedimentos terciarios y cuaternarios y, en la
actualidad, son relieves bastante horizontales.
También está la depresión Atlántica, formada
por las desembocaduras de los ríos Sado y Tajo,
en Portugal, con una altitud entre 0 y 200 m.
También, fuera de la Meseta, se sitúan
algunos llanos costeros mediterráneos, como
la zona de la desembocadura de los ríos Júcar y
Turia, y la fosa murciana o Vega Baja del río
Segura (entre 0 y 200 m de altitud).
Las cordilleras exteriores de la Meseta
son los Montes Vascos, los Pirineos, la cordillera
Costero-Catalana y los sistemas Béticos, todas
formadas durante la orogenia alpina.
Los Montes Vascos tienen una
orientación oeste-este y unas altitudes entre 1.000
y 1.500 m. Enlazan la cordillera Cantábrica con los
Pirineos.
Los Pirineos son una cordillera alargada,
con una orientación oeste-este, y compacta,
situada entre España y Francia. Tiene tres partes:
la zona axial o eje central, de materiales
paleozoicos, es la más alta (superan los 3.000
metros); los Prepirineos (entre 1.400 y 2.000 m),
al sur de la anterior, tienen formas más suaves y
se tratan de dos alineaciones paralelas a la zona
axial; y la depresión media, entre las sierras
interiores y exteriores del Prepirineo.
La cordillera Costero-Catalana tiene
una zona norte de materiales paleozoicos, y otra
sur de terrenos calizos de la era Secundaria. Está
dividida en dos alineaciones, una paralela a la
costa de escasa altura, y otra interior, más
elevada, separadas ambas por una depresión. Con
una orientación SO-NE, alcanza unas altitudes
entre 900 y 1.700 m.
Las cordilleras Béticas tienen las
mayores altitudes de la Península y en ellas
podemos diferenciar: la cordillera Penibética,
con una orientación OSO-ENE, que bordea la
costa, formada por materiales paleozoicos en

donde destaca Sierra Nevada (Mulhacén, 3.480
metros); la cordillera Subbética, en el interior y
con una orientación SO-NE y unas altitudes más
bajas, entre 900 y 2.400 m. En ella, se sitúan las
sierras de Grazalema, Sagra, Mágina, María,
Espuña, Crevillente, Segura, Cazorla, Maigmó,
Aitana, Mariola y Carrasqueta. Entre las cordilleras
Penibética y Subbética se sitúa la depresión
intrabética, formada por distintas depresiones u
hoyas, como las de Antequera, Granada, Guadix y
Baza.
Los dos archipiélagos, Baleares en el mar
Mediterráneo y Canarias en el océano Atlántico,
presentan características muy diferentes. Las islas
Baleares, formadas por tres islas mayores
(Mallorca, Menorca e Ibiza) y tres menores
(Formentera, Cabrera y Conejera), están
relacionadas con la formación de los Sistemas
Béticos. Las islas Canarias, formadas por siete islas
(Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife,
La Gomera, La Palma y El Hierro), cuatro islotes
(La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara y Lobos) y
varios roques, tienen un origen volcánico.
España cuenta con una importante
extensión de zonas costeras. Las costas de la
zona norte son rectilíneas, salvo en las rías
gallegas, y se caracterizan por la abundancia de
acantilados y rasas (sierras escalonadas paralelas
a la costa). Las costas del sur atlánticas son muy
rectilíneas y tienen casi siempre playas; hacia el
interior abundan las marismas y los campos de
dunas, puesto que el terreno es muy bajo (no
suele exceder los 50 metros) y llano. Por último,
en las costas mediterráneas existe gran
diversidad: hay zonas acantiladas (sector bético y
litoral catalán), playas, campos de dunas y algún
delta, como el del río Ebro.
En España podemos diferenciar, por una
parte, el vulcanismo que se localiza en el ámbito
peninsular y en algunas islas próximas (zona de
Olot en Gerona, el Campo de Calatrava en Ciudad
Real, las islas Columbretes en Castellón, el cabo
de Gata en Almería y la isla de Alborán) y, por
otra, el que se encuentra en Canarias. El origen
del primero está relacionado con la colisión entre
las placas africana y euroasiática, mientras que el
segundo lo está con la formación de un punto
caliente o fractura en el interior de una placa
oceánica, situada en el contacto con el continente
africano.
Fuente: www.ign.es/espmap/

