Para nuestro desarrollo y para promover del desarrollo de otros, requerimos de autoridad, ésta no dará poder, pero de nada sirve si no es a través del amor.
Sesión 3 de 5 del Método de Ovulación Billings el curso es de 8 sesiones de las cuales son 5 de diapositivas, 1 de repaso, 1 examen y 1 de eucaristía y convivio. No es forzoso que se lleve tal y como se sugiere, pero si es bueno llevar a cabo las 8 sesiones para que el usuario quede bien capacitado.
Charla impartida por los Psicólogos Especialistas en Adolescencia y Familia: Miryam Miguelez Fernandez y Pedro Bardaji Suarez, del Centro de Psicología Clínica de Huesca. www.centrodepsicologiaclinica.com
Sesión 3 de 5 del Método de Ovulación Billings el curso es de 8 sesiones de las cuales son 5 de diapositivas, 1 de repaso, 1 examen y 1 de eucaristía y convivio. No es forzoso que se lleve tal y como se sugiere, pero si es bueno llevar a cabo las 8 sesiones para que el usuario quede bien capacitado.
Charla impartida por los Psicólogos Especialistas en Adolescencia y Familia: Miryam Miguelez Fernandez y Pedro Bardaji Suarez, del Centro de Psicología Clínica de Huesca. www.centrodepsicologiaclinica.com
Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
1. Autoridad, Poder y Amor.
La formación de los hijos, en ciudadanos felices, productivos y satisfechos es la única real
responsabilidad de los que somos padres, para ellos hay que proporcionar un cúmulo de
elementos tanto en lo material, emocional y social que permitan el desarrollo efectivo de la
persona que serán ellos.
En este artículo me permito invitar al lector a la reflexión de tres de estos elementos que son
indispensables para una vida plena.
La autoridad para estos efectos se define como aquel poder que se otorga para dirigir, estructurar
y ordenar las acciones del otorgante. La autoridad se recibe por la rectitud del proceder, lo que
genera un prestigio que invita a elegir a la persona como líder en determinada materia, así se
puede decir “El Dr. Jiménez es un magnífico neumólogo, por lo que ha sido elegido para dirigir la
academia”. Note el lector que en el ejemplo son los miembros de la academia los que otorgan la
autoridad al Dr. Jiménez y por ende el poder de dirección de ellos mismos constituidos en
academia.
El correcto proceder como dirigente aumentará el poder que se la ha otorgado, dada su
dedicación y amor a su gremio o profesión.
Los padres tenemos la autoridad que nuestros hijos nos otorgan, es tan grande la diferencia entre
las habilidades y capacidades de un adulto frente a un bebé, que necesariamente es vivido como
un ser impresionantemente poderoso, fuerte y capaz.
Esta autoridad si es respetada primeramente por el
padre, así como el doctor del ejemplo responde al
nombramiento, seguirá siendo guía y conducción
haciéndose cada vez más accesible, humana y natural.
Cuando el hijo crece no se pierde la autoridad por
dejar de haber tan gran diferencia, al contrario, se
trasmite al hijo al hacerse accesible y al no haber sido
traicionada.
Pero el diablo mete la cola en pequeños detalles, los padres al tener autoridad tienen poder y
éste es una gran tentación para el uso personalizado lo que lo convierte en abuso, éste es lo que
se transforma en la traición a la autoridad y que dará por resultado conflictos con la misma al ser
adulto.
Padres que deben ser obedecidos en tareas y temas no suficiente explicados, “Por qué le dijiste a
la comadre que estaba aquí, no sabes en que lio me metiste., ¿le explicaron al niño, por qué tenía
que mentir? “Deja esa cama en paz, siempre la haces mal, eres una mal hecha” ¿Le han enseñado
a la niña a tender su cama con avances sucesivos y reconociendo sus logros?
2. Padres que abusan de los servicios del niño, “Sírveme un refresco, pásame los cigarros, contesta el
teléfono”, sin ni siquiera mostrar gratitud.
Podríamos poner muchos ejemplos más, pero lo importante es distinguir como al no preservar la
autoridad que se nos ha confiado, se pierde uno de los valores de los padres deben cosechar en
sus hijos; el respeto.
El amor puede tener muchas acepciones, para los efectos de este artículo lo definiremos como la
actitud de querer ser mejor para el otro, nunca tan bien aplicado el mandato de amar a tu próximo
cómo a ti mismo.
El amor es ser cada vez mejor, padre, mejor pareja, mejor vecino, mejor patrón, mejor trabajador
y así otros muchos aspectos más, el padre que se supera como tal, cada día y hasta el final de sus
días estará respondiendo a ese amoroso mandato de proteger y preservar la autoridad, para bien
de nuestros hijos.