1. BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL Sala Pablo VI
Miércoles 5 de septiembre de 2012
La oración en el libro del Apocalipsis,
El color amarillo en letras o de
fondo indica texto de la
catequesis.
http://www.vatican.va/holy_father/
benedict_xvi/audiences/2011/inde
x_sp.htm
Diseño Emilio Perucha Herranz , 9
septiembre de 2012.
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:BambergApocalypseFolio025vAngelWithLittleBook.JPG?uselang=es
2. Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, después de las vacaciones,
retomamos las audiencias en el
Vaticano, continuando en esa "escuela
de oración", que estoy viviendo junto a
ustedes en estas Catequesis de los
miércoles.
INTRODUCCIÓN
Hoy quisiera hablar de la oración en el
libro del Apocalipsis, que,
como ustedes saben,
es el último del Nuevo Testamento.
Es un libro difícil,
pero que contiene una gran riqueza.
Este nos pone en contacto con la
oración viva y palpitante de la asamblea
cristiana, reunida "en el día del Señor"
(Ap. 1,10);
es esta, en efecto, la traza de fondo en
el que se mueve el texto.
Apocalipsis 1, 10 El Día del Señor fui arrebatado por el Espíritu y oí
detrás de mí una voz fuerte como una trompeta, que ordenaba:
3. Un lector presenta a la asamblea un mensaje confiado
por el Señor al evangelista Juan.
El lector y la asamblea son, por así decirlo, los dos
protagonistas del desarrollo del libro;
a ellos, desde el principio, se les dirige un saludo
festivo:
"Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de
esta profecía" (1,3).
Mediante el diálogo constante entre ellos,
surge una sinfonía de oración,
que se desarrolla con una gran variedad de formas
hasta la conclusión.
Escuchando al lector que presenta el mensaje,
escuchando y observando a la asamblea que responde,
su oración tiende a ser nuestra.
La primera, de las siete bienaventuranzas del
Apocalipsis, en 1,3
4. ESTRUCTURA
La primera parte del Apocalipsis (1,4-3,22) tiene, en la actitud de la asamblea que ora,
tres etapas sucesivas.
1ª) Parte. 1ª) Etapa: Diálogo
Saludo del lector y su origen
La primera (1,4-8) consiste en un diálogo
--único caso en el Nuevo Testamento--,
que se lleva a cabo entre:
la asamblea apenas reunida y
el lector,
el cual le dirige un saludo de bendición:
"Gracia y paz a ustedes" (1,4).
El lector subraya el origen de este saludo:
este deriva de la Trinidad,
del Padre, del Espíritu Santo,
de Jesucristo,
que participan juntos en llevar adelante el
proyecto creativo y
de salvación para la humanidad.
5. Himno de alabanza de la asamblea
La asamblea escucha, y cuando siente nombrar
a Jesucristo,
es como una explosión de alegría y responde con
entusiasmo,
elevando la siguiente oración de alabanza:
"Al que nos ama, y nos ha lavado con su sangre
de nuestros pecados, y ha hecho de nosotros un
Reino de sacerdotes para su Dios y Padre, a él la
gloria y el poder por los siglos de los siglos.
Amén" (1,5b-6).
La asamblea, rodeada por el amor de Cristo,
se siente liberada de la esclavitud del pecado y
se proclama "reino" de Jesucristo, que le
pertenece por completo.
Reconoce la gran misión que por el bautismo se
le ha confiado para llevar al mundo la presencia
de Dios.
6. Y concluye su celebración de alabanza mirando de nuevo directamente a Jesús y,
con creciente entusiasmo,
le reconoce "la gloria y el poder" para salvar a la humanidad.
El "amén" final, concluye el himno de alabanza a Cristo.
7. Aplicación a nuestra situación
Ya estos primeros cuatro versículos contienen una gran riqueza de indicios para nosotros;
nos dicen que nuestra oración debe ser, ante todo, escucha de Dios que nos habla.
Inundados de tantas palabras,
no estamos acostumbrados a
escuchar,
sobre todo ponernos en la
disposición del silencio
interior y exterior para estar
atentos a lo que Dios nos
quiere decir.
Estos versículos nos enseñan
también que nuestra oración,
a menudo solo de súplica,
debe ser ante todo de
alabanza a Dios por su amor,
por el don de Jesucristo,
que nos ha traído la fuerza,
la esperanza y la salvación.