ACTIVIDADES
1.- Observa el perfil topográfico siguiente entre el mar Cantábrico y el mar Mediterráneo y sitúa las unidades
morfoestructurales que se indican. Para ayudarte, traza una línea recta, de norte a sur, en el mapa de la página 15
entre el mar Cantábrico y el mar Mediterráneo.
Consulta: http://www.ign.es/espmap/graficos_relieve_bach/Relieve_Graf_01.htm
Perfil topográfico entre el mar Cantábrico y el mar Mediterráneo
2.- Observe el perfil topográfico y sitúe las siguientes unidades del relieve allí donde corresponda: Montes de
Toledo, Sierra Nevada o cordillera Penibética, valle del Guadalquivir, Sistema Central, mar Mediterráneo, Sierra
Morena, cordillera Cantábrica, cuenca del Duero o Submeseta Norte, valle del Tajo, sistemas Subbéticos, y mar
Cantábrico (PAU junio 2002, septiembre2010 y junio2015).
Perfil topográfico entre Llanes (Asturias) y Albuñol (Granada)

3.- Localice sobre este mapa las principales unidades del relieve existentes en la península Ibérica (PAU
septiembre2001, junio2012, septiembre2012, junio2015).
ACTIVIDADES
4.- Identifique las
unidades y subunidades
del relieve peninsular a
que hacen referencia
los distintos números
que aparecen en el
mapa (PAU junio2002)

ACTIVIDADES
5.- Localice, colocando los
nombres, las siguientes
cordilleras -de forma que sigan
su dirección aproximada- sobre
el mapa adjunto que se ha de
entregar.
6.- Indique, asimismo, cuáles
de estas unidades estructurales
alcanzan cotas superiores a los
3.000 m sobre el nivel del mar
(PAU junio2010 y julnio2016)
7.- Explique con mayor detalle
las formaciones montañosas en
la Meseta (PAU
septiembre2012).
8.- Describa las unidades en
que se dividen las cordilleras
Béticas y las diferencias entre la
submeseta Norte y la
submeseta Sur (PAU
junio2015).
9.- Describa las unidades del
relieve y sus características que
pueda deducir a partir del perfil
topográfico de la página 17
(PAU junio2015).

1.3.- ¿Cómo ha
sido la evolución
geológica de la
península
Ibérica?
Durante la era Primaria o Paleozoico
Como consecuencia del proceso de acercamiento entre la placa africana
(o de Gondwana) y la placa Euramericana, se produjo durante el período
Carbonífero la orogenia hercínica, que dio lugar a la unión de todas las
masas continentales en un único megacontinente o Pangea.
Este movimiento orogénico elevó el macizo hespérico o ibérico
(la Meseta) que actualmente sirve de soporte a las tres cuartas partes
de la superficie peninsular (desde Galicia y Asturias hasta el sistema
Ibérico y Sierra Morena aproximadamente).
Consulta: http://www.ign.es/espmap/figuras_relieve_bach/Relieve_Fig_01.htm
A finales de esta era (hace unos 270
millones de años), todos los continentes
formaban un gigantesco y único continente
(Pangea). No existía el océano Atlántico,
por lo que la pequeña placa ibérica
enlazaba hacia el oeste con la zona de los
Apalaches (en América del Norte), de igual
manera que el contacto con el resto de
Europa se realizaba a través de la zona
gallego-asturiana, que estaba unida con la
Bretaña francesa ya que tampoco existía el
golfo de Vizcaya.

