Un sistema distribuido de base de datos permite que la información se almacene físicamente en diferentes sistemas de manera autónoma. Los objetivos de un sistema distribuido incluyen proporcionar transparencia a la localización, fragmentación y replicación de datos para que el sistema parezca centralizado al usuario. Ventajas son autonomía local, capacidad de crecimiento incremental y fiabilidad; desafíos son optimización de consultas, propagación de actualizaciones y manejo del catálogo.