El arte pre-románico asturiano se desarrolló entre los siglos IX y X en el Reino de Asturias. Se caracteriza por la mezcla de elementos visigodos, bizantinos y originales asturianos. Incluye ejemplos notables como San Julián de los Prados, Santa María del Naranco y San Salvador de Valdediós, que muestran la evolución del estilo a través de tres períodos: pre-ramirense, ramirense y post-ramirense.