Durante la era Secundaria o Mesozoico
Poco a poco, debido a procesos de
fracturación continental, el Pangea se fue
fragmentando.
Por un lado, el borde occidental del
macizo ibérico se separó con respecto a
Norteamérica, por lo que se fueron abriendo
progresivamente el océano Atlántico y el
antiguo mar de Tethys (mar Mediterráneo).
Por otro lado, se formó, hacia finales
de esta era, el golfo de Vizcaya, cuyo
desarrollo desenganchó los terrenos del
noroeste con respecto a las regiones
occidentales francesas.
Además, se produjo un hundimiento
gradual del macizo ibérico en su parte
oriental.
Como consecuencia de los fuertes
procesos erosivos, el macizo ibérico se
convirtió en una penillanura (o superficie
llana, arrasada por la erosión, con escasos desniveles y pendientes bajas). Todos estos materiales se
fueron acumulando en grandes cantidades en los fondos marinos (mar de Tethys)
Durante la era Terciaria o Cenozoico
Desde finales de la era Secundaria, hace
unos 80 millones de años), la placa ibérica se
fue desplazando, en el sentido contrario a las
agujas del reloj, hasta quedarse empotrada
entre la placa europea y el norte de África.
Por eso, en la actualidad las áreas sísmicas
más inestables se localizan en los Sistemas
Béticos y en los Pirineos.
Este desplazamiento y la colisión entre
la placa ibérica con la europea y sobre todo
con la africana, desencadenaron grandes
tensiones orogénicas (la orogenia alpina),
cuyas consecuencias fueron diversas:
• Se elevaron los sedimentos
acumulados en los fondos marinos
próximos, lo que dio lugar a la
aparición de los Pirineos, las cordilleras Béticas, el sistema Ibérico y la parte oriental de la
cordillera Cantábrica.
• El macizo meseteño se basculó hacia el oeste, lo que determinará que los grandes ríos
peninsulares viertan sus aguas hacia el Atlántico.
• El macizo meseteño se fracturó en bloques, formando macizos, como el Gallego-Leonés, el
sistema Central o Sierra Morena, y cuencas, como los valles del Duero, del Tajo o del Guadiana.
Al final de esta era, los procesos erosivos arrasaron las zonas elevadas y estos materiales fueron
rellenando las cuencas sedimentarias de las áreas más deprimidas (Duero, Tajo-Guadiana, Guadalquivir
y Ebro) y en la zona mediterránea. La orogenia alpina también provocó la fractura del fondo oceánico
del Atlántico: a través de estas líneas de debilidad tectónica, ascendieron con el tiempo grandes masas
de rocas volcánicas asociadas a ciclos magmáticos, originando los procesos volcánicos en las islas
Canarias.

Durante la era Cuaternaria
La tranquilidad orogénica dio paso a los
procesos erosivos, tanto de origen
glaciar (glaciaciones) como periglaciar y
fluvial (formación de terrazas en las
llanuras de las principales redes
hidrográficas peninsulares).
También se ha producido una
fuerte disección de las redes fluviales,
que han cortado montañas y que se han
encajado en las cuencas sedimentarias.
La mayor parte de la red
hidrográfica de la Península se ha
configurado a partir de grandes cuencas
fluviales, como el Duero, Tajo, Ebro o
Guadiana. Por último, la acumulación de
sedimentos en las zonas marinas más próximas al continente ha permitido la configuración actual de las
llanuras litorales, como la depresión del Guadalquivir, la fosa prelitoral murciana o la llanura del Júcar-
Turia.
Zonas con mayor riesgo de terremotos (seísmos)
Las áreas sísmicas más inestables se localizan en los sistemas Béticos y los Pirineos. Este mayor
riesgo de terremotos está relacionado con el choque entre las placas africana y euroasiática.

1.4.- ¿Cómo es el
roquedo de la
península
Ibérica?
Consulta:
http://ntic.educacion.es/w3/recursos/secundaria/sociales/geografia/roquedo.ht
ml
Fuente: http://geografiacolaborativa.blogspot.com.es/2010/11/comentario-
del-mapa-del-roquedo.html
De acuerdo con la naturaleza del roquedo (o tipo
de rocas), en la España peninsular se distinguen
tres áreas.
El área de roca silícea está integrada por
materiales antiguos (de la era Primaria o
anteriores), como granitos, pizarras o gneis. Se
encuentra mayoritariamente en el oeste peninsular
(Portugal, Galicia, León y Extremadura) y presenta
ramificaciones en la parte occidental de la
cordillera Cantábrica, el sistema Central, los
Montes de Toledo y Sierra Morena. También se
localiza en la zona axial o eje central de los
Pirineos y en algunos sectores del sistema Ibérico,
en la cordillera Costero-Catalana, en el norte de la
isla de Menorca y la parte central del sistema
Penibético (Sierra Nevada).
El área caliza (o calcárea) está formada
por sedimentos de la era Secundaria,
fundamentalmente de caliza, plegados en la era
Terciaria. Se extienden por el Prepirineo, los
Montes Vascos, el sector oriental de la cordillera
Cantábrica, el sistema Ibérico, parte de la
cordillera Costero-Catalana y la cordillera
Subbética. En Baleares hay rocas calizas en
Mallorca (sierras de Tramuntana y de Levante), en
la mitad sur de Menorca y en Ibiza.
El área arcillosa está formada por
materiales sedimentarios poco resistentes a la
erosión, como arcillas, margas y yesos,
depositados durante finales de la era Terciaria y
Cuaternaria. Ocupa buena parte de las cuencas
sedimentarias de los ríos Duero, Tajo y Guadiana,
así como las depresiones del Ebro y del
Guadalquivir y las llanuras aluviales en la costa
mediterránea. En Mallorca se encuentra en la zona
central o del Pla.

