Los termófilos son organismos que requieren altas temperaturas para su desarrollo, como temperaturas óptimas de 45°C o más. Muchos termófilos pertenecen al dominio Archaea. Se caracterizan por tener membranas con altas proporciones de lípidos saturados de cadena larga y proteínas muy estables. Los termófilos se usan para producir catalasas y degradar compuestos tóxicos como los PCBs.