8. Una nueva intervención del lector
señala a la asamblea, aferrada al amor de Cristo, el compromiso de captar su presencia en la propia
vida.
Dice: "Miren, viene acompañado de nubes; todo ojo le verá, hasta los que le traspasaron,
y por él harán duelo todas las razas" (1,7a).
Después de ascender al cielo en
una "nube",
símbolo de la trascendencia
(cf. Hch. 1,9),
Jesucristo regresará así como
subió a los cielos
(cf. Hch. 1,11b).
Entonces todos los pueblos lo
reconocerán y,
como exhorta san Juan en el
cuarto evangelio,
"Mirarán al que traspasaron"
(19,37).
9. Pensarán en sus pecados,
causa de su crucifixión, y,
como aquellos que lo habían visto directamente
en el Calvario,
"se golpearán el pecho"
(cf. Lc. 23,48)
pidiéndole perdón,
para seguir en la vida
y así preparar la plena comunión con Él,
después de su regreso definitivo.
La asamblea reflexiona sobre este mensaje y
dice:
"Sí. ¡Amén!"(Ap. 1,7 b).
Expresa con su "sí",
la acogida plena de lo que se le ha comunicado
y pide que esto pueda convertirse en realidad.
Es la oración de la asamblea,
que medita sobre el amor de Dios manifestado
de modo supremo en la Cruz,
y pide de vivir con coherencia como discípulos
de Cristo.
Jubilation over the fall of Babylon
10. Y esta es la respuesta de Dios:
"Yo soy el Alfa y la Omega, Aquel que es, que era
y que va a venir, el Todopoderoso" (1,8).
Dios,
que se revela como el principio y el final de la
historia,
acepta y toma en serio la petición de la asamblea.
Él ha estado,
está
y estará presente
y activo con su amor en los asuntos humanos,
en el presente,
en el futuro,
así como en el pasado,
hasta llegar a la meta final.
Esta es la promesa de Dios.
11. Y aquí nos encontramos con otro elemento
importante:
la oración constante despierta en nosotros un
sentido de la presencia del Señor en nuestra
vida y en la historia,
y la suya es una presencia que nos sostiene,
nos guía y nos da una gran esperanza,
aún en medio de la oscuridad de ciertos
acontecimientos humanos;
además, cada oración,
incluso aquella en la soledad más radical,
nunca es un aislarse y nunca es estéril,
sino que es el elemento vital para alimentar
una vida cristiana cada vez más
comprometida y coherente.
12. 1ª Parte. 2ª Etapa: Profundiza la
relación con Jesucristo
La segunda fase de la oración de la asamblea
(1,9-22) profundiza aún más la relación con
Jesucristo:
el Señor aparece, habla, actúa,
y la comunidad más cercana a él,
escucha, reacciona y acoge.
En el mensaje presentado por el lector,
san Juan relata su experiencia personal de
encuentro con Cristo:
se encuentra en la isla de Patmos por causa de
la "palabra de Dios y del testimonio de Jesús"
(1,9),
y es el "día del Señor" (1,10a),
el domingo,
en el que se celebra la Resurrección.
San Juan en la Isla de Patmos.jpg
13. Y san Juan está "tomado por el Espíritu" (1,10a).
El Espíritu Santo lo llena y lo renueva, ampliando su capacidad de aceptar a Jesús,
quien lo invita a escribir.
La oración de la asamblea que escucha, poco a poco asume una actitud contemplativa,
marcada por los verbos "ve", "mira": completa, es decir, lo que el lector le propone,
internalizándolo y haciéndolo suyo.
14. Juan oyó "una gran voz, como de trompeta" (1,10b), la voz lo obliga a enviar un mensaje "a las siete
Iglesias" (1,11) que se encuentran en Asia Menor y, por su intermedio, a todas las Iglesias de todos los
tiempos, junto con sus Pastores.
El término "voz… de trompeta", tomada del libro del Éxodo (cf. 20,18), recuerda la manifestación divina
a Moisés en el Monte Sinaí
e indica la voz de Dios que habla desde su cielo, desde su trascendencia.
Aquí es atribuida a Jesucristo Resucitado, que de la gloria del Padre habla, con la voz de Dios, a la
asamblea en oración.
San Juan en Patmos. Las siete iglesias de Asia Descripcion de las escenas del tapiz en: http://www.vki2.net/tapiz1.htm
15. Dando la vuelta "para ver la voz" (1,12), Juan ve "siete candeleros de oro, y en medio de los candeleros,
como a un Hijo de hombre" (1,12-13),
término particularmente familiar para Juan, que le indica al mismo Jesús.