ACTIVIDADES
1.- En el mapa del documento 1
aparecen señaladas ocho
localizaciones. Indique para
cada una de ellas: (a) la unidad
morfoestructural a la que
pertenece, (b) el tipo de
roquedo (silíceo, calcáreo o
arcilloso) dominante, y (c) si
dicha morfoestructura es
antigua, reciente o muy
reciente (si lo estimas necesario
argumenta esta última
calificación) (PAU, junio2005).
Unidad Roquedo Antigüedad
2.- Complete la leyenda del
mapa anexo sobre los tipos de
roquedo en la Península Ibérica
e Islas Baleares (PAU,
septiembre2012).

VOCABULARIO BÁSICO
Acantilado: Costa cortada verticalmente o con
una pendiente muy abrupta.
Albufera: Llanura litoral, en zonas de costa baja,
de agua salina o ligeramente salobre, separada del
mar por una lengua o cordón de arenas.
Altiplanicie: Meseta de mucha extensión, situada
a gran altitud.
Anticlinal: Parte convexa (en forma de A) en un
plegamiento de las capas de un terreno.
Bahía: Entrada de mar en la costa, de extensión
no muy grande, que puede servir de abrigo a las
embarcaciones.
Cabo: Lengua de tierra que penetra en el mar.
Caldera: Depresión de grandes dimensiones y
con paredes escarpadas originada por explosiones
o erupciones volcánicas muy intensas.
Campiña: Llanura baja que se caracteriza por su
suave modelado, con alternancia de lomas y
vaguadas y surcada de ríos. Suelen dedicarse a un
intenso aprovechamiento agrícola.
Cárcava (o badland): Proceso de erosión sobre
materiales sedimentarios margosos o arcillosos en
un medio semiárido. Estos materiales son
fuertemente diseccionados por la acción intensa
del agua, dando lugar a una densa red de
barrancos muy encajados y separados por crestas
aguas.
Cerro testigo: Relieve de forma de cono o
pirámide truncados, a consecuencia de la mayor
resistencia del estrato superior, residuo de la
erosión de materiales de origen sedimentario.
Circo glaciar: Depresión o cubeta de erosión
glaciar de forma semicircular, limitada por
escarpes rocosos de acusada pendiente.
Cordillera: Conjunto de montañas enlazadas
entre sí.
Cordón litoral: Barra continua de arena producto
de la unión de dos flechas litorales y que cierran
una bahía.
Cuenca sedimentaria: Territorio cuyas aguas
afluyen todas a un mismo lugar y que ha sido
rellenada con sedimentos.
Curva de nivel o isohipsa: Línea que une en los
mapas topográficos los puntos que tienen igual
altitud.
Delta: Terreno, en forma de triángulo o abanico,
comprendido entre los brazos de un río en su
desembocadura. Se forma debido a los sedimentos
que arrastra el río.
Dolina: Depresión cerrada, más o menos
profunda y de paredes muy inclinadas, típica del
modelado kárstico (en terrenos calizos).
Duna: Colina o montículo de arena movediza que
en los desiertos y en las playas forma y empuja el
viento.
Erosión: Proceso de desgaste o destrucción
originados en la superficie terrestre por agentes
externos, como el agua o el viento.
Estuario: Desembocadura de un río caudaloso en
el mar, caracterizada por tener una forma
semejante al corte longitudinal de un embudo,
cuyos lados van apartándose en el sentido de la
corriente, y por la influencia de las mareas en la
unión de las aguas fluviales con las marítimas.
Falla: Fractura de la corteza terrestre
acompañada de deslizamiento de uno de los
bordes.
Flecha litoral: Línea de arena que prolonga la
costa hacia el interior de la bahía.
Fosa tectónica o graben: Estructura geológica
hundida (depresión) formada por el hundimiento
de los estratos rocosos comprendidos entre dos o
más fallas paralelas.
Fractura o diaclasa: Fractura de la corteza
terrestre sin separación de bloques.
Gelifracción: Proceso de meteorización mecánica
de las rocas por congelación del agua. Da lugar a
la formación de canchales.
Geosinclinal: Gran depresión (grandes cubetas
sedimentarias marinas) o zona hundida de la
corteza terrestre donde se van acumulando gran
cantidad de sedimentos, que posteriormente son
levantados y plegados.
Glaciación: Proceso climático por el cual, debido
a un enfriamiento generalizado del planeta, se
produce una gran expansión de los hielos por zona
muy extensas de la superficie terrestre.
Glaciar: Masa de hielo acumulada en las zonas de
las cordilleras por encima del límite de las nieves
perpetuas y cuya parte inferior se desliza muy
lentamente como si fuese un río de hielo.
Glacis: Rampa con suave pendiente, situada en el
piedemonte en una vertiente montañosa, que
enlaza con el fondo de un valle o depresión. Es el
resultado de un proceso de erosión y/o
acumulación de materiales, en general,
escasamente redondeados.
Golfo: Gran porción de mar que se interna en la
tierra entre dos cabos.
Hoz (cañón o garganta): Corte profundo o valle
transversal y estrecho hecho por un río, entre dos
montañosas, predominante en zonas de roca

