El documento describe la liturgia como el medio ideal para el diálogo entre Dios y el hombre a través de la oración y la lectura bíblica. En la liturgia, Jesucristo está presente hablando y acompañando a su pueblo, quien responde a Dios con canto y oración. La liturgia está llena del lenguaje de Dios, donde no solo la lectura de la Biblia enseña, sino también cuando la Iglesia ora, canta o actúa, la fe de los asistentes se alimenta y sus almas se elevan