Los candeleros de oro,
con sus velas encendidas,
indican la Iglesia de todos los tiempos en
actitud de oración en la Liturgia:
Jesús Resucitado,
el "Hijo del hombre",
está en medio de ella, y,
revestido con las vestiduras del sumo
sacerdote del Antiguo Testamento,
desarrolla la función sacerdotal de mediador
ante el Padre.
16. En el mensaje simbólico de Juan, sigue una manifestación luminosa de Cristo resucitado,
con las características propias de Dios, que se producen en el Antiguo Testamento.
Símbolo 1º.
Se habla de "... cabellos blancos,
como la lana blanca, como la
nieve" (1,14),
símbolo de la eternidad de Dios
(cf. Dn. 7,9)
y de la Resurrección.
Símbolo 2º
Un segundo símbolo es el del
fuego,
que en el Antiguo Testamento se
refiere a menudo a Dios para
indicar dos propiedades.
Símbolo 2º. Propiedad 1ª
La primera es la intensidad celosa
de su amor, que anima su pacto
con el hombre (cf. Dt. 4,24).
Y es esta misma intensidad
ardiente del amor, que se lee en
los ojos de Jesús resucitado:
"Sus ojos como llama de fuego"
(Ap. 1,14a).
17. Símbolo 2º. Propiedad 2ª.
El segundo es la capacidad incontenible de
vencer el mal como un "fuego devorador"
(Dt. 9,3).
Así que incluso "los pies" de Jesús, en
camino para enfrentar y destruir el mal,
tienen el brillo del "metal precioso" (Ap.
1,15).
La voz de Jesucristo, entonces, "como voz
de grandes aguas" (1,15c),
tiene el rugido impresionante "de la gloria
del Dios de Israel",
que se traslada a Jerusalén, mencionado
por el profeta Ezequiel (cf. 43,2).
18. Siguen todavía otros tres elementos
simbólicos que muestran lo que Jesús
Resucitado está haciendo por su Iglesia:
Símbolo 3º
la mantiene firmemente en su mano derecha
–una imagen muy importante:
Jesús tiene a la Iglesia en la mano--,
Símbolo 4º
le habla con el poder penetrante de una
espada afilada,
Símbolo 5º
y le muestra el esplendor de su divinidad:
"Su rostro, como el sol cuando brilla con toda
su fuerza" (Ap.1,16).
Juan quedó tan impresionado por esta
maravillosa experiencia del Resucitado, que
se siente desfallecido y cae como muerto.
19. Después de esta experiencia de la
revelación,
el Apóstol tiene delante al Señor Jesús
hablando con él, lo tranquiliza,
le coloca una mano sobre la cabeza,
le revela su identidad como el Crucificado
Resucitado,
y le encarga transmitir su mensaje a las
Iglesias (Ap. 1,17-18).
Una cosa hermosa de este Dios,
ante el cual desfallece y cae como muerto.
Es el amigo de la la vida,
y le pone su mano sobre la cabeza.
20. Y así será también con nosotros:
somos amigos de Jesús.
Por tanto,
la revelación del Dios Resucitado, del Cristo
Resucitado,
no será terrible,
sino será el encuentro con el amigo.
Incluso la asamblea vive con Juan un momento
particular de luz delante del Señor,
unido, sin embargo,
a la experiencia del encuentro cotidiano con
Jesús,
experimentando la riqueza del contacto con el
Señor,
que llena cada espacio de la existencia.
21. 1ª Parte. 3ª) Etapa: Séptuplo mensaje a la asamblea
En la tercera y última fase de la primera parte del Apocalipsis (Ap.2-3),
el lector propone a la asamblea un mensaje séptuplo en el cual Jesús habla en primera persona.
Dirigido a las siete Iglesias en Asia Menor situadas alrededor de Éfeso, el discurso de Jesús parte de la
situación particular de cada Iglesia, para luego extenderse a las Iglesias de todos los tiempos.
22. Jesús entra en el corazón de la situación de cada iglesia, haciendo énfasis en las luces y sombras, y dirigiéndoles un
llamamiento urgente: "Arrepiéntanse" (2,5.16; 3,19c), "Mantén lo que tienes" (3,11), "vuelve a tu conducta primera"
(2,5)," Sé pues ferviente y arrepiéntete" (3,19b) ...
Esta palabra de Jesús, si es escuchada con fe, de inmediato comienza a ser efectiva: la Iglesia en oración, acogiendo la
Palabra del Señor, se transforma.
Iglesia/ciuda Riqueza Llamamiento urgente Escuchado con fe es efectivo de Escucha atenta al
d inmediato: transforma Señor
ÉFESO Riqueza de todo Arrepiéntete. Al vencedor le daré de comer del árbol de El que tiene oídos,
tipo. Vuelve a tu amor primero la vida/inigualable felicidad con que Dios oiga lo que el
Pérdida de caridad premia los buenos. Espíritu dice a las
iglesias. 2, 7
ESMIRNA Riqueza espiritual. No tengas miedo de lo que vas a El vencedor no sufrirá daño de la muerte Id. 2, 11
Pobreza material padecer. Sé fiel hasta la muerte. segunda.
PÉRGAMO Culto al paganismo Cambia de conducta 2, 16 Al vencedor le daré del maná escondido Id. 2, 17
trono de Satanás (eucaristía) y una piedra blanca, señal
/ Antipas, testigos admisión nueva Jerusalén
de Jesús
TIATIRA Ciudad menor de Arrepiéntase los que siguen a Al vencedor le daré el poder sobre las Id. 2, 19
las siete. Jezabel. Los demás no impongo naciones y glorificación del
Riqueza espiritual carga, solo mantener lo que ya cristiano/Tema del Exultet de la vigilia
tenéis pascual
SARDES Centro comercial. Ponte en vela, reanima lo que Al vencedor: será revestido de vestiduras Id. 3, 6
Muerta en su vida está a punto de morir. blancas (símbolo de la resurrección)
de fe y caridad Arrepiéntete
FILADELFIA Pequeña ciudad, al Mantén con firmeza lo que Al vencedor le haré columna en el templo Id. 3, 6. 13
límite de sus fuerzas tienes para no perder corona. y escribiré 3 inscripciones. Significan la
más firme permanencia del cristiano con
Dios por siempre.
LAODICEA Orgullo religioso, se Eres tibio, ni frio ni caliente. Al vencedor le concederé sentarse Id. 3, 22
cree rica y perfecta Estoy a punto de vomitarte conmigo en mi trono.
23. Todas las iglesias deben
ponerse en una escucha atenta
al Señor, abriéndose al Espíritu
como Jesús pide con
insistencia repitiendo esta
indicación siete veces:
"El que tiene oídos, oiga lo que
el Espíritu le dice a las Iglesias"
(2,7.11.17.29;3,6.13.22).
La asamblea escucha el
mensaje recibiendo un estímulo
para el arrepentimiento,
la conversión,
la perseverancia,
el crecimiento en el amor,
la orientación para el camino.
24. Queridos amigos, el Apocalipsis nos presenta una comunidad reunida en oración,
porque es justamente en la oración donde experimentamos siempre en aumento,
la presencia de Jesús con nosotros y en nosotros.
Cuanto más y mejor oremos con constancia, con intensidad, tanto más nos asemejamos a Él, y Él realmente entra en
nuestra vida y la guía, dándole alegría y paz.
Y cuanto más conocemos, amamos y seguimos a Jesús, más sentimos la necesidad de permanecer en oración con Él,
recibiendo serenidad, esperanza y fuerza en nuestra vida.
Gracias por su atención.
Con gran alegría inició la sexta temporada de la Cadena de Oración por la Paz de Guatemala
http://www.cadenadeoracion.org/noticias/con-gran-alegria-inicio-la-sexta-temporada-de-la-cadena-de-oracion-por-la-paz-de-guatemala
25. "Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de la diócesis de Santander,
acompañados por su Obispo, así como a los demás grupos provenientes de España, Argentina,
Venezuela, Colombia, México y otros países latinoamericanos.
Invito a todos a descubrir la presencia de Cristo en nuestra vida.
Mientras más oremos, con constancia e intensidad, mejor nos asimilaremos a Jesús, y Él entrará en
nuestra existencia y la guiará, colmándonos de alegría y paz.”
“La consagración religiosa coloca al hermano bajo la Influencia divina para que dé mucho fruto. Dedicado por nuevo
título al servicio de los hombres, ejerce una forma de paternidad espiritual en la Iglesia y coopera con el Señor para abrir
a las almas las insondables riquezas del misterio de la Pascua.”
(Directorio 28)
http://www.menesianosic.net/vocacional.php?item=profesionhnojuan¬a=09