caliza.
Kárstico: Dicho de una formación caliza,
producida por la acción erosiva o disolvente del
agua.
Lapiaz: Modelado kárstico constituido por
acanaladuras y surcos separados por aristas.
Litología: Parte de la geología que estudia las
características físicas y químicas de las rocas.
Litoral: Costa de un mar, país o territorio.
Macizo: Conjunto orográfico de elevaciones
montañosas, cumbres y altiplanicies,
generalmente formadas por la elevación de un
bloque de zócalo.
Marisma: Terreno bajo y pantanoso que inundan
las aguas del mar, y que suele ir colmatándose con
las aportaciones de las mareas altas y de los ríos.
Meseta: Superficie llana y extensa situada a
considerable altura sobre el nivel del mar.
Morrena: Acumulación de materiales procedentes
de desprendimientos, meteorización o de la propia
erosión glaciar, que son transportados y
depositados a los lados, en el centro y al fondo de
una lengua glaciar.
Orogénesis: Movimiento o proceso que
transforma la corteza terrestre, con fuerzas y
presiones provocando la aparición de las
montañas. Este conjunto de procesos está muy
unido a la tectónica de placas.
Páramo: Terreno llano, extenso y elevado, yermo,
raso y desabrigado, situado al pie de las zonas
montañosas.
Penillanura: Terreno casi llano, con leves
ondulaciones, cuya formación y características son
resultado de la erosión de una zona montañosa.
Pliegue o plegamiento: Efecto o deformación
producida en los estratos que forman la corteza
terrestre debido al movimiento conjunto de rocas
sometidas a una presión lateral.
Periglaciar: Término que hace referencia a los
procesos geomorfológicos ocasionados por la
congelación del agua en hielo.
Piedemonte (o falda): Parte baja de los montes o
sierras.
Pilar tectónico o horst: Bloque limitado por
fallas que ha quedado elevado por el hundimiento
del terreno circundante por un sistema de sistema
de fallas o por su propio levantamiento.
Raña: Depósito de acumulación, llano y con
pendiente muy suave, formado por materiales
pedregosos
Relieve: Conjunto de formas complejas que
accidentan la superficie terrestre.
Ría: Penetración que forma el mar en la costa,
debida a la sumersión de la parte litoral de una
cuenca fluvial de laderas más o menos abruptas.
Sedimento: materia que va en suspensión en el
agua y que se posa en el fondo por su mayor
gravedad, formando mantos o capas horizontales.
Sima: Cavidad grande y muy profunda en la tierra
formada por el modelado kárstico.
Sinclinal: Parte cóncava (en forma de U) en un
plegamiento de las capas de un terreno.
Tectónica: Relativo o perteneciente a la
estructura de la corteza terrestre.
Terraza fluvial: Cada uno de los espacios de
terreno llano, dispuesto en forma de escalones en
un valle de un río.
Tómbolo: Lengua de tierra que une una antigua
isla o un islote con el continente.
os extensa de mar.
Valle: Zona llana de tierra entre montes o alturas,
o cuenca de un río. Si es de origen glaciar, el valle
tiene forma de artesa o U.
Volcán: Abertura en la tierra, y más comúnmente
en una montaña, por donde salen humo, llamas y
materias encendidas o derretidas (lava).
Zócalo: Meseta o llanura formada por materiales
muy antiguos (de la era primaria o Paleozoico) y
que han surgido como consecuencia de la erosión
de cordilleras muy antiguas. Cuando son
sometidos a empujes tectónicos, se fracturan.

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