El documento es una reflexión poética sobre el tango y cómo el bandoneón, al igual que Dios, moldea la vida de las personas de manera pura y luego las reduce a casi nada, arrancando confesiones, esperanzas y estribillos como el hijo pródigo. Sin embargo, en la actualidad pocos quieren ser tango y hay una tendencia a otros géneros musicales, aunque cuando Dios toma el bandoneón entre sus manos, moldea